Cneo Pompeyo Magno, también conocido como Pompeyo el Grande, fue un político y líder militar durante el final de la República romana. Nació en 106 a.C. y falleció el 28 de septiembre del año 48 a.C. Su padre fue Cneo Pompeyo Estrabón.
La vida de Pompeyo puede dividirse fácilmente en cuatro etapas: los inicios de su carrera (106-71 a.C.), su consulado hasta el Triunvirato (70-60 a.C.), su posterior carrera en Roma (59-50 a.C.) y la guerra civil (49-48 a.C.).
La carrera militar de Pompeyo comenzó durante las guerras sociales (91-89 a.C.), cuando sirvió en el ejército de su padre en Asculo (89 a.C.). En el año 83 a.C., con el propósito de unirse a Sila, Pompeyo formó un ejército privado compuesto por tres legiones, reclutadas entre los veteranos y clientes que habían servido bajo las órdenes de su padre. Después de esto, fue enviado como propretor (un magistrado designado en lugar de un pretor) a Sicilia y luego a África, con el objetivo de sofocar las disidencias. El 12 de marzo del año 81 a.C., Sila le otorgó un triunfo, a pesar de que Pompeyo era solo un équite y, por tanto, no era oficialmente elegible para dicha distinción. También fue por estas fechas que Pompeyo tomó el nombre Magno, «el Grande», una clara referencia al célebre general macedonio Alejandro Magno. Después de la muerte de su primera esposa, Emilia, Pompeyo se casó con la hijastra de Sila, Mucia Tercia. Al igual que la mayoría de los matrimonios de la época, probablemente fue una maniobra política. A pesar de ello, Sila consideró necesario retirar a Pompeyo de su testamento, debido a que este último apoyó en el año 78 a.C. a Lépido en su candidatura al consulado. Al parecer, al año siguiente Pompeyo aprendió la lección y esta vez dio su apoyo a Quinto Lutacio Cátulo. Este cambio también se debió a que Lépido hablaba entonces de revocar las leyes de Sila. En el 77 a.C., Pompeyo fue enviado como procónsul a España para apoyar en la lucha contra Sertorio. Este último era un opositor de Sila y había estado activo en esa zona desde alrededor de 83 a.C. En el 71 a.C., Pompeyo regresó de allí y acabó con las bandas dispersas de esclavos que habían combatido junto al ya vencido Espartaco. Con esta acción, Pompeyo intentó adjudicarse el mérito de haber puesto fin a la guerra servil, cuando en realidad fue Craso el principal protagonista romano del conflicto. Como resultado de sus victorias, se le concedió un segundo triunfo el 29 de diciembre del 71 a.C.
Del consulado al triunvirato
Para el año 70 a.C., Pompeyo se había convertido en un hombre de experiencia. Sin embargo, no era elegible para el consulado debido a su juventud y a que tampoco había ejercido los cargos de cuestor o pretor, como dictaba el cursus honorum. A pesar de esto, no se aplicaron dichos requisitos y Pompeyo, junto con Craso, fue nombrado cónsul ese mismo año. Tras culminar su consulado, Pompeyo no tomó control de una provincia, como era la costumbre. En vez de eso, la Ley Gabinia del año 67 a.C. le otorgó a Pompeyo el poder y la autoridad de enfrentar y acabar con el problema de la creciente piratería en el mar Mediterráneo, el cual representaba una amenaza al suministro de grano de Roma.
[Q. Lutacio Catulo], hablando en contra de la ley [Gabinia], dijo en una perorata informal que, si bien Pompeyo era un hombre destacado, era demasiado eminente como para que se pudiera estar cómodo en una república libre y que todo el poder no debía concentrarse en manos de un solo hombre.
Pompeyo logró acabar con los piratas del Mediterráneo en un plazo de tres meses.
Pompeyo logró acabar con los piratas del Mediterráneo durante los primeros tres meses de su mando, a pesar de que la Ley Gabinia le otorgaba el comando por tres años. Además, en el año 66 a.C. se aprobó una ley adicional que le concedía el mando del ejército romano contra Mitrídates VI del Ponto. Esta ley da origen al Pro lege Manilia, el primer discurso puramente político de Cicerón, en el que habla a favor de la ley, a pesar de la férrea oposición de las facciones optimates de Roma en ese momento. Tras derrotar a Mitrídates VI, Pompeyo convirtió a Bitinia, Ponto y Siria en provincias romanas; con ello allanó el camino para las posteriores incursiones de Roma en Oriente. En el año 62 a.C., Pompeyo regresó a Italia y disolvió su ejército. Finalmente pudo ingresar a Roma el día de su cumpleaños, el 30 de septiembre del año 61 a.C. Tras su regreso, celebró un triunfo de una fastuosidad nunca antes vista en Roma: duró dos días enteros.
