El Desarrollo de las Religiones en la Antigua India

Artículo

Sanujit
por , traducido por Waldo Reboredo Arroyo
Publicado el 01 mayo 2011
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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La mitología del Hinduismo se ha formado a lo largo de más de 1,000 años a partir de historias sagradas y narrativas heroicas. En estas complejas y pintorescas leyendas nada está confirmado ni resulta permanente. Llenas de pulsante creatividad, destrucción, amor y guerra, están en constante cambio y transformación. La mayoría de los mitos se presentan en distintas versiones y muchos personajes tienen múltiples identidades, participan en distintas historias y asumen diferentes roles. Esta aparente confusión refleja la riqueza de una mitología que se ha expandido y adquirido nuevos significados a lo largo de los siglos.

El Hinduismo representa a una amplia variedad de tradiciones religiosas relacionadas entre sí, todas nativas de la India; en términos históricos, comprende su evolución desde épocas anteriores a Cristo. Además, tuvo sus antecedentes en las antiguas creencias de la Civilización del Valle del Indo, a la cual sucedió la religión Védica.

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La Civilización del Valle del Indo

La Civilización del Valle del Indo existió durante la Edad de Bronce (3300-1300 a. C.); con su período de madurez entre 2600-1900 a. C.). En lo fundamental, se desplegaba en las regiones del Indo y Punjab, se extendía por el valle del río Ghaggar-Hakra, en el Doab ubicado entre los ríos Ganges y Yamuna, abarcaba la mayor parte de lo que hoy es Pakistán y los estados occidentales de la India actual, se extendía hacia el sureste de Afganistán y comprendía la parte más oriental de Baluchistán, en Irán.

Map of the Indus Valley Civilization, c.3300 - 1300 BCE
Mapa de la Civilización del Valle del Indo
Simeon Netchev (CC BY-NC-ND)

La geografía del Valle del Indo colocó a las civilizaciones que surgieron allí en situación similar a las que existieron en Egipto y Perú, con ricas tierras agrícolas rodeadas de montañas, desiertos y océanos. En fechas recientes se han descubierto sitios similares a los del Indo en los límites noroccidentales de Pakistán. También se encontraron colonias aisladas, más pequeñas, en lejanas zonas de Turkmenistán. Existían asentamientos costeros desde Sutkagan Dor, en Baluchistán Occidental, hasta Lothal, en Gujarat. Un asentamiento de dicha civilización fue ubicado en el río Oxus, en Shortughai, al norte de Afganistán.

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Alrededor del 2600 a. C. las primeras comunidades se convirtieron en grandes centros urbanos. Entre ellos se contaban Harappa, Ganeriwala, Mohenjo-daro, en Pakistán y Dholavira, Kalibangan, Rakhigarhi, Rupar y Lothal en la India. En total, se han hallado más de 1,052 ciudades y asentamientos, la mayor parte en la región del Indo y sus tributarios. Se han descubierto sellos de esteatita con imágenes de animales, personas (quizá dioses) y otros tipos de inscripciones, incluido el sistema de escritura de la Civilización del Valle del Indo, que permanece sin ser descifrado. Algunas figurillas de oro, terracota o piedra en posiciones de baile indicaron la existencia de algún tipo de danza. Las figuras de terracota incluían vacas, osos, monos y perros. Sir John Marshall reaccionó con sorpresa al contemplar una famosa estatuilla de bronce proveniente de Mohenjo-Daro, en el Indo, que representaba a una bailarina de largos y delgados brazos.

Cuando las contemplé por primera vez, me fue difícil creer que eran prehistóricas; parecían trastornar por completo todas las ideas establecidas acerca del arte y la cultura de la antigüedad. El mundo de la antigüedad nunca conoció modelados como este hasta la época Helenística de Grecia y por lo tanto pensé que de seguro se había cometido algún error, que estas figuras habían encontrado su camino hacia niveles 3,000 años más antiguos que aquellos a los que deberían pertenecer.

