Los Vedas son los textos religiosos que comunican los contenidos de la religión del hinduismo (también conocida como Sanatan Dharma que significa "orden" o "camino eterno"). El término veda significa "conocimiento" en el sentido de que se cree que contiene el conocimiento fundamental relacionado con la causa subyacente, la función y la respuesta personal a la existencia.
Están entre las obras religiosas más antiguas del mundo (incluso podría afirmarse que son las más antiguas). Se les conoce comúnmente como "escrituras", lo cual es exacto en el sentido de que pueden definirse como escrituras sagradas sobre la naturaleza de la divinidad. Sin embargo, a diferencia de las escrituras de otras religiones, no se cree que los Vedas hayan sido revelados a una determinada persona o grupo de personas en un momento histórico específico; por el contrario se cree que siempre han existido y que fueron aprehendidos por sabios que se encontraban en estados meditativos profundos en algún momento antes del 1500 a. C., pero se desconoce exactamente cuándo.
Los Vedas existían en forma oral y se transmitieron de maestro a alumno durante generaciones hasta que se decidió ponerlos por escrito aproximadamente entre el 1500 a.C y el 500 a. C. el llamado período védico de la India. Fueron cuidadosamente preservados oralmente, ya que los maestros querían que los estudiantes los memorizaran de principio a fin, y viceversa, con énfasis en la pronunciación exacta para mantener intacto lo que se había escuchado originalmente.
Por lo tanto, los Vedas se consideran Shruti, que en el hinduismo significa "lo que se escucha" en contraste con otros textos denominados Smritis "lo que se recuerda", relatos de grandes héroes y sus luchas en obras como el Mahabharata, el Ramayana y el Bhagavad Gita (aunque algunas sectas del hinduismo consideran el Bhagavad Gita como Shruti). Los textos que componen los cuatro Vedas son:
- El Rig Veda
- El Sama Veda
- El Yajur Veda
- El Atharva Veda
Cada uno de estos se divide a su vez en diferentes tipos de textos que están incluidos en ellos:
- Aranyakas - rituales y observancias
- Brahmanas - comentarios sobre dichos rituales
- Samhitas - bendiciones, oraciones y mantras
- Upanishads - narraciones filosóficas y diálogos
Los Upanishads son los más conocidos y leídos de los Vedas, porque su discurso se presenta en forma de diálogo / narrativa y fueron los primeros en ser traducidos a otros idiomas. Sin embargo, los cuatro Vedas en su conjunto se consideran como los sonidos literales de la divinidad que, cuando se recitan o cantan, recrean las vibraciones primordiales del universo. Por lo tanto, son imposibles de traducir y lo que uno lee en una traducción debe entenderse como una paráfrasis en el mejor de los casos.
Las denominaciones hindúes ortodoxas reconocen a los Vedas como una autoridad espiritual significativa, pero no todas las sectas hindúes los siguen de forma consistente. Los movimientos de reforma a lo largo de la era moderna, comenzando en el siglo XIX, le dan más valor a la experiencia religiosa personal que a la autoridad y tradición de las escrituras, por lo tanto, algunas sectas o ramas del hinduismo (como el movimiento Brahmos) rechazan los Vedas por completo considerándolos como superstición. Aun así, las obras continúan siendo recitadas, estudiadas y veneradas en el presente y siguen siendo una parte importante de las observancias, festivales y ceremonias religiosas hindúes.
Origen temprano, fechas y desarrollo
Nadie conoce el origen de los Vedas, aunque muchos eruditos y teólogos han presentado diferentes afirmaciones sobre el asunto. Se cree comúnmente (aunque de ninguna manera se acepta universalmente) que la visión védica llegó a la India a través de tribus arias nómadas que emigraron allí desde Asia Central en algún momento alrededor del tercer milenio antes de Cristo. El término "ario" debe ser entendido de la misma forma que lo entendió la gente de la época, significa "libre" o "noble" y se refiere a una clase de personas, no a una raza, ni a los caucásicos (como se afirmó en los siglos XVIII y XIX por eruditos occidentales). Se cree que estos indo-arios se separaron de un grupo más grande que también incluía a los indo-iraníes que se establecieron en la región del actual Irán y llegaron a ser conocidos en Occidente (a través de los griegos) como persas. Las similitudes entre la religión iraní temprana (así como el zoroastrismo posterior) y el hinduismo temprano sugieren un sistema de creencias común, que luego se desarrolló por separado.
La teoría de la migración indo-aria sostiene que la visión védica fue desarrollada en Asia Central y se llevo a la India durante el declive de la civilización indígena Harappa (c. 7000-600 a. C.) entre el 2000 y el 1500 a. C., fusionando las creencias de esa cultura con las arias. Sin embargo, otra teoría, conocida como "fuera de la India" (OIT) afirma que la civilización de Harappa ya había desarrollado esta visión y la había exportado de la India a Asia Central, de donde regresó con la migración de los indo-arios.
