Antígona

Definición

Donald L. Wasson
por , traducido por Rosa Maria Barquin
Publicado el 05 abril 2018
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés
Antigone with Polynices' Body (by VladoubidoOo, CC BY-SA)
Antígona con el cadáver de Polinices
VladoubidoOo (CC BY-SA)

Antígona fue la tercera obra de la trilogía de Edipo escrita por el gran dramaturgo griego Sófocles (en torno a 496-en torno a 406 a.C.). Se produjo alrededor del año 441 a.C. y recibió el primer premio en las Dionisias; la tragedia realmente se escribió mucho antes de Edipo Rey y Edipo en Colono. Durante la obra, Antígona regresa a Tebas tras la muerte de su padre Edipo. Sus hermanos Polinices y Eteocles han muerto en la guerra entre Argos y Tebas. Creonte, el tío de Antígona, ha asumido el liderazgo de Tebas y por decreto rechaza garantizar al traidor Polinices un entierro adecuado. Antígona decide desobedecer a Creonte y entierra ella misma a su hermano. Tras haber violado la orden de Creonte, se la lleva a prisión para morir allí, donde finalmente se ahorca. Hemón, su prometido e hijo de Creonte, se une a ella, quitándose la vida. Finalmente, un profeta convence a Creonte para que cambie de opinión, pero es ya demasiado tarde para salvar a su hijo o a Antígona. Su esposa Eurídice se suicida, culpando a Creonte por la muerte de su hijo. Al final, Creonte se queda solo.

Sófocles

Sófocles nació alrededor del 496/5 a.C. de una familia rica de Colono, una demo (municipalidad) cerca del centro de Atenas. A diferencia de muchos de sus colegas dramaturgos, él era activo en la política ateniense, y sirvió como tesorero y general en 441-440 a.C. con el estadista Pericles. Más tarde, se convirtió en miembro de un grupo selecto de magistrados a quienes se les asignó la tarea de reorganizar las finanzas y los asuntos domésticos después de la desastrosa derrota de Atenas en Siracusa (412-411 a.C.). Tuvo dos hijos que llegaron a ser dramaturgos menores; Iofonte de su esposa Nicóstrata y Aristón de su meretriz Teóride. Sófocles escribió aproximadamente hasta el día de su muerte e Iofonte presentó a concurso su obra final de la trilogía tebana, Edipo en Colono, en 401 a.C. Sófocles recibió dieciocho victorias en concursos de Dionisias, más que Esquilo y Eurípides juntos. Aunque era activo en los círculos políticos atenienses, sus obras rara vez contienen referencias a acontecimientos o temas de la época, lo que dificulta la datación de dichas obras. Desafortunadamente, de sus 120 obras, solo han sobrevivido siete.

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Bust of Sophocles
Busto de Sófocles
Jade Koekoe (CC BY-NC-SA)

Según Edith Hamilton en su libro The Greek Way (A la manera griega), en la época de Sófocles, la “corriente de vida” (196) que había existido unos cuantos años antes durante la época de Esquilo había terminado ya. Atenas estaba en declive. Hamilton creía que Sófocles percibía la vida como dura. El siempre conservador dramaturgo, incluso en cuestiones religiosas, seguía creyendo en su amada ciudad y en sus leyes, siempre en defensa del orden establecido. Para Hamilton, él personificaba todo lo que conocemos como griego. Sófocles era “directo, lúcido, sencillo y sensato” (199).

El mito y los personajes

Al igual que muchas obras basadas en mitos griegos, la audiencia estaba familiarizada tanto con el relato como con sus personajes. En Antígona, es esencial la comprensión de que lo importante de la historia es el regreso de Antígona a Tebas. Mucho antes de que Antígona abandonara a Edipo y regresara a su hogar en Tebas, sus dos hermanos, Eteocles y Polinices, habían estado en guerra. Ambos se pelearon por el liderazgo de la ciudad. Después de una discusión larga y acalorada, finalmente accedieron a servir reinados alternos de un año; no obstante, al finalizar el primer año de Eteocles, éste se negó a rendir el trono. Enfurecido, Polinices abandonó Tebas y se convirtió en exiliado. Al vivir entonces como un proscrito, al igual que su padre Edipo, se alió con el rey de Argos e hizo la guerra contra Tebas; esta guerra es el tema de la obra de Esquilo Los siete contra Tebas.

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AL IGUAL QUE MUCHAS OBRAS BASADAS EN MITOS GRIEGOS, LA AUDIENCIA ESTABA FAMILIARIZADA TANTO CON EL RELATO COMO CON SUS PERSONAJES.

Según progresaba el conflicto y las bajas aumentaban, la guerra parecía estar estancada. La solución era sencilla: los hermanos se enfrentarían en un combate cara a cara. Desafortunadamente, el resultado fue la muerte imprevista de ambos. Aprovechando la oportunidad, Creonte, el tío de los hermanos, asumió el trono y decretó que solo se enterraría y se le rendirían los ritos apropiados al cuerpo de Eteocles; el cuerpo de Polinices se abandonaría expuesto a los elementos. Aquí es donde la Antígona de Sófocles da comienzo.

