El cuestor ("el que hace preguntas") era el cargo más antiguo y de más bajo rango en el cursus honorum, o "camino del honor" en la Antigua Roma. Considerado un escalón hacia un cargo superior en el gobierno romano, las funciones del cuestor iban desde la administración de propiedades públicas y la supervisión de tesorerías hasta la recaudación de impuestos y el reclutamiento en las provincias, entre otras tareas.
Al igual que todos los demás magistrados, el oficio de cuestor no era remunerado, dejando el acceso al puesto solo para aquellos que tuvieran una fuente de ingresos alterna. Sin embargo, el puesto servía como puerta de entrada para muchos jóvenes romanos que deseaban una vida en la política. A pesar de que en un inicio la jerarquía era flexible, fue establecida de manera oficial por la lex Villia annalis del año 180 a.C., que fijó la edad mínima para acceder a cada cargo. La disposición sería ratificada más tarde por el comandante y dictador romano Sila, alrededor del año 82 a.C.
El cuestor o cuestores parricidii surgió bajo el gobierno de los reyes y se le otorgaron poderes judiciales: enjuiciar casos de homicidio y actuar como inspector de policía. El puesto continuó existiendo hasta cierto punto en la República romana, pero se desvaneció gradualmente en el siglo II a.C. Durante la época de la República romana, se introdujeron nuevos cargos: el edilsupervisaba los mercados, el censor registraba a los ciudadanos y soldados, el pretor servía como oficial judicial y comandante militar secundario y, por último, el cuestor administraba propiedades públicas y tesorerías.
LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS ingresaban AL SENADO A TRAVÉS DEl oficio de CUESTOR, ya que AUTOMÁTICAMENTE recibían UN LUGAR TRAS SU NOMBRAMIENTO.
En la fundación de la República, solo existían dos cuestores, quaestores aerarii, uno asignado a cada uno de los dos cónsules. Con un personal de escribas, estuvieron a cargo de la tesorería o aerario bajo la supervisión del Senado romano. La tesorería controlaba todos los documentos estatales, tanto financieros como no financieros. El principal tesoro, el aerarium Saturni, se encontraba al pie de la colina Capitolina en Roma.
Aunque había excepciones, la mayoría de las personas ingresaban al Senado romano a través de la oficina del cuestor, recibiendo automáticamente un lugar en el Senado tras su nombramiento. El primer paso en ese camino generalmente se lograba alrededor de los 30 años, como lo establecía la ley, después de haber servido en el ejército romano durante al menos diez años. El siguiente paso era el edil, a la edad de 38 años, que supervisaba el mantenimiento público: las vías romanas, el suministro de alimentos y agua y los juegos. El pretor, al igual que el cónsul, tenía poder imperium y, a la edad de 43 años, ejercía funciones judiciales, tanto en la jurisdicción cívica como la provincial. Después de un largo ascenso, la persona estaba preparada para presentarse como cónsul.
Ampliación de funciones
Después del año 447 a.C., el cuestor era elegido por la asamblea tribal, los comitia tributa. Con la llegada de los plebeyos al poder bajo la autoridad de la Ley de las XII Tablas, se añadieron dos cuestores más, lo que elevó el total a cuatro: dos de los cuestores servían como intendentes de los dos cónsules cuando estaban en el campo, mientras que los otros dos permanecían en Roma para supervisar los asuntos financieros de la tesorería. Bajo Sila (138-78 a.C.), el número de cuestores se incrementó a 20, y para acomodar este incremento, también aumentó el tamaño del Senado.Julio César (100-44 a.C.) elevó el número de cuestores a 40; sin embargo, su hijo adoptivo y sucesor, el emperador romanoAugusto (que reinó de 27 a.C. a 14 d.C.) lo regresó a 20. Sila había reafirmado la edad mínima para que un cuestor fuera de 30 años como lo establecía la ley, pero Augusto la redujo a 25 y transfirió la elección del cuestor al Senado. Otro cambio importante durante los primeros días del Imperio romano fue el nombramiento de dos cuestores Augusti para servir como mensajeros del emperador mientras conservaban sus responsabilidades financieras.
