Los escribas de la antigua Mesopotamia

Artículo

Joshua J. Mark
por , traducido por Rosa Baranda
Publicado el 20 enero 2023
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Disponible en otros idiomas: inglés, árabe, francés, italiano, portugués, ruso, ucraniano

Los escribas de la antigua Mesopotamia eran personas muy cultas entrenadas en la lectura y la escritura de diversos temas. En un principio, se dedicaban a documentar las transacciones financieras realizadas a través del comercio, pero con el tiempo se acabaron convirtiendo en una parte esencial de la vida cotidiana de todo el mundo, desde el palacio y el templo hasta la granja o villa más humilde. Al final acabarían creando lo que ahora se conoce como historia.

Sumerian Scribe
Escriba sumerio
Osama Shukir Muhammed Amin (CC BY-SA)

La escritura se inventó en Sumeria, Mesopotamia, en torno al 3500 a.C. en la forma de la escritura cuneiforme, y se refinó en torno a 3200 a.C. en la ciudad sumeria de Uruk. Para convertirse en escriba había que aprender a crear la tablilla sobre la que escribir, dominar más de 600 caracteres en cuneiforme y recibir educación en varios campos de conocimiento incluidos la agricultura, la botánica, los negocios y las finanzas, la construcción, las matemáticas, la política y la religión, entre muchos otros.

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Los escribas casi siempre eran hijos de la clase alta y la nobleza, pero hay indicios de que, ya para la época del periodo acadio (2334-2218 a.C.), había mujeres escribas, la más famosa de las cuales es Enheduanna (2285-2250 a.C.), hija de Sargón de Acadia (Sargón el Grande, que reinó de 2334-2279 a.C.). Tras el periodo acadio, la escritura cuneiforme se usaba principalmente para escribir en acadio, pero un escriba todavía tenía que saber sumerio, porque, aunque para entonces era una lengua muerta, todavía le daba forma al acadio, de la misma manera que el latín o el sánscrito lo hacen con idiomas modernos.

Tras la caída del Imperio acadio, las demás civilizaciones de Mesopotamia, entre ellas los asirios, los babilonios, los hititas y los casitas, siguieron usando el cuneiforme para escribir en sus propias lenguas, pero un escriba seguía teniendo que saber sumerio y acadio y seguía copiando documentos del pasado. Gracias a esta práctica, los escribas de la antigua Mesopotamia crearon la "historia" al conservar el pasado por escrito.

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La escritura y las escuelas

Los sumerios inventaron la escritura para el comercio a larga distancia. A medida que las ciudades se fueron desarrollando durante el periodo Uruk (4100-2900 a.C.) y las rutas comerciales se expandieron cada vez más lejos de los centros de producción, los mercaderes necesitaban una manera clara de comunicarse con sus mercados. Antes de alrededor de 3500 a.C., esto se lograba mediante bullae, bolas de arcilla en las que se cocían muestras que representaban un tipo de producto específico y la cantidad (por ejemplo, cinco muestras de color claro representaban cinco ovejas, o tres muestras más oscuras representaban sacos de grano) y que se marcaban con un sello que identificaba al vendedor.

PARA LA ÉPOCA DEL PERIODO DINÁSTICO ARCAICO (2900-2334 A.C.), YA SE HABÍAN DESARROLLADO ESCUELAS FORMALES Y ESTABAN EN FUNCIONAMIENTO POR TODA SUMERIA.

Este sello llevó al desarrollo de otro sello cilíndrico más intrincado para alrededor de 1600 a.C. que se empezó a usar como una forma de identificación personal. Sin embargo, la cantidad de información que se podía transmitir mediante bullae, sellos o sellos cilíndricos era limitada, así que se desarrolló un sistema de escritura con pictogramas (símbolos que representan objetos), que con el tiempo se convertirían en fonogramas (símbolos que representan sonidos) y después en logogramas (signos que representan palabras). Una vez se hubo establecido un sistema de escritura, había que preservarlo, y para eso se establecieron las escuelas, en un principio en casas privadas donde un escriba enseñaría a sus estudiantes a escribir. Para la época del Periodo Dinástico Arcaico (2900-2334 a.C.) ya se habían desarrollado escuelas formales y estaban en funcionamiento por toda Sumeria.