Pompeyo celebró su triunfo en honor a todas sus guerras a la vez, incluidos muchos trofeos bellamente decorados que representaban cada uno de sus logros, incluso los más pequeños; y tras ellos se mostraba uno enorme, adornado con lujosas vestiduras y con una inscripción que declaraba que era un trofeo del mundo habitado. (Dion Casio, Historia romana, 37.21.2)
Se le otorgó un triunfo que superaba en esplendor y magnificencia a cualquiera de los anteriores… duró dos días consecutivos y en el desfile estuvieron representadas muchas naciones: del Ponto, Armenia, Capadocia, Cilicia y toda Siria, además de albanos, heniocos, aqueos de Escitia e iberos orientales. (Apiano, Las guerras mitridáticas, 116)
De entre estos pueblos se capturaron no menos de 1.000 fortalezas y casi 900 ciudades, según las inscripciones; además de 800 naves piratas, mientras que se fundaron 39 ciudades... Sin embargo, lo que más realzó su gloria, algo que jamás había ocurrido a ningún romano, fue que celebró su tercer triunfo por un tercer continente. Si bien otros habían celebrado tres triunfos anteriormente, él celebró el primero por Libia, el segundo por Europa y este último por Asia; de modo que sus tres triunfos parecían abarcar el mundo entero. (Plutarco, Vida de Pompeyo el Grande, 45.1-5)
Sin embargo, no todo salió como Pompeyo esperaba; el Senado negó sus propuestas de concesión de tierras para su ejército disuelto y tampoco ratificó sus asentamientos en Oriente; esta decisión estuvo encabezada por Catón el Joven, bisnieto de Catón el Mayor. Tras el regreso de César de Hispania en el 60 a.C., Pompeyo formó el primer triunvirato (término más moderno que antiguo) junto con César y Craso, quienes fueron, sin lugar a dudas, los políticos más influyentes y poderosos de Roma, especialmente cuando aunaron sus esfuerzos.
El Primer Triunvirato de la República Romana, c. 60-53 a. C.
Simeon Netchev (CC BY-NC-ND)
Etapa final de su carrera
En el año 59 a.C., César, con el apoyo de Craso y Pompeyo, fue nombrado cónsul, lo que permitió a Pompeyo lograr las concesiones de tierras para sus veteranos; esto también posibilitó que se ratificara su propuesta de asentamientos en Oriente. Uno de los eventos más motivados políticamente en la vida de Pompeyo fue divorciarse de su esposa Marcia para casarse con Julia, la hija de César. A pesar de la motivación política de este matrimonio, Pompeyo llegó a amar a Julia, como corroboraron los contemporáneos de la pareja. A pesar de que César le facilitó todo lo que deseaba y del matrimonio político, el éxito de Pompeyo comenzaba a agotarse y, en los años 58-57 a.C., fue atacado por Publio Clodio Pulcro. En el año 57 a.C., Pompeyo logró que Cicerón regresara del exilio y, además, se aseguró el control del suministro de grano de Roma (un cargo muy importante que tenía una duración de cinco años y que le otorgaba imperium proconsular y 15 legados; sin embargo, no se le proporcionó ningún ejército). Cabe destacar el cambio repentino de Pompeyo hacia asuntos públicos y civiles, si se toma en cuenta que él era principalmente un militar; sin embargo, esto podría sugerir que, como general, había transferido sus habilidades logísticas a la organización del suministro de grano. Sin embargo, ese mismo año, Pompeyo no logró restituir a Ptolomeo XII Auletes, el padre de Cleopatra VII, en el trono de Egipto. A pesar de esto, el triunvirato parecía funcionar en ambos sentidos para Pompeyo y, en el año 55 a.C., luego de que el acuerdo entre los tres hombres fuera ratificado en Luca, Pompeyo y Craso fueron nuevamente nombrados cónsules. Un hecho peculiar es que, a pesar de haber recibido dos provincias españolas para gobernar, Pompeyo las dejó a cargo de legados para poder quedarse en Roma. Lo que no deja lugar a dudas es la riqueza que las campañas de Pompeyo le aportaron tanto a él como a Roma; esto se refleja en la creación del Teatro de Pompeyo, justo fuera de Roma, en el Campo de Marte, que fue inaugurado con juegos extravagantes. El teatro en sí también contaba con un templo dedicado a Venus Victrix y una estatua del propio Pompeyo.
