Tito fue emperador romano desde el 79 al 81 d.C. En el 24 de junio del 79 d.C., Tito Flavio Vespasiano sucedió a su padre Vespasiano (r. 69 - 79 d.C.) como emperador del Imperio romano. Antes de su ascensión al trono, era considerado por muchos como "... impopular y odiado venenosamente", sin embargo, después de convertirse en emperador, "se convirtió en el objeto de amor y adoración universal". Los historiadores consideran como un verdadero misterio el cambio abrupto en la personalidad del nuevo emperador.
Vida Temprana
Tito nació en una "habitación pequeña, lúgubre y de tugurios cerca de la vivienda de siete pisos" en Roma en el 30 de diciembre del 39 d.C., durante el reinado del emperador Calígula (37 - 41 d.C.). El historiador Suetonio, en su Vida de los Doce Césares, describió al adulto Tito de ser tan elegante y digno como musculoso y guapo. Añadió "... la belleza y los talentos que lo habían distinguido de niño se hicieron aún más notables". Su familia no logró una gran prominencia en la política hasta el reinado del emperador Claudio (41 - 54 d.C.) cuando Vespasiano sirvió destacadamente en la invasión de Britania. Este giro en los eventos le permitió a Tito recibir los beneficios de una educación en la corte. Aprendió a escribir poesía tanto en griego como en latín, componer tragedias griegas y tocar el harpa. También se benefició de una amistad cercana con el hijo de Claudio, Británico, y estuvo presente en la muerte por envenenamiento del joven heredero - una muerte arreglada por la intrigante esposa de Claudio, Agripina. De hecho, Tito bebió de la misma copa que Británico, enfermándose él mismo. Suetonio escribió, "Se dice que Tito, quien estaba reclinado en la misma mesa, vació el vaso en simpatía y estuvo gravemente enfermo por algún tiempo". Tito construiría más tarde varias estatuas en memoria de su amigo de la infancia.
Después de completar su educación, el joven Tito sirvió como tribuno militar en Britania y Germania desde el 61 al 63 d.C. Desarrolló una aptitud natural "por el arte de la guerra y la paz, manejaba armas y montaba a caballo tan bien como cualquier hombre viviente". Dejó el ejército temporalmente, desempeñando como abogado en los tribunales "solo porque disfrutaba de la defensa de casos, no porque quisiera hacer una carrera de ello". En este tiempo se casó con su primer esposa (la hija de un antiguo comandante de la Guardia), Arrecina Tértula, quien murió poco después. Su siguiente matrimonio con Marcia Furnila, que produjo una hija, terminó en divorcio (por razones políticas) cuando su familia se opuso a Nerón después de la conspiración de Pisón del 65 d.C. Aunque tomaría una amante, la reina Berenice de la familia real de Judea, nunca se volvió a casar. Cuando la población romana no recibió afectuosamente a la reina, Vespasiano la envió a casa.
Carrera Militar
El regreso de Tito al ejército trajo su nombramiento como comandante de la Legión XV, sirviendo bajo su padre en la Guerra Judía (66 - 73 d.C.). A la muerte del emperador Galba (69 d.C.), trabajó para que su padre llegara al poder. Cuando Vespasiano se convirtió en emperador en el 1 de julio del 69 d.C., después de la muerte del emperador Vitelio, Tito tomó el control de las fuerzas romanas en Judea. Dion Casio escribió en su Historia Romana, "Tito, quien había sido asignado a la guerra contra los judíos, se comprometió a ganarlos mediante ciertas representaciones y promesas, pero como no cedía, procedió a hacerles la guerra".
Si bien pudo haber sido extremadamente popular en el ejército, la población judía, particularmente aquellos en Jerusalén, no sentían demasiado afecto hacia el nuevo comandante romano. Bajo su liderazgo, el ejército asesinó a comunidades enteras. Ordenó la captura de la ciudad santa de Jerusalén la cual fue asediada por dos años, dejando a los habitantes al borde de la inanición. Se crucificaron a miles que intentaron escapar, y sus cuerpos quedaron a la vista de quienes permanecieron tras los muros. En septiembre del 70 d.C., las tropas de Tito entraron finalmente a Jerusalén, masacrando a sus ciudadanos y provocando numerosos incendios. Después la toma de la ciudad, todas sus murallas - con excepción de una - fueron destruidas. Esto sirvió como recordatorio para todos de que ningún muro podría defender contra el ejército romano. La única sección del muro restante se convirtió en el lugar más sagrado de toda Judea - el Muro de las Lamentaciones.
