Las mujeres en la época vikinga

Artículo

Emma Groeneveld
por , traducido por Agustina Cardozo
Publicado el 11 julio 2018
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés, turco

Aunque las mujeres de la época vikinga (c. 790-1100 d.C.) vivían en una sociedad dominada por los hombres, lejos de carecer de poder, dirigían granjas y hogares, eran responsables de la producción textil, se desplazaban fuera de Escandinavia para ayudar a colonizar los territorios vikingos en el extranjero, que se extendían desde Groenlandia, Islandia y las Islas Británicas hasta Rusia, y quizás incluso participaban en el comercio en los escasos centros urbanos. Algunos formaban parte de una rica clase alta, como la señora (quizá una reina) que fue enterrada en el ostentoso entierro en barco de Oseberg en el año 834 d.C., mientras que en el otro extremo del espectro, los esclavos, entre ellos muchas mujeres, fueron tomados de los territorios conquistados durante la expansión vikinga y se integraron en la sociedad vikinga.

Viking Age Clothing
Vestimenta de la época vikinga
Wolfmann (CC BY-SA)

Dado que para reconstruir sus vidas en gran medida dependemos de los entierros, el ajuar funerario que las acompañaba y la ocasional piedra rúnica que las menciona (o que una de ellas había encomendado), sabemos bastante sobre la ropa, las joyas y los objetos personales de las mujeres de la época vikinga, pero mucho menos sobre su "poder" efectivo o el estatus que tenían. Sin embargo, en un paisaje en el que las pequeñas comunidades rurales o incluso las granjas remotas autosuficientes eran la norma, las tareas domésticas que estaban a cargo de las mujeres principalmente, estaban lejos de carecer de importancia. En algunos casos, mientras los hombres estaban dedicándose al comercio, o saqueando monasterios y asustando a los monjes en las costas del norte de Europa, las esposas que se quedaban probablemente asumían el control de la granja durante un tiempo. Además, en los últimos años se ha discutido mucho la posible existencia de mujeres guerreras vikingas (que agregaban gritos agudos de batalla a una escena por lo demás muy barbuda), pero las pruebas son bastante controvertidas y no concluyentes.

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Ropa y joyas

Una de las áreas más claras de la vida de las mujeres en la época vikinga es su ropa y sus joyas. Gracias a los entierros y al ajuar funerario que las acompañaba, sabemos que el atuendo de la mayoría de las mujeres estaba compuesto por dos o tres capas: la primera era una camisa de lino o lana con mangas o un vestido interior que se abrochaba en el cuello con un pequeño broche de disco y que a veces también estaba plisado. Encima llevaban una bata de tirantes o sobrevestido, hechos de una pieza rectangular, generalmente de lana, que envolvía el cuerpo y se sujetaba con tirantes que, en la parte delantera, se sujetaba con dos broches ovalados.

Estos broches ovalados, también conocidos como broches de tortuga, son típicos de la cultura material de la época vikinga, y cuando estos broches aparecen en las tumbas, suele haber un vínculo escandinavo. Su estilo variaba enormemente; se han identificado más de 50 estilos y, como explica Neil Price, "las diferencias pueden reflejar cambios en la moda, pero es más probable que esta enorme diversidad muestre un lenguaje arcano de clase y afiliación regional que ya no podemos entender" (Fitzhugh & Ward, 36). Por otra parte, los broches de caja también podían utilizarse para sujetar chales y similares. Los dos tipos de broches solían ser de bronce y estaban adornados con motivos anudados. Los tipos de tejidos que sujetaban podían variar mucho también, desde la simple lana doméstica hasta la fina seda oriental en centros comerciales como Birka, en Suecia, donde, curiosamente, las distintas calidades de tela estaban a menudo presentes en una misma (rica) tumba.

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Viking Age Oval Brooches
Broches ovalados de la época vikinga
mararie (CC BY-SA)

Además de estos artículos prácticos, las mujeres de la época vikinga también llevaban collares, anillos para el brazo y hebillas de trébol (y broches de trébol, formados por tres "brazos" que sobresalen, adornados con nudos o filigranas). También es frecuente encontrar perlas en sus tumbas.