Hay razones sólidas para reconocer la motivación, al menos, de cualquiera de las afirmaciones (aunque la academia convencional rechaza la teoría OIT) y los académicos parecen aferrarse a una u otra más por razones personales que por aquellas sustentadas en una investigación académica objetiva. La respuesta más razonable a la pregunta sobre el origen y la datación de los Vedas es simplemente que no se sabe. La necesidad humana de resolver lo que parece misterioso, sin embargo, mantiene vivo el debate en la actualidad. Los estudiosos Hermann Kulke y Dietmar Rothermund comentan brevemente sobre el desarrollo temprano del problema de la datación / origen:
La datación de estos textos y de las culturas que los produjeron ha sido debatida durante mucho tiempo por los indólogos. El famoso nacionalista indio, Bal Gangadhar Tilak, escribió un libro sobre el hogar ártico de los Vedas en el que sostenía que los Vedas podrían remontarse al sexto o quinto milenio antes de nuestra era. Basó sus conclusiones en la interpretación de referencias a las posiciones de las estrellas en el texto que los astrónomos podrían utilizar para un cálculo detallado de la fecha respectiva. El indólogo alemán, Hermann Jacobi, llegó de forma independiente a una conclusión muy similar y sugirió la mitad del quinto milenio como la fecha de los Vedas. Pero otro indólogo alemán, Max Muller, que enseñaba en Oxford, proyectó una fecha mucho más tardía. Tomó el nacimiento de Buda alrededor del 500 a. C. como punto de partida y sugirió que los Upanishads, que anteceden a la filosofía budista, debieron haberse producido alrededor del 800 al 600 a. C. Los primeros textos del Brahmana y Mantra de los Vedas se habrían producido entonces alrededor del 1000 al 800 y del 1200 al 1000 respectivamente. Estas fechas proyectadas por Max Muller concuerdan muy bien con la investigación arqueológica moderna que muestra al menos medio milenio entre el declive de la civilización del Indo y la inmigración de una nueva población nómada que bien podría identificarse con los indo-arios védicos. (34)
El trabajo de Muller continúa alentando el debate en la actualidad, y sus afirmaciones generalmente se consideran las más probables o incluso ciertas. Dondequiera que se haya originado la visión védica, y que por mucho tiempo existió en forma oral, es claro que se desarrolló en la India durante el período védico después de la llegada de los indo-arios.
El período védico
El período védico (c. 1500 - c. 500 a. C.) es la era en la que se decidió poner los Vedas por escrito, pero esto no tiene nada que ver con la edad de los conceptos o las tradiciones orales en sí mismas. La designación "período védico" es una construcción moderna, que se basa en la evidencia de la migración indo-aria, y que como se señaló, no es universalmente aceptada. Aun así, esa es la teoría más admitida como históricamente precisa según la evidencia disponible. El desarrollo de los textos es descrito por el académico John M. Koller:
La era védica comenzó cuando los pueblos de habla sánscrita comenzaron a dominar la vida y el pensamiento en el valle del Indo, probablemente entre el 2000 y el 1500 a. C. Los historiadores solían pensar que estos pueblos de habla sánscrita y que se llamaban a sí mismos arios, llegaron al valle del Indo en el noroeste de la India como conquistadores hace unos tres mil quinientos años. Pero los estudios recientes han desafiado esta tesis de los conquistadores arios. Lo que sí sabemos es que la antigua cultura del Indo, que floreció entre el 2500 y el 1500 a. C. y que, a juzgar por sus restos arqueológicos, era bastante sofisticada, declinó en esta época. También sabemos que la cultura y el pensamiento védicos reflejados en el Rig Veda tienen una historia continua de dominio en la India durante los últimos tres mil quinientos años. Es probable que las tradiciones culturales de los pueblos védicos se mezclaran con las tradiciones y costumbres del pueblo del Indo. (5)
Las creencias religiosas de la gente de la civilización Harappa son desconocidas ya que no dejaron obras escritas. Las excavaciones en Mohenjo-daro, Harappa y otros sitios sugieren una estructura de creencias muy desarrollada que implicaba baños rituales y alguna forma de servicio de adoración. La única evidencia clara de sus creencias y prácticas religiosas proviene de las estatuas de los espíritus de la naturaleza conocidos como yakshas, que datan aproximadamente de antes del 3000 a. C. presentando una forma rudimentaria y que continúan desarrollándose, con un mayor refinamiento, hasta el siglo I a. C.
