Causas de la Guerra de los Cien Años

Artículo

Mark Cartwright
por , traducido por Cyntia Zepeda
Publicado el 05 marzo 2020
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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La Guerra de los Cien Años (1337-1453) fue un conflicto intermitente entre Inglaterra y Francia que inició cuando el rey Eduardo III de Inglaterra (rey entre 1327-1377) peleó con Felipe VI de Francia (rey entre 1328-1350) por los derechos feudales sobre Gascuña y el comercio con los Países Bajos. Eduardo también reafirmó que él era el rey legítimo de Francia y presionó esta afirmación al ganar victorias en las batallas de Crécy (1346) y de Poitiers (1356). En 1360, Eduardo renunció a su reclamación al trono francés a cambio de señorío de alrededor de un cuarto de Francia. La guerra continuó a medida que cada lado atentaba controlar el norte y el sureste francés. Después de que Carlos V de Francia (rey entre 1364-1380) recuperara constantemente varios de los territorios perdidos desde que inició la guerra, hubo un período de paz donde Ricardo II de Inglaterra (rey entre 1377-1399) contrajo matrimonio con la hija de Carlos VI de Francia (rey entre 1380-1422). Enrique V de Inglaterra (rey entre 1413-1422), ansioso por ganar gloria, botín, y legitimidad por su propio reinato, reinició el conflicto con su victoria imponente en la Batalla de Azincourt en 1415, la cual le permitió ser nominado a heredero al trono de Francia. Después de la muerte prematura de Enrique V y el mandato ineficiente de Enrique VI de Inglaterra (rey entre 1422-61 y 1470-71), Carlos VII de Francia (rey entre 1422-1461) retomó la iniciativa. Con la ayuda de tales figuras como el Duque de Borgoña y Juana de Arco (1412-1431), Carlos ganó la guerra y dirigió la eliminación de los ingleses de todo el territorio francés a excepción de Calais.

Coat of Arms of Edward III
Escudo de armas de Eduardo III
Rs-nourse (CC BY-SA)

Las causas de la Guerra de los Cien Años y las razones por su continuación incluyen:

  • La toma de Gascuña retenida por los ingleses (Aquitania, suroeste de Francia), de Felipe VI de Francia.
  • La reclamación por el rey inglés Eduardo III al ser el rey legítimo de Francia.
  • La expedición de Eduardo III para tomar territorios franceses a la fuerza, proteger el comercio internacional, ganar botines y haciendas para sus nobles.
  • La ambición de Carlos V de Francia para eliminar a los ingleses de territorios feudales franceses.
  • El descenso a la locura de Carlos V y la débil lucha interna en la nobleza francesa.
  • La ambición de Enrique V a legitimizar su mandato en Inglaterra y reclamarse rey de Francia a través de la conquista.
  • La determinación del Delfín, Carlos VII, futuro rey de Francia (rey entre 1422-1461), para recuperar su derecho de nacimiento y unificar toda Francia.

Eduardo III contra Felipe VI

La corona inglesa había obtenido territorios en Francia desde el reinado de Guillermo el Conquistador (rey entre 1066-1087) y la Conquista Normanda de Inglaterra desde 1066. Sin embargo, en el siglo XIII, estos territorios se redujeron bastante con la pérdida total de Normandía, Anjou, Maine y Poitou. La fricción entre los países terminaba en guerra frecuentemente, mientras duraban los reinos de Eduardo I de Inglaterra (rey entre 1272-1307) y Felipe IV de Francia (rey entre 1285-1314). Eduardo III heredó dichos territorios como sobras, pero fue ambicioso para mucho más.

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EDUARDO III FUE FASTIDIADO QUIZÁS POR EL DETALLE DE QUE, COMO DUQUE DE GASCUÑA, ERA EN REALIDAD UN VASALLO PARA EL REY FRANCÉS.