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Al principio la escritura se centraba totalmente en temas administrativos o financieros relacionados con el comercio. Sin embargo, a medida que el cuneiforme se fue desarrollando, su función se expandió para comunicar conocimientos de muchos temas diferentes. Un escriba tenía que saber no solo escribir exactamente los caracteres de la escritura, sino también conocer el tema sobre el que estaba escribiendo. Esto dio lugar a la escuela sumeria de escribas, la edubba ("Casa de las tablillas"), cuyo programa educativo seguiría aplicándose a lo largo de toda la historia de Mesopotamia.

Currículo

Los estudiantes, en un principio hombres a no ser que una familia de clase alta quisiera que su hija tuviera un trabajo para el que necesitara saber leer y escribir, iban a clase desde el amanecer hasta el atardecer. El cuerpo de estudiantes se nutría de los hijos de los nobles, de los escribas, del clero y de la clase comerciante. La educación era voluntaria y cara; el padre del estudiante pagaba por la enseñanza y los materiales, por lo que los hijos de las clases bajas no podían acceder a ella. La excepción eran los esclavos, tanto hombres como mujeres, a quienes a veces sus amos los mandaban a aprender por cualquier razón. La mayoría de los estudiantes entraba en una escuela alrededor de los ocho años y empezaba su educación aprendiendo a crear las tablillas y a usar un estilete adecuadamente. En general, los estudiantes se graduaban en torno a los 20 años.

Cuneiform Tablet with Envelope from Alalakh
Tablilla de cuneiforme con un sobre de Alalakh
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

El cuneiforme se escribía haciendo incisiones en forma de cuña en la arcilla húmeda, pero a diferencia de los sistemas de escritura y los implementos modernos, el escritor tenía que crear la tablilla y esta se iría girando en diferentes direcciones sobre una mano mientras se hacían las marcas con la otra sirviéndose de un estilete (que normalmente era un junco afilado que también tenía que confeccionar el escriba). Las tablillas podían ser del tamaño de la mano, o mucho más grandes. Una vez aprendido lo básico, los estudiantes empezaban el proceso de copiar y memorizar los diferentes signos que componían las palabras y las frases.

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Según el erudito A. Leo Oppenheim, tal y como explican los asiriólogos Megan Lewis y Joshua Bowen de Digital Hammurabi, había cuatro tipos de tablillas, que representaban las cuatro fases del progreso del estudiante:

  • Tipo 1: Tablillas grandes de varias columnas
  • Tipo 2: Tablillas de Instructor-estudiante de dos columnas
  • Tipo 3: Tablillas de 1 columna con un 25 % de una composición
  • Tipo 4: Tablillas "en forma de lenteja" con Escritura básica

Las tablillas excavadas en varios emplazamientos en Irak y Siria, así como otros indicios que incluyen textos sobre la educación, les han permitido a los estudiosos reconstruir las cuatro fases del programa educativo del estudiante:

  • Fase 1: Tablilla tipo 4: tablillas con forma de lenteja con ejercicios de escritura simples diseñadas para enseñar al estudiante a realizar las incisiones y signos adecuadamente.
  • Fase 2: Tablilla tipo 2: el instructor escribía en la parte izquierda de la tablilla y el estudiante copiaba el mismo texto en la parte derecha. A menudo tenían que borrar los errores, porque lo que la derecha de las tablillas que se han encontrado hoy en día suele ser más fina que la izquierda debido a la pérdida de arcilla. En el reverso de la tablilla se encontraban textos que ya se habían completado y memorizado; es decir, una lección anterior.
  • Fase 3: Tablilla tipo 3: estas tablillas contenían un cuarto o más de una composición larga que se había completado y memorizado.
  • Fase 4: Tablilla tipo 1: se creaban composiciones completas de memoria y se demostraba el dominio de la escritura cuneiforme.

Una vez se dominaba la escritura y los estudiantes habían aprendido a leer, matemáticas, historia y otros temas, pasaban a la Tétrada (grupos de cuatro composiciones) de mayor dificultad, que copiaban una y otra vez, memorizaban y recitaban. El siguiente curso era la Década (grupos de diez composiciones), de mayor dificultad aún. Las composiciones de la Tétrada incluían obras como el Himno a Nisaba, diosa sumeria de la escritura, que es una canción de alabanza sencilla. En la Década había obras más complejas y sutiles, como Gilgamesh y Huwawa y la Canción de la Azada, que requerían un mayor dominio del estilo y la interpretación.