Heredero Aparente
En junio del 71 d.C., Tito regresó a Roma y fue inmediatamente reconocido el aparente heredero de su padre. Como asistente de su padre, dictaba cartas, redactaba edictos, e incluso pronunciaba discursos al Senado romano. En numerosas ocasiones sirvió como cónsul y fue nombrado comandante de la Guardia Pretoriana por su padre ya que, después de la muerte de Galba a manos de la Guardia, Vespasiano reconoció que necesitaba nombrar alguien para el puesto en el que pudiera confiar. Tito usó la posición para remover a cualquier persona que se opusiera a su padre, incluso falsificando documentos y cartas (se sabía que podía copiar la letra de cualquier persona). Incluso invitó a un hombre, Aulo Cecina, a cenar solo para hacerlo apuñalar mientras iba en camino, ya que se consideraba una "necesidad política". Muchos en Roma lo veían como insensible y cruel. "Acciones de este tipo... hicieron a Tito tan profundamente desagradable en ese momento que quizás no otro reclamante indeseado al poder supremo lo hubiera logrado". Suetonio añadió, "Incluso se había profetizado abiertamente que probaría ser un segundo Nerón".
Emperador
En el 24 de junio del 79 d.C., Tito sucedió a su padre como emperador y sorprendió a casi todos, su integridad se convertiría en legendaria. Dion Casio intentó explicar este cambio de carácter: " Esto pudo deberse a que realmente había experimentado un cambio, de hecho, para los hombres es diferente ejercer poder como asistentes de otros a que ejercer autoridad independiente por ellos mismos". A diferencia de muchos de sus predecesores que dependían de información de informantes para suprimir conspiraciones y conjuras, Tito los detestaba, y los azotaba, aporreaba e incluso los vendió como esclavos. Su hermano Domiciano, sin embargo, renovaría la práctica.
A pesar de que su reinado fue corto, se le consideró como "naturalmente bondadoso", y aunque frugal, puso terminar varios proyectos comunitarios, por ejemplo, completando el Anfiteatro Flavio iniciado por su padre y construyendo nuevos baños imperiales. Desafortunadamente, la tragedia golpeó tres veces su reinado poco después de ascender al poder. Primero, el Monte Vesubio en Campania hizo erupción y arrasó las ciudades vecinas de Pompeya y Herculano en agosto del 79 d.C. Inmediatamente, Tito visitó las áreas devastadas, asegurándose que se proporcionara la ayuda necesaria. Sin embargo, mientras estaba fuera viendo la devastación en Pompeya, se produjo un incendio en Roma que duró tres días y tres noches, destruyendo un área desde el Capitolio hasta el Panteón. Más tarde dijo sobre el incendio, "Esto me ha arruinado". Respecto al incendio, Dion Casio negó cualquier posible causa humana, diciendo que fue de "origen divino". Aunque gran parte de la reconstrucción ocurrió bajo Domiciano, Tito realizó la construcción de un nuevo templo de Júpiter Óptimo Máximo. Incluso despojó a su casa de decoraciones y las distribuyó entre los templos y edificios públicos dañados. La última catástrofe en azotar su reino fue una severa plaga. Suetonio escribió, "Tito intentó controlar la plaga por todos los medios imaginables, tanto humanos como divinos - recurriendo a todo tipo de sacrificios y remedios médicos".
En el verano del 81 d.C., salió de Roma con su hermano a los Montes Sabinos donde su familia tenía una villa. Fue ahí donde contrajo una fiebre repentina, probablemente malaria - algunos sospechan de Domiciano de envenenarlo. Su hermano le recomendó un baño de hielo, colocándolo en un cofre lleno de nieve. Después, Domiciano abandonó a su hermano y se apresuró a regresar a Roma donde se sentó esperando reclamar el trono. En el 13 de septiembre del 81 d.C., Tito murió y sus últimas palabras fueron "Solo he cometido un error". Nadie está seguro de su significado - ¿se arrepintió de haberse acostado con la esposa de su hermano (lo cual ella negó) o, como algunos creen, no haber asesinado a su hermano cuando tuvo la oportunidad? Muriendo a la edad de 42 años, después de haber servido por dos años, dos meses y veinte días como emperador, Tito fue posteriormente deificado.