Astrología occidental

Definición

Arienne King
por , traducido por Diego Villa Caballero
Publicado el 28 marzo 2023
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés, alemán, portugués
Zodiac Wheel Mosaic (by Unknown, Public Domain)
Mosaico del zodiaco
Unknown (Public Domain)

La astrología occidental se refiere a una forma de adivinación que toma como base el movimiento de objetos astronómicos como estrellas o planetas. La creencia de que los objetos astronómicos son divinos o influyen en los eventos de la Tierra se encuentra en muchas culturas, pero las prácticas agrupadas bajo el término de "astrología occidental" tienen su origen en el Oriente Próximo y el antiguo Mediterráneo.

En la Antigüedad y la Edad Media, prácticamente no había distinción entre la astronomía, que es el estudio de los objetos en el espacio exterior, y la astrología, que es la superstición que manifiesta que estos objetos pueden influir en los acontecimientos de la Tierra. La creencia de que los cuerpos celestes podrían ejercer control sobre los eventos en la Tierra fue una de las motivaciones detrás del estudio de la astrología en el pasado. Durante el Renacimiento, la astrología se trató como una actividad tanto científica como espiritual, aunque también atrajo críticas por parte de los eruditos.

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Al inspirar la investigación astronómica, la astrología finalmente ayudó a dar a luz a las innovaciones científicas que desmintieron su validez. Los avances en las ciencias naturales y nuestra comprensión del sistema solar durante el siglo XVIII llevaron al descrédito de la astrología y las creencias que la acompañan. Este cambio en el pensamiento científico creó una clara distinción entre la ciencia de la astronomía y la pseudociencia de la astrología. Sin embargo, la creencia popular en la astrología ha persistido hasta la actualidad.

La Antigua Babilonia y Grecia

La astrología helenística tiene sus raíces en Babilonia, donde los astrónomos interpretaban los fenómenos astronómicos como presagios en el primer milenio a.C. Más tarde, los babilonios comenzarían a practicar la astrología natal para tratar de predecir los eventos en la vida de una persona en relación con la posición de las estrellas y los planetas en el momento de su nacimiento. Los autores griegos antiguos afirmaban que la astrología fue introducida en Grecia por un sacerdote babilónico llamado Beroso, quien se mudó a la isla griega de Cos y estableció una escuela de astronomía y astrología alrededor del 280 a.C. Esta historia puede contener una pizca de verdad, ya que la conquista de Persia por Alejandro Magno (que reinó de 336-323 a.C.) en el siglo IV a.C. condujo a la transferencia de ideas entre Grecia y el Oriente Próximo. Sin embargo, la astrología helenística recibió su mayor influencia de la filosofía griega y en esencia solo contenía leves rastros de la cosmología babilónica.

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EL ZODIACO Y EL SISTEMA ASTROLÓGICO UTILIZADO EN LA ASTROLOGÍA OCCIDENTAL COMENZÓ A TOMAR UNA FORMA RECONOCIBLE DURANTE EL PERÍODO HELENÍSTICO.

El sistema zodiacal y astrológico utilizado en la astrología occidental comenzó a tomar una forma reconocible durante el período helenístico (332-30 a.C.). Los filósofos de la naturaleza sostenían que las estrellas y los planetas podían influir en la Tierra de la misma manera que el Sol afectaba la vida y la Luna movía las mareas. La gente del Mediterráneo helenístico solía consultar a los astrólogos con la esperanza de que pudieran predecir el futuro, revelar información oculta y recuperar objetos perdidos o robados.

La astrología también se incorporó a la medicina griega antigua y a la filosofía griega, ya que se teorizó que los planetas tenían impactos tanto físicos como metafísicos. La creencia de que ciertos planetas tenían poder sobre partes específicas del cuerpo y que era posible predecir el mejor momento para un tratamiento médico en función de las posiciones planetarias, influyó en el pensamiento médico occidental hasta principios del período moderno.

