Emperador de Japón

Definición

Mark Cartwright
por , traducido por Emiliano S. Grill
Publicado el 10 julio 2019
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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Emperor Go-Horikawa (by Fujiwara no Tamenobu, Public Domain)
Emperador Go-Horikawa
Fujiwara no Tamenobu (Public Domain)

El emperador de Japón es un cargo de jefe de Estado que tradicionalmente se remonta al siglo VII a.C. y a la figura legendaria del emperador Jinmu, que reinó entre los años 660 y 585 a.C. Los emperadores llegaron a ser conocidos como los Tenno o «soberanos celestiales» en referencia a la creencia generalizada de que descendían directamente de la diosa del sol sintoísta Amaterasu.

A partir del siglo IX d.C., emperadores y emperatrices comenzaron a ser manipulados por oficiales del clan Fujiwara y, en el siglo XII, fueron sustituidos totalmente por caudillos militares como jefes de facto del gobierno. A pesar de la pérdida de poder, la institución del emperador siguió siendo un elemento permanente en la política japonesa, y los gobernantes imperiales continuaron desempeñando una función ceremonial y dando prestigio y legitimidad al gobierno de otros. Los emperadores reaparecieron con la Restauración Meiji de 1868 y, dado que el cargo continúa en la actualidad, se considera la monarquía más longeva del mundo.

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Hijos del Cielo

A partir del siglo VII, los emperadores japoneses empezaron a ser considerados descendientes de los kami o espíritus sintoístas y, por lo tanto, hijos del cielo, como en el modelo imperial chino. Otras ideas importadas de China en aquella época fueron la estructura de la burocracia estatal, la disposición de los palacios y el cambio de nombre de los emperadores fallecidos por un nombre real póstumo.

La estrategia del «gobierno enclaustrado» (insei) permitía a los emperadores apartarse de las intrigas políticas de la capital.

El primer emperador, al menos en la leyenda, se remonta mucho antes del siglo VII: el emperador Jinmu, que subió al trono en el año 660 a.C., es considerado el tataranieto de Amaterasu, la diosa del sol sintoísta y conquistadora de Yamato (prefectura de Nara). Sin embargo, el primer candidato a emperador histórico real suele ser el emperador Sujin, aunque las fechas de su reinado varían enormemente entre el 97 y el 30 a.C., como lo más temprano posible, y el 318 d.C., como lo más tarde. Debido a estas dudas sobre los primeros emperadores, muchos historiadores apuestan ahora por el emperador Kinmei. que gobernó entre los años 539 y 571 d.C., como el primer gobernante del que podemos estar absolutamente seguros tanto en términos de existencia histórica como de fechas de reinado.

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En Japón, el cargo de emperador se heredaba normalmente por línea masculina (aunque el cargo no iba necesariamente al hijo mayor), pero hubo nueve mujeres que lo ostentaron, la primera fue la emperatriz Suiko, entre 592 y 628, y la última la emperatriz Meishō, entre 1629 y 1643. Los emperadores, junto con las familias de la élite aristocrática de Japón en una combinación conocida como kuge, ejercieron el poder en el periodo Nara (710-794) y, en menor medida, en el periodo Heian (794-1185).

Japanese Imperial Regalia
Tesoro imperial japonés
三神器.jpg (Public Domain)

Tesoro imperial

El tesoro imperial de Japón, el shinki, consiste en un espejo, una joya y una espada. Los tres objetos, según el texto más antiguo de Japón, el Kojiki (712 d.C.), pertenecieron a la diosa Amaterasu, que los entregó a su nieto Ninigi, el primer antepasado de la familia imperial, para ayudarle a establecer su gobierno y autoridad sobre el mundo. El espejo, llamado Yata, había sido fabricado por los dioses para tentar a Amaterasu a salir de su cueva cuando había ocultado al sol del mundo. Luego está el Yasakani, una joya fabulosa, origen de la antigua disputa entre Amaterasu y su hermano Susanoo, el dios sintoísta de la tormenta. Por último, la espada, llamada Kusanagi, es la gran espada que Susanoo había arrancado de la cola de un monstruo y entregado a Amaterasu en reconciliación. En la actualidad, los tres objetos se veneran como elementos clave de la historia japonesa y residen en el templo de Atsuta, cerca de Nagoya.

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El gobierno de Fujiwara e Insei

El papel de los emperadores japoneses fue seriamente cuestionado y finalmente manipulado por el poderoso clan Fujiwara que, desde mediados del siglo IX, dominó el gobierno de Japón durante el llamado periodo Heian. Los miembros del clan Fujiwara actuaban como regentes (Sessho) de los emperadores (especialmente de aquellos que accedían al trono siendo menores) y se aseguraban de que sus hijas se casaran con miembros de la familia imperial.