Eduardo III fue capaz de hacer una reclamación poderosa a la corona francesa por su madre, Isabel. Algo que aún se discute hasta hoy por los historiadores, es si fue una reclamación seria, o simplemente una excusa para invadir Francia. Desde luego, Eduardo sí tenía un punto por escrito. El rey francés vigente era Felipe VI quien había promovido a su primo Carlos IV (rey entre 1322-1328), incluso, cuando Carlos falleció, Eduardo era su familiar hombre más cercano, siendo el sobrino de Carlos y el nieto mayor que quedaba de Carlos IV (rey entre 1285-1314). El rey inglés no presionó su reclamación en esa ocasión porque era menor de edad, y la nobleza francesa menospreciaba la legimitidad de herencia a través de la línea femenina y preferían naturalmente a un hombre francés como su soberano. Sin embargo, Eduardo cambió su estrategia a medidados de 1330, fastidiado quizás por el detalle de que, como Duque de Gascuña, el rey inglés era en realidad un vasallo del rey francés, de acuerdo a las reglas del feudalismo medieval. Sin duda, Eduardo había rendido homenaje a Felipe en la catedral de Amniens en junio de 1329, lo más probable para evadir que el rey inglés confiscara los impuestos de Gascuña si no lo hacía.

King Edward III of England
El rey Eduardo III de Inglaterra
National Portrait Gallery (CC BY-NC-ND)

Otro problema que Eduardo enfrentó fue que Francia era aliada del viejo enemigo, Escocia, el cual amenazaba perpetuamente el norte de Inglaterra. Eduardo fue demasiado lejos para identificar a Felipe como usurpador, rechazó rendir homenaje como vasallo, y también rechazó entregar un prisionero político, el conde Roberto de Artois, como había solicitado Felipe. Cuando el rey francés confiscó Gascuña a la corona francesa en 1337 y atacó la costa sur de Inglaterra al año después (un ataque que incluiría la destrucción de Southampton), Eduardo fue presentado con la excusa perfecta para empezar una guerra.

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EDUARDO SE DECLARÓ A SÍ MISMO COMO REY DE FRANCIA EN UNA CEREMONIA MAGNÍFICA EN GANTE EN ENERO DE 1340.

Valía la pena pelear por Gascuña porque tenía varias ventajas económicas. Era una fuente importante de comercio, que recibía cereal y lana inglesa. La región también era productora principal de vino en Inglaterra. Al hacer una reclamación por el trono francés, Eduardo pudo evadir una reprimenda por parte del Papa por causar una guerra innecesaria. Después, las ricas tierras disponibles en Francia se pudieron usar como carnada para apoyo baronial en Inglaterra, así se consolidaba su posición como rey. Eduardo era consciente de que su propio padre, Eduardo II de Inglaterra (rey entre 1307-1327), había sido asesinado por barones ambiciosos. La captura de nobles también sería otra fuente de ingresos debido a los rescates. Puede que Eduardo no había contemplado el sitio completo, pero destruir las tierras francesas y saquearlas de botines sin duda era para mostrar su intención, y en una pieza típica de propaganda visual y pompa, Eduardo se declaró a sí mismo como rey de Francia en una magnífica ceremonia en Gante en enero de 1340. Así mismo, de aquí en más el rey acuarteló su escudo de armas (los tres leones de los Plantagenets) que ahora incluiría la flor de lis de Francia, que permaneció como parte de la armada real hasta 1801.

Eduardo reunió algunos aliados valiosos, tales como los Flemings de Gent quienes también buscaban aliviarse de sus obligaciones feudales de un rey francés pero necesitaban la lana inglesa para hacerse su exportador princial: la tela. Incluso Eduardo compró el título de Vicario General de Luis IV de Alemania, emperador del Sacro Imperio Romano (rey entre 1328-1347), el cual le dio al rey inglés derechos imperiales por sobre los señores de los Países Bajos. Tal y como con Gascuña, Felipe VI quería la riqueza de Flemish para sí mismo así que ejercitó su posición como señor feudal del conde Flemish, el Guido de Dampierre para desestabilizar la región. Por otro lado, en la misma Francia había quienes estuvieron demasiado dispuestos a tomar ventaja de un distraído rey Felipe, estos incluyendo a Carlos II, rey de Navarra (rey entre 1349-1387) y los condes de Armañac de Gascuña, entre otros. Eduardo fue lo suficientemente inteligente para usar querellas antiguas para efectivamente traer el declive de Francia desde dentro y debilitar su influencia con sus vasallos feudales. Como siempre en la Edad Media, una guerra lleva a oportunidades como ganancias y pérdidas en títulos y tierras entre la nobleza, todo lo que se necesitaba eran dos monarcas entusiastas para pelear.