La verosimilitud anatómica de las estatuillas era precisamente lo que resultaba sorprendente; eso hizo que nos preguntáramos si en este asunto tan importante los escultores de épocas tan lejanas de las riberas del Indo se habrían podido anticipar al arte griego.

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Dancing Girl of Mohenjo-daro
La bailarina de Mohenjo-daro
Joe Ravi (CC BY-SA)

Había numerosas sugerencias de que las gentes de Harappa adoraban a una diosa Madre que simbolizaba la fertilidad. Algunos sellos del valle del Indo mostraban el signo de la esvástica, presente en muchas religiones, en especial en las religiones indias como el Hinduismo, el Budismo y el Jainismo. Las primeras evidencias de elementos del Hinduismo ocurren antes y durante el período inicial de Harappa, en cuyas ruinas se hallaron símbolos fálicos parecidos al lingam del Shiva del Hinduismo.

Shiva

Un sello famoso mostraba una figura sentada, rodeada de animales, en una postura que recordaba la posición del loto. Se nombró Pashupati (señor de las bestias), epíteto de Shiva. El descubridor del sello de Shiva (M420), Sir John Marshall, y otros, han afirmado que esta figura es un prototipo de Shiva; describieron que tiene tres caras y está sentada en un trono con las piernas cruzadas, en forma parecida a la postura del loto del Hatha Yoga. El pene del yogui está erecto, con ambos testículos visibles de manera prominente. El preciso posicionamiento de ambos talones bajo el escroto forma parte de una técnica avanzada del Tantra Yoga conocida como Bandha, que significa nudo o cierre. Se emplea normalmente para sublimar y redirigir la energía sexual y puede conferir poderes espirituales al que la practica.

Un gran tigre empinado sobre sus patas traseras y las delanteras al aire enfrenta al yogui desde su lado derecho. Este es el animal más grande del sello y se muestra en cálida conexión con el yogui; las rayas del cuerpo del tigre, en grupos de a cinco, realzan la conexión. Otros tres animales más pequeños se muestran en el grabado de Shiva; es muy probable que los animales que aparecen en él sean símbolos heráldicos que indican tribus, pueblos o áreas geográficas. En el sello de Shiva, el tigre, al ser el más grande, representa al pueblo del yogui y con toda probabilidad simboliza la región del Himalaya. Resulta verosímil que el elefante represente la India centro-oriental, el toro o búfalo la zona sur de India y el rinoceronte las regiones al oeste del río Indo. Heinrich Zimmer confirma que la figura de Pashupati es una efigie en posición yoga.

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Pashupati

Las gentes del Valle del Indo parecen haber adorado también a un dios masculino. La representación más importante de lo que se piensa sea un dios del Hinduismo se encuentra en el sello 420. Se han hallado muchos otros sellos que muestran la misma figura, pero no con igual detalle. La deidad lleva un tocado de cabeza que tiene cuernos, cuya forma recuerda la luna creciente que enseña en su frente la imagen más moderna de Shiva.

Se han desenterrado lo que se piensa sean piedras linga. En el Hinduismo actual se emplean rocas linga para representar el falo erecto del macho o la fuerza reproductiva del dios Shiva, pero estas piedras podrían ser algo por completo distinto a objetos de adoración religiosa. Incluso hoy día se venera a Shiva tanto en su forma humana como fálica. La deidad sentada en una posición de apariencia yoga, sugiere que tal práctica puede haber sido heredada de la primera gran cultura que ocupó la India.