Incluso cuando el emperador alcanzaba la edad adulta, seguía siendo asesorado por un nuevo cargo, el Kampaku, que garantizaba que los Fujiwara mantuvieran su influencia. Para garantizar que esta situación se perpetuara, los nuevos emperadores no eran nombrados por nacimiento, sino por sus patrocinadores, y se les animaba o forzaba a abdicar a los treinta años de edad en favor de un sucesor más joven y más fácil de manipular. En total, hubo 21 regentes Fujiwara desde 804 hasta 1238.

Los Fujiwara no lo hicieron todo a su manera, ya que algunos emperadores se opusieron, sobre todo el emperador Shirakawa, que gobernó de 1073 a 1087. Este emperador intentó reafirmar su independencia abdicando en el año 1087 y permitiendo que su hijo Horikawa reinara bajo su supervisión, para así gobernar desde las sombras, cosa que hizo durante más de tres décadas. A partir de entonces, los emperadores también crearon su propia burocracia de poder (In-no-Cho), similar a la del clan Fujiwara. El In-no-Cho se ocupaba de los derechos fiscales y territoriales relacionados con el trono, y algunos de sus funcionarios incluso trabajaban también en la burocracia gubernamental.

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Esta estrategia de emperadores «retirados» que seguían, de hecho, gobernando, se conoció como «gobierno enclaustrado» (insei), ya que el emperador solía permanecer a puerta cerrada en un monasterio budista. La estrategia del «gobierno enclaustrado», además de escapar a las ceremonias intrascendentes asociadas al trono, también permitía al emperador alejarse de las intrigas políticas de la capital y tener la libertad de rodearse de sus propios asesores y no de los enviados por los Fujiwara.

Una de las consecuencias de que los emperadores concedieran derechos sobre la tierra era que quienes los recibían eran cortesanos y, por tanto, a menudo nunca salían de la capital. Al delegar la gestión de sus haciendas en diputados locales, se produjo un aumento de la independencia de las regiones respecto al gobierno central, lo que a la larga provocó que los caudillos militares explotaran la ausencia de control y privaran al Estado de valiosos ingresos fiscales. El clan Fujiwara tampoco había desaparecido, y acabaría siendo sustituido por clanes similares creados a través del proceso de limpieza dinástica (cuando un emperador o aristócrata tenía demasiados hijos, era eliminado de la línea sucesoria). Así, surgieron dos grupos importantes, los clanes Minamoto (o Genji) y Taira (o Heike), cada uno de los cuales continuó con la política de mantener a los emperadores lo más alejados posible de la toma de decisiones reales en el gobierno. El resultado de esta confusa burocracia y de un gobierno altamente centralizado fue la llegada de los shogunes, los dictadores militares que se harían con el poder político en el periodo medieval de Japón.

Emperor Kammu
Emperador Kanmu
Unknown Artist (Public Domain)

El gobierno imperial

El emperador y su corte tuvieron su sede primero en Nara y después en Heian-kyō (Kioto), donde existía un aparato de gobierno imperial. Por debajo del emperador se encontraban los príncipes imperiales más importantes, que eran cuatro:

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  • Primer Orden (ippon)
  • Segundo Orden (nihon)
  • Tercera Orden (sanbon)
  • Cuarto Orden (shihon)

Por debajo de ellos había 30 funcionarios, todos clasificados por orden, que ostentaban títulos como el de Cuarto Rango Superior (shosji-ijo) hasta el último del montón, el de Primer Rango Inferior (shosho-ige). Estos cargos podían recaer en hombres o mujeres, pero la mayoría estaban dominados por determinadas familias, y el derecho de herencia solía primar sobre la capacidad.

El Gran Palacio Imperial o Daidairi, construido en Heian-kyō (Kioto), ocupaba el 7% de la superficie de la ciudad.

La monarquía japonesa también presidía varios departamentos dentro del gobierno imperial, de nuevo ordenados jerárquicamente. En la cúspide se encontraban el Departamento de Shinto (Jingikan) y el Consejo de Estado (Daijokan). Por debajo de estos había dos ramas: el Consejo de Control de la Izquierda (Ubenkankyoku) y el Consejo de Control de la Derecha (Sabenkankyoku), que supervisaban ministerios subsidiarios como el Ministerio de Ceremonial (Shikibusho), el Ministerio de Guerra (Hyobusho) y el Ministerio del Tesoro (Okurasho).