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Una vez el estudiante había dominado todo esto, pasaba a textos más complejos, tales como Días de escuela, Debate entre ovejas y Consejos de un supervisor para el escriba joven, entre muchos otros. Una vez completada esta última fase, el estudiante se graduaba como escriba. El experto Stephen Bertman habla sobre el objetivo final del currículo:

La educación formal requería dominar la alfabetización (para tareas como llevar registros comerciales, escribir y leer contratos, componer cartas, enviar mensajes militares, recitar plegarias y encantamientos y entender textos médicos) así como la aritmética (para cosas como medir parcelas de tierra y lo que rendían, establecer impuestos, proyectar los suministros necesarios para una campaña militar, calcular la cantidad de tierra necesaria para construir una rampa de asedio, estimar la cantidad de ladrillos necesarios para levantar un palacio nuevo o hacer cálculos astronómicos). Al final, también habría que dominar el vocabulario especializado en áreas como la astronomía, la geografía, la mineralogía, la zoología, la botánica, la medicina, la ingeniería y la arquitectura. (302-303)

Desde el periodo acadio en adelante, los estudiantes también tendrían que dominar el sumerio y el acadio además de su propio idioma. Una vez graduado, el escriba pasaba a conocerse formalmente en sumerio como Dub.Sar ("escritor de tablillas", literalmente de dub, tablilla y sar, escritor) o, en acadio, asirio y babilonio como Tupshar (o Tupsharru), que significaba lo mismo. Al director de la escuela sumeria se lo conocía como el ummia ("experto" o "maestro"), pero parece que una variación de este término también se aplicaba a un escriba culto de la corte o el templo. En el periodo hitita posterior, el título pasó a ser gal dubsar ("jefe de los escribas") y era una de las posiciones más importantes del gobierno, al igual que lo sería durante el periodo asirio, cuando el puesto de tupsar ekalli ("escriba de palacio") solo estaba superado por el de rey.

La vida del escriba

Durante la larga historia de Mesopotamia, que va desde el Periodo Dinástico Arcaico hasta el Imperio sasánida (224-651 d.C.), se hablaba de los escribas con el mayor de los respetos. Mucho antes de la época del Imperio neobabilonio (626-539 a.C.), durante el cual a los escribas se los mencionaba a menudo con gran reverencia como los siervos del dios de la escritura, Nabu (que había sustituido a la diosa Nisaba), ya se reconocía a los escribas como una clase social de élite. Sin embargo, para lograr esta posición había que dedicarse por completo a la educación y estar dispuesto a soportar castigos corporales diarios a manos de los profesores.

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Días de escuela y Consejos de un supervisor para el escriba joven, célebres poemas sumerios, detallan los retos a los que se enfrentaba un escriba a lo largo de su educación. Ambas obras se entiende que son sátiras, pero, al igual que cualquier sátira, se enmarcan dentro de la situación real de la que se están burlando. En Días de escuela, el estudiante relata cómo los profesores lo golpean a diario por infracciones que van desde llegar tarde hasta tener mala letra ("mala mano"), ponerse de pie sin permiso, hablar sin permiso, mala postura, ausencias no autorizadas o marcharse de la escuela pronto sin permiso. El aspecto satírico de esta obra reside en cómo resuelve el problema: hace que su padre soborne a su profesor con una fastuosa cena y ricos regalos para que le dé mejores notas y menos palizas.

LOS ESCRIBAS NORMALMENTE RECIBÍAN LOS PAGOS EN FORMA DE GRANO, CERVEZA O CUALQUIER COSA DE VALOR QUE SE LE PUDIERA OFRECER.

En Consejos de un supervisor para el escriba joven, el profesor relata que un estudiante tiene que hacer exactamente lo que le ordena su mentor, que no debe descansar ni siquiera de noche para dominar el arte, y que tiene que aprender cada una de las reglas sin cuestionarlas. Las reglas de la edubba, por muy duras que pudieran parecer, estaban diseñadas para alentar la disciplina y la concentración en los alumnos, y el profesor hace hincapié en estos aspectos. Cuando el escriba joven del poema, recién graduado, le responde al profesor, le explica todas las tareas que ha llevado a cabo satisfactoriamente al servicio de su mentor, incluido llevar los asuntos de la casa, pagar a los empleados, preparar las ofrendas para el templo, supervisar la producción agrícola y a los agricultores y garantizar el control de calidad. Tan solo cuando el estudiante deja claro lo bien que ha absorbido las enseñanzas del maestro y las ha llevado a la práctica recibe finalmente la aprobación de su mentor (su supervisor) como escriba. En esta obra, la sátira reside en el hecho de que el estudiante básicamente se ha convertido en el esclavo del maestro para poder recibir una educación.