A cargo del hogar

Aunque existían algunos centros comerciales, los hogares de la época vikinga se encontraban principalmente en núcleos rurales más pequeños y en granjas aisladas, donde se necesitaba un alto grado de autosuficiencia para sobrevivir. Una casa típica de la época vikinga estaba formada por una gran habitación con una estufa central que podía estar acompañada de una lechería, cobertizos, graneros y otros anexos.

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Resignadas en su mayor parte a esta esfera doméstica, Judith Jesch señala que "las mujeres que vivían en zonas rurales en la época vikinga pasaban la mayor parte de su tiempo en el triángulo del byre [establo], la lechería y la vivienda, proporcionando alimentos y ropa a sus familias" (41). Del mismo modo en que los alimentos se debían preparar a partir de su estado no procesado (al contrario de lo que ocurre cuando corremos al supermercado), la producción textil y la posterior confección de ropa eran procesos de elaboración en los que casi todas las mujeres de la época vikinga participaban de un modo u otro. De hecho, los ajuares funerarios más comunes encontrados en las tumbas femeninas de este período son los husos, los peines de lana y los listones para tejer, especialmente en el campo. Otras tareas que no aparecen en el registro arqueológico de forma tan directa, pero que se asocian tradicionalmente a las mujeres, son la crianza de los niños y el cuidado de los enfermos o los ancianos, y también podemos imaginar a las mujeres realizando trabajos ocasionales en la granja o incluso algo de carpintería o marroquinería. No está claro cómo se educaba a los niños y si las niñas recibían un trato diferente al de los niños, aunque las hijas podían ser dadas en matrimonio a una edad apropiada.

Es posible que las mujeres tuvieran bastante control en la gestión del hogar y que estuvieran a cargo de los asuntos mientras sus maridos estaban fuera (o muertos).

Aunque estaban subordinadas a sus maridos, al igual que sus contemporáneos, las mujeres podían tener un buen grado de responsabilidad y tal vez incluso de control sobre el funcionamiento del hogar, como lo simboliza el hecho de que a menudo eran enterradas con llaves, y es probable que en ocasiones se las dejara a cargo de los asuntos mientras sus maridos estaban fuera (o muertos). Anne-Sophie Gräslund ha llegado a sugerir que las granjas eran como empresas, "dirigidas conjuntamente por el marido y la mujer, en las que el trabajo de ambos era de igual importancia aunque diferente y complementario" (Sørensen, 260). Sin embargo, hay que tener en cuenta que las personas que poseían estas granjas (más grandes) y sus tierras adyacentes debían tener medios considerables y probablemente pertenecerían a las clases altas de la sociedad; no son un reflejo automático de toda la sociedad de la época vikinga. Sin embargo, en toda la sociedad vikinga, el matrimonio era una institución fundamental utilizada para crear nuevos lazos de parentesco, también entre los escandinavos y los lugareños de las zonas conquistadas o asentadas, y, en consonancia con la influencia que las mujeres podían ejercer a través de sus maridos, parece que las mujeres solteras tenían perspectivas muy limitadas. Antes de la llegada del cristianismo a toda Escandinavia y a los territorios vikingos en torno al año 1000 d.C., el concubinato (a menudo relacionado con la esclavitud) y los matrimonios plurales se daban al menos entre la realeza.

En general, aunque es difícil opinar sobre el estatus exacto de las amas de casa de la época vikinga, hay que recordar que su papel doméstico era muy importante y, por lo general, no pasaba desapercibido. La inscripción encontrada en una piedra como Hassmyra (Vs 24) (el único verso encontrado en una piedra inscrita en Suecia que conmemora a una mujer) parece confirmarlo:

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El buen agricultor Holmgaut lo hizo levantar en memoria de su esposa Odindis.
Una mejor ama de casa
nunca vendrá
a Hassmyra
para llevar la granja.
Balli el Rojo talló
estas runas.
Era una buena hermana
para Sigmund.

(Jesch, 65)

Posibles comerciantes

En la Escandinavia de la época vikinga había algunos centros comerciales en los que debía haber mucho más ajetreo y en los que las familias debían llevar una vida ligeramente diferente a la de sus homólogos más aislados y rurales. Los mayores centros eran Birka en Suecia, Ribe en Dinamarca, Kaupang en Noruega y Hedeby en el actual norte de Alemania (en el extremo sur de la Dinamarca de la época vikinga). Mientras que en el campo las mujeres solían ser enterradas con torteras, las tumbas femeninas desenterradas en Birka, por ejemplo, contienen agujas, tijeras y pinzas, lo que indica que había costura fina, e incluso pesas, balanzas y monedas de mercaderes.