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El Imperio romano

La astrología se practicaba ampliamente en el Imperio romano, junto con otros tipos de adivinación como los augurios. La astrología romana tuvo una influencia muy importante de la astrología griega, y la mayor parte de la información sobre la astrología helenística se ha transmitido a través de autores romanos como Vecio Valente (125 a en torno a 175 d.C.) y Plutarco (en torno a 45-50 a en torno a 120-125 d.C.). La validez de la astrología fue objeto de acalorados debates, en particular la cuestión de si a través de ella era posible predecir las acciones humanas.

Emperadores romanos como Augusto (que reinó de 27 a.C. al 14 d.C.) acuñaron monedas con los signos del zodíaco y publicaron horóscopos que predecían su éxito y prosperidad. Los políticos romanos se dieron cuenta del potencial de la astrología para incitar a la rebelión o la incertidumbre política y trataron de regularla. Era ilegal que los astrólogos romanos hicieran predicciones sobre el futuro del Imperio romano o del propio emperador, pero, a pesar de esta prohibición, muchos astrólogos sirvieron a figuras políticas prominentes y otros hicieron predicciones sobre eventos políticos. El emperador romano Vitelio (que reinó de 69 d.C.) finalmente prohibió la astrología por completo después de que los astrólogos, a quienes no les agradaba el emperador, hicieran predicciones sobre su caída.

Roman Coin with Zodiac Sign
Moneda romana con un signo del zodiaco
The Trustees of the British Museum (CC BY-NC-SA)

El interés romano por la astrología disminuyó durante la Antigüedad tardía, debido en parte a la adopción del cristianismo. Teólogos como Agustín de Hipona (354-430 d.C.) se opusieron a la astrología sobre la base de que los principios cristianos del libre albedrío contradicen directamente el concepto de un destino astrológicamente determinado. La astrología no se practicaría ampliamente en Europa hasta que se reintrodujera a finales de la Edad Media.

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La Edad Media

Durante la edad de oro islámica, los textos astronómicos grecorromanos fueron conservados y traducidos por autores árabes y persas, quienes también estudiaron las obras de astrología india, la cual a su vez recibió las influencias de las creencias mesopotámicas y griegas en la Antigüedad. Los eruditos islámicos en el Medio Oriente y la península ibérica produjeron muchos trabajos nuevos de astronomía y astrología, como el Introductorium de Abu Ma'shar al-Balkhi (787-886 d.C.) y el De Radiis de Al-Kindi (801-873 d.C.). Entre las innovaciones tecnológicas de la época se encuentran el equatorium, un instrumento para calcular la posición de estrellas y planetas, y la creación de tablas astronómicas para catalogar estos datos.

SE CREÍA QUE LOS SIGNOS DEL ZODIACO Y LOS PLANETAS TENÍAN PODER SOBRE HUMORES ESPECÍFICOS, LAS PARTES DEL CUERPO Y LOS PROCESOS DE UNA ENFERMEDAD.

Muchos de estos textos en árabe se tradujeron al latín durante el siglo XII y llegaron a las bibliotecas de la Europa medieval. Sicilia y la península ibérica fueron los primeros crisoles de la escritura astrológica, debido a sus vínculos más estrechos con el mundo islámico. Esto formó la base de la astronomía y la astrología europea medieval.

