Cerbero (o Kerberos) es un feroz perro de tres cabezas de la mitología griega, que custodia la entrada al inframundo. Permitía que las almas de los muertos entraran en el Hades pero impedía que entraran los vivos (excepto por algunas excepciones). Cerbero es hijo de Tifón, un gigante, y Equidna, una criatura mitad mujer, mitad serpiente.
Anubis es la contraparte egipcia de Cerbero. Al igual que Cerbero, tenía la cabeza de un perro y protegía el inframundo. El nombre de Cerbero se menciona por primera vez en la Teogonía de Hesíodo (en torno a 700 a.C.).
Nacimiento y familia
En su Teogonía, Hesíodo afirma que Cerbero era el hijo de Tifón, un gigante serpentino que escupía fuego, y Equidna, una criatura mitad mujer y mitad serpiente. Además, era el hermano de otras criaturas temibles, incluyendo el perro de dos cabezas Ortro y la Hidra de Lerna (una serpiente de agua).
Dicen que Tifón, terrible y orgulloso
Y desaforado, amaba a esta ninfa de ojos de brillantes,
Y concibió y tuvo una descendencia feroz:
Primero, Ortro el perro de Gerión, y después,
Indescriptible Cerbero, que come carne cruda,
El perro de voz broncínea de Hades, desvergonzado, fuerte,
Con cincuenta cabezas.(Hesíodo, Teogonía, 310-316).
El perro del Hades
Como fiel compañero de Hades, rey del inframundo y dios de los muertos, Cerbero era conocido como el "Sabueso del Hades", un título utilizado por primera vez por Homero (en torno a 750 a.C.). También se lo llamó "Sabueso del Infierno". Hecateo de Mileto (en torno a 550 - 476 a.C) creía que se llamaba a Cerbero el Sabueso del Hades por una mortal serpiente engendrada en Ténaro (Cabo Matapán). Cualquiera que fuera mordido por ella moriría inmediatamente por el veneno.
Las antiguas creencias sobre el más allá no hacían mucho para consolar a la humanidad. Lugares idílicos como las Islas de los Beatos y los Campos Elíseos (Elysium) estaban reservados para inmortales y héroes, mientras que el Hades y el Tártaro se veían como lugares oscuros y aciagos con monstruos como Cerbero protegiéndolos. Cerbero protegía el inframundo, permitiendo a aquellos que ya habían cruzado el río Estigia entraran e impidiendo que los vivos pusieran un pie en el inframundo, devorándolos. Si un alma intentara escapar del inframundo, Cerbero la atraparía.
Cerbero se describió como un perro de tres cabezas, cada una de las cuales gruñía y tenía afilados colmillos. Además también tenía cabezas de serpiente como colas y más cabezas de serpiente en la espalda. Aunque la mayoría de las fuentes afirman que Cerbero tenía tres cabezas, Hesíodo menciona que tenía 50.
Teseo y Pirítoo
El rey Pirítoo de los lápitas invitó a su amigo Teseo a visitar Esparta, de modo que pudieran intentar desposar a Helena, la hermana de los Dioscuros. Ambos hicieron un juramento mutuo: se echarían a suertes la mano de Helena en matrimonio, y el perdedor se casaría con otra de las hijas de Zeus.
Cabalgaron hacia Esparta con un ejército y emboscaron a Helena mientras estaba en un templo. Después de echar suertes, Teseo fue el ganador. Sin embargo, Helena todavía era una niña y Teseo no deseaba causar ningún problema con los Dioscuros, por lo que envió a Helena a otro pueblo para que la custodiara su amigo Afidno y la cuidara su madre. Una vez que Helena alcanzó su edad adulta, Pirítoo le recordó a Teseo su pacto, y consultaron un oráculo de Zeus. Este oráculo les sugirió que buscaran a Perséfone como novia para Pirítoo. Aunque Teseo no quería participar en este plan, se mantuvo fiel a su juramento y acompañó a Pirítoo hasta el Hades. Llamaron a las puertas del palacio de Hades y reclamaron a Perséfone.
Hades escuchó con calma su petición y los invitó a sentarse. Sin saberlo Teseo y Pirítoo, Hades les había dicho que se sentaran en la Silla del Olvido. Quedaron atrapados cuando Cerbero y las Furias los atacaron, mientras Hades observaba. Cuando Hércules entró en Hades para capturar a Cerbero pudo rescatar a Teseo, pero no pudo salvar a Pirítoo.
El duodécimo trabajo de Hércules
El mito más conocido en el que aparece Cerbero es la historia de los Doce trabajos de Hércules. El rey Euristeo de Tirinto había fijado doce trabajos para el legendario héroe griego después de que se volviera loco y matara a sus propios hijos. Estas tareas difíciles y peligrosas fueron una manera de que Hércules expiara sus acciones.
El duodécimo y último trabajo fue el más peligroso de todos. Hércules tenía que traer a Cerbero desde el Tártaro. Antes de descender al inframundo, Hércules tuvo que ser purificado por el asesinato de los centauros e inducido a los Misterios Mayores (Misterios Eleusinos), con Teseo como su patrocinador. Hércules entró en el Inframundo cerca del Mar Negro, con Atenea y Hermes como guías. Caronte, el barquero del Hades, no dudó en transportar a Hércules a través de los ríos del inframundo.
