Eduardo II de Inglaterra

Definición

Mark Cartwright
por , traducido por Emiliano S. Grill
Publicado el 13 enero 2020
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés
Portrait of Edward II of England (by Unknown Artist, Public Domain)
Retrato de Eduardo II de Inglaterra
Unknown Artist (Public Domain)

Eduardo II de Inglaterra reinó entre los años 1307 EC y 1327 EC. Sucediendo a su padre Eduardo I de Inglaterra (r. 1272-1307 EC), su reinado vio una desastrosa derrota ante los escoceses en Bannockburn en junio de 1314, y la falta de talento político y militar del rey, así como el excesivo mecenazgo que ejercía hacia sus amigos, hizo que su reino cayera en la anarquía. Obligado a abdicar por su esposa Isabel de Francia y su amante Roger Mortimer, Eduardo II fue encarcelado y luego asesinado en el castillo de Berkeley en septiembre de 1327. A Eduardo le sucedió su joven hijo, que se convirtió en Eduardo III de Inglaterra (r. 1327-1377).

Cualidades personales

Eduardo nació el 25 de abril de 1284 en el castillo de Caernarfon, en Gales, hijo de Eduardo I de Inglaterra y Leonor de Castilla (nacida hacia 1242). El príncipe era atlético, inteligente y aficionado a las artes, pero era propenso, como la mayoría de sus antepasados Plantagenet, a tener un carácter violento y obstinado. Otra peculiaridad era la pasión que tenía Eduardo por el trabajo manual y las actividades como la construcción de tejados de paja en lugar de las tradicionales actividades caballerescas como los torneos medievales. Eduardo tuvo tres hermanos mayores, pero todos estos habían muerto para finales de 1284, lo que dejó al príncipe como heredero al trono en una corte un tanto vacía y quizás explique su tendencia a pasar tiempo con los plebeyos. Eduardo fue nombrado formalmente Príncipe de Gales por su padre en 1301, siendo el primer hijo mayor de un monarca inglés al que se le concedió este título, en una tradición que aún continúa.

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Escocia

LA ÚNICA CUALIDAD QUE EDUARDO PARECÍA COMPARTIR CON SU PADRE, un REY GUERRERO, ERA SU INUSUAL altura.

Eduardo I había conquistado Gales y parecía estar decidido a añadir Escocia a su reino, pero su muerte durante una campaña en julio de 1307 dio a los escoceses un descanso muy necesario. Roberto I se había proclamado rey en febrero de 1306 con el apoyo de los barones escoceses del norte, y el país estaba muy lejos de renunciar a su independencia a pesar de los repetidos ataques de Eduardo I.

Eduardo II fue coronado el 25 de febrero de 1308 en la Abadía de Westminster; tenía apenas 23 años. Su reinado sería un desastre, y la única cualidad que parecía compartir con su padre, un rey guerrero, era su inusual altura. El joven rey no tenía estómago para la guerra y en gran medida ignoró los deseos de su padre de continuar con las campañas en Escocia, lo que permitió al rey Roberto eliminar uno a uno los castillos ingleses en su reino y hacer incursiones regulares en el norte de Inglaterra prácticamente a su gusto. No fue sino hasta 1314 que Eduardo dirigió un ejército a Escocia, motivado por el asedio al castillo de Stirling, que estaba en manos de los ingleses. Las fuerzas de Eduardo superaban en número a las de los escoceses liderados por Roberto I (entre 15 y 20.000 hombres frente a 10.000), pero esta ventaja y la movilidad de los 2.000 soldados de caballería pesada de Eduardo fueron anuladas por la elección de Bruce de un vado estrecho como lugar de la batalla. Así, Eduardo fue derrotado rotundamente en la batalla de Bannockburn el 23 y 24 de junio de 1314, de la que apenas salió con vida. Escocia había reafirmado su independencia, y Roberto continuó atacando el norte de Inglaterra, casi capturando York en 1319.

