La sociedad en la Antigua Grecia

Artículo

Mark Cartwright
por , traducido por Edilsa Sofia Monterrey
Publicado el 15 mayo 2018
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés, griego, persa, ruso, turco, ucraniano

Aunque la sociedad en la Antigua Grecia estaba dominada por el ciudadano varón, con su personalidad jurídica plena (incluido el derecho a voto, el derecho a ocupar cargos públicos y el derecho a ser dueño de propiedades), los grupos sociales que formaban la población de una típica ciudad‑estado griega o polis eran extraordinariamente diversos. Las mujeres, los niños, los inmigrantes (tanto griegos como extranjeros), los obreros y esclavos: todos ellos tenían un papel bien definido, pero había interacción (frecuentemente ilícita) entre las clases y también había algún tipo de movimiento entre los grupos sociales, particularmente en lo que respecta a los hijos de la segunda generación y durante tiempos de estrés tales como guerras.

En términos generales, la sociedad en la Antigua Grecia estaba compuesta por los siguientes grupos:

  • ciudadanos varones – tres grupos: los aristocráticos con tierra (aristoi), los granjeros más pobres (perioikoi) y la clase media (artesanos y comerciantes).
  • obreros semilibres (por ejemplo los heilṓtēs, o sea, los ilotas de Esparta).
  • mujeres – pertenecientes a todos los grupos de sexo masculino antes mencionados pero sin derechos ciudadanos.
  • niños – generalmente aquellos menores de 18 años de edad estaban en esta categoría.
  • esclavos – los douloi quienes tenían deberes civiles o militares.
  • extranjeros – no residentes (xenoi) o extranjeros residentes (metoikoi) quienes en estatus estaban por debajo de los ciudadanos varones.

Demeter & Persephone
Deméter y Perséfone
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

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Clases

Aunque el ciudadano varón tenía de lejos la mejor posición en la sociedad griega, había diferentes clases dentro de este grupo. En la copa de este árbol social estaban «los mejores», los aristoi. Con más dinero que todos los demás, esta clase podía proveerse de armadura, armas y un caballo en tiempos de una campaña militar. Los aristócratas solían separarse en facciones familiares o clanes poderosos que controlaban todas la posiciones importantes en la polis. Su riqueza procedía del hecho de poseer tierras y lo que era más importante, las mejores tierras, esto es, las más fértiles y las más cercanas a la protección que ofrecían las murallas de la ciudad.

Una más pobre, la de los ciudadanos de segunda clase también existía. Estos eran hombres que tenían tierras, pero quizás sus terrenos eran menos productivos y estaban situados en lugares alejados de la ciudad; su propiedad estaba mucho menos protegida que la tierra de primera que estaba cerca de la ciudad propiamente dicha. El terreno estaba tan lejos que los dueños tenían que vivir allá en vez de ir y venir desde la ciudad. Estos ciudadanos eran llamados perioikoi (moradores de los alrededores), o quizás «pies polvorientos», y se agrupaban juntos en pequeñas comunidades pueblerinas, subordinados a la ciudad vecina. A medida que la población de las ciudades crecía y que las herencias se dividían más y más entre los hermanos, esta clase secundaria creció significativamente.

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Un tercer grupo era la clase media, la clase de negocios. Ocupados en la manufactura, los intercambios y el comercio, estos eran los nouveau riche (los nuevos ricos). Sin embargo, los aristoi protegían celosamente sus privilegios y el monopolio político asegurándose de que sólo los terratenientes podían elevarse a posiciones de poder real. Sin embargo, había cierto movimiento entre clases. Algunos podían elevarse por medio de la acumulación de riquezas y de la influencia, mientras que otros podían descender de clase al caer en bancarrota (lo que podía conducir a la pérdida de la ciudadanía y hasta ser esclavizados). La mala salud, la pérdida de una herencia, las revueltas políticas o una guerra también podía resultar en que «los mejores» se empolvaran un poco los pies.