Cuando Hércules salió del barco, todas las almas de los muertos huyeron, excepto la gorgona Medusa y el héroe griego Meleagro. Hércules se armó, pero le tranquilizó saber que los fantasmas no podían hacerle daño. Después de liberar a su amigo Teseo, Hércules les exigió a Hades y Perséfone que le entregaran a Cerbero. Hades le respondió que podría tenerlo si lograba dominarlo sin usar armas. Hércules encontró a Cerbero encadenado a las puertas de Aquerón y lo agarró de la garganta. Cerbero levantó las tres cabezas y la cola de púas como advertencia, pero Hércules, protegido por su piel de león, continuó aplicándole presión en la garganta hasta que se debilitó y cedió.
El hijo de Zeus que fui, mis tormentos nunca terminaron, forzado a esclavizarme por un hombre que no es ni la mitad de hombre que yo era:
Me cargó con los peores y más desgarradores trabajos.
¿Por qué? Me envió aquí una vez, para recuperar al perro que custodia a los muertos, ninguna tarea más difícil para mí, pensó él,
pero arrastré a la gran bestia del inframundo a la tierra
¡Y Hermes y Atenea de ojos brillantes abrieron el camino!(Homero, Odisea, 11. 711-717).
Atenea ayudó a Hércules a cruzar el río Estigia mientras que él llevaba a medias a Cerbero encadenado. En algunas narraciones de la historia, incluida la Descripción de Grecia de Pausanias (en torno a 115 - 180 d.C.), Hércules sacó a Cerbero a través de un abismo cerca de Trecén (en el Peloponeso), mientras que otras dicen que lo llevó a la cueva Acone cerca del Mar Negro.
Mientras Cerbero ladraba con las tres cabezas y luchaba contra Hércules, su saliva cayó al suelo y hizo crecer la planta venenosa de acónito. Hércules llevó a Cerbero al rey Euristeo en Micenas, donde el rey ofreció un sacrificio. En lugar de otorgarle a Hércules una parte considerable del sacrificio, no le dio más que una pequeña porción y se quedó lo mejor para su familia. Hércules se sintió ofendido por esto, con razón, y mató a los hijos de Euristeo. Después de presentar a Cerbero al rey, lo devolvió al Hades. Hércules fue el único héroe griego en derrotar físicamente a Cerbero.
Engaño a Cerbero
Cerbero fue engañado varias veces, lo que permitió a los vivos escabullirse, dejandolo atrás y entrar en el Hades. La ninfa Psique utilizó pasteles de miel para apaciguar al feroz perro, y de esta forma poder recoger la caja de Perséfone, una tarea que era necesaria para rescatar a su amante Eros. En la mitología grecorromana, la profetisa Sibila usó pasteles de miel untados vino adulterado para dormir a Cerbero y que el héroe grecorromano, Eneas, pudiera entrar en Hades para hablar con su padre Anquises.
Una serpiente venenosa mordió a la ninfa Eurídice mientras huía de los avances del apicultor Aristeo. Después de su muerte, su marido, el famoso poeta Orfeo, descendió al inframundo con la intención de recuperarla. Una vez que llegó al Hades, usó su lira para hechizar a Caronte, Cerbero y los tres Jueces de los muertos (Radamantis, Minos y Éaco).
Gracias a su lira, Orfeo consiguió persuadir a Hades de que dejara ir a Eurídice con una condición, que no mirara hacia atrás hasta que estuviera a salvo sobre la tierra; un desafío que lamentablemente fracasó.
Según otra fuente, Cerbero se negó a dejar pasar a Orfeo, por lo que este deambuló por el mundo en pena, tocando su lira.
El veneno de Cerbero
Después de que Medea huyera de Corinto y se refugiara con el rey Egeo de Atenas, dio a luz al hijo del rey, que creía que un día heredaría el trono de su padre. Sin embargo, Teseo, el hijo secreto de Egeo, se presentó en Atenas. Medea receló de esta nueva amenaza a su hijo y convenció a Egeo de que Teseo era un espía. Invitaron a Teseo a una fiesta donde Egeo le ofreció una copa de vino.
Sin que él lo supiera, este vino estaba envenenado con acónito, que había surgido de la saliva mortal de Cerbero que se esparció por la tierra después de que Hércules lo sacara del Hades.
Arte
Una de las representaciones más famosas de Cerbero en el arte griego se puede encontrar en el jarrón de Perseo, que actualmente se exhibe en el Museo del Louvre. Muestra a Hércules sujetando a Cerbero con una correa roja. En la Descripción de Grecia de Pausanias, menciona que en Laconia había una estatua de Apolo, y a la derecha de la estatua había dos esculturas que representaban algunos de los trabajos de Hércules: la captura de Cerbero y su remoción del Hades y la matanza de la Hidra. En Olimpia, cerca del río Erimanto, se documentaron los trabajos de Hércules y se hicieron ofrendas para honrar al gran héroe griego.
Legado
La constelación de Cerbero, actualmente obsoleta, fue descubierta y nombrada en 1690 por el astrónomo polaco Johannes Hevelius (1611-1687). Representaba una serpiente de tres cabezas en lugar de un perro, y ahora es parte de la constelación de Hércules.
El naturalista francés Georges Cuvier (1769-1832) nombró un género de serpientes asiáticas Cerberus en 1829. Comúnmente conocida como la serpiente de agua con cara de perro (Cerberus schneiderii), se encuentra por toda Asia y en Australia. Actualmente hay cinco especies diferentes que se pueden encontrar en la naturaleza.