Restauración Meiji

Definición

Graham Squires
por , traducido por Antonio Elduque
Publicado el 29 octubre 2022
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Disponible en otros idiomas: inglés, chino, francés, italiano
Emperor Meiji Moving from Kyoto to Tokyo (by Bibliothèque nationale de France, Public Domain)
El emperador Meiji se traslada de Kioto a Tokio
Bibliothèque nationale de France (Public Domain)

La Restauración Meiji fue un acontecimiento político que tuvo lugar en el Japón en 1868, por el cual la familia Tokugawa, un clan de guerreros que había gobernado el país durante más de 260 años, fue derrocado por un grupo de activistas políticos que proclamaron como objetivo restaurar en el poder a la familia imperial.

Tras derrocar con éxito al shogunato Tokugawa, el emperador Mutsuhito (1852-1912) adoptó el título real Meiji, que significa “gobierno ilustrado”. La Restauración Meiji se considera casi unánimemente como la línea divisoria entre el Japón “tradicional” y el “moderno”. Aunque trajo al poder a un nuevo gobierno que introdujo políticas radicales que alteraron de manera fundamental a la sociedad japonesa, debido a que no se trató de un cambio violento por sí mismo, hubo también una parte importante de continuidad entre el Japón anterior y posterior a la Restauración.

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Las causas de la Restauración Meiji pueden resumirse de la siguiente manera:

  • El sistema bakuhan
  • La amenaza extranjera
  • El crecimiento de la lealtad imperial

El sistema Bakuhan

La primera de las causas a largo plazo puede encontrarse en el sistema político que los Tokugawa impusieron en el Japón tras la batalla de Sekighara, en 1600. En aquella época, los Tokugawa controlaban aproximadamente el 30 % del territorio japonés, y el resto estaba en manos de unas 270 dinastías de daimios. El gobierno militar establecido por los Tokugawa se llamaba bakufu, y las tierras controladas por los daimios se llamaban han. Los historiadores lo denominan el sistema bakuhan. Aunque los Tokugawa implantaron diversas políticas para controlar a los daimios, dentro de sus propios han, podían gobernar más o menos a su gusto. La mayor parte de los han eran más bien pequeños, aunque algunos, como Satsuma y Choshu, eran muy grandes. Eran como países dentro de un país.

Bajo los Tokugawa, Japón experimentó un período excepcional de paz, en el que la economía se expandió y surgió una nueva cultura urbana.

En el siglo XVII, los Tokugawa emprendieron una acción decidida para mantener a raya a los daimios, pero a partir de inicios del siglo XVIII, el sistema se mantuvo en vigor, especialmente debido a la inercia institucional. El sistema político Tokugawa a menudo se describe como feudal, si bien el feudalismo en el Japón medieval era diferente del de Europa en la Edad Media. En esa época Japón experimentó un período excepcional de paz, en el que la economía se expandió, creció la población, se desarrollaron las ciudades, se difundió la alfabetización y la escolarización, y surgió una nueva cultura urbana. Aunque los Tokugawa impusieron una dictadura militar sobre el Japón, es mejor considerar al sistema bakuhan como una especie de federación en la que el equilibrio de poder favorecía a los Tokugawa. A principios del siglo XIX, sin embargo, ese balance se alteró por la amenaza de los países extranjeros.

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La amenaza extranjera

En la década de 1630, una de las medidas que los Tokugawa habían implantado para controlar a los daimios era restringir el contacto con países extranjeros, mediante una política de aislamiento nacional. Los Tokugawa temían que los daimios rebeldes podrían recibir soporte desde el exterior, de manera que limitaron el contacto con Corea y China, y todos los países europeos fueron excluidos, con la excepción de los Países Bajos. Incluso los holandeses estaban limitados a un centro comercial en Nagasaki. Los Tokugawa pudieron adoptar esta política, en parte por la lejanía de Europa y también porque, en el siglo XVII, el nivel tecnológico en Japón y los países extranjeros era similar. Sin embargo, a finales del siglo XVIII, comenzó en Europa la Revolución Industrial. A principios del siglo XIX, barcos europeos con armamento de la era industrial empezaron a aproximarse a Japón solicitando que el país se abriera al comercio exterior. Los Tokugawa rechazaron esas demandas. Sin embargo, en 1839, los británicos ya habían colonizado la India, y la derrota de China en la Guerra del Opio (1839-42) fue una señal para el gobierno japonés de que su país estaba bajo una amenaza real. En respuesta a ella, el bakufu y algunos de los han más grandes se esforzaron por adquirir armas europeas.