Los grabados muestran que, si bien en el pasado los ingresos tributarios a dicho erario estatal ascendían a unos 50.000.000 de dracmas, las conquistas de Pompeyo representaban 85.000.000; los grabados también muestran que Pompeyo añadía al erario estatal 20.000 talentos en monedas acuñadas y en objetos de oro y plata. Esto era sin contar el dinero que le había dado a sus soldados, cada uno de los cuales había recibido al menos 15.000 dracmas. (Plutarco, Vida de Pompeyo el Grande, 45.3-4)
Sin embargo, durante los siguientes dos años el triunvirato comenzó a fragmentarse; primero, Pompeyo rechazó cualquier otra alianza político-matrimonial con Julio César después de que Julia muriera durante el parto en el año 54 a.C., y, tras la muerte de Craso en Partia en el 53 a.C., estos eventos aumentaron las tensiones entre César y Pompeyo, lo cual desataría finalmente la guerra civil. Tras el asesinato de Clodio en el 52 a.C., Pompeyo fue elegido el único cónsul para ese año e incluso recibió el apoyo de Catón. Pompeyo procedió entonces a enjuiciar a Tito Annio Milón y creó una nueva legislación con respecto a la violencia, el soborno y la naturaleza de las magistraturas. Si bien estas acciones quizás no habrían sido vistas con buenos ojos por César, eso no significa que se llevaran a cabo directamente con la intención de agradarle. Sin embargo, cuando Pompeyo incrementó su propio imperium por cinco años más, sacudió de manera sísmica el status quo. Fue por estas fechas cuando Pompeyo se casó con Cornelia, la hija de su aliado político, Quinto Cecilio Metelo Escipión. De la misma manera que su matrimonio con Julia, este era un matrimonio político; sin embargo, no carecía de amor. Hubo pedidos para que Pompeyo ordenara el regreso de César. Esto hizo que Cayo Escribonio Curión pidiera que, o bien ambos hombres dejaran su mando, o ninguno lo hiciera. Cicerón resume brevemente la situación:
Es una lucha entre dos reyes, en la que la derrota ha caído sobre el rey más moderado [Pompeyo], el más recto y honesto, aquel cuya caída significaría que el mismo nombre del pueblo romano tendría que ser borrado. Ahora bien, si obtiene la victoria, la empleará a la manera y ejemplo de Sila. (Cicerón, Cartas a Ático, 10.7.1)
Busto de Pompeyo el Grande
Carole Raddato (CC BY-SA)
La guerra civil
Pompeyo no pudo aceptar esta situación y asumió el mando de los ejércitos de la República en Italia en el año 49 a.C., el año en que César cruzó el río Rubicón y pronunció sus famosas palabras: alea iacta est (la suerte está echada). Luego trasladó su ejército de Brindisi a Macedonia, donde movilizó sus fuerzas. En el año 48 a.C. César llegó y, debido a que las fuerzas de César sobrepasaban las suyas, Pompeyo se retiró cuando César intentó cercarlo en Dirraquio. El siguiente pasaje de Plutarco nos ayuda a entender mejor esta situación: mientras que César ya contaba con un ejército experimentado y endurecido por la guerra, Pompeyo tuvo que movilizar uno desde cero, uno con menos experiencia que el de César:
Cuando algunos decían que no había tropas con las que defender Roma en caso de que César marchara sobre ella, Pompeyo les respondió con calma y una sonrisa en el rostro que no temieran:
—Porque —dijo— en cualquier lugar de Italia donde yo pise el suelo, surgirán ejércitos de infantería y caballería. (Plutarco, Vida de Pompeyo el Grande, 57.5)
El nueve de agosto (la razón por la que tomó esta decisión no está del todo clara), Pompeyo se enfrentó a César en una batalla campal en Farsalia, Tesalia, y sufrió una cruel derrota con enormes pérdidas. César se había convertido en un general formidable, tras haber ganado valiosa experiencia en sus campañas en la Galia. Pompeyo huyó a Egipto, pero fue apuñalado al desembarcar en Alejandría, el 28 de septiembre del año 48 a.C. Con la derrota de Pompeyo y la victoria de Julio César, se cimentaron las bases de la Roma imperial y con ellas se enterró cualquier sentimiento de una Roma democrática.
La sincera creencia en la libertad de Roma había muerto hace mucho tiempo, cuando se permitió que Mario y Sila entraran dentro de las murallas de Roma; pero ahora, con la muerte de Pompeyo, incluso la ilusión de esa creencia ha desaparecido. (Marco Anneo Lucano, Sobre la guerra civil, 9.204–206)
La carrera de Pompeyo fue, hasta cierto punto, la de un típico hombre de Estado romano que surgió hacia el final de la República: el caudillo militar, cuya figura parece tener su origen en las trayectorias de Mario y Sila. Sin embargo, la historia tiende a recordar a Pompeyo como uno de los grandes perdedores, lo cual le resta mérito a los logros que obtuvo en los primeros años de su carrera.
Mi nombre es Carlos Navarro. Soy de la ciudad de Nueva York, donde vivo con mi esposa y nuestra hija de seis años. Siento una profunda pasión por la historia y disfruto explorando los acontecimientos que han dado forma al mundo en el que vivimos hoy.
La principal área de investigación de James es la música de la antigua Grecia, pero también tiene un interés general por la mitología, la religión, el arte y la arqueología. Confiesa ser amante de todo lo helénico, pero no por eso pierde de vista la cultura romana.
Lloyd, J. (2013, enero 27). Pompeyo [Pompey].
(C. W. Navarro, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-550/pompeyo/
Estilo Chicago
Lloyd, James. "Pompeyo."
Traducido por Carlos William Navarro. World History Encyclopedia. Última modificación enero 27, 2013.
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Estilo MLA
Lloyd, James. "Pompeyo."
Traducido por Carlos William Navarro. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 27 ene 2013, https://www.worldhistory.org/pompey/. Web. 14 jul 2025.
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Escrito por James Lloyd, publicado el 27 enero 2013. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.