La astrología helenística incluía varios tipos de adivinación en Grecia y el Mediterráneo, todos ellos vinculados a la observación de fenómenos astronómicos. Se basaba en la creencia de que las estrellas y los planetas podían o bien influir directamente la tierra o que sus movimientos indicaban eventos en esta.
La astrología se apoyaba en las creencias científicas y filosóficas que predominaban en la antigua Grecia y a menudo se producían obras sobre astrología como guías para obras sobre la astronomía griega. Era una de las primeras motivaciones prácticas detrás de la investigación astronómica y la observación en la Antigüedad. Si bien la astrología se trataba con seriedad en la época, esta se basaba en un conocimiento profundamente erróneo del cosmos. Los avances en nuestro conocimiento del universo a principios de la época moderna llevaron a la separación de las creencias astrológicas pseudocientíficas de la ciencia astronómica.
La incapacidad de explicar fenómenos astronómicos hacía que pareciesen divinos.
La astrología era una de las tantas formas de adivinación ejercidas en el antiguo Oriente Próximo. Para los antiguos observadores, los objetos celestes tales como las estrellas y los planetas se veían como fuerzas inmortales e inalterables, en contraste con la naturaleza inestable y aparentemente impredecible de la tierra. Como no se podían explicar los fenómenos astronómicos, parecían divinos.
Los historiadores modernos tienden a clasificar la astrología antigua en diferentes tipos, los cuales se enfocaban en distintos fenómenos. La astrología predictiva, que intentaba predecir eventos futuros basados en las ocurrencias dramáticas o inusuales en el cielo, data de la Babilonia del siglo VIII a.C. Los antiguos astrólogos interpretaban los eventos astronómicos como los eclipses, así como los cambios de clima extraños como los truenos o las formaciones de nubes, como señales de gran agitación. Las primeras predicciones astrológicas eran advertencias sobre eventos que podían impactar a la sociedad, tales como la hambruna, la guerra civil, y el bienestar de la familia real.
La última tablilla de cuneiforme datada en el Museo Británico
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)
En el primer milenio a.C, los astrónomos en el Oriente Próximo desarrollaron herramientas matemáticas para predecir con exactitud los movimientos de las estrellas y los planetas. Esto les permitía a los observadores hacer predicciones más precisas sobre las estrellas además de desarrollar calendarios más refinados, tanto lunares como solares. Preparados con el conocimiento detallado de la divinidad, resultaba lógico que intentasen comprender ocurrencias inexplicables y predecir lo desconocido basándose en su información.
Tras hacer observaciones de las estrellas por tantos años, y descubrir de la forma más precisa los movimientos y poderes de cada una de entre todas las gentes, (los caldeos) adivinan para el pueblo muchas de las cosas que van a suceder.
(Diodoro, 2.30, de la traducción de Jones y Steele)
Los astrólogos babilonios no se limitaban a leer predicciones dramáticas sobre el destino del país. Para el siglo V ya habían comenzado a buscar conexiones entre el fenómeno astronómico y los resultados individuales. La trayectoria anual del sol y el ciclo estacional de la muerte y el renacimiento inspiraron la idea de leer la trayectoria de la vida del ser humano en el paraíso. Como normalmente era imposible saber la posición de las estrellas en el momento del nacimiento de una persona, los astrólogos elaboraban cartas que se utilizaban para establecer posiciones planetarias en el momento y lugar del nacimiento de alguien. Este tipo de genetlíaca no alcanzaría la cúspide de su popularidad hasta unos siglos después, durante el período helenístico.
Los informes greco-romanos sobre las guerras médicas nombraban a astrólogos entre los dignatarios persas de alto rango, pero es poco probable que el conocimiento de la astrología se infiltrara en la sociedad griega durante el período clásico. Según autores helenísticos, la astrología se introdujo en Grecia gracias a un sacerdote babilonio llamado Beroso, quien fundó una escuela de astronomía en Cos, alrededor del 280 a.C. El aumento del intercambio cultural con el Oriente Próximo sin duda incentivó el desarrollo de la astrología en Grecia, pero la astrología helenística se basó mucho más en la filosofía griega. El erudito A. A. Long notó que los cambios en el conocimiento griego de médicos y la astronomía crearon el ambiente intelectual en el cual proliferaron las teorías astrológicas.
Los primeros horóscopos griegos del siglo I a.c., escritos en papiro y ostraca (trozos de cerámica), se han descubierto en Egipto.