Viking Age Farm, Avaldsnes, Norway
Granja de la época vikinga, Avaldsnes, Noruega
Mark Voigt (CC BY)

Estas últimas se han encontrado no solo en otros centros urbanos de Escandinavia, sino también en territorios vikingos de la actual Rusia, y se cree que indican que estas mujeres habían sido comerciantes. Sin embargo, relacionar directamente los objetos de las tumbas con las actividades reales en vida es siempre un poco arriesgado, ya que no conocemos las intenciones con las que se enterraron. Judith Jesch advierte con sensatez lo siguiente:

...debemos considerar si los objetos de las tumbas representan realmente la vida anterior de los muertos, o si algunos de ellos no podrían tener de hecho una función más bien simbólica. La presencia de pesos en las tumbas de los niños no significa necesariamente que también se dedicaran a actividades comerciales. (Jesch, 21)

En cambio, como han propuesto otros, una mujer enterrada con pesas y balanzas puede haber pertenecido simplemente a una familia de comerciantes, en lugar de haber sido ella misma una comerciante activa. Como ocurre con muchas cosas relacionadas con las mujeres de la época vikinga, no disponemos de suficiente información para rellenar esos espacios en blanco ni para pintar un cuadro detallado de cómo habría sido exactamente la vida de una mujer urbana de la época vikinga. Sin embargo, las mujeres de los centros comerciales habrían estado sin duda más directamente conectadas con el resto del mundo, no solo a través de las mercancías "exóticas" que llegaban, sino también a través de los visitantes. Esto se ilustra en un relato que describe cómo en el siglo IX d.C. se envió una misión cristiana a Birka y se consiguió convertir a la rica viuda Frideburg y a su hija Catla, que entonces decidieron viajar a la ciudad mercantil frisona de Dorestad.

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La élite

Si algunas mujeres se dedicaban al comercio, es posible que esto las situara en los escalones más altos de la sociedad o, al menos, les diera medios y estatus. Los ricos y poderosos de la época vikinga (un grupo que, obviamente, no era exclusivamente masculino) se asoman a través de la brecha del tiempo y llegan al mundo moderno de varias maneras, como las grandes piedras rúnicas que se erigieron en toda Escandinavia, y los entierros que van desde los simplemente "ricos" hasta los que son tan exagerados que no dejan lugar a dudas sobre la importancia de la persona enterrada.

En el entierro en barco de Oseberg (c. 834 d.C.), que claramente fue de élite, se enterró a dos mujeres en un barco decorado y amueblado lujosamente, acompañadas de una gran cantidad de objetos funerarios de alta calidad.

Las familias ricas solían encargar piedras rúnicas (como es de esperar, grandes piedras cubiertas de runas y ornamentos que suelen erigirse para conmemorar a los muertos), ya que las runas hablaban de sus esfuerzos en vida. No solo se puede imaginar que las mujeres eran importantes dentro de estas familias, sino que algunas piedras fueron encargadas por las propias mujeres (conjuntamente o en solitario), dejando una "impresión de alto nivel social de unas pocas mujeres" (Jesch, 49-50). Las piedras rúnicas también ilustran la importancia de la herencia de una mujer para facilitar la transferencia de riqueza de una familia a otra. Además, se han encontrado algunas tumbas femeninas profusamente amuebladas (e incluso tumbas de barcos) en entornos rurales que insinúan la posibilidad de que allí las mujeres ascendieran a posiciones sociales importantes. En este mismo entorno, ya hemos visto que las mujeres podrían haber acabado dirigiendo la granja en ausencia de sus maridos.