Mujeres

Las ciudadanas tenían menos derechos en comparación con los ciudadanos varones. Sin derecho a voto, ni a ser propietarias de tierras, ni a heredar, el lugar de la mujer era en casa y su propósito en la vida era la crianza de los niños. Se desaconsejaba el contacto con hombres que no fuesen parte de la familia y las mujeres ocupaban su tiempo haciendo actividades en casa tales como trabajos con lana y tejidos. En cierto modo, las mujeres de Esparta tenían un tratamiento diferente a otros Estados. Por ejemplo, tenían que hacer entrenamiento físico (desnudas) como los hombres, se les permitía ser propietarias de tierras y podían tomar vino.

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Greek Peplos Dress
El peplos, vestidura femenina griega
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Las mujeres tenían que casarse siendo vírgenes y el matrimonio solía ser organizado por el padre, quien escogía al esposo y aceptaba que este le diera una dote. Si la mujer era huérfana de padre, entonces sus intereses (prospectos matrimoniales y gestión de la propiedad) eran custodiados por un tutor (kurios), quizás un tío u otro familiar varón. Al casarse a la típica edad de trece o catorce años, el amor tenía poco que ver con la compatibilidad entre el esposo y la esposa. Por supuesto que con el tiempo el amor podía desarrollarse entre la pareja, pero lo mejor que podía esperarse era philia (un sentimiento fraterno de amistad afectuosa); eros, el amor del deseo, había que ir a buscarlo en otra parte, al menos para el hombre. Los matrimonios podían terminarse aduciendo tres causas. La primera y más común era la repudiación por el esposo (apopempsis o ekpempsis). No había necesidad de dar razones, sólo se esperaba que la dote fuera reembolsada. La segunda causa de terminación era cuando la mujer abandonaba el hogar familiar (apoleipsis) y en este caso, el nuevo tutor de la mujer tenía que actuar como su representante legal. Esto, sin embargo, ocurría raramente y como resultado dañaba la reputación de la mujer en la sociedad. La tercera causa de terminación era cuando el padre de la novia pedía que le devolvieran a su hija (aphairesis), probablemente para ofrecérsela a otro hombre con una dote más atractiva. Sin embargo, esta última opción solo era posible si la esposa no había tenido hijos. Si la mujer había quedado viuda, era necesario que se casara con un miembro de la familia cercana para asegurarse de que la propiedad se quedara en la familia.

Las mujeres, por supuesto, también estaban presentes en las otras clases no ciudadanas. El grupo del cual tenemos más información es aquel de las trabajadoras sexuales. Aquí las mujeres estaban divididas en dos categorías. La primera y quizás la más común era la de las prostitutas de burdel (pornē). La segunda era la prostituta de la clase alta (hetaira). Estas últimas estudiaban música y cultura; además solían formar relaciones de larga duración con hombres casados. También era esta clase de mujeres la que entretenía a los hombres (en todos los sentidos) en el célebre simposio.

Niños y adolescentes

Los hijos de los ciudadanos iban a la escuela donde el currículo incluía lectura, escritura y matemáticas. Cuando dominaban estas materias básicas, los estudios pasaban a la literatura (Homero, por ejemplo), la poesía y la música (especialmente la lira). El atletismo también era un elemento esencial en la educación de una persona joven. En Esparta, los niños de tan solo siete años se agrupaban juntos bajo el liderazgo de un joven de más edad para que se endurecieran por medio de entrenamiento físico riguroso. En Atenas, los ciudadanos adultos jóvenes (de entre 18 y 20 años) tenían que brindar servicio cívico y militar y su educación continuaba con lecciones en política, retórica y cultura. Las niñas también se educaban de manera similar a la de los niños, pero con un mayor énfasis en la danza, la gimnasia y los logros musicales de los cuales podían hacer alarde en competiciones musicales, en ceremonias y en festivales religiosos. El objetivo principal de la educación de una niña era prepararla para su papel en la crianza de una familia.

