Sófocles

Sófocles de Colono (en torno a 496 - en torno a 406 a.C.) fue uno de los dramaturgos más famosos y celebrados de la antigua Grecia, y entre las obras que se conservan de él, escritas a lo largo del siglo V a.C., se encuentran clásicos como Edipo Rey, Antígona y Las traquinias.

Como ocurre con otras obras de teatro griegas, el trabajo de Sófocles no es solo un registro del teatro griego, sino que también nos proporciona una imagen inestimable de muchos de los aspectos políticos y sociales de la antigua Grecia, desde las relaciones familiares hasta los detalles de la religión griega. Además, las innovaciones de Sófocles en la presentación del teatro conformarían las bases de todas las representaciones occidentales futuras, y sus obras se siguen representando hoy en día en los teatros de todo el mundo.

Los tres grandes trágicos griegos eran Esquilo (entre en torno a 525 y 456 a.C.), Eurípides (en torno a 484 - 407 a.C.) y Sófocles. Sus obras al principio se solían representar en grupos de tres (sin ser necesariamente trilogías) en festivales religiosos como las competiciones de los festivales de Dioniso, especialmente en las Dionisias Urbanas de Atenas. Las obras a menudo se representaban otra vez en teatros menores por toda Grecia, y las mejores se distribuían por escrito para su lectura pública, se guardaban como documentos de estado oficiales para la posteridad, y se estudiaban como parte de la educación griega.

Su vida

Sófocles tuvo una carrera excepcionalmente larga. Participó en su primera competición en 468 a.C., y la última (mientras estaba vivo) fue en 406 a.C. cuando tenía 90 años. Era claramente un admirador de sus compañeros dramaturgos, e incluso vistió a los actores y al coro de su última obra de luto, para honrar la muerte de Eurípides en 407 a.C. Sófocles ganó al menos 20 competiciones en festivales, incluidas 18 en las Dionisias Urbanas. En muchas de ellas también acabó en el segundo puesto y nunca vivió la ignominia de acabar tercero o último en las competiciones. Por lo tanto, Sófocles fue, al menos en cuanto a victorias, el más exitoso de los tres grandes trágicos.

De niño, Sófocles había sido el bailarín principal en los festejos de celebración de la victoria contra los persas en 479 a.C. A comienzos de su carrera incluso actuaba en sus propias obras, pero debido a su voz débil se acabó contentando con ser solamente el escritor. Parece ser que, sin duda basándose en su experiencia práctica en la actuación, tenía un actor principal favorito, un tal Tlepólemo. En cuanto al carácter de Sófocles, podemos encontrar pistas en Aristófanes, el gran escritor de comedias griego, que describe a su coetáneo como alguien "fácil de tratar" y "relajado".

En la vida fuera del teatro, Sófocles también era un miembro activo de la polis ateniense. Fue tesorero del estado (hellenotamiai) entre 443 y 442 a.C. y un general, junto con Pericles, involucrado en poner fin a la revuelta de Samos en torno a 441 a.C. En 413 a.C. formó parte del concilio de diez hombres (el probouloi) que se convocó para lidiar con la crisis de la expedición siciliana fallida de Atenas contra Siracusa. Ya de mayor, el dramaturgo se vio envuelto en una batalla legal con su hijo, que afirmaba que su padre estaba senil y quería conseguir la herencia y el control de la propiedad familiar. Sabemos que Sófocles era un individuo devoto, y que de hecho era un sacerdote en el culto al héroe Halon. Tras su muerte, el propio trágico fue venerado con su propio culto, cambiándole el nombre a Dexio.

Enfoque e innovaciones

Sófocles fue alguien tremendamente popular en su propia época, y también era un dramaturgo innovador, ya que añadió un tercer actor al formato de la obra trágica y fue el primero en utilizar decorados pintados (que sugiriesen, por ejemplo, una escena rural), incluso cambiando a veces el decorado durante la obra. El empleo de tres actores, que interpretarían varios papeles y llevarían máscaras, fue un avance muy importante, dado que desde ese momento era posible crear tramas mucho más sofisticadas. Por lo tanto, Sófocles se sitúa entre Esquilo, que es anterior, y Eurípides, que es posterior. Sófocles estaba más interesado en la acción realista que sus predecesores, pero mantuvo el segmento del coro (un grupo de hasta 15 actores que cantaban en vez de hablar) como un miembro del reparto más activo que sus sucesores. Para Sófocles, el coro se convirtió en un protagonista y un comentarista de los sucesos de la obra, creando así una relación más estrecha con el público.