La astrología creció rápidamente en popularidad ya que estaba en sintonía con las creencias religiosas, filosóficas y teorías médicas que predominaban en el antiguo mediterráneo. Debido a su influencia sobre la educación en el antiguo mediterráneo a través de instituciones como la Biblioteca de Alejandría, el Egipto ptolemaico tomó un rol particularmente importante en el desarrollo de la astrología helenística. En Egipto, donde es probable que se llevaran fabricando desde al menos el siglo I a.C., se han descubierto ostraca con los horóscopos griegos más antiguos, datados del siglo I d.C.
Muchos textos sobrevivientes de la astrología helenística pertenecían a la literatura hermética, un género de la escritura esotérica que abarcaba tratados mágicos, astrológicos, y científicos. La literatura hermética era producto del período helenístico que combinaba las ideas contemporáneas griegas con obras de la cosmología babilónica y egipcia. Los autores de estos textos deseaban aumentar su atractivo al referenciar falsamente la sabiduría astral del antiguo Egipto o del Oriente Próximo. En realidad, los antiguos egipcios tenían un interés bastante escaso en la astrología antes del período helenístico.
La astrología griega se enfocaba en las relaciones geométricas entre los planetas, que se interpretaba como interacciones cósmicas y personales entre ellos. Los astrólogos helenísticos destacaban algunos objetos astronómicos como importantes basándose en su aparente resplendor y tamaño. Los más importantes de estos eran «Siete Planetas»:
En términos de características y personalidad, los dioses planetarios se parecían a las deidades griegas que representaban.
En la Antigüedad, la creencia que prevalecía era que los cuerpos sagrados se trasladaban alrededor de la tierra.Aristarco de Samos (siglo 310-230 a.C.) cuestionó esta idea errónea, pero su modelo de un universo heliocéntrico no tendría un apoyo masivo hasta muchos siglos más tarde. Para los observadores antiguos del cielo nocturno, parecía que los objetos celestes se movían alrededor de la tierra en una órbita geocéntrica que se imaginaba como un domo alrededor de la tierra, donde se movían las estrellas y los planetas.
Para los antiguos observadores, la órbita anual alrededor del sol les parecía como si el sol se movía lentamente en una trayectoria de 360 grados. Esta trayectoria, la eclíptica, se dividió en 12 sectores, cada uno asociado a una constelación. Mientras que la posición aparente del sol se desplazaba en una secuencia anual, se trasladaba por estos sectores. La palabra griega zodiaco, que significa «procesión de animales», se refiere a los símbolos usados para destacar estos sectores como el Cangrejo (Cáncer) o el Centauro (Sagitario).
Dicen que el cielo estrellado, el zodiaco, como lo llaman los griegos, contiene un poder tal que cada parte del círculo mueve y cambia el cielo de distintas formas de acuerdo a la posición de las estrellas en esta región y en las vecinas en cualquier momento; también dicen que dicho poder lo modifican los planetas, ya sea cuando entran en esa parte del círculo que contiene el nacimiento de un individuo, o la parte que posea una familiaridad o armonía con el nacimiento de este. (Cícero, Div. 2.89, según la traducción de Long)
En un nivel práctico, los antiguos horóscopos griegos resumían varios datos astronómicos, incluyendo la posición de los planetas y el signo zodiacal que se «alzaba» en el momento del nacimiento del individuo. La palabra griega horoscopos significa literalmente «observador de hora», destacando la importancia del tiempo y lugar para calcular estas posiciones. Basados en esta información, los astrólogos afirmaron aprender sobre todos los aspectos de la vida de una persona.
Los filósofos naturales habían observado en gran medida que el sol sostenía la tierra y la luna sobre las mareas. Basado en estas observaciones reales, algunos filósofos también especulaban que otros objetos celestes influían sobre la vida en la tierra de otras formas. Por ejemplo, los cambios en la salud humana y el comportamiento animal se achacaban a las fases de la luna.
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Las diferentes escuelas de pensamiento religioso y filosófico formaron diferentes teorías sobre la naturaleza de las estrellas. La mayoría de los filósofos estaban de acuerdo en que las estrellas eran divinas de algún modo, debido a su perfección percibida en comparación a la Tierra imperfecta y su movimiento inexplicable. En la filosofía estoica y aristotélica, las estrellas estaban hechas de un material similar al del alma humana. Una excepción destacable era la filosofía epicúrea, que afirmaba que las estrellas eran meros objetos desplazados por los vientos.
Mosaico del busto de Atenea
Müze Biletleri (CC BY-NC-SA)
Una de las influencias más importantes en la astrología griega era la teoría del filósofo Posidoneo (en torno a 135-51 a.C) de la simpatía cósmica. Posidoneo creía que todos los elementos del universo se influían entre sí. La simpatía cósmica significaba que los cuerpos celestes podían ejercer influencia sobre los fenómenos terrestres y el comportamiento humano. Algunos filósofos estaban de acuerdo en que los planetas podían usarse para la adivinación, pero afirmaban que no causaban los eventos directamente sino que solo los indicaban.