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Child's Commode
Ejemplar de un inodoro infantil
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Una parte importante de la educación de los jóvenes griegos tenía que ver con pederastia (con niños y niñas). Esta era una relación entre un adulto y un adolescente que incluía relaciones sexuales, pero además de la relación física, el adulto actuaba como mentor del joven y lo educaba por medio de su práctica y experiencia del mundo.

Obreros

La sociedad griega incluía una proporción significativamente más alta de obreros que de esclavos. Estos eran trabajadores semilibres, totalmente dependientes de sus patronos. El ejemplo más famoso es la clase de los heilṓtēs (los ilotas) de Esparta. Estos dependientes no eran propiedad de ningún ciudadano particular (no podían venderse como se vende un esclavo) y solían vivir con sus familias. En general, hacían arreglos con sus patronos, tales como darle una cantidad de su producción al dueño de la granja y quedarse ellos mismos con el resto. Algunas veces la cuota requerida podía ser alta o baja y podría haber beneficios adicionales para los siervos tales como protección y seguridad del grupo. Sin embargo, la clase de los siervos o ilotas nunca podía alcanzar seguridad real porque a ellos se les daba poco o ningún estatus legal y eran muy mal tratados, hasta los mataban en las purgas regulares (especialmente en Esparta) para infundirles miedo, lo que aseguraría su continua subordinación a la clase gobernante. En algunos períodos tales como guerras, los ilotas tenían que servir en el Ejército y cuando peleaban bien hasta podían escaparse de su destino y unirse a los grupos sociales intermediarios que existían por debajo del nivel de ciudadanía plena e incluía tales individuos como niños con padres de estatus mixto (por ejemplo padre ciudadano y madre ilota).

Esclavos

En la sociedad griega, los esclavos se veían como una parte necesaria y perfectamente normal de la vida urbana. Adquiridos como consecuencia de guerras y conquistas, capturas y ventas, los esclavos estaban simplemente entre los perdedores de la vida. Hasta había argumentos intelectuales de filósofos tales como Aristóteles, quien presentaba la idea de que podía demostrarse que los esclavos eran inferiores, un producto de su entorno y de sus características heredadas. Los griegos estaban persuadidos de que ellos eran quienes tenían el mejor ambiente y las mejores características y el más puro linaje y por ello habían nacido para gobernar.

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Red-figure Tondo Depicting a Youth
Tondo con figura roja representando a un joven
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Es imposible decir con certeza la cantidad de esclavos (douloi) que había en la sociedad griega ni el porcentaje de la población que representaban. Sería poco probable, dado el costo, que cada uno de los ciudadanos tuviera su propio esclavo, pero sin duda, algunos ciudadanos eran dueños de muchos esclavos. Por lo tanto, las estimaciones de la población esclavizada en el mundo griego varían entre el 15% y el 40% de la población total. Sin embargo, un discurso de la defensa hecho en la corte de Atenas por Lisias y las alusiones hechas por otros oradores tales como Demóstenes sugieren vivamente que aunque cada ciudadano no tuviese un esclavo, ciertamente los deseaban y que ser dueño de esclavos era considerado como una medida del estatus social. Los esclavos no sólo eran la propiedad de individuos privados, sino también del Estado, que los utilizaba en proyectos municipales tales como en la minería o, como en el caso de Atenas, en la policía.

La relación entre los esclavos y sus dueños parece ser similar a la de cualquier otro período histórico, con una mezcla de desprecio, desconfianza y abuso por parte de los patronos y de desprecio, robo y sabotaje por parte de los esclavizados. Las fuentes del material de referencia siempre dan el punto de vista del dueño de esclavos, pero hay referencias en literatura, particularmente en la comedia griega, de amistad y de lealtad en al menos algunas relaciones entre dueños y esclavos. Mientras que las piezas de teatro griegas suelen referirse a la flagelación, también hay tratados escritos que elogian los beneficios de la bondad y de los incentivos en la gestión de esclavos.