Los palacios imperiales

Nara fue la capital de Japón entre los años 710 y 784, donde se construyó un extenso palacio real compuesto por dos grandes recintos. El emperador Shomu (que gobernó entre 724 y 749) ampliaría aún más el complejo palaciego. El palacio Heijō, como era conocido, era un recinto amurallado que ocupaba el 5% de la superficie total de la capital. Tenía doce puertas, y en su interior no solo se encontraban las residencias reales y los salones de banquetes, sino también un gran número de edificios gubernamentales y oficinas. Los edificios reales eran de estilo japonés, de madera lisa y tejados de tejas, mientras que los gubernamentales seguían la arquitectura Tang china, con su madera pintada de rojo llamativo y sus tejas verdes.

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Model of Kyoto
Modelo de Kioto
Wikiwikiyarou (Public Domain)

La capital de Japón se trasladó a Heian-kyō en 794, y los emperadores también. Allí se construyó un complejo palaciego rectangular, conocido como el Gran Palacio Imperial o Daidairi. Medía alrededor de 1,2 x 1,4 km (el 7% de la superficie total de la ciudad) y estaba completamente rodeado por una alta muralla de tierra con catorce puertas, la más importante de las cuales era la Puerta del Ave Bermellón. En su interior había 200 estructuras de uno u otro tipo, entre edificios residenciales palaciegos, salones de banquetes, oficinas gubernamentales, almacenes, santuarios sintoístas, pagodas, torres, pasarelas cubiertas, jardines, árboles y arroyos. La arquitectura seguía modelos chinos, y el edificio más grande era el Daigokuden o Gran Salón de Audiencias, que contenía la sala del trono imperial. La enorme estructura, con su tejado de tejas verdes, remates de delfines y pilares bermellón típicos de todos los edificios gubernamentales, medía 53 x 20 m. Quemado por un incendio, fue reconstruido a menor escala y hoy forma parte del santuario de Heian.

Mecenas de las Artes

Los emperadores fueron importantes patrocinadores de las artes y la arquitectura de Japón. Por ejemplo, el emperador Tenmu (r. 672-686) construyó el Yakushiji original en 680, que más tarde se trasladó a Nara, el emperador Shōmu (r. 724-749) fundó el templo Todaiji, terminado en 752, y el emperador Uda (r. 887-897) fundó el templo Ninna-ji en 888.

En 905, Ki no Tsurayuki compiló la antología de poemas Kokinshu siguiendo un decreto del emperador Daigo (r. 897-930). En 1205, Fujiwara no Sadaie recopiló el Shin Kokinshu, otra colección de poesía imperial, esta vez por encargo del emperador retirado Go-Toba (r. 1183-1198). Los emperadores incluso compusieron sus propios poemas, como en este ejemplo del emperador Jomei (r. 629-641) extraído de la antología Manyoshu (hacia el año 759):

Incontables son las montañas

en Yamato

pero perfecta es

la colina celestial de Kagu:

Cuando la escalo

y contemplo mi reino,

Sobre la amplia llanura

las coronas de humo se elevan y se elevan

sobre el ancho mar

las gaviotas alzan el vuelo;

es una tierra hermosa,

Akitsushima,

la Tierra de Yamato.

(Keene, 96)

Desafío de los Shogunes

Los emperadores aún gozaban de cierto poder en el periodo Kamakura (1185-1333), pero para entonces se estaba estableciendo una nueva fuerza política: la clase militar y, en su cúspide, poderosos caudillos, shogunes (dictadores militares) y regentes que comandaban grandes ejércitos para imponer su voluntad. Tras el nombramiento del primer shōgun propiamente dicho, Minamoto no Yoritomo, en 1192, la principal función del emperador fue otorgar el título de shōgun para dotar de mayor legitimidad al titular de ese cargo. La importancia de los emperadores disminuyó aún más tras el establecimiento por parte de la familia Hojo de regentes shogunales y regentes imperiales a partir de 1203. El clan Hojo también comenzó a intrigar en la sucesión de los emperadores e impuso restricciones legales al papel del emperador en el gobierno. Sin embargo, la familia real nunca se descuidó del todo, y algunos shogunes incluso financiaron nuevos palacios y concedieron al emperador grandes riquezas.

Intentos de recuperar el poder

Varios emperadores no estuvieron dispuestos a aceptar la ausencia de un poder imperial real e intentaron restaurar su estatus. El emperador Go-Toba intentó dar un intento de golpe de estado en 1221, la llamada rebelión Jōkyū, que pretendía explotar el malestar causado por el misterioso asesinato del shōgun. Al carecer de los medios militares para desafiar a Hojo Masako, el golpe fracasó y acabó con el exilio del emperador, ya retirado, a las lejanas islas Oki. Allí encontró tiempo y espacio para escribir sus célebres poemas durante los 18 años que le quedaban de vida.