En la Edad Media, ya no se creía que los planetas o las estrellas fueran dioses, pero muchos todavía creían que influían o predecían eventos en la Tierra. Se creía que los signos del zodíaco y los planetas tenían poder sobre humores específicos, las partes del cuerpo y los procesos de una enfermedad. Los médicos medievales usaban la astrología para determinar qué tipo de tratamiento debían administrar y para predecir el pronóstico del paciente. La historiadora Hilary Carey resumió las creencias medievales sobre las influencias cósmicas:

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Tal como el sol mantenía el control sobre la vida vegetal, y la luna sobre las mareas y el ciclo menstrual femenino, así los eventos terrenales armonizaban con los eventos celestiales, como una cuerda afinada en el mismo tono. El mismo principio regía el funcionamiento de otras ciencias ocultas como la magia, la alquimia y la geomancia. (8)

Como muchas artes ocultas practicadas en la Europa medieval y el Medio Oriente, la astrología ocupó un lugar incómodo en el marco religioso de la época. El que alguien afirmara poder predecir el futuro a través de medios mágicos o seculares, en oposición a la inspiración divina, podría interpretarse como una herejía. La premisa de la predestinación también contradecía las doctrinas del judaísmo, el cristianismo y el islam, que enfatizaban la importancia del libre albedrío.

A pesar del volumen de textos árabes relacionados con la astrología, los imanes la desalentaron activamente. Las autoridades eclesiásticas de Europa también desaprobaron la astrología, catalogándola como una práctica potencialmente peligrosa, ya que implicaba la comunicación con entidades espirituales. La astrología se menciona varias veces en el Talmud y algunos rabinos medievales la consideraban una vía aceptable de estudio científico. Astrónomos judíos como el matemático persa Masha' allah ibn Athari (740-815 d.C.) hicieron contribuciones notables a la astrología medieval.

10th-century Equatorium
Equatorium del siglo X
brewbooks (CC BY-SA)

Los astrólogos en Europa corrían el riesgo de ser acusados de estar en comunión con los demonios o de herejía. Muchos autores cristianos en la Europa medieval hicieron una distinción entre la astrología permitida y la astrología que era de naturaleza demoníaca. Si bien el tratar de aprender conocimientos secretos a través de la astrología estaba prohibido, generalmente se hacía una excepción con la astrología realizada con fines prácticos; es decir aquellos relacionados con la medicina, la agricultura o la navegación.

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Los defensores de la astrología intentaron legitimarla como ciencia, enfatizando su base en la filosofía naturalista, distanciándola de las prácticas mágicas o demoníacas. Aunque la Iglesia medieval nunca respaldó abiertamente la astrología, por lo general fue tolerada. Santo Tomás de Aquino (1225-1274) escribió que los cuerpos celestes pueden tener cierta influencia sobre los fenómenos físicos, pero no sobre el libre albedrío o la razón humana. Santo Tomás creía que la astrología estaba permitida en ciertas situaciones, como la predicción del clima o de los fenómenos astronómicos.

A medida que los eruditos medievales se interesaban más en las ciencias, la astrología ganaba popularidad entre la élite gobernante. Muchos monarcas europeos emplearon astrólogos en su corte, entre otros eruditos y artistas. El astrónomo italiano Guido Bonatti (1210 - en torno a 1296) fue una de las figuras más importantes de la astrología medieval, que sirvió como astrólogo de la ciudad de Florencia y como asesor de Federico II, emperador del Sacro Imperio romano germánico (1194-1250). Bonatti ganó estima después de hacer predicciones exitosas sobre los resultados militares. Sin embargo, Dante Alighieri (1265-1321) representó a Bonatti y otros astrólogos residiendo en el Infierno en su Divina Comedia.

Para algunos gobernantes medievales, la astrología era poco más que una diversión, mientras que otros consultaban a los astrólogos antes de planificar eventos importantes como coronaciones, bodas o empresas militares. El rey Alfonso X de Castilla (que reinó de 1252-1254) fue apodado "el Astrólogo" por su interés por las estrellas. Encargó las Tablas alfonsíes, un conjunto de tablas astronómicas que actualizaban las tablas árabes anteriores con datos desde el día de su coronación en adelante.