Shiva Pashupati
Shiva Pashupati
Marcus334 (Public Domain)

El Símbolo Religioso de la Esvástica

Existe la seguridad que en la época del Neolítico se empleó como tema la cruz gamada. El símbolo aparece en la “Escritura Vinca” de la Europa neolítica (Balcanes, VI al V milenio a. C.). Otro testigo precoz aparece en un cuenco de barro de Samarra, de fecha tan temprana como el 4000 a. C. Joseph Campbell, en un ensayo titulado El Contraste Neolítico-Paleolítico menciona un ornamento hecho sobre una enorme figurilla de pájaro del Paleolítico tardío (10 000 a. C.), tallada en marfil, hallada en las cercanías de Kiev, como la única ocurrencia anterior al Neolítico que se conozca de tal símbolo. La esvástica aparece muy raras veces en la arqueología de la antigua Mesopotamia.

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En el Hinduismo la esvástica presentada en dos dibujos simboliza dos formas del dios creador Brahma. Orientada hacia la derecha significa la evolución del universo; orientada hacia la izquierda, tipifica la involución del universo. La cruz gamada es uno de los 108 símbolos de Vishnu, deidad del Hinduismo, y representa los rayos del Sol de los que depende la vida. También se observa con sus puntas hacia las cuatro direcciones (norte, este, sur y oeste), lo que implica estabilidad. Su empleo como símbolo del sol aparece por primera vez en la imagen del dios Surya. La esvástica se usa en todos los yantras y diseños religiosos del Hinduismo.

El Budismo se originó en el siglo V a. C. y se difundió por todo el subcontinente indio en el siglo III a. C. Se cree que el símbolo de la cruz gamada (dispuesto hacia la derecha) fue estampado en el pecho de Gautama Buda por sus adeptos, después de su muerte. Se conoce como el Sello del Corazón. Con la propagación del Budismo la esvástica budista llegó al Tibet y a China. El símbolo también fue introducido en el Hinduismo de Bali por reyes indios.

Más de 400 símbolos que de forma inequívoca proceden del Indo (algunos mencionan hasta 600), se han encontrado en sellos, pequeñas losas, vasijas de cerámica y en más de una docena de distintos artefactos, entre ellos una señal que parece haber colgado sobre un portón de una ciudadela interior.

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Un gran número de eminentes expertos alega que el mundo del Indo no codificó el lenguaje, sino que lo expresó de manera similar a la de varios sistemas de signos no-lingüísticos de extensa utilización en el Cercano Oriente y en otras sociedades. Otros han manifestado que los emblemas se empleaban en exclusivo para transacciones económicas, pero esta afirmación no explica la aparición de los símbolos del Indo en muchos objetos rituales producidos de forma masiva mediante el uso de moldes. No se conoce paralelo de dichas inscripciones producidas en serie en ninguna otra naciente civilización de la antigüedad.

Mohenjo-daro

Mohenjo-daro o “apilamiento de los muertos” fue la mayor ciudad que se haya excavado perteneciente a la Civilización del Valle del Indo o Civilización de Harappa. Mohenjo-daro era una palabra local Sindhi que quiere decir “montículo de los muertos”.

Los investigadores Parpola y Asfaq identificaron otro sello (M430) hallado en Mohenjo-daro relacionado con un singular ritual equinoccial. Era una ceremonia astral que marcaba el equinoccio en la constelación de estrellas Krittika-Alcyon. En el sello aparecía escrito: la época (Kali Yuga –la época actual en que vivimos) empezó en el inicio del signo de la cabra, el miércoles al amanecer, en Lanka.

Para hacer corta una fascinante historia de importancia astral con matices religiosos, la ciudad de Lanka ocupaba un lugar de honor, puesto que en el 3102 a. C. el meridiano principal pasaba por esa población.