Los astrólogos helenísticos incorporaban a menudo ideas de diferente variedad de pensamiento filosófico para apoyar sus teorías. Sin embargo, muchos filósofos criticaban la astrología y su falta de eficacia. El filósofo estoico Diógenes de Babilonia (en torno al siglo II a.C) afirmaba que los astrólogos no podían predecir el destino, apuntando a que los hermanos gemelos tienen diferentes destinos a pesar de nacer al mismo tiempo. La astrología también era poco confiable debido a los peligros potenciales de predecir el futuro. Algunos filósofos consideraban la predicción de eventos futuros como inmoral por la perspectiva fatalista que incentivaba.
Los escritores grecoromanos teorizaron que las condiciones astrológicas impactaban sobre la salud física y la personalidad, ilustrando la intersección entre la medicina griega y la teoría metafísica. Los manuales médicos describen la prácticas del uso de la astrología para formar un pronóstico para los pacientes o determinar los mejores momentos para administrar un tratamiento. En la astrología helenística, el cuerpo humano se dividía en doce partes cada una gobernada por un signo zodiacal. Algunos médicos intentaban tratar enfermedades con materiales que eran similares u opuestos a la zona del cuerpo del signo zodiacal afectada.
Mosaico del zodiaco
Unknown (Public Domain)
En el siglo V a.C., el médico griego Hipócrates conjeturó que la personalidad humana, su sexo y su bienestar físico se determinaba por una proporción de cualidades cálidas, frías, húmedas y secas en un individuo. Estas cualidades hipocráticas se acabarían aplicando al zodiaco, que se dividió en cuatro elementos: los signos de aire eran cálidos y húmedos (Libra, Acuario, Géminis), los signos de fuego eran cálidos y secos (Aries, Leo, Sagitario), los signos de tierra eran fríos y secos (Tauro, Virgo, Capricornio), y por último, los signos de agua eran fríos y húmedos (Cáncer, Escorpión, Piscis). Más adelante, los cuatro elementos se identificaron como activo y masculino (aire y fuego), o pasivo y femenino (tierra y agua).
Vida diaria
Mientras que hoy en día a veces se considera a los antiguos griegos demasiado racionales, la cultura griega le otorgaba un peso significativo a lo inmaterial. Desde amuletos de protección hasta encantamientos mágicos, la gente buscaba maneras de dar sentido a sus destinos y lograr controlarlos. Muchos griegos acudían a los astrólogos para obtener consejo sobre el momento oportuno para actuar o para revelar eventos que ya habían ocurrido. Esto era especialmente popular como una forma de planear empresas, recuperar objetos perdidos o robados y entender eventos pasados.
Los antiguos horóscopos predecían circunstancias importantes en la vida de un individuo y se preocupaban especialmente por la muerte.
La gente que frecuentaba astrólogos a menudo estaba interesada en lo que le deparaba el futuro o el de sus seres queridos. Sin embargo, los antiguos horóscopos diferían de los modernos de varias formas. Mientras que los horóscopos modernos tienden a ofrecer una instrospección en la vida personal y el bienestar emocional, los antiguos predecían circunstancias importantes en la vida de un individuo y se preocupaban especialmente por la muerte.
Por su parte, los astrólogos confiaban en los manuales de astrología para formular predicciones para sus patrones y hallaban los simbolismos y las conexiones que encajaban en sus necesidades. Los manuales de la astrología helenística producían resultados complejos y contradictorios basados en datos astronómicos que luego un astrólogo capacitado podía usar para crear predicciones personalizadas. Los horóscopos también se usaban para predecir la salud, la apariencia y la personalidad de una persona. Los manuales astrológicos detallaban las supuestas influencias cósmicas sobre la profesión, la vida romántica y las relaciones interpersonales de una persona aportando introspección en los valores de los antiguos griegos.
Política
La astrología, como otras formas de adivinación, también se usaba para propósitos polítios además de personales. Para el período helenístico tardío, pronosticar un horóscopo para una ciudad basada en la fecha de su fundación era una práctica bien conocida. En teoría los horóscopos civiles predecían el destino de la ciudad como también de sus habitantes.
Los gobernantes se beneficiaban del simbolismo astrológico para propaganda, acuñando símbolos zodiacos en monedas en la Siria y la Alejandría helenísticas, una práctica que después adoptarían los emperadores romanos. Antíoco I de Comagene (que reinó de 70-31 a.C.) levantó un horóscopo monumental en el monte Nemrut para marcar el momento de su coronación. Los zodiacos también se representaban en los techos de los templos en complejos ptolemaicos como Esna y Dendera.