Unas 40 tumbas de Escandinavia y otros países han dado cierta credibilidad a la idea de la existencia de "hechiceras" femeninas a partir de los textos y sagas relacionados con la época vikinga. Seiðr es un tipo de magia chamánica relacionada principalmente con las mujeres en las fuentes, que podrían ser vǫlva (singular: vǫlur): poderosas hechiceras con el poder de ver el futuro y asociadas principalmente a un bastón de hechicería. Se han descubierto objetos similares en entierros de la época vikinga y tienen claras connotaciones simbólicas, quizá incluso (según una interpretación) funcionan como báculos metafóricos utilizados para "hilar" el alma del usuario. Estas tumbas son a menudo ricas en ropas y objetos funerarios e incluyen amuletos, brazaletes, joyas exóticas, piercings faciales, anillos en los dedos de los pies y, en un puñado de tumbas, incluso drogas psicoactivas como el cannabis y el beleño. El papel de estas mujeres en la sociedad sigue siendo un misterio.

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También sabemos de algunos entierros femeninos reales. Judith Jesch, al mencionar el entierro en barco de Oseberg (c. 834 d.C.), en el que dos mujeres fueron enterradas en un barco decorado y amueblado lujosamente, acompañadas de muchos artículos funerarios de alta calidad, explica cómo...

Los pocos entierros claramente de élite que tenemos, como el de Oseberg, no pueden confundirse con otra cosa que los monumentos de personas con un enorme estatus, riqueza y poder. Aunque comparten características con otros entierros de la época vikinga, son realmente excepcionales. (27)

Seguimos sin saber quiénes fueron exactamente estas mujeres en vida (reina y sierva, dos mujeres aristocráticas emparentadas entre sí u otra hipótesis), pero no cabe dudas de que al menos una de ellas era de alto estatus.

Otra mujer de abundantes medios fue Aud la Sabia de finales del siglo IX. Se dice que nació de un jefe noruego residente en las Hébridas y que se casó con un vikingo que vivía en Dublín. Tras la muerte de su marido y de su hijo, asumió el control de la fortuna familiar y dispuso que un barco la llevara a ella y a sus nietas primero a las Orcadas y a las Islas Feroe, para finalmente establecerse en Islandia. Aquí distribuyó tierras entre su séquito, se convirtió en una de las primeras cristianas, y fue recordada como uno de los cuatro colonos más importantes de Islandia.

Oseberg Sleigh
Trineo de Oseberg
Helen Simonsson (CC BY-SA)

Para rematar la categoría de élite, las reinas de la época vikinga existieron, algunas a escala local menor (los grandes reinos escandinavos unificados no se asentaron del todo hasta el final de la época vikinga), y algunas de ellas pueden haber estado muy bien conectadas. Por supuesto, todas las mujeres de la época vikinga pudieron ejercer su influencia a través de sus maridos o hijos; cuanto más importantes eran, más oportunidades podían tener las mujeres a su lado.

Las mujeres como colonas

Tras las incursiones vikingas que se extendieron por el norte de Europa y más allá, surgieron territorios vikingos tan distantes como Groenlandia (e incluso Terranova, en Norteamérica) y Rusia. Naturalmente, era difícil conseguir un asentamiento adecuado sin mujeres, y los entierros femeninos de la época vikinga con sus famosos broches ovalados en todas estas zonas confirman su presencia.

Por un lado, en las primeras oleadas de asaltos y expediciones militares de los vikingos, es difícil imaginarse a las mujeres participando activamente y también es difícil encontrar pruebas de ello, aunque las fuentes anglosajonas y francas de finales del siglo IX d.C. relatan cómo las fuerzas vikingas viajaban con sus mujeres y niños, y los hallazgos arqueológicos en los campamentos de invierno, como el de Torksey (Inglaterra), revelan pruebas de fabricación de tejidos. Sin embargo, no es necesario que estas familias o seguidores del campamento fueran mujeres escandinavas; los ejércitos vikingos hacían incursiones tanto en el continente como en las Islas Británicas y probablemente habrían recogido al menos a algunas de estas mujeres. Tampoco está claro hasta qué punto era común esta situación.