Otro relato sobre el asunto se recogía en el registro de viajes de Hwen Tsang en 630 – 635 d. C. Avistó un empalizado (estupa) de los tiempos de Maurya. Tenía 33 metros (100 pies) de alto. Cunningham dijo de este obelisco:

El principado del Sindh Medio, que por lo general se conoce como Vichalo o “Tierra Media” se describe por Hwen Tsang con un perímetro de sólo 2,500 li ó 671 km (417 mi). La ciudad principal, nombrada ´O-fan-cha´ se encontraba a 700 li ó 188 km (117 mi) de la capital del Sindh Superior y a 80 km (50 mi) de Pitasala, la capital del Bajo Sindh. Como la primera era Alor y la última casi seguro era la Pattale de los griegos o Haiderabad, las distancias registradas fijan la posición de O-fan-cha en la vecindad inmediata de las ruinas de una antigua ciudad nombrada Bambhra-ka-Thut o simplemente Bambhar. De acuerdo con la tradición, este fue el sitio de la otrora famosa ciudad de Brahmanwas o Brahmanabad […]

La ciudad puede ser ubicada por las circunstancias que se narran en detalle. El rey de la ciudad ya se había sometido, pero los ciudadanos mantenían su lealtad y cerraron sus puertas. Mediante una estratagema, se les indujo a que salieran y se produjo un conflicto en el que Ptolomeo resultó seriamente herido en el hombro con una espada envenenada. La mención de la herida de Ptolomeo permite identificar esta ciudad como Hermetalia, que Diodorus describe como ´la última población de los Brahmines sobre el río´.

Hermes en griego es una forma diluida de significar Brahma. La sílaba china fan es una bien conocida paráfrasis de Brahma. De ahí que tanto O-fan-cha como Hermetalia son formulaciones de Bambhra-ka-thul o de Brahma-sthal. A partir de toda esta discusión, parecía seguro que la ciudad que visitó Hwen Tsang fue Mohenjo-daro y que su legítimo nombre fue Brahama-sthal o Brahmanabad. El significado del nombre Mohenjo-daro es “Apilamiento de Muertos”; un mote que resulta peculiar para una ciudad tan próspera como esta.

El vocablo Hindi era mohan jodad.o. La voz jodad.o se relaciona con muchos lenguajes mleccha y meluhha. La palabra Sindhi d.a r.o significa ´fiesta que se ofrece a los parientes en honor a los muertos´. Varios estudiosos discernieron que meluhha era el término sumerio equivalente a mleccha, que quiere decir bárbaro no-védico. Fue empleado por los arios en la misma manera en que los antiguos griegos usaron barbaros, para denotar el habla embrollada de los extranjeros o de los nativos del país.

La ciudad floreció entre 2600 a. C. y 1900 a. C., aunque los primeros indicios de asentamientos en el área se han fechado en el entorno de 3500 a. C. Excavar en esa cota resultaba imposible debido al elevado nivel del manto freático, que hacía muy difícil profundizar. La ciudad cubría unas 200 hectáreas y en su apogeo podía haber contado con una población de 85,000 habitantes. El sitio estaba ubicado en el moderno distrito de Larkana de la provincia Sind en Pakistán. Mohenjo-daro fue la ciudad más grande de la parte sur de la Civilización del Valle del Indo, de importancia para el dominio del área y para el comercio.

El Gran Montículo o Ciudadela descollaba en el extremo occidental de Mohenjo-daro. El promontorio alcanza unos 12 m (40 pies) por encima de la llanura actual; habría sido más alto en los tiempos en que Mohenjo-daro estaba habitada. Existía un desnivel entre la elevación y la ciudad baja. Debido a su gran tamaño y a estar separado del resto de la ciudad, se piensa que el montículo podía haberse usado para propósitos religiosos o administrativos. Esta hipótesis fue apoyada por la arquitectura hallada en la cima del monte. El collado de Mohenjo-daro poseía dos características distintivas: La Gran Alberca y el Granero o Salón de Reuniones. La Gran Alberca era un tanque sumergido en la cima del altozano; el tanque tenía 12 metros de largo, 7 metros de ancho y de profundidad 2.4 metros por debajo de los ladrillos de barro que lo cercaban. La Gran Alberca fue uno de los primeros aspectos de la vida en el Valle del Indo que podía relacionarse con el Hinduismo moderno. La Gran Alberca pudiera también asociarse al tema de adoración de ríos, de manera muy similar a como hoy se venera el río Ganges.