A medida que se añadieron nuevos territorios a la República, fue necesario hacer cambios importantes en los gobiernos provinciales. Cuando Sicilia, Córcega y Cerdeña fueron adquiridas de Cartago después de la Primera Guerra Púnica (264-241 a.C.), se asignó un pretor para ejercer como gobernador, mientras que un cuestor lo acompañaba y supervisó la recaudación de impuestos y reclutaba soldados para servir en el ejército romano. No se proporcionó burocracia provincial adicional. Este concepto serviría de modelo para todos los gobiernos provinciales de la República. Aunque la mayoría de los cuestores solo cumplían un año, un cuestor asignado a un magistrado provincial a menudo cumplía un mínimo de dos años, ocasionalmente tres. Si el magistrado se ausentaba por cualquier motivo, se esperaba que el cuestor asumiera el mando como propretor o enviado del emperador.
Incluso después de finalizar su periodo como cuestor, este permanecía ligado de por vida en la fe (fides) a su antiguo comandante. Sus cuentas financieras podrían utilizarse como prueba en un juicio para recuperar o garantizar una indemnización por la adquisición ilegal de dinero o bienes por parte de un romano. Presidido por un pretor, hacia el año 70 a.C., el jurado estaba compuesto por un tercio de senadores, un tercio de ecuetres y un tercio de tribuni aerarii. En ocasiones, un cuestor podía tener la tentación de procesar a su propio comandante para avanzar en su carrera.
Dos de los estadistas más destacados de la República se distinguieron por sus cuestoriados: Porcio Catón (Catón el Joven, 95-46 a.C.) y Julio César. Catón fue designado para supervisar la tesorería. Antes del periodo de Catón como cuestor (69 a.C.), muchos cuestores descuidaban sus responsabilidades y permitían que sus secretarios/escribanos se hicieran cargo de la documentación y las actividades diarias de la tesorería, pero Catón lo veía de otra manera; su tiempo en el cargo fue visto como una pesadilla. Habiendo estudiado de antemano las obligaciones del cuestor y el propósito de la tesorería, Catón exigió a los escribas que le mostraran sus cuentas, que revisó tenazmente, encontrando errores, algunos cometidos por la ignorancia de un escriba mientras que otros eran deliberados. Encontró deudas sin cobrar y documentos falsificados (incluso decretos senatoriales).
Aunque se consideraba su amigo, Cicerón escribió que la vigilancia de Catón sobre el tesoro fue llevada hasta el punto de la obstinación. Sermoneó sin piedad a los funcionarios sobre la contabilidad incorrecta y descuidada, así como los procedimientos inadecuados, y presentó cargos contra muchos de los nobles romanos que debían dinero al Estado. Los escribas declarados culpables de mala conducta eran despedidos o procesados. Los tribunales se desbordaron con nuevos casos y hubo que nombrar jueces especiales. Bajo su control, aumentó la reputación de eficiencia y equidad de la tesorería.
A diferencia de Catón, César, que resultó ser uno de los jueces que llevaba los casos de Catón, asumió una comisión en el extranjero, en la Hispania Ulterior. César aprovechó su estancia en España para prepararse para su futuro político. Durante su etapa como cuestor, sirvió a las órdenes del gobernador Antistio Veto. Su cargo era tedioso; viajaba de ciudad en ciudad lidiando con pagos de impuestos, dictaminando casos y resolviendo disputas, pero ello le dio la oportunidad de darse a conocer entre los provincianos. Con su nombramiento como cuestor, en el año 67 a.C., César había logrado su primer objetivo importante: un lugar en el Senado.