Los cultos Yaksha parecen haberse centrado en las necesidades diarias (si uno interpreta la evidencia en la línea de los cultos ancestrales) ya que los espíritus podían ser benévolos o malévolos, y se hacían sacrificios para pedirles favores o evitar daños. Al igual que en los cultos a los antepasados asiáticos, no se hacía hincapié en el panorama general de la procedencia del ser humano, cuál podría ser su propósito o adónde iba después de la muerte. Estas preguntas serían abordadas por el primero de los Vedas, el Rig Veda (que significa “conocimiento de la sabiduría”, “versos de la sabiduría” o literalmente, “alabado sea el conocimiento”) que a su vez comunica la meditación sobre tales preguntas a los otros tres.
Los Vedas
Como se señaló, los seguidores del Sanatan Dharma (hinduismo) creen que los Vedas siempre han existido. Los académicos Forrest E. Baird y Raeburne S. Heimbeck señalan:
De sus muchos textos sagrados, los hindúes otorgan un origen sobrenatural solo a los Vedas. Se confía exclusivamente en estos cuatro libros para revelar el conocimiento esencial de la vida. Tal conocimiento, sostienen los hindúes, ha existido eternamente en forma de vibraciones que resuenan por todo el universo. Estas elusivas vibraciones permanecieron sin ser detectadas hasta que ciertos sabios indios equipados con una audición espiritual finalmente las escucharon y las formularon en el idioma sánscrito, hace unos 3.200 años. (3)
Se cree entonces, que los Vedas reproducen los sonidos exactos del universo mismo en el momento de la creación y en adelante; además toman la forma, en gran medida, de himnos y cánticos. Al recitar los Vedas, se piensa que uno participa literalmente en el canto creativo del universo que dio origen a todas las cosas observables e inobservables desde el principio de los tiempos. El Rig Veda establece el estándar y el tono que es desarrollado por el Sama Veda y Yajur Veda mientras que el último trabajo, el Atharva Veda, desarrolla su propia visión que aunque está alimentada por los trabajos anteriores, sigue su propio curso original.
Rig Veda: El Rig Veda es la obra más antigua compuesta por 10 libros (conocidos como mandalas) que constan de 1.028 himnos de 10.600 versos. Estos versos se refieren a la observancia y las prácticas religiosas adecuadas, basadas en las vibraciones universales como las entendieron los sabios que las escucharon por primera vez, pero también abordan cuestiones fundamentales sobre la existencia. Koller comenta al respecto:
Los pensadores védicos se hacían preguntas sobre sí mismos, el mundo que los rodeaba y su lugar en él. ¿Qué es el pensamiento? ¿Cuál es su fuente? ¿Por qué sopla el viento? ¿Quién puso el sol, dador de calor y luz, en el cielo? ¿Cómo es que la tierra produce estas innumerables formas de vida? ¿Cómo renovamos nuestra existencia y nos volvemos completos? Preguntas del cómo, el qué y el por qué son el comienzo de la reflexión filosófica. (5)
Esta reflexión filosófica caracteriza la esencia del hinduismo en el sentido de que el punto de la existencia personal es cuestionar a medida que uno se mueve desde las necesidades básicas de la vida hacia la autorrealización y la unión con lo divino. El Rig Veda fomenta este tipo de preguntas a través de himnos a varios dioses - Agni, Mitra, Varuna, Indra y Soma en particular - quienes eventualmente serían vistos como avatares del alma suprema, la primera causa y la fuente de la existencia, Brahman. Según algunas escuelas de pensamiento hindú, los Vedas fueron compuestos por Brahman, cuya canción los sabios escucharon.
Sama Veda: El Sama Veda ("Melodía del conocimiento" o "canción del conocimiento") es una obra compuesta de cantos, cánticos y textos litúrgicos destinados naturalmente a ser cantados. El contenido se deriva casi en su totalidad del Rig Veda y, como han observado algunos estudiosos, el Rig Veda sirve como letra para las melodías del Sama Veda. Se compone de 1.549 versos y se divide en dos secciones: los ganas (melodías) y los arcika (versos). Las melodías están pensadas para estimular la danza que, combinada con las palabras, eleva el alma.
Yajur Veda: El Yajur Veda ("Conocimiento de la adoración" o "conocimiento ritual") consiste en recitaciones, fórmulas de adoración ritual, mantras y cánticos directamente relacionados con los servicios de adoración. Al igual que el Sama Veda, su contenido se deriva del Rig Veda, pero el enfoque de sus 1.875 versos está en la liturgia de las observancias religiosas. Generalmente se considera que tiene dos "secciones" que no son partes distintas sino características de un todo. El Yajur Veda "oscuro" se refiere a aquellas partes que no están claras y están mal organizadas, mientras que el Yajur Veda "claro" se aplica a los versos que son más transparentes y mejor organizados.