Los astrólogos del Medio Oriente teorizaron que una alineación o conjunción de planetas causaba eventos históricos como guerras y desastres naturales. La teoría de la conjunción se hizo popular en Europa a finales de la Edad Media para explicar los conflictos y las conmociones sociales. Algunos astrólogos hicieron audaces predicciones sobre el fin de los días, y el cardenal francés Pierre d'Ailly (1351-1420) consultó la astrología para determinar si el cisma de occidente entre papas rivales en Roma, Aviñón y Pisa anunciaba la llegada del Anticristo. Los astrólogos medievales también intentaron comprender las tendencias históricas a través de la astrología, la cual podía explicar eventos pasados como el surgimiento del islam o la caída del Imperio romano de occidente a través de los movimientos de los planetas.

Algunos astrólogos intentaron pronosticar la aparición de enfermedades o plagas en ciertas ciudades. En 1348, los médicos de la Universidad de París informaron a Felipe VI de Francia (que reinó de 1328-1350) que una conjunción de Júpiter, Saturno y Marte en 1345 fue la responsable de la peste negra (1347-1352). Esta teoría astrológica sobre el origen de la pandemia ganó importancia en los años siguientes, ya que en aquellos momentos se desconocía la causa microbiana real de la enfermedad.

El Renacimiento

Durante el Renacimiento, el interés por la literatura clásica y la filosofía natural se hizo más pronunciado. Numerosos volúmenes de literatura griega se tradujeron al latín, que se conocía más que el griego. En ese momento, en general se pensaba que la historia de una práctica le confería cierto nivel de credibilidad, lo que significaba que las "ciencias" antiguas heredaron un nivel de validez en virtud de su antigüedad. La astrología se había establecido durante mucho tiempo como un componente de los estudios médicos, matemáticos y filosóficos, pero ahora podía llegar a un público más amplio. La adopción de la imprenta en la Europa del siglo XV les permitió a los astrólogos vender cartas natales y almanaques a cualquier persona interesada en conocer su futuro.

En la Europa del Renacimiento, la astrología se convirtió en un método de propaganda política al igual que lo había sido en el Imperio romano. Algunos astrólogos publicaban pronósticos sobre la salud, la fortuna y la muerte de las figuras gobernantes. Otros continuaron con la larga tradición de actuar como consejeros cortesanos, utilizando las ingeniosas interpretaciones de la astrología para ascender en la escala social. Figuras como Nostradamus (1503-1566), quien asesoró a la reina francesa Catalina de Médici (1519-1589), alcanzaron poder e influencia a medida que crecía la reputación de sus predicciones.

Zodiac Man
Hombre del zodíaco
Petrus Slovacius (CC BY)

La actitud de la Iglesia católica hacia la astrología fluctuó durante este período. Papas como Sixto IV (1471-1484) y Alejandro VI (1492-1503) emplearon astrólogos, y el Papa León X (1513-1521) estableció una cátedra de astrología en la Universidad de Roma La Sapienza. Al mismo tiempo, a veces la Inquisición romana señalaba a los astrólogos como herejes. El erudito renacentista Gerolamo Cardano (1501-1576) fue encarcelado por herejía en 1570 después de producir un horóscopo para Jesucristo.

Fue también durante el Renacimiento que las refutaciones intelectuales sobre la astrología se hicieron más sólidas. Giovanni Pico della Mirandola (1463-1484) expuso una serie de argumentos fundamentales en su Disputaciones contra la astrología. Pico señaló contradicciones y errores cometidos por astrólogos famosos, objetando la creencia acrítica a través de la cual muchos veían a esta práctica. También compiló argumentos lógicos contra la astrología de la antigüedad y la Edad Media e introdujo muchos de los suyos. A diferencia de los críticos anteriores de la astrología, Pico también criticó el uso de la astrología en la medicina, argumentando que los pacientes no mejoraban de manera confiable. Otros críticos de la astrología, como Francesco Giuccardini (1483-1540), señalaron el sesgo de confirmación a través del cual los defensores de la astrología olvidaban rápidamente las predicciones falsas, mientras que los casos raros de predicciones precisas se presentaban como prueba.