Oral Statement by the American Navy Admiral
Declaración verbal del almirante de la armada americana
Unknown Artist (Public Domain)

En 1853, el comandante estadounidense Matthew Perry (1794-1858) navegó hasta el Japón con una flota de “barcos negros” y solicitó que el país abriera sus puertos al comercio. El bakufu se vio obligado a hacer algunas concesiones y, en 1854, aceptó el Tratado de Paz y Amistad entre Japón y Estados Unidos, que abría los puertos de Shimoda y Hakodate a los barcos estadounidenses. Pronto siguieron acuerdos similares con Inglaterra, Rusia y los Países Bajos. El verse obligado a firmar esos tratados ponía de manifiesto la debilidad del gobierno Tokugawa, y sus opositores le acusaron de ser incapaz de defender el país. Esta fue la segunda causa a largo plazo de la restauración.

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El crecimiento de la lealtad imperial

La tercera causa a largo plazo fue el crecimiento de la lealtad imperial. El emperador del Japón había reinado a lo largo de toda la historia del país, pero había habido algunos momentos en los que los emperadores ejercían realmente un poder político. En la antigüedad, el poder estaba sobre todo en manos de la aristocracia de la corte, y más tarde en las de dinastías poderosas de guerreros como los Minamoto y los Ashikaga. Lo mismo sucedió en el período Edo (1603-1868). Ieyasu Tokugawa (1543-1616) hizo que el emperador le nombrara shogun en 1603, lo que le dio derecho a establecer el bakufu. No era más que una ficción política, porque la familia imperial no tenía poder real, y era completamente dependiente del bakufu para su supervivencia. No obstante, era de interés para los Tokugawa mantener el prestigio de la familia imperial porque esta, a su vez, les daba mayor legitimidad.

Algunos empezaron a promover la idea de que el Japón era superior a los países extranjeros por el origen divino de la familia imperial.

En el siglo XVIII, la familia imperial empezó a adquirir influencia por un motivo diferente. Desde mediados del siglo XVII, las ideas chinas neoconfucianas comenzaron a difundirse hacia el Japón. No solamente había conceptos como lealtad y piedad filial que eran importantes en el confucianismo, sino que la tradición confuciana se basaba en el estudio crítico de los textos antiguos. Los textos implicados eran, lógicamente, chinos, pero algunos estudiosos comenzaron a aplicar las mismas técnicas analíticas al estudio de las antiguas obras japonesas, como el Kojiki y el Nihon Shoki. Estos libros contenían relatos de la fundación del antiguo estado japonés por los emperadores, que eran descritos como descendientes de los dioses. La idea de que el Japón era una tierra “divina” se contraponía a la suposición confuciana de que solamente China estaba “civilizada”, y que los países de alrededor, como Corea y Japón, eran “bárbaros”. Algunos empezaron a promover la idea de que el Japón era superior a los países extranjeros por el origen divino de la familia imperial. También defendían que el gobierno por parte de familias guerreras como los Tokugawa era ilegítimo, y que la familia imperial debería gobernar el país directamente. Había un rango muy amplio de pensadores en ese grupo, pero incluía gente vinculada al kokugaku (“aprendizaje nacional” o “nativismo”) y la escuela Mito, así como escritores más independientes como Rai San'yo (1780-1832), cuyo libro Historia no oficial del Japón (1827) pasó a ser muy influyente.

Juntas, esas tres causas a largo plazo condujeron al desarrollo de un movimiento opuesto al gobierno continuo de los Tokugawa y a la apertura del país. Los objetivos de ese movimiento se resumían en el eslogan “reverencia al emperador, expulsa a los bárbaros”, acuñado por Aizawa Seishisai (1782-1863) en su libro Nuevas Tesis (1825).