Otro cuestor destacado fue el estadista, orador y filósofo estoico romano Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.). Al inicio de su carrera, provocó la ira del dictador romano Sila y decidió abandonar Roma para estudiar filosofía en Atenas. En el año 78 a.C. murió Sila, y en el 77 a.C. Cicerón había regresado a Roma con la buena intención de reconstruir su carrera jurídica e iniciar una campaña para presentarse a las elecciones para un cuestorado. En el año 75 a.C., ganó las elecciones y fue uno de los dos cuestores con sede en Sicilia. Adquirida tras la primera guerra púnica, Sicilia era un importante proveedor de grano para Roma. Las funciones de Cicerón incluían calcular el precio del grano y la cantidad y el precio del excedente. En el año 74 a.C., Cicerón regresó a Roma, tras haberse ganado el respeto tanto de los sicilianos como de los romanos y, como en el caso de César, su verdadero objetivo para ser cuestor era la entrada en el Senado. Cicerón creía en la honradez y, según Anthony Everitt en su Cicerón, "Había demostrado su valía como funcionario público. Había podido practicar y perfeccionar sus técnicas de defensa en un entorno más relajado que el Foro" (70).
Los emperadores Augusto y Nerón (que reinó de 54-68 d.C.) destituyeron a los cuestores de sus funciones en la tesorería, aunque el emperador Claudio (que reinó de 41 a 54 d.C.) devolvió temporalmente su número a 20. Nerón los reasignó a la supervisión de los juegos e hizo que sus responsabilidades en Roma fueran asignadas a otros oficiales imperiales. Sin embargo, en las provincias conservaron la mayor parte de sus responsabilidades financieras. Aunque los cuestores adquirieron nuevas funciones en otros lugares, el emperador, así como los dos cónsules, contaban cada uno con dos cuestores Caesaris, elegidos por el emperador, a menudo entre la clase de los patricios.
A finales del Imperio, las funciones del cuestor del emperador crecieron en importancia al convertirse en su portavoz, el quaestor sacri palatii ("cuestor del palacio sagrado"), y ayudar en la redacción de las leyes. Su función también aumentó bajo los emperadores Constantino I el Grande (que reinó de 306 a 337) y Justiniano I (que reinó de 527 a 565), donde se convirtió en jurisconsulto, redactando leyes y respondiendo a peticiones.
Con el paso del tiempo, las funciones del cuestor cambiaron mucho. Se originó a partir de una oficina creada para enjuiciar los homicidios y ,durante la República romana, los cuestores eran responsables de administrar las propiedades públicas, de supervisar las tesorerías y de recaudar impuestos en las provincias. Desde la época de Augusto hasta la de Justiniano, las responsabilidades del cuestor pasaron de ser el custodio de la tesorería a asesorar al emperador.
¿Es el pretor un rango superior a cuestor?
Sí. El cuestor era el rango más bajo del gobierno romano. Los pretores ejercían como funcionarios judiciales, mandos militares secundarios y gobernadores en las provincias.
Es un abogado mexicano que cuenta con experiencia en traducción jurídica y académica. En su labor profesional se ha dedicado mayormente al servicio público, en donde se ha especializado en diversos temas de derecho, gobierno, cultura y derechos humanos.
Donald impartió clases de Historia de la Antigüedad, de la Edad Media y de los Estados Unidos, en el Lincoln College (Normal, Illinois) y desde que comenzó a estudiar sobre Alejandro Magno, siempre ha sido y será un estudiante de historia. Le ilusióna transmitir conocimientos a sus alumnos.
Wasson, D. L. (2023, agosto 23). Cuestor [Quaestor].
(J. Araiza, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11784/cuestor/
Estilo Chicago
Wasson, Donald L.. "Cuestor."
Traducido por Jair Araiza. World History Encyclopedia. Última modificación agosto 23, 2023.
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Wasson, Donald L.. "Cuestor."
Traducido por Jair Araiza. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 23 ago 2023. Web. 07 dic 2024.
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Escrito por Donald L. Wasson, publicado el 23 agosto 2023. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.