Una vez graduado, el escriba podría trabajar directamente para el rey, en la burocracia de palacio, en el templo, en negocios privados, en el ejército, para compañías de construcción, en el comercio, como diplomático, o como maestro, doctor, dentista o en cualquier otro trabajo que requiriera saber leer y escribir. En los pueblos y villas pequeños, el escriba también escribía cartas personales para la gente y garantizaba que hubiera enviado la cantidad apropiada de grano, o lo que fuera, para pagar sus impuestos. También ayudaban en el diseño y los cálculos para la construcción de edificios o canales de regadío, o en las disputas entre granjeros por los límites de las propiedades. Los escribas normalmente recibían los pagos en forma de grano, cerveza o cualquier cosa de valor que se le pudiera ofrecer.

Escribas famosos

Como la mayoría de la población era analfabeta, los servicios de los escribas estaban muy solicitados. A veces se los describía como "los que nunca pasan hambre", y muchos se contaban entre los más poderosos de la ciudad. El escriba Azi (que vivió en torno a 2500 a.C.) es conocido por ser un escriba popular de la ciudad de Ebla (en la actual Siria). Se lo conocía como dub.zu.zu ("El que sabe de tablillas"), lo que sugiere que era un "jefe de escribas", pero puede que tuviera una educación incluso mayor.

Enheduanna era la suma sacerdotisa del templo de Ur, el puesto religioso más poderoso de la ciudad. No solo se habría encargado de los archivos del templo, sino que también es famosa por su poesía original, sus plegarias e himnos dedicados a la diosa Inanna (más tarde conocida como Istar). De hecho, Enheduanna es la primera escritora del mundo que se conoce por nombre propio, y sus obras han influido las de escritores posteriores, incluidos los escribas judíos que escribieron los Salmos de la Biblia.

Disk of Enheduanna
Disco de Enheduanna
Zunkir (CC BY)

El escriba Arad-Nanna del periodo de Ur III (2047-1750 a.C.) también fue una poderosa figura en la ciudad. Aunque técnicamente sirvió a los reyes de la tercera dinastía de Ur, su sello de cilindro lo muestra acercándose a la figura real del trono como un igual, mientras una diosa, detrás de él, está representada en una pose de reverencia y respeto. Shulgi de Ur (que reinó de 2029-1982 a.C.) era conocido como un escriba que escribió poesía y que alentó la alfabetización y la creación de escuelas por todo su reino.

Otro escriba influyente fue Shin-Lequi-Unninni de Babilonia (que escribió en torno a 1300-1000 a.C.). Se inspiró en poemas sumerios anteriores de la vida del héroe Gilgamesh para crear la primera historia épica de la literatura mundial, La epopeya de Gilgamesh. Su obra también influiría en algunos otros de los poemas más famosos del mundo, incluida, según algunos estudiosos, la Ilíada de Homero.

Sin embargo, la mayoría de los escribas compusieron sus obras anónimamente, por lo que hoy en día desconocemos sus nombres. Pero para en torno a 2600 a.C. los escribas a veces firmaban sus obras, u otros dejaban escritos sus nombres para conmemorar cierto logro. Una lista de nombres de escribas encontrada en las ruinas de Nínive relata que eran responsables de copiar y editar las obras coleccionadas por el rey neoasirio Asurbanipal, que también se había formado como escriba, para su biblioteca. Estos escribas habrían sido comparables al sepiru ("escriba-intérprete") del periodo neobabilonio que trabajaba para el Estado, el templo o para particulares ricos interpretando, copiando y creando libros.

Conclusión

Con el tiempo, y relativamente pronto en Sumeria, los escribas se convirtieron en autores, creadores de obras originales, de himnos a deidades varias y poemas sobre ellos, incluidos los dedicados a Gilgamesh e Inanna. Los escribas eran responsables de las inscripciones de los reyes y la creación del naru. una estela grabada que registraba los eventos del reinado de un monarca, de manera que se convirtieron en los guardianes de la historia. En algún momento en torno al segundo milenio a.C., la creación de un naru se unificó con la energía creativa de los escribas, dando lugar a un género conocido como la literatura naru mesopotámica, que presentaba a un rey en un ambiente ficticio.