La Revolución Científica y la Ilustración

Durante la Revolución Científica, las academias de Europa continuaron debatiendo los méritos de la astrología, y astrónomos como Johannes Kepler (1571-1630) y Tycho Brahe produjeron trabajos astrológicos para sus patronos. Como la base de la astrología fue cuestionada por nuevos descubrimientos en los campos de la astronomía y la física, algunos intentaron salvar la práctica a través de reformas.

Kepler creía que el problema con la astrología era que se basaba en principios defectuosos y que la mayoría de sus practicantes eran incompetentes, pero que podía reformarse adecuadamente. Uno de los cambios más sustanciales de Kepler en la teoría astrológica fue la adopción de la afirmación del astrónomo polaco Nicolás Copérnico (1473-1543), quien decía que la Tierra giraba alrededor del Sol, no al revés. Además fue el primero en intentar revisar la teoría astrológica en torno a un sistema solar heliocéntrico copernicano e hizo otras reformas como descartar el zodíaco.

Al mismo tiempo, los primeros pensadores modernos se enfrentaban, por un lado, al creciente conflicto entre la filosofía aristotélica y las interpretaciones bíblicas literales, y por el otro, a los resultados de los nuevos descubrimientos científicos. La astrología se situó entre la ciencia y la religión y se volvió, progresivamente, más incompatible con ambas. Teólogos puritanos como William Perkins (1558-1602) se opusieron a la aceptación de la astrología en la sociedad inglesa, comparándola con la adivinación y las prácticas paganas.

The Heliocentric Universe by Copernicus
El universo heliocéntrico de Copérnico
www.bj.uj.edu.pl (Public Domain)

A pesar de los desafíos institucionales, el atractivo secular de la astrología era difícil de quebrantar. En Inglaterra durante la décade de 1660 se vendió anualmente un promedio de 350.000 almanaques con predicciones astrológicas sobre enfermedades y el clima. Las predicciones astrológicas sobre una plaga o un desastre inminente todavía podían causar pánico entre la población, como lo demuestra el miedo generalizado que hubo en Londres durante el eclipse solar del lunes negro de 1652.

Otros avances en astronomía y matemáticas durante los siglos XVII y XVIII cambiaron nuestra comprensión del sistema solar y reemplazaron la comprensión defectuosa del cosmos que había dominado previamente en las discusiones sobre la filosofía natural y la astronomía. Estos desarrollos erosionaron gradualmente la credibilidad de la astrología.

Durante los siguientes 50 años, el interés académico por la astrología disminuyó hasta el punto de quedar obsoleta, en gran medida, a principios del siglo XVIII. Esto se debió en parte al impacto de la Ilustración, ya que los científicos comenzaron a comprender el universo a través de sus procesos mecánicos en lugar de personalidades incorpóreas. En toda Europa, hubo un creciente escepticismo hacia lo sobrenatural entre las personas educadas, que se inclinaban a favor de explicaciones racionales de los fenómenos que estuvieran basadas en evidencias observables. Sin embargo, la astrología y otros métodos de adivinación seguían siendo conocidos, aunque eran menos populares.

La astrología moderna

Durante el siglo XIX, nuevos movimientos religiosos como la teosofía y el espiritualismo comenzaron a crecer en Europa y Estados Unidos. Esto contribuyó a un resurgimiento del interés por el ocultismo. Los psíquicos y otros místicos conectados con estos movimientos incorporaron la astrología en sus sistemas de creencias, junto con prácticas como la lectura de manos y las sesiones de espiritismo. La relación distante de la astrología con la antigua Babilonia le dio un atractivo místico, a pesar de que la astrología moderna solo tiene vínculos tenues con las prácticas del antiguo Oriente Próximo. El más conocido de estos primeros astrólogos modernos fue el ocultista y quiromántico irlandés William John Warner (1866-1936), quien usó el nombre de Cheiro. Leyó la suerte de figuras conocidas de la época, incluidos Mark Twain, Oscar Wilde y Thomas Edison. A pesar de la popularidad de la astrología entre los ocultistas, no recuperó un atractivo masivo sino hasta principios del siglo XX.