Sófocles también usaba muy bien la metáfora teatral, como por ejemplo la ceguera en las obras de Edipo y la bestialidad en Las traquinias. En general su obra buscaba provocar y perturbar a la audiencia de su rápida aceptación de lo que es "normal" y lo que no, forzándolos, a través de sus personajes, a hacer elecciones difíciles o incluso imposibles. Otras técnicas que usaba para transmitir el sentido y el énfasis eran las entradas y salidas dramáticas de los actores y el uso repetido de objetos de atrezo importantes como la urna en Electra y la espada en Áyax. Por último, también vemos más innovación en el propio lenguaje usado por Sófocles. Un lenguaje rico, con muchas fórmulas, pero flexible gracias a las frases que se saltan de línea y a la inclusión de segmentos de un habla más "natural", y el uso poco común de pausas da como resultado un mayor ritmo, fluidez y tensión dramática en la obra de Sófocles que en las de sus contemporáneos.

Las obras de Sófocles, al igual que las de sus contemporáneos, se alimentaban de las historias clásicas de la mitología griega. Esa era la convención de la tragedia (tragōida),y la familiaridad que tenía el público con la historia y el decorado le permitía al escritor centrarse en elementos específicos e interpretarlos de una manera novedosa. A menudo Sófocles no se preocupa tanto con lo que ha ocurrido, porque el público ya sabe lo que es, sino con cómo han ocurrido estos acontecimientos. Otra característica típica es que entre los personajes principales suele haber una figura heroica con habilidades excepcionales cuya arrogancia y orgullo aseguran un final trágico.

Una de sus obras más famosas es Antígona, en la que el personaje principal paga con su vida haber enterrado a su hermano Polínices en contra de los deseos del rey Creonte de Tebas. Es la situación clásica de la tragedia: el derecho político de negarle los ritos funerarios al traidor Polínices se contrapone al derecho moral de una hermana que quiere que su hermano descanse en paz. Un tema siempre presente en la obra de Sófocles es el de un derecho enfrentado a otro y que los personajes se equivocan en su interpretación de los hechos. Tan solo cuando ocurre la tragedia, cuando de hecho ya es demasiado tarde, es cuando los personajes descubren o entienden la verdad.

Las obras de Sófocles

Sabemos que Sófocles escribió unas 120 obras en total, pero no han sobrevivido más que fragmentos de ellas. Hay una parte importante de la sátira Los buscadores que ha sobrevivido, pero en muchos casos tan solo nos quedan unas pocas líneas tras el paso del tiempo. Las siete tragedias de Sófocles que se conservan completas son:

• Antígona (en torno a 442 a.C.), sobre una mujer dividida entre el deber público y privado.
• Edipo rey (429 - 420 a.C.), sobre el famoso rey que quería a su madre más de lo debido.
• Filoctetes (409 a.C.), sobre cómo Odiseo convence al héroe de participar en la guerra de Troya.
• Edipo en Colono (401 a.C.), la última parte de la trilogía de Edipo.
• Áyax (fecha desconocida) sobre el héroe de la guerra de Troya y su orgullo herido.
• Electra (fecha desconocida), sobre dos hermanos que vengan el asesinato de su padre.
• Las Traquinias (fecha desconocida) sobre la esposa de Hércules y su intento fallido de recuperar el afecto de su esposo.

A continuación, tenemos una selección de las obras de Sófocles:

Puesta en escena trágica:

Coro
¿Estoy confundido, o acaso oigo un lamento proveniente de la casa? ¿Qué estoy diciendo? Alguien está llorando quedamente, con pena, y hay problemas nuevos en la casa. Mira cuan tristemente, y con qué neblina en los ojos, la mujer mayor se nos acerca para decirnos algo.
(863-870, Las Traquinias)

Cómo es difícil controlar la pasión y que, si no se controla, puede llevar a la tragedia:

Cualquiera que se enfrente a Eros como un boxeador es un idiota; porque a mí me gobierna.
(440-441, Las Traquinias)

Que pase lo que pase, a menudo uno solo se puede culpar a sí mismo:

Coro
Eres tú, de destino lamentable, el que lo ha elegido así. No te viene esta desgracia de nadie más poderoso, porque cuando has podido mostrar buen sentido, elegiste el peor destino en vez de el mejor.
(1095-1100, Filoctetes)

Un cuento con moraleja:

Coro
El buen sentido es sin duda la parte principal de la dicha, y no debemos ser impíos contra los dioses. Las grandes palabras de los fanfarrones siempre se castigan con grandes golpes, y al envejecer les enseñan sabiduría.
(1348-1353, los últimos versos de Antígona)

Que al final tenemos que aceptar el destino que nos toca:

Coro
¡Venid, dejad de lamentaros y no provoquéis más el llanto! Porque, de todos modos, esto siempre se mantiene.
(1777-1779, los últimos versos de Edipo en Colono)

Conclusión

Así que Sófocles no solo nos ha dado varias obras maestras de la literatura, sino que gracias a sus innovaciones también ayudó a establecer la fórmula estándar de la tragedia griega, que junto con la comedia griega definiría las bases de todo el teatro occidental durante milenios. La obra de Sófocles también ha escapado los límites del teatro y ha provocado la discusión y las reacciones en otros campos, principalmente la psicología y la obra de Sigmund Freud, lo que puede que sea testimonio de la profundidad y la dificultad de interpretación de las obras de este gran maestro griego.