Por otro lado, la claridad llega con las primeras oleadas de asentamientos propiamente dichos (los tiempos variaron según el territorio vikingo): las familias de inmigrantes escandinavos llegaron a las Islas Británicas en fases durante los siglos IX y X d.C., mientras que hacia finales del siglo IX se asentaron en Islandia (y más tarde en Groenlandia y otras zonas). Estas últimas zonas eran totalmente escandinavas (salvo cierta afluencia de esclavos, a menudo mujeres, por ejemplo, tomados de Irlanda), mientras que en las Islas Británicas, así como a través de Rusia, había más espacio para la mezcla con los pueblos ya presentes. En las Orcadas, por ejemplo, el enterramiento del siglo IX o principios del X d.C. de la llamada Mujer de Westness muestra a una mujer nórdica de unos veinte años junto a su hijo recién nacido, enterrada con un ajuar funerario compuesto por un par de broches ovalados de bronce y un broche celta, entre otros. Una rica tumba femenina escandinava en la Isla de Man (la "Dama Pagana de Peel") junto con los c. 30 monumentos rúnicos cristianos que son básicamente cruces celtas con inscripciones rúnicas (incluyendo nombres personales tanto nórdicos como celtas) con ornamentación de estilo escandinavo muestra una imagen aún más fuerte de una comunidad mixta.

Viking Grave, Birka, Sweden
Tumba vikinga, Birka, Suecia
Hjalmar Stolpe (Public Domain)

¿Mujeres guerreras?

Las famosas sagas islandesas del siglo XIII, que relatan historias ambientadas en la primera época vikinga, añaden otra posible capa de profundidad al papel de las mujeres; se las muestra como mujeres fuertes que pasan a la acción, avivan la venganza, se enfrentan a sus maridos o incluso participan en peleas. Sin embargo, estas sagas se compusieron mucho después de la época en que se escribieron, en un contexto diferente, y es demasiado exagerado extrapolar directamente esta imagen de la mujer a la época vikinga actual.

Sin embargo, la "mujer vikinga fuerte" se encuentra en el imaginario popular. Cuando, por ejemplo, Charlotte Hedenstierna-Jonson publicó un artículo titulado A female Viking warrior confirmed by genomics ("Una guerrera vikinga confirmada por la genómica") (2017), el entusiasmo pareció superar la cautela. El estudio habla de una tumba de la época vikinga (Bj 581) encontrada en Birka (Suecia) en el siglo XIX, que contenía un esqueleto junto a varias armas, caballos e incluso un semental; aparentemente los atributos de un guerrero. Los huesos analizados pertenecían a una mujer, a la que posteriormente se denominó "la primera mujer guerrera vikinga de alto rango confirmada" (857) sobre la base de que también había un conjunto de piezas de juego presentes (que los autores equiparan a conocimientos tácticos y estratégicos).

Los críticos han señalado que esta suposición pertenece más al ámbito de la especulación que al de los hechos reales. El esqueleto no presentaba lesiones traumáticas (algo que no cabría esperar de un guerrero activo) ni mostraba signos de actividad física extenuante. Hay que recordar lo difícil que es relacionar el ajuar funerario con la vida real de una persona: ¿podría esta mujer haber sido enterrada con el equipo de este guerrero por otra razón (quizá simbólica)?

Si aparecen más pruebas en este sentido en relación con las mujeres, la historia cambia, pero por el momento, parece que las pruebas arqueológicas e históricas no son suficientes para confirmar que esta mujer de Birka haya sido una guerrera activa. También en este caso, la vida de las mujeres de la época vikinga sigue estando más rodeada de misterio que la de sus homólogos masculinos.

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Bibliografía

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Sobre el traductor

Agustina Cardozo
Agustina es traductora pública (inglés/español), uruguaya, con estudios avanzados de Lingüística. Sus áreas de experiencia como traductora son la traducción biosanitaria y la traducción jurídica. Le interesan la Historia y las humanidades en general.

Sobre el autor

Emma Groeneveld
Emma estudió Historia e Historia de la Antigüedad. Durante su maestría, se centró en Heródoto, así como en la jugosa política de las cortes antiguas, pero más recientemente ha estado inmersa en todo lo relacionado a la prehistoria.

Cita este trabajo

Estilo APA

Groeneveld, E. (2018, julio 11). Las mujeres en la época vikinga [Women in the Viking Age]. (A. Cardozo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1251/las-mujeres-en-la-epoca-vikinga/

Estilo Chicago

Groeneveld, Emma. "Las mujeres en la época vikinga." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. Última modificación julio 11, 2018. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1251/las-mujeres-en-la-epoca-vikinga/.

Estilo MLA

Groeneveld, Emma. "Las mujeres en la época vikinga." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 11 jul 2018. Web. 24 abr 2024.

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