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Philip VI Presiding Over the Lawsuit of Robert of Artois
Felipe VI presidiendo la demanda de Roberto de Arois
Unknown Artist (Public Domain)

Eduardo no pudo empezar mejor su guerra con Francia. En junio de 1340, una flota francesa, que probablemente zarpaba con la intención de invadir Inglaterra, se hundió por una flota inglesa en Sluis, en el estuario del Escalda (Países Bajos). Después de esto, en 1345 con la toma de Gascuña, la invasión de Normandía, y una fuerte derrota de un ejército francés en la Batalla de Crécy en agosto de 1346. Al año siguiente, Calais fue tomada pero la llega de la Peste Negra interrumpió las agresiones. La siguiente mayor victoria fue otra inglesa, contra un ejército francés más grande, este vez en la Batalla de Poitiers en septiembre de 1356. Incluso el rey Juan II de Francia (rey entre 1350-1364) fue capturado en Poitiers.

Eduardo disfrutó de los grandes éxitos pero las campañas eran sumamente caras. Afortunadamente, en mayo de 1360 parecía que la guerra ya llegaba a su fin. En ese año se firmó un tratado entre Inglaterra y Francia, el Tratado de Brétigny. Se reconoció la reclamación de Eduardo del 25 % de Francia (mayoritariamente en el norte y el suroeste), y a cambio, renunció a cualquier ambición por la corona francesa. Mientras, Juan II, fue liberado después de los vergonzosos cuatro años en cautiverio.

Carlos V & el renacer francés

Desde 1369, el nuevo rey de Francia, Carlos V, conocido también como Carlos el Sabio, comenzó a devolver en ganancias lo que sus predecesores perdieron al evadir el combate abierto y concentrándonse en el acoso y depender de la seguridad de sus castillos cuando se solicitaban. Carlos también tenía una marina superior a la inglesa así que pudo hacer ataques con frecuencia en la costa sur de Inglaterra. Mientras que Eduardo trataba de elevar aún más los impuestos hacia su pueblo oprimido financieramente, la estrategia de Carlos V trajo los dividendos mientras invadía mayor parte de Aquitania en 1372, y en 1375, las únicas tierras que quedaban en Francia pertenecían a la Corona Inglesa eran Calais y una parte de Gascuña.

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Las relaciones mejoraron con Francia el 12 de marzo de 1396 cuando Ricardo II de Inglaterra se casó con Isabel de Francia, la hija de Carlos VI de Francia. Isabel tenía solo siete años, pero fue una unión que fortaleció una tregua entre los dos países. El acuerdo con Carlos VI no incluían la renuncia de Ricado a su reclamación al trono francés, entonces, la Guerra de los Cien Años, por ahora, se ponía en espera. Luego del próximo rey, Enrique IV de Inglaterra (rey entre 1399-1413), la corona estaba demasiado preocupada con los rebeldes ingleses y escoceses haciendo bastante en Francia, aunque el príncipe de Gales lideró un expedición fallida que parecía afilar su apetito por acciones siguientes una vez que se convirtiera en el rey Enrique V en 1413.

Enrique V & Azincourt

Enrique V era incluso mucho más ambicioso de lo que había sido Eduardo III, debido a que él quería no solo saquear el territorio francés sino que tomarlo permanentemente y formar un imperio. Para el rey, el éxito en la guerra era una herramienta muy útil para legitimizar su reino, heredado mientras obtuvo el trono de su padre Enrique IV quien había usurpado el trono al asesinar a Ricardo II. La motivación adicional vino del caos causado por los piratas franceses en el Canal de la Mancha y el deseo que nunca cesaba de los nobles ingleses para aumentar sus estatutos y riqueza.