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Origen regional y de clase de los revolucionarios

Durante el período Edo, los daimios estaban divididos en categorías diferentes según sus vínculos familiares con los Tokugawa. Los que eran vasallos de los Tokugawa con anterioridad a la batalla de Sekigahara eran llamados daimios fudai, mientras que los que no lo habían sido se denominaban daimios tozama. Estos últimos gozaban de menor confianza, y sus territorios eran más bien grandes pero alejados del centro político del Japón. En la primera mitad del siglo XIX, el movimiento antitokugawa se desarrolló principalmente en áreas controladas por daimios tozama:

Choshu (actual Prefectura Yamaguchi)

  • Yoshida Shoin (1830-1859)
  • Yamagata Aritomo (1838-1922)
  • Ito Hirobumi (1841-1909)

Satsuma (Prefectura Kagoshima)

  • Matsukata Masayoshi (1835-1924)
  • Mori Arinori (1847-1889)
  • Saigo Takamori (1828-1877)
  • Okubo Toshimichi (1830-1878)

Hizen (Prefectura Saga)

  • Okuma Shigenobu (1838-1922)

Tosa (Prefectura Kochi)

  • Itagaki Taisuke (1837-1919)
  • Sakamoto Ryoma (1836-1867)

La mayoría de estos activistas provenían de familias de guerreros de bajo nivel, aunque algunos miembros de la nobleza cortesana también desempeñaron un papel importante, como Iwakura Tomomi (1825-1888) y Saionji Kinmochi (1849-1940).

Los últimos años del gobierno Tokugawa

Las últimas décadas del período Edo se denominan período bakumatsu. Baku procede de bakufu, y matsu significa “final”, en japonés. En 1858, el bakufu firmó el Tratado de Amistad y Comercio entre Japón y Estados Unidos, un acuerdo desequilibrado porque incluía una cláusula que establecía unos aranceles bajos para las mercancías importadas y otra que establecía que los extranjeros no estaban sujetos a las leyes japonesas. La importación de productos extranjeros baratos tuvo un impacto negativo sobre la economía japonesa, y la apertura de los puertos hizo crecer la hostilidad hacia los extranjeros. Entre los que defendían el derrocamiento de los Tokugawa había un grupo denominado los shishi, o “guerreros honestos”. Eran extremistas que llevaban a cabo ataques violentos tanto contra extranjeros como contra japoneses que consideraban sus enemigos. Ii Naosuke (1815-1860), el oficial más poderoso del bakufu, intentó suprimir este movimiento con unas severas medidas conocidas como la Purga de Ansei (1860). Muchos fueron arrestados, y algunos ejecutados. Para fortalecer al gobierno, Ii defendió el vínculo de la corte imperial y el bakufu, mediante el matrimonio de la hermana del emperador con el shogun. Sin embargo, en 1860, en un serio revés para el prestigio del bakufu, fue asesinado cerca del Castillo de Edo (Incidente Sakuradamon).

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Sakuradamon Incident
Incidente de Sakuradamon
Unknown Artist (Public Domain)

En 1863, activistas antiextranjeros de Choshu, se hicieron con el control de la corte imperial en Kioto, y el emperador Komei (1831-1867), que también era contrario a la apertura del país, emitió un decreto para “expulsar a los bárbaros”. El bakufu no tenía intención de implementarlo, pero inspiró una serie de ataques contra extranjeros. Unos shishi de Satsuma asesinaron a un mercader extranjero y, en respuesta, los británicos bombardearon Kagoshima. En Choshu, las baterías de costa dispararon contra barcos extranjeros que navegaban por el estrecho de Shimonoseki. Los buques de guerra europeos reaccionaron destruyendo los emplazamientos artilleros. El bakufu lanzó también una expedición de castigo contra Choshu, pero se alcanzó un acuerdo negociado, y se suspendió el ataque.

A partir de esas experiencias, los activistas de Satsuma y Choshu se dieron cuenta de que “expulsar a los bárbaros” era imposible. Para evitar que el Japón se convirtiera en una colonia, era preciso derrocar al bakufu y crear un nuevo gobierno. En 1866, los dos han formaron una alianza secreta, y Satsuma rechazó participar en una segunda campaña del bakufu contra Choshu. En lugar de eso, apoyó a Choshu con el suministro de una gran cantidad de armamento. En otro golpe a su prestigio, el bakufu cayó derrotado.

En noviembre de 1867, el último shogun, Tokugawa Yoshinobu (1837-1913), ofreció ceder pacíficamente el poder al emperador Meiji, que había ascendido al trono tras la muerte del emperador Komei. Sin embargo, elementos de Satsuma y Choshu ya habían decidido derrocar al bakufu por la fuerza. En enero de 1868, se hicieron con el control del palacio imperial de Kioto y promulgaron un edicto restaurando el poder imperial. Esto dio origen a la Guerra Boshin, entre los seguidores de la corte y el bakufu. Las fuerzas del bakufu fueron derrotadas en la batalla de Toba-Fushimi, al sur de Kioto. Un gran ejército imperial rodeó a continuación la ciudad de Edo (la actual Tokio), pero las negociaciones condujeron a la rendición pacífica del Castillo de Edo, lo que evitó el ataque a la ciudad y garantizó la seguridad personal de Yoshinobu. La resistencia contra el nuevo gobierno continuó en el norte del Japón, pero, en junio de 1869, los últimos seguidores del bakufu se rindieron en Hakodate, en Hokkaido, con lo que finalizaron 268 años de gobierno Tokugawa.