Atharva Veda: El Atharva Veda (" El conocimiento de Atharvan") difiere significativamente de los tres primeros ya que se ocupa de los hechizos mágicos para alejar a los espíritus malignos o al peligro, cantos, himnos, oraciones, rituales de iniciación, las ceremonias matrimoniales y funerarias, y las observancias religiosas de la vida cotidiana. Se cree que el nombre deriva del sacerdote Atharvan, quien supuestamente era conocido como un sanador e innovador religioso. Se cree que la obra fue compuesta por un individuo (posiblemente Atharvan, aunque no es totalmente seguro) o individuos aproximadamente al mismo tiempo que el Sama Veda y Yajur Veda (c. 1200-1000 a. C.). Se compone de 20 libros de 730 himnos, algunos de los cuales se basan en el Rig Veda. La naturaleza del trabajo, el tipo de lenguaje utilizado y la forma que toma, han provocado que algunos teólogos y eruditos lo rechacen como un auténtico Veda. En la actualidad, es aceptado por algunas sectas hindúes, pero no por todas, con el argumento de que se trata de un conocimiento posterior que se recuerda, no de un conocimiento primordial que se haya escuchado.
Incrustados en cada una de estas obras se encuentran otros tipos de texto mencionados anteriormente, los Araniakas, los Brahmanas, los Samhitas y los Upanishads, que podrían considerarse glosas, extensiones o comentarios sobre el texto original.
Los Upanishads se consideran el "final de los Vedas", la última palabra de los textos. El término Upanishads significa "sentarse cerca" como lo haría un estudiante con un maestro para recibir información que no está destinada al resto de la clase. Los Upanishads, en cada uno de los Vedas, comentan el texto o lo ilustran a través del diálogo y la narrativa, aclarando así pasajes o conceptos difíciles u oscuros.
Conclusión
Los Vedas, especialmente los Upanishads, eventualmente formarían la comprensión fundamental del Sanatan Dharma y proporcionarían dirección y propósito a la vida de sus creyentes. Se entendió que había una sola entidad, Brahman, que no solo creaba la existencia, sino que además era la existencia misma. Como esta entidad era demasiado grande para ser comprendida en su totalidad por los seres humanos, aparecía en la forma de avatares como Brahma (el creador), Vishnu (el preservador) y Shiva (el destructor), así como en una multitud de otras deidades, todas las cuales eran en realidad Brahman. El propósito de la vida humana era reconocer el yo superior (el Atman) y realizar el Dharma (deber) que se le había dado a través del Karma (acción) adecuado para liberarse del ciclo de renacimiento y muerte (Samsara), todo esto caracterizado por el sufrimiento y la pérdida que uno experimentaba en el mundo físico. Una vez que un individuo ha roto estos lazos, el Atman de esa persona regresa a Brahman y a la paz eterna.
Este sistema de creencias se desarrolló ininterrumpidamente hasta el surgimiento del Islam en el norte de la India a partir del siglo VII d.C., y que se pronunció con más fuerza en el siglo XII d.C. El dominio islámico sólo gradualmente llegó a tolerar las prácticas hindúes. Aunque una amenaza mucho más significativa para la visión védica llegó más tarde en la forma del colonialismo e imperialismo británico en los siglos XVIII y XX de nuestra era. Los británicos intentaron convertir al pueblo indio al cristianismo protestante y dedicaron un esfuerzo considerable en reeducar a la población y en rechazar al hinduismo, calificándolo como una superstición maligna.
Esto eventualmente condujo a una reacción violenta en la forma del movimiento Brahmos liderado por Ram Mohan Roy (1772-1833) y continuado por otros como Debendranath Tagore (1817-1905, padre del poeta Rabindranath Tagore) quienes respondieron, en parte, reinventando su fe para distanciarla de la forma tradicional, que a su criterio había sido corrompida por influencias externas. Esta reinvención incluyó un rechazo de la autoridad de las escrituras y la influencia de los Vedas disminuyó. El movimiento Brahmos, de hecho, rechazó los Vedas por completo considerándolos una tontería supersticiosa y se centró en una experiencia personal con lo divino que en realidad era bastante similar al enfoque teológico tanto del cristianismo protestante como al del movimiento Bhakti hindú de la Edad Media.
Cualquier secta o movimiento hindú en la actualidad que rechace los Vedas toma como plataforma básica a los movimientos que surgieron en el siglo XIX y principios del XX, como por ejemplo Brahmos. Sin embargo, los hindúes ortodoxos continúan valorando a los Vedas como en el pasado, y las obras continúan siendo recitadas y cantadas por quienes aún reconocen en ellas el misterio de una verdad inexpresable, ofrecida sin una explicación fácil pero que se puede experimentar sin tener que ser comprendida.