Surgimiento del Reino Mitanni

El poderoso reino de Mitanni surgió en el norte de Mesopotamia. Todo lo que se pudiera averiguar sobre este procedería de fuentes indirectas. Sus gentes eran nombradas Kharri. Algunos filólogos creían que este vocablo significaba lo mismo que Ario. De acuerdo con el Índice Veda de Nombres y Materias compilado por Macdonald y Keith, a partir del Rig-Veda en adelante, esta era la manera habitual con que se nombraba en la literatura védica a un ario perteneciente a alguna de las tres clases superiores. La invasión mittanni del norte de Mesopotamia y la entrada aria en la India fueron dos corrientes migratorias errantes provenientes de un eje cultural común.

En 1906-07 d. C. en Boghaz Keui (a unos 128 km [80 mi] al sur de Ankara, la actual capital de Turquía), Hugo Winkler descubrió el gran archivo estatal del Imperio Chatti, que contenía más de 10,000 tablillas escritas en Acadio cuneiforme. Una de las tablillas recogía un tratado de paz concluido alrededor de 1400 a. C. entre el monarca hitita Suppiluliumas y Mattiuaza, Rey de Mitanni. Se invocaba a cuatro dioses como testigos del tratado suscrito: In-da-ra, Uru-w-na, Mi-it-ra y Na-sa-at-ti-ia. Estos nombres eran casi idénticos a los de los dioses védicos Indra, Varuna, Mitra y Nasatya. De acuerdo al eminente estudioso de la India Paul Thieme, estos dioses fueron introducidos en la mitología iraní en los tiempos del tratado de Boghaz Keui. Los entendidos en los textos del Avesta persa afirmaron que se habían revivido muchos dioses védicos, que aunque se consideraban inferiores al dios supremo Ahura Mazda, se adoraban por aquella época en Mitanni, la región de las aguas superiores del río Éufrates.

Cuando los textos de los Vedas constituían la evidencia más antigua que sobrevivía de los primeros pueblos de habla indo-europea, se consideraba que esos escritos preservaban aspectos de la cultura Proto-Indo-Europea con la mayor fidelidad. Muchos etnólogos esperaban poder unificar las creencias indo-iraníes, celtas, nórdicas, griegas y romanas en una religión Proto-Indo-Europea. Max Muller pensaba que la religión indo-iraní había comenzado como una adoración al sol. G. Dumézil hizo énfasis en el sistema social tripartito de la religión y la sociedad indo-europea. Los conocimientos posteriores se separaron de la idea que consideraba todas estas religiones como prácticamente idénticas. Desde principios del siglo XX, de acuerdo con Meillet, Thieme y Kuiper, la función social de las deidades indo-iraníes Asura/Ᾱditya se acentuó y estas constituyeron un grupo innovador que no se encontraba en la religión indo-europea.

Varios analistas mantenían que los indo-arios habían llegado hasta Asiria, por el oeste y al Punjab, por el este, antes de 1500 a. C. Los reyes de Mitanni de habla Hurrita, influidos por los indo-arios, se hicieron presentes en el norte de Mesopotamia desde 1500 a. C. y la cultura de las tumbas de Gandhara surgió a partir de 1600 a. C. Shaffer y Lichtenstein (en Erdosy 1995:139) expresaron que:

Este desplazamiento llevado a cabo por los grupos de Harappa y quizá por otros del mosaico de culturas del Valle del Indo constituye el único movimiento del oeste hacia el este de las poblaciones humanas del sur de Asia, anterior a la primera mitad del primer milenio a. C., que se haya documentado por medios arqueológicos.

Esto pudo haber sido ocasionado por factores ecológicos, tales como la sequía del río Ghaggar-Hakra y el aumento de la aridez en Rajastán y otros sitios. El río Indo también comenzó a fluir hacia el este, lo cual produjo inundaciones.

La religión de los Vedas en la Edad de Hierro.