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Tokugawa Yoshinobu
Tokugawa Yoshinobu
Tojo Museum of History (Public Domain)

Aunque la Restauración Meiji tuvo consecuencias trascendentales, no fue especialmente violenta. Se cree que, en la Guerra Boshin, fueron movilizados unos 120.000 hombres, de los que murieron 8.200. En contraste, en la Guerra Civil Americana, que tuvo lugar en una época similar, lucharon tres millones de personas y murieron aproximadamente 620.000. El hecho de que la Restauración Meiji no viniera acompañada de un grado elevado de destrucción fue importante, porque significó que el nuevo gobierno Meiji contaba con una base relativamente estable, desde la que lanzar sus reformas.

El significado de la Restauración Meiji

Probablemente, la interpretación más común de los hechos se basa en la teoría de la modernización. Esta teoría se desarrolló en la década de 1950, y clasificaba las sociedades como “tradicionales” o “modernas”. Las sociedades tradicionales se definen como las que tienen economías basadas en la agricultura, socialmente jerárquicas y políticamente despóticas, mientras que las modernas se consideran industriales, igualitarias y democráticas. La modernización es vista como el proceso por el que una sociedad tradicional se convierte en una moderna. En el apogeo de la teoría de la modernización, el Japón del período Meiji se citaba a menudo como un buen ejemplo de este proceso, y la Restauración Meiji era analizada desde esta perspectiva.

Sin embargo, desde la década de 1970, la teoría de la modernización ha sido muy desacreditada. Se había desarrollado en el contexto de la Guerra Fría, como una teoría de desarrollo alternativa al marxismo ofrecido por China y la Unión Soviética. Entre otras cosas, no tiene en cuenta la gran diversidad existente entre las llamadas sociedades tradicionales y las modernas. La teoría de la modernización también incluye un aspecto racial, porque asimila las sociedades modernas a las de Europa y Norteamérica. Por dicho motivo, Japón era visto como una anomalía, un país no occidental que también se convertía en moderno. Para entender la Restauración Meiji, mejor que analizarlo desde una perspectiva teórica, es hacerlo como un evento que tuvo causas y consecuencias que fueron únicas en Japón.

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Preguntas y respuestas

¿Qué fue la Restauración Meiji?

La Restauración Meiji (1868) puso fin al gobierno de los shogunes Tokugawa y restauró el poder de la familia imperial.

¿Cuál fue el motivo de la Restauración Meiji?

Hubo tres causas principales de la Restauración Meiji: el sistema bakuhan implantado por los Tokugawa, las amenazas extranjeras y las demandas de apertura del país por parte de los países industrializados, y el crecimiento de la lealtad imperial.

¿Por qué fue importante la Restauración Meiji?

La Restauración Meiji es considerada de manera casi unánime como la línea divisoria entre el Japón tradicional y el moderno, porque trajo consigo un nuevo gobierno que introdujo políticas radicales que alteraron de manera fundamental a la sociedad japonesa.

Sobre el traductor

Antonio Elduque
Soy doctor en Química y trabajo en el sector biomédico. También licenciado en Humanidades, especialmente aficionado a la Historia. Me gusta traducir porque obliga a una lectura lenta y cuidadosa, buscando el sentido del texto más que el significado de las palabras.

Sobre el autor

Graham Squires
Graham Squires es un Profesor Titular de Estudios Japoneses en la Universidad de Newcastle en Australia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Squires, G. (2022, octubre 29). Restauración Meiji [Meiji Restoration]. (A. Elduque, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-19836/restauracion-meiji/

Estilo Chicago

Squires, Graham. "Restauración Meiji." Traducido por Antonio Elduque. World History Encyclopedia. Última modificación octubre 29, 2022. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-19836/restauracion-meiji/.

Estilo MLA

Squires, Graham. "Restauración Meiji." Traducido por Antonio Elduque. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 29 oct 2022. Web. 25 abr 2024.

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