Los esclavos trabajaban en todos los ámbitos y se han identificado más de 200 ocupaciones. Estas incluyen trabajos domésticos, en la agricultura, en talleres industriales (por ejemplo en la de los escudos, la ropa y los perfumes), en la minería, el transporte, en las ventas al por menor, en la banca, en el entretenimiento, en las fuerzas armadas como asistentes o ayudantes de sus dueños o como portadores de equipaje, como remeros en las naves de la Marina y hasta como combatientes. Las granjas eran generalmente pequeños negocios y aun los más ricos solían tener varias granjas pequeñas en vez de una propiedad grande; por consiguiente, los esclavos no estaban concentrados en grupos grandes como lo estuvieron en sociedades antiguas posteriores.

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Symposiast & Hetaira
Simposiasta y hetaira
Sebastià Giralt (CC BY-NC-SA)

Para los esclavos había, al menos para algunos, una luz de esperanza de que un día alcanzaran la libertad. Hubo casos en que los esclavos, particularmente aquellos que trabajaban en la manufactura e industria, que vivían separados de sus dueños y a quienes se les daba una cierta independencia económica, podían pagar por su libertad con el dinero que habían ahorrado. También el Estado les daba la libertad a esclavos en el Ejército después de que hubieran realizado una proeza victoriosa.

Extranjeros

Aparte de los esclavos, la mayoría de las poleis griegas tendrían un número de extranjeros libres (xenoi) quienes habían decidido reubicarse desde otras áreas de Grecia, del Mediterráneo y del Oriente Próximo, y que llevaban consigo habilidades tales como la alfarería y la metalurgia. Normalmente, estos extranjeros debían registrar su residencia y así se convirtieron en una clase reconocida (con un estatus más bajo que el de los ciudadanos de pleno derecho), a los cuales llamaron metecas (metoikoi). A cambio de los beneficios de ser ciudadano «huésped» necesitaban tener un patrocinador local, pagar los impuestos locales, a veces pagar impuestos adicionales, contribuir a los costos de festivales menores y hasta participar en campañas militares cuando fuese necesario. A pesar de las sospechas y prejuicios contra los extranjeros «bárbaros» que suelen aparecer en las fuentes literarias, hay casos en que los metoikoi llegaron de hecho a convertirse en ciudadanos de pleno derecho después de haber presentado una muestra de lealtad apropiada y contribuido al bien del Estado receptor. Entonces, ellos recibían el mismo estatus para el pago de impuestos y el derecho a tener propiedades y tierras. También sus hijos podían convertirse en ciudadanos. Sin embargo, algunos Estados, en particular Esparta, en ciertos tiempos disuadían activamente la inmigración y periódicamente expulsaban a los xenoi. La relación entre los extranjeros y los ciudadanos locales parece ser una relación tensa, particularmente en tiempos de guerra y de dificultad económica.

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Sobre el traductor

Edilsa Sofia Monterrey
Edilsa Sofía es una antigua diplomática y educadora, especialmente interesada en las Artes y los asuntos culturales. Además de otros grados, tiene una maestría en traducción literaria.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor a tiempo completo. Se interesa especialmente por el arte, la arquitectura y por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones en World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2018, mayo 15). La sociedad en la Antigua Grecia [Ancient Greek Society]. (E. S. Monterrey, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-483/la-sociedad-en-la-antigua-grecia/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "La sociedad en la Antigua Grecia." Traducido por Edilsa Sofia Monterrey. World History Encyclopedia. Última modificación mayo 15, 2018. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-483/la-sociedad-en-la-antigua-grecia/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "La sociedad en la Antigua Grecia." Traducido por Edilsa Sofia Monterrey. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 15 may 2018. Web. 26 abr 2024.

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