La religión del período de los Vedas (también conocida como Vedismo o Brahmanismo Védico, o en el contexto de la antigua India, sencillamente Brahmanismo) fue la predecesora histórica del Hinduismo. Muchos investigadores insistieron en que dar el nombre de Hinduismo Védico a este período era usar los términos de forma contradictoria, ya que la religión de los Vedas era muy distinta a lo que por lo general llamamos Hinduismo –al menos tan distinta como la antigua religión hebrea resultaba en relación a la más nueva religión cristiana. Sin embargo, la religión de los Vedas sí se podía tratar como una predecesora del Hinduismo.

Conforme a las opiniones tradicionales, los himnos del Rig-Veda y otros himnos védicos habían sido revelados por vía divina a los rishis, quienes no se consideraba autores, sino videntes o “escuchas” de los Vedas (shruti quería decir “lo que se oye”). Además, se decía que los Vedas eran “apaurashaya”, una palabra sánscrita que significa “que no ha sido creado por el hombre” y que además revelaba su estatus de eterna inmutabilidad.

Había elementos de la religión védica que tenían su origen en la religión Proto-Indo-Iraní y en una más temprana religión Proto-Indo-Europea. Se sostenía que el período védico había concluido alrededor del 500 a. C. y que la religión védica evolucionó con el tiempo hacia las distintas escuelas del Hinduismo. La religión de los Vedas también tuvo influencia sobre el Budismo y el Jainismo.

Por religión Proto-Indo-Iraní entendemos la religión de los pueblos indo-iraníes anteriores a las primeras escrituras tanto de los Vedas (indo-arias), como de la religión de Zoroastro (iraníes). Estas compartían una herencia común en cuanto a varios conceptos, entre ellos los de la fuerza universal *rta (rta en los Vedas, asha en el Avesta), la planta y la bebida sagrada *sauma (Soma en los Vedas, Haoma en el Avesta) y dioses de carácter social, tales como *mitra (Mitra en los Vedas, Mithra en el Avesta y Miϑra en el antiguo persa) y *bhaga (Bhaga en los Vedas, Baga en el Avesta y antiguo persa). La religión Proto-Indo-Iraní fue un retoño arcaico de la religión indo-europea.

La historia documentada de las religiones de la India comenzó con la religión tradicional Veda, vale decir, las prácticas religiosas de los primeros indo-arios que se coleccionaron y luego redactaron para conformar los Samhitas, cuatro colecciones canónicas de himnos o mantras escritas en sánscrito arcaico. Estos textos constituyeron los textos centrales shruti del Hinduismo. El período en que se compusieron, redactaron y comentaron dichos textos se conoce como período de los Vedas, que duró aproximadamente desde 1500 hasta el 500 a. C.

El período védico tardío (entre los siglos IX al VI a. C.) marcó el comienzo del período de los Upanishads o período Vedanta. Esta etapa anunció el inicio de lo que se convertiría en el Hinduismo clásico, con la composición de los Upanishads y más tarde las épicas en sánscrito, a las que siguieron los Puranas.

La palabra sánscrita véda “conocimiento, sabiduría” provenía de la raíz vid- “conocer”. Esto se reconstruyó como una derivación de la raíz Proto-Indo-Europea *ueid- “ver” o “conocer”.

El Rig-Veda se contaba entre los cuatro textos canónicos sagrados (śruti) del Hinduismo, conocidos como los Vedas. Algunos de sus versos aún se recitan como oraciones del Hinduismo en eventos religiosos y en otras ocasiones, lo que los coloca como los más antiguos textos religiosos de uso continuado. El Rig-Veda estaba lleno de diversas historias poéticas y mitológicas acerca del origen del mundo, de himnos que alababan a los dioses y de antiguas plegarias por la vida, la prosperidad, etc.