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Battle of Bannockburn, 1314 CE
Batalla de Bannockburn, 1314
Andrei nacu (Public Domain)

Una Inglaterra dividida

Dejando que los asuntos exteriores se arreglaran por sí solos, Eduardo II pasaba la mayor parte del tiempo con sus frívolos amigos entre las comodidades y atracciones de Londres. Uno de estos conocidos era Piers Gaveston (también conocido como Peter de Gabaston) quien, a pesar de sus humildes orígenes como hijo de un simple caballero, había sido nombrado Conde de Cornualles. Es posible que Eduardo mantuviera una relación homosexual con Gaveston (los historiadores no se ponen de acuerdo en este punto), pero ciertamente su trato especial se manifiesta en la entrega del condado, uno de los terrenos más ricos y un título habitualmente reservado a los hijos de los monarcas reinantes. Fuera cual fuera la relación real entre los dos hombres, Eduardo siguió la tradición y dispuso que su sobrina Margaret de Clare se casara con su amigo especial. Además, el rey se había casado con Isabel (nacida hacia 1289), hija de Felipe IV de Francia (r. 1285-1314), el 25 de enero de 1308, un vínculo diplomático importante y una unión que dio lugar a un heredero, Eduardo, nacido el 13 de noviembre de 1312, y a tres hijos más.

EDUARDO TENÍA UNA FACILIDAD PARA ELEGIR A LOS AMIGOS EQUIVOCADOS Y SUS FRACASOS MILITARES NO ERAN EN ABSOLUTO LO QUE SE ESPERABA DE UN REY MEDIEVAL.

Mientras el rey se ausentaba para casarse con Isabel en Francia, Gaveston actuó como su regente, molestando a casi todo el mundo con su actitud y sus políticas arrogantes y asegurándose de que fuera efectivamente exiliado a Irlanda cuando Eduardo regresó a Inglaterra. Gaveston no permaneció mucho tiempo fuera, pero finalmente fue encarcelado y decapitado en junio de 1312 por Thomas, conde de Lancaster, quien había organizado un círculo de poderosos barones con el propósito específico de librar al reino del molesto conde. Lancaster y sus partidarios también querían limitar formalmente los poderes del rey y reforzar los del Parlamento, un proceso que se inició en septiembre de 1311 con el nombramiento de las 21 Ordenanzas que se encargarían de gestionar la justicia y las finanzas del reino. Los barones también insistieron en que, en lo sucesivo, vetarían los nombramientos reales, que cualquier guerra solo se llevaría a cabo con su consentimiento y que los alguaciles locales dejarían de ser nombrados por la Corona.

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Guerra civil y abdicación

El reino de Eduardo se dividió en dos grupos: los que estaban a favor y los que se oponían a su ineficiente rey. Los primeros estaban liderados por Hugo Despenser, quien había sustituido a Gaveston como favorito (y probablemente amante) del rey, y los segundos por Lancaster. La división llegó a desembocar en una guerra total en la que los monárquicos derrotaron a un ejército rebelde en la batalla de Boroughbridge, en Yorkshire, en marzo de 1322. Eduardo mandó entonces ejecutar a Lancaster (el conde tuvo la mala suerte de contar con un verdugo incompetente que necesitó tres golpes para realizar el acto) y convocó un parlamento en York para eliminar cualquier límite que viera a su poder real. Siguió una persecución y purga de todos los que se consideraban partidarios de Lancaster, pero otro intento de invadir Escocia solo terminó en otra ignominiosa derrota en la que el rey se vio obligado a huir a York para salvar su vida. Eduardo tenía una facilidad para elegir a los amigos equivocados, y sus fracasos militares no eran en absoluto lo que se esperaba de un rey medieval.

Por desgracia para Eduardo, tenía un enemigo más cerca de lo que pensaba. Uno de los líderes antirrealistas, Roger Mortimer (1287-1330), había sido encarcelado en la Torre de Londres por el rey, pero logró escapar en agosto de 1324 gracias a una escalera de cuerda. Mortimer se convertiría en el amante de la esposa de Eduardo, Isabel, quien claramente estaba harta de las infidelidades de su marido. La pareja se instaló en Francia, donde el rey francés Felipe V estaba en guerra con Eduardo por el control de Gascuña desde principios de 1324. Se dice que la reina se vistió de negro y se puso un velo a partir de entonces para demostrar que, aunque su marido aún no estaba muerto, su matrimonio sí lo estaba. Lo más importante es que Isabel tenía con ella al heredero adolescente de Eduardo, que podría ser instalado como un gobernante títere fácilmente manipulable cuando se hubiera deshecho de su marido. Se reclutó un ejército de mercenarios con ese mismo propósito, que desembarcó en Orwell, en Suffolk, Inglaterra, en septiembre-octubre de 1326.