Enrique V fue enormemente ayudado en sus ambiciones en el continente por el decenso a la locura de Carlos VI y el quiebre consecuente en la nobleza francesa entre los Armagnacs y los Burgundios. Enrique también fue provocado por su heredero al trono francés, Carlos, el Delfín que rechazó toda diplomacia se acerca y le envía al rey una caja de pelotas de tenis con una nota que decía que debería concentrarse más en los deportes que en la guerra.

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Enrique invadió Normandía, tomó el puerto importante de Harfleur en 1415 y continuó con una victoria impresionante en la Batalla de Azincourt en octubre. En 1419, Enrirque ya había logrado conquistar toda Normandía. La victoria en la Batalla de Azincourt hizo de Enrique V un héroe nacional, y él mismo se hizo digno del galardón al marchar en París en 1420 y ayudar a los franceses a firmar un tratado de paz con términos muy generosos. El rey inglés fue nominado como regente y hereredo de Carlos VI y, para fortalezar la nueva alianza, Henry se casó con la hija de Carlos, Catalina de Valois (1401 - c. 1437) el 2 de junio de 1420 en la Catedral de Troyes. Este fue el ápice de la sucesión inglesa en la guerra.

Morning of the Battle of Agincourt
Mañana de la Batalla de Azincourt.
ArtUK (CC BY-NC)

Una condición del Tratado de Troyes era que Enrique tenía que prometer que seguiría peleando contra el enemigo número uno de los Burgundios: el ahora desheredado Delfín Carlos, perpetuando así otra ronda de conflictos en la Guerra de los Cien Años. Resulta que, Enrique nunca tuvo la oportunidad de convertirse en el rey de Francia ya que murió inesperadamente, probablemente de disentería, en 1422.

Victoria francesa

La llegada de Juana de Arco en 1429 vio el inicio del resurgimiento francés como el Delfín, ahora el rey Carlos VII de Francia, tomó la iniciativa en la guerra. Enrique VI de Inglaterra continuó presionando las reclamaciones de su familia por el trono francés, eventualmente siendo coronado como tal en la Catedral de Notre-Dame de París en diciembre de 1431 pero este era una farsa sin argumento. El 22 de abril de 1445, el matrimonio de Enrique con Margarita de Anjou (d. 1482), sobrina de Carlos VII, indicaron la aversión clara del rey inglés a la guerra con Francia.

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El siguiente evento crucial fue la deserción de Felipe el Bueno de Borgoña, el aliado más importante de Inglaterra cambiándose del bando del rey francés en 1435. El débil mandato de Enrique VI fue testigo de un segundo resurgimiento francés. Carlos VII era determinado en su totalidad y comenzó a retomar partes de Normandía desde 1449, bloqueó Burdeos en 1451 y capturó Gascuña en 1452. Al término de la guerra en 1453 y la victoria francesa en la Batalla de Castillon, la corona inglesa controlaba Calais. La corona francesa continuó, con una mezcla estratégica de alianzas de matrimonio y conquistas, para juntar regiones como Borgoña, Provenza y Bretaña en una nación que sería más rica y más poderosa que nunca. Mientras tanto, una Inglaterra en bancarrota, descendió hacia las disputas dinásticas insulares que hoy llamamos la Guerra de las Rosas (1455-1487).

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Sobre el traductor

Cyntia Zepeda
Traductora de inglés a español con licenciatura en lenguas y letras desde 2017. Una persona entusiasta de la historia desde la secundaria (enseñanza media), contribuye a la enciclopedia como experiencia laboral como traductora.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2020, marzo 05). Causas de la Guerra de los Cien Años [Causes of the Hundred Years' War]. (C. Zepeda, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1517/causas-de-la-guerra-de-los-cien-anos/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Causas de la Guerra de los Cien Años." Traducido por Cyntia Zepeda. World History Encyclopedia. Última modificación marzo 05, 2020. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1517/causas-de-la-guerra-de-los-cien-anos/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Causas de la Guerra de los Cien Años." Traducido por Cyntia Zepeda. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 05 mar 2020. Web. 12 oct 2024.

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