Emperor Go-Daigo
Emperador Go-Daigo
Unknown Artist (Public Domain)

Durante y después de las invasiones mongolas de 1274 y 1281, había un descontento general en Japón por la necesidad de mantenerse en pie de guerra, una situación que el emperador Go-Daigo (emperador entre 1318 y 1339) aprovechó para intentar restaurar la autoridad imperial a como era antes de Minamoto no Yoritomo, quien había establecido el shogunato.

El emperador intentó hacerse con el poder en dos ocasiones, una en 1324 y otra en 1331, pero fracasó ambas veces, lo que lo llevó a ser exiliado. La Restauración Kenmu (1333-1336) marcó su regreso del exilio, cuando intentó conseguir el apoyo de los caudillos disconformes con el shogunato de Kamakura. Encontró un aliado en el comandante del ejército Ashikaga Takauji, enviado en realidad por el shogunato Kamakura en su contra. Takauji atacó Heian-kyō mientras otro caudillo rebelde, Nitta Yoshisada, atacó Kamakura. Tras vencer, Takauji quiso ser el nuevo shōgun, pero Go-Daigo se negó a concederle este título porque no quería volver a una posición de servilismo. Takauji derrotó en batalla a Yoshisada, principal aliado de Go-Daigo, y capturó Heian-kyō en 1336, lo que llevó al antiguo emperador nuevamente al exilio (aunque luego estableció su propia corte en Yoshino, al sur de Heian-kyō). Ashikaga Takauji encontró un emperador más complaciente, Kōmyō, para que actuara como cabeza visible del estado y se convirtió en shōgun en 1338, inaugurando así el shogunato Ashikaga (también conocido como shogunato Muromachi, 1338-1573).

Cortes del Norte y del Sur

La decisión de Go-Daigo de establecer una corte imperial rival en Yoshino significó que ahora había dos emperadores en Japón, un sistema conocido como «Cortes Dobles» o «Cortes del Norte y del Sur» (1337-1392). Las cortes no solo estaban divididas por la geografía, sino también por las líneas imperiales mayor y menor, cada una de las cuales procedía de uno de los dos hermanos emperadores: la rama Jimyōin (descendiente de Go-Fukakusa, que reinó entre 1246 y 1259) y la rama Daikakuji (descendiente de Kameyama, que reinó entre 1259 y 1274). Cada línea había alternado el cargo de emperador durante el shogunato Kamakura (1192-1333). La división entre la Corte del Norte (Hokuchō) y la Corte del Sur (Nanchō), que se prolongó durante los reinados de seis emperadores del norte, no se resolvería hasta 1392, cuando la Corte del Sur dejó de existir tras la promesa, luego incumplida, de volver a alternar emperadores entre las dos líneas.

La Restauración Meiji y los emperadores modernos

La Restauración Meiji (Meiji significa «gobierno ilustrado») comenzó en 1867, cuando el convulso shogunato Tokugawa se enfrentó a un creciente malestar en todo Japón: se culpaba a los shogunes de no hacer frente adecuadamente a la amenaza de potencias extranjeras como Estados Unidos y Gran Bretaña. Incluso se lanzaron consignas populares como sonno joi o «reverencia al Emperador, expulsa a los bárbaros». El último shōgun Tokugawa, Tokugawa Yoshinobu (en el cargo entre 1867 y 1868) dimitió y, al menos en teoría, se devolvieron plenos poderes a los emperadores (aunque el emperador Meiji solo tenía entonces 15 años). El palacio imperial se trasladó a Tokio. A partir de entonces, el emperador fue un monarca constitucional, aunque los militares manipularían el cargo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). El 126º y actual emperador de Japón es Naruhito, que ascendió al trono en 2019 tras la abdicación de su padre.

This content was made possible with generous support from the Great Britain Sasakawa Foundation.

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Sobre el traductor

Emiliano S. Grill
Nacido y criado en Uruguay, Emiliano es un traductor, subtitulador y aficionado a la historia. Le apasionan los idiomas, la lectura y la escritura.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2019, julio 10). Emperador de Japón [Emperor of Japan]. (E. S. Grill, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18372/emperador-de-japon/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Emperador de Japón." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. Última modificación julio 10, 2019. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18372/emperador-de-japon/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Emperador de Japón." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 10 jul 2019. Web. 07 dic 2024.

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