Edward II of England's Capture
La captura de Eduardo II
Unknown Artist (Public Domain)

Eduardo no pudo responder: a pesar de que la pequeña fuerza de invasión constaba de apenas 1500 hombres, sus seguidores lo abandonaron y estaba claro que sus propios barones estaban listos para un cambio. Eduardo huyó primero al sur de Gales mientras Isabel establecía su corte en Gloucester, pero el antiguo rey fue finalmente capturado y confinado primero en el castillo de Kenilworth y luego en el de Berkeley, en Gloucestershire. Eduardo se vio obligado a abdicar formalmente el 24 de enero de 1327. Las excusas dadas por sus captores para justificar su derecho a despojarle de su autoridad divina fueron desde la incompetencia hasta la sodomía. El joven príncipe Eduardo, su hijo, fue declarado rey, y a esto le siguió una purga del círculo de Eduardo II, que incluyó la brutal ejecución de Hugo Despenser, que fue colgado, arrastrado y descuartizado por traidor.

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A pesar de todo, el reinado de Eduardo había cosechado algunos éxitos: las exportaciones a Francia, especialmente de lana, aumentaron considerablemente, mejorando la economía, y el rey fundó el Oriel College de la Universidad de Oxford en 1326. Sin embargo, estas cuestiones eran insignificantes cuando se comparaban con las derrotas en Escocia y los vergonzosos comportamientos de su corte. Uno de los indicadores más claros de la impopularidad del rey fue la afirmación de un curtidor de Exeter en 1318, un tal John Powderham, que se presentó un día en la corte y anunció audazmente que era el rey legítimo, explicando que había sido intercambiado de bebé con Eduardo el impostor. El hecho de que la gente estuviera dispuesta a dar crédito a esta afirmación era un indicio de lo lejos que estaba Eduardo de las expectativas de la gente en cuanto a cómo debía actuar un rey legítimo y qué dotes de gobernante tenían que haber heredado de sus antepasados.

Tomb of Edward II of England
Tumba de Eduardo II de Inglaterra
Chris Gunns (CC BY-SA)

Muerte y sucesor

Eduardo II, con apenas 43 años, fue asesinado el 21 de septiembre de 1327 en lo que se había convertido en su prisión, el torreón del castillo de Berkeley. Las órdenes para la ejecución probablemente vinieron directamente de su esposa Isabel y su consorte Roger Mortimer, que se habían cansado rápidamente de los rumores y las conspiraciones que los partidarios del antiguo rey llevaban a cabo para devolverle el trono. Deseando que pareciera que Eduardo había muerto de muerte natural, se le privó de alimentos, pero aún así se aferró obstinadamente a la vida. El siguiente método empleado -si creemos a los cronistas medievales posteriores- fue más exitoso pero considerablemente más brutal: se introdujo una barra de hierro al rojo vivo en las entrañas del ex rey. Fuera cual fuera el método real de ejecución, Eduardo tuvo al menos un entierro decente en la catedral de Gloucester. El brutal reinado de Eduardo II y su engorroso desenlace serían inmortalizados más tarde en la obra histórica de Christopher Marlowe «Eduardo II» (hacia 1592), que contribuyó a asegurar la infamia duradera del rey como uno de los peores monarcas de la historia de Inglaterra.

A Eduardo le sucedió su hijo Eduardo III de Inglaterra, último integrante del trío que completó el periodo «eduardiano» de la Inglaterra medieval (1272-1377). Eduardo III reinó durante medio siglo, en el que se vengó del asesinato de su padre mandando ejecutar a Roger Mortimer y desterrando a su madre a una vida de confinamiento en Castle Rising, en Norfolk. El nuevo rey reunió a los barones ingleses, hizo contribuciones arquitectónicas duraderas tales como la ampliación del castillo de Windsor, y adquirió, con la ayuda de su hijo (otro Eduardo pero más conocido como el Príncipe Negro), importantes territorios en Francia.

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Sobre el traductor

Emiliano S. Grill
Nacido y criado en Uruguay, Emiliano es un traductor, subtitulador y aficionado a la historia. Le apasionan los idiomas, la lectura y la escritura.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor a tiempo completo. Se interesa especialmente por el arte, la arquitectura y por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones en World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2020, enero 13). Eduardo II de Inglaterra [Edward II of England]. (E. S. Grill, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18604/eduardo-ii-de-inglaterra/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Eduardo II de Inglaterra." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. Última modificación enero 13, 2020. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18604/eduardo-ii-de-inglaterra/.

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Cartwright, Mark. "Eduardo II de Inglaterra." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 13 ene 2020. Web. 15 abr 2024.

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