Un enfoque más moderno de la astrología se desarrolló a principios del siglo XX, cuando el misticismo se combinó con términos y conceptos del campo emergente de la psicología. Carl Jung consideró la astrología como un lenguaje simbólico para los arquetipos psicológicos y utilizó horóscopos natales en su psicoanálisis. Este uso de términos astrológicos no fue ampliamente adoptado por los académicos, pero se convirtió en una característica importante de algunas creencias de la psicología popular y de la Nueva Era. Dane Rudhyar (1895-1985) usó ideas de la psicología junguiana, la teoría de la evolución y la ciencia popular para comercializar la astrología entre los lectores modernos. En 1930, el asociado de Rudhyar, Paul G. Clancy, publicó la revista Modern Astrology, a la que siguió American Astrology en 1933. Rudhyar popularizó el concepto de las columnas de horóscopos, que presentaban un vago pronóstico en un solo párrafo para las personas nacidas bajo cada signo del zodiaco.

La astrología se volvió a presentar al público británico en 1930 después de que The Sunday Express publicara un horóscopo para la princesa Margarita (1930-2002) con motivo de su nacimiento. El editor del periódico estaba preocupado de que el nacimiento en sí no fuera lo suficientemente interesante como para vender periódicos y sintió que un artículo sobre el horóscopo de la princesa podría generar más interés. Se acercó a Cheiro, quien había leído el futuro del rey Eduardo VII (que reinó de 1901-1910). Cheiro rechazó la oferta pero recomendó los servicios de su asistente R. H. Naylor. El artículo tuvo tanto éxito que el Express lanzó una columna dedicada a los horóscopos hechos por Naylor, que pronto fue imitada por otros periódicos.

A mediados del siglo XX, la popularidad de la astrología estaba creciendo rápidamente, a pesar de que la ciencia la había abandonado hacía ya mucho tiempo. Las columnas de horóscopos se convirtieron en una característica habitual de las revistas y los periódicos sensacionalistas del Reino Unido y los Estados Unidos. Estas publicaciones, junto con el movimiento New Age de la década de 1970, contribuyeron a ampliar el interés mundial por la astrología occidental.

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Preguntas y respuestas

¿Qué se considera astrología occidental?

La astrología occidental es la forma de adivinación basada en el movimiento de los cuerpos astronómicos tales como las estrellas o los planetas.

¿Qué diferencia hay entre la astrología y la astronomía?

La astronomía es el estudio de los cuerpos en el espacio exterior, mientras que la astrología es la superstición de que estos cuerpos pueden influir en los acontecimientos en la Tierra.

Bibliografía

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Sobre el traductor

Diego Villa Caballero
Profesional en lenguas con estudios literarios. Profesor de castellano, escritor, traductor y entusiasta de la historia. Áreas de interés: literatura, artefactos antiguos, la historia de las religiones, la astrología, la arquitectura, la historia militar y del arte.

Sobre el autor

Arienne King
Arienne King es una estudiante y escritora independiente apasionada por la historia, la arqueología y los medios digitales. Dirige el blog Muses & Mayhem y es la editora de los medios de comunicación de Ancient History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

King, A. (2023, marzo 28). Astrología occidental [Western Astrology]. (D. V. Caballero, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21679/astrologia-occidental/

Estilo Chicago

King, Arienne. "Astrología occidental." Traducido por Diego Villa Caballero. World History Encyclopedia. Última modificación marzo 28, 2023. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21679/astrologia-occidental/.

Estilo MLA

King, Arienne. "Astrología occidental." Traducido por Diego Villa Caballero. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 28 mar 2023. Web. 28 abr 2024.

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