Es uno de los textos más antiguos que existen en cualquier lenguaje indo-europeo. La evidencia filológica y lingüística implica que el Rig-Veda fue compuesto en la región noroccidental de la India, aproximadamente entre 1700-1100 a. C (el período védico temprano). Existían fuertes similitudes lingüísticas y culturales con el Avesta iraní inicial, que derivaban de los primeros tiempos Proto-Indo-Iraníes.

El texto está organizado en diez libros conocidos como Mandalas, de distintas edades y extensiones. Los “libros de la familia”: mandalas 2-7, constituían la parte más antigua del Rig-Veda y eran los más cortos; estaban ordenados según su longitud. La tradición vinculaba a un rishi (compositor) con cada uno de los himnos del Rig-Veda. En total, el 95% de los himnos se debían a 10 familias de rishis. La compilación hecha por cada familia se producía en un largo período de tiempo. De este modo, el Rig-Veda no fue un único libro compilado y armado por los sabios: cada mandala tenía personalidad propia.

Los himnos del Rig-Veda se dedicaban a varias deidades entre las cuales la más importante era Indra, un dios heroico que se alababa por haber dado muerte a su enemigo Vrtra; Agni, el fuego de los sacrificios y Soma, la poción sagrada o la planta de la cual se hacía. Otros dioses de igual prominencia eran las divinidades Adityas o Asuras Mitra-Varuna y los Ushas (el amanecer). También se invocaba a Savitr, Vishnu, Rudra, Pushan, Brihaspati o Brahmanaspati; asimismo, a fenómenos naturales deificados como Dyaus Pita (el cielo reluciente, el Padre Firmamento), Prithivi (la tierra, la Madre Tierra), Surya (el dios sol), Vayu o Vata (el viento), Apas (las aguas), Parjanya (el trueno y la lluvia), Vac (la palabra), muchos ríos (de manera notable los Sapta Sindhu –los siete ríos que comienzan con el Indo y el río Sarasvati). Los Adityas, Vasus, Rudras, Sadhyas, Ashvins, Maruts, Rbhus y los Vishvadevas (“todos-dioses”) y los “treinta y tres dioses” son los grupos de deidades mencionadas.

Los sacerdotes realizaban los rituales solemnes para los nobles (Kshatriya) y algunos comerciantes prósperos (Vaishyas). Pedían niños en abundancia, lluvia, ganado (riquezas), larga vida y que la vida después de la muerte fuera en el mundo celestial de los ancestros. Esta manera de orar se preservó y sigue presente en el Hinduismo actual; necesita que un purohita (sacerdote) recite fragmentos de los Vedas.

Las prácticas religiosas descansaban en el sacerdote que administraba los ritos que a menudo incluían sacrificios. La palabra sánscrita homa (también conocida como homam o havan) se refería a cualquier ritual en que la acción fundamental consistía en introducir ofrendas en un fuego consagrado. En el presente las palabras homa, homam y havan son intercambiables con el vocable Yagna. Aunque el fuego consagrado era el elemento central de todo ritual homa, el procedimiento y los efectos que se ofrecían al fuego variaban en dependencia de la ocasión por la que se celebraba la ceremonia o del beneficio que se esperaba del rito. Los procedimientos conllevaban, de manera invariable:

  • el encendido y la consagración del fuego para el sacrificio;
  • la invocación de una o más divinidades y
  • hacer las ofrendas (reales o visualizadas) a las divinidades con el fuego como medio o vía, en medio de recitaciones de oraciones prescritas (mantras).

El fuego sagrado era el foco de la devoción; a menudo se mantenía sobre ciertos tipos de estiércol, madera, cocos secos, etc. El altar del fuego (vedi o homa, havan kunda) se hacía generalmente de ladrillos, o piedra, o era un receptáculo de cobre. Casi siempre se construía de manera específica para la ocasión, para después desmontarlo. El altar del fuego siempre se erigía con forma cuadrada. Pocas veces se alzaban vedis de gran tamaño para los más grandes homas, los altares más usuales podían ser de 30 x 30 centímetros cuadrados (1 x 1 pie cuadrado), pero raras veces eran mayores de 1 x 1 metro cuadrado (3 x 3 pies cuadrados).