Epic of Gilgamesh Tablet from Hattusa
Tablilla de La epopeya de Gilgamesh de Hattusa
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Algunas de las obras más famosas de este género también se cuentan entre las obras literarias mejor conocidas de toda la literatura mesopotámica: La leyenda de Sargón de Acadia, La maldición de Ágade, La leyenda de Cutha y La epopeya de Gilgamesh. En todas estas obras, entre otras, hay una gran figura histórica que se enfrenta a un reto al que puede que se enfrentaran o no en la realidad, y el propósito del escriba con esta obra era hablar de un valor moral, religioso o cultural esencial. De esta manera, los escribas de Mesopotamia crearon las primeras obras de ficción histórica, pero antes de poder hacerlo, tuvieron que crear la historia.

Antes de la invención de la escritura, los acontecimientos importantes se preservaban en la tradición oral, que podía alterar los detalles con cada recuento. Una vez se hubo desarrollado la escritura, se podían poner por escrito los acontecimientos de forma que se pudieran leer una y otra vez de la misma manera. Gracias a ello, la gente del presente tenía acceso a los acontecimientos del pasado, lo que condujo al desarrollo de la cultura, de prácticas lingüísticas estándar y a tradiciones sociales y religiosas. Las historias originales creadas por los escribas inculcaban los valores culturales en la gente que las leía, lo que llevó al desarrollo de una identidad personal y comunitaria y, finalmente, a la historia del pueblo, un concepto desconocido antes de la existencia del escriba mesopotámico.

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Preguntas y respuestas

¿Cuándo se establecieron las escuelas de escribas en la antigua Mesopotamia?

Las escuelas de escribas se establecieron en la época del Periodo Dinástico Arcaico, de 2900-2334 a.C. Seguirían existiendo a lo largo de la historia de Mesopotamia hasta la caída del Imperio sasánida en 651 d.C.

¿Qué responsabilidades tenían los escribas en la antigua Mesopotamia?

Los escribas de Mesopotamia en un principio se encargaban de llevar un registro de las transacciones comerciales. Con el tiempo, se convirtieron en una parte esencial de la vida cotidiana y participaban en el comercio, la correspondencia real, los archivos de los templos, los asuntos militares, la correspondencia a larga distancia, la construcción de edificios nuevos, los temas agrícolas, y muchas otras cosas. También realizaban composiciones originales, creando así básicamente lo que conocemos como "historia".

¿Quiénes fueron los escribas más famosos de la antigua Mesopotamia?

Algunos de los escribas más famosos de la antigua Mesopotamia fueron Azi de Ebla, Enheduanna de Ur, Arad-Nanna de Ur, Shulgi de Ur, Asurbanipal de Asiria y Shin-Leqi-Unninni de Babilonia, que recopiló y compuso la versión estándar de la Epopeya de Gilgamesh.

¿Cómo se pagaba a los escribas en la antigua Mesopotamia?

Como todo el mundo en la antigua Mesopotamia, los escribas recibían pagos en bienes, no dinero. Normalmente se les pagaba una cantidad específica de grano, de cerveza, o de cualquier otra cosa de valor.

Sobre el traductor

Rosa Baranda
Traductora de inglés y francés a español. Muy interesada en la historia, especialmente en la antigua Grecia y Egipto. Actualmente trabaja escribiendo subtítulos para clases en línea y traduciendo textos de historia y filosofía, entre otras cosas.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark es un escritor independiente y antiguo profesor de filosofía a tiempo parcial en el Marist College de Nueva York. Vivió en Grecia y Alemania y ha viajado por Egipto. Ha sido profesor universitario de historia, escritura, literatura y filosofía.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2023, enero 20). Los escribas de la antigua Mesopotamia [Scribes in Ancient Mesopotamia]. (R. Baranda, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-249/los-escribas-de-la-antigua-mesopotamia/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Los escribas de la antigua Mesopotamia." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. Última modificación enero 20, 2023. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-249/los-escribas-de-la-antigua-mesopotamia/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Los escribas de la antigua Mesopotamia." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 20 ene 2023. Web. 18 abr 2024.

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