Algunos astrólogos también se labraban una reputación como consejeros para los gobernantes helenísticos.Diodoro Sículo (siglo I a.C.) informó de que los astrólogos babilonios hacían predicciones para Darío I (que reinó de 522-486 a.C.), Seleuco I Nicátor (que reinó de 305-281 a.C.), y Antígono I (que reinó de 382-301 a.C.). Estrabón afirmó que un babilonio llamado Sudines hacía predicciones para Atalo I (que reinó de 241-197 a.C.) durante la guerra gálata.
La astrología griega después del período helenístico
Las prácticas astrológicas helenísticas se exportaron a otras partes de Europa y Asia que tenían contacto con el Mediterráneo de habla griega. Tuvo un impacto especialmente duradero en la astrología en la India y el Imperio romano. La mayoría del conocimiento de los historiadores modernos de la astrología helenística deriva de las obras de autores romanos como Plutarco (en torno a 50 a.C. a alrededor de 125 a.C.), Vecio Valente (120 hasta en torno a 175 a.C.), y Fírmico Materno (siglo IV a.C.), quienes vivieron mucho después el período helenístico. Al mismo tiempo, los educadores romanos como Cicerón (106-43 a.C.) y Sexto Empírico (en torno al siglo II a.C) formularían después algunos de los argumentos filosóficos más influyentes contra la astrología hasta el Renacimiento.
Los dos textos griegos sobrevivientes más importantes sobre la astronomía y la astrología eran el Almagesto y el Tetrabiblos respectivamente. El autor de ambos fue el matemático romano Claudio Ptolomeo (en torno a 100-170 a.C.) durante el siglo II a.C. El Almagesto trata de la ciencia dura de la astronomía como se entendía en ese tiempo. El Tetrabiblos, la secuela, detalla las reglas y la historia de la astrología. El Terabiblos se consideraba el trabajo esencial de la astrología helenística durante la Edad Media.
Notablemente, Ptolomeo fue el primero en usar el zodiaco de Hiparco de Nicea (en torno a 190-120 a.C.), el cual empezaba en el equinoccio de primavera en vez de una de las constelaciones. En el 127 a.C., Hiparco de Nicea notó que la orientación de la rotación axial de la Tierra estaba desplazándose gradualmente. Debido a esta lenta precedencia, el zodiaco clásico se estaba desalineando con las posiciones observadas de las estrellas. Sus contemporáneos ignoraron el descubrimiento de Hiparco. Fue solo gracias a la obra de Ptolomeo que su zodiaco modificado llegó a la actualidad.
Por medio de los autores romanos, la tradición astrológica griega, junto con otras creencias pseudocientíficas y religiosas, se transmitió a la literatura medieval y moderna europea. Como resultado, la astrología occidental moderna se basa profundamente en el simbolismo y la terminología de la astrología griega antigua.
La astrología helenística incluía varios tipos de adivinación en Grecia y el Mediterráneo, todos ellos relacionados con la observación de fenómenos astronómicos.
¿Qué son los planetas en la astrología helenística?
Basados en su aparente resplandor y tamaño, los astrólogos helenísticos destacaron siete «planetas» importantes: Helios (Sol), Selene (Luna), Aries (Marte), Héspero (Venus), Hermes (Mercurio), Zeus (Júpiter) y Cronos (Saturno).
Traductora de inglés a español con licenciatura en lenguas y letras desde 2017. Una persona entusiasta de la historia desde la secundaria (enseñanza media), contribuye a la enciclopedia como experiencia laboral como traductora.
Arienne King es escritora y consultora en historia especializada en el Egipto ptolemaico y romano te apasionada por la historia, la arqueología y los medios digitales. Ha escrito para publicaciones como Ancient History Magazine, y Ancient World Magazine.
King, A. (2023, febrero 17). Astrología helenística [Hellenistic Astrology].
(C. Zepeda, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21590/astrologia-helenistica/
Estilo Chicago
King, Arienne. "Astrología helenística."
Traducido por Cyntia Zepeda. World History Encyclopedia. Última modificación febrero 17, 2023.
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21590/astrologia-helenistica/.
Estilo MLA
King, Arienne. "Astrología helenística."
Traducido por Cyntia Zepeda. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 17 feb 2023, https://www.worldhistory.org/Hellenistic_Astrology/. Web. 11 jul 2025.
Licencia y derechos de autor
Escrito por Arienne King, publicado el 17 febrero 2023. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.