En todos los casos el sagrario se disponía en el centro de un espacio que podía ser al aire libre o en interiores. Las personas principales que ejecutaban la ceremonia y los sacerdotes que las guiaban a través de los rituales se sentaban alrededor del altar, mientras la familia, los amigos y otros devotos formaban un anillo más amplio alrededor del centro.

Los Vedas

  1. Rig Veda
  2. Sama Veda
  3. Yajur Veda
  4. Atharva Veda

De estos, los tres primeros constituían la división original principal, también nombrada “trayī vidyā”, que involucraba “la triple ciencia sagrada” de recitar los himnos (RV), entonar los cantos (SV) y ejecutar los sacrificios (YV).

El Sama-Veda Samhita (de sāman, el término aplicado a un himno de métrica estructurada o canto de alabanza) contaba con 1,549 estrofas, tomadas casi por completo (excepto 78 estrofas) del Rig-Veda.

El Yajur-Veda Samhita contenía mantras en prosa arcaica y también, en parte, versos tomados y adaptados del Rig-Veda. Su propósito era práctico, puesto que cada mantra tenía que acompañar a una acción durante el holocausto, pero a diferencia del Sama-Veda, se compiló para aplicarse a todos los ritos del sacrificio.

En la literatura védica, el Veda era uno: el Rig-Veda. No eran los Vedas en la forma en que a menudo los citan los eruditos extranjeros. Si tomamos la narración acerca de la composición del Sama-Veda, los himnos que se entonaban eran importados casi en su totalidad del Rig-Veda. El Yajur-Veda describía en detalle la plataforma a levantar, dedicada a la deidad que se veneraba mediante la recitación del homa. En el ritual de yagna a cada divinidad se le ofrecían cantos separados y estrados diferentes. Los himnos en prosa también eran tomados aquí del Rig-Veda.

El Atharva-Veda incorporaba una tradición paralela independiente del Rig-Veda y del Yajur-Veda. Añadía mucho de las tradiciones de sanación y de magia análogas a las de otras literaturas indo-europeas.

El Atharva-Veda era el menos común de los Vedas, ya que se utilizaba poco en los rituales solemnes. Su primera parte estaba ampliamente compuesta por hechizos y encantamientos para la protección contra demonios y desastres, para curar enfermedades, para disfrutar de una larga vida y satisfacer otros deseos u objetivos a lo largo de la existencia. El sacerdote de Brahma, que permanecía la mayor parte del tiempo en silencio, vigilaba los procedimientos del ritual y los enmendaba con dos mantras y el escanciado de mantequilla de leche de búfalo, de ocurrir algún error. El Atharva-Veda fue uno de los primeros textos de los Vedas y su estatus era ambiguo, debido a su carácter mágico.

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Sobre el traductor

Waldo Reboredo Arroyo
Interesado en el estudio de las migraciones, costumbres, las artes y religiones de distintas culturas; descubrimientos geográficos y científicos. Vive en La Habana. En la actualidad traduce y edita libros y artículos para la web.

Cita este trabajo

Estilo APA

Sanujit. (2011, mayo 01). El Desarrollo de las Religiones en la Antigua India [Religious Developments in Ancient India]. (W. R. Arroyo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-230/el-desarrollo-de-las-religiones-en-la-antigua-indi/

Estilo Chicago

Sanujit. "El Desarrollo de las Religiones en la Antigua India." Traducido por Waldo Reboredo Arroyo. World History Encyclopedia. Última modificación mayo 01, 2011. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-230/el-desarrollo-de-las-religiones-en-la-antigua-indi/.

Estilo MLA

Sanujit. "El Desarrollo de las Religiones en la Antigua India." Traducido por Waldo Reboredo Arroyo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 01 may 2011. Web. 09 dic 2024.

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