Hay relativamente pocos personajes en la obra:

  • Antígona,
  • Ismene,
  • Creonte,
  • Hemón,
  • el profeta Tiresías,
  • Eurídice, la esposa de Creonte,
  • dos mensajeros,
  • un guardián,
  • y, por supuesto, el coro.

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La trama

La escena inicial se desarrolla en el palacio real de Tebas. Antígona y su hermana Ismene están fuera de las puertas de palacio. Ambas acaban de conocer el edicto de Creonte respecto a sus hermanos. Antígona se gira hacia su hermana:

Creonte honrará a uno de nuestros dos hermanos en la tumba: al otro nada. Eteocles, con justa observancia tratado, como lo manda la ley, se ha escondido bajo tierra para ser honrado con los difuntos. (Grene, 22)

Polinices, al ser considerado un traidor, no recibirá el entierro adecuado; lo que es una violación de la tradición religiosa. Creonte proclamó que nadie debe enterrarlo, dejándolo “sin que nadie lo llore, sin enterrar, una dulce y abundante vista para que la contemplen y devoren las aves hambrientas” (22). Mientras que Ismene parece obviamente enojada, responde que ellas son mujeres y no hay nada que puedan hacer. No obstante, Antígona ya ha elaborado un plan y pide a su hermana que se una a ella y comparta la tarea. Temiendo que serán castigadas por quebrantar la ley, Ismene intenta hacer entrar en razón a Antígona, pero esta se niega. Antígona se marcha: “Ahora voy a amontonar el túmulo funerario para mi hermano más querido” (24).

Creonte aparece ante el palacio y se dirige al coro, afirmando su autoridad como rey:

Cuando los dos perecieron por un doble destino, el mismo día golpeados y profanados por sus propias manos, ahora es que yo ostento todo el poder y el trono real por la conexión cercana con los hombres fallecidos. (27)

Creonte declara que a Eteocles, que murió defendiendo a Tebas, se le garantizarán los ritos sagrados, mientras que a Polinices que dañó a Tebas, no; abandonando su cadáver a la desgracia. Cualquiera que viole este edicto morirá. Un guardián llega con noticias preocupantes:

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Alguien acaba de dejar su cadáver, se ha llevado a cabo el entierro, se ha esparcido polvo sediento sobre la carne, se ha completado el ritual. (30)

Creonte está indignado y ordena que se encuentre al culpable. Amenaza al guardián. El guardián se va, pero regresa inmediatamente con Antígona. Creonte se enfrenta a ella cuando el guardián explica cómo fue echa presa. Antígona escucha en silencio y finalmente dice, “Proclamo que fui yo quien lo hizo y no lo niego” (37). Desafiante, afirma que entendió el edicto, pero aun así eligió desafiar la orden de Creonte ya que no provenía de Zeus. No podía abandonar a su hermano sin ser enterrado. Se da cuenta por completo que debe morir y no se afligirá ya que ha enterrado al hijo de su madre:

¿…qué gloria mayor podría hallar que proporcionar un funeral a mi propio hermano? (39)

En defensa de sus acciones, Creonte proclama que nadie más en Tebas lo ve como ella lo hace, pero Antígona rápidamente lo descarta; hay otros que comparten su creencia, pero Creonte mantiene a todos acobardados. A pesar de los desafíos del rey, ella se niega a someterse o a arrepentirse de sus acciones. Cuando Creonte afirma que el hermano de Antígona era un criminal, ella responde, “El que murió era mi hermano, no un esclavo” (40). Sin arrepentimientos, ella aceptará su destino. Impasible, Creonte revela que también acusa a Ismene, ya que ella compartió el plan del entierro. Se lleva a Ismene custodiada ante su presencia y se pone junto a su hermana. Antígona implora por su hermana pequeña, “Mi muerte es suficiente” (41). No obstante, Ismene le dice a Creonte que su vida no vale nada sin su hermana y le recuerda a Creonte qué si Antígona muere, está quitándole la prometida a su propio hijo. Se llevan a las hermanas.

Antigone
Antígona
Peter Roan (CC BY-NC-SA)

Hemón aparece y se enfrenta a su padre. Creonte pregunta a su hijo si ha escuchado el voto que condenó a su prometida. En un intento por convencer a su padre, Hemón le asegura que sigue amándolo; no obstante, la ciudad de Tebas llora por Antígona porque no abandonó a su hermano sin ser enterrado. Creonte descarta esto y proclama que la mente de su hijo está envenenada; no permitirá que la lujuria engañe a su mente. Creonte defiende sus acciones y le dice a Hemón que la obediencia es esencial para mantener a una ciudad segura, por lo tanto, él debe proteger a aquellos que se someten a las órdenes. Añade que se niega a que a ser derrotado por una mujer. Inquebrantable, Hemón jura qué si Antígona muere, su muerte traerá otra más. Antes de marcharse dice, “Si no fueras padre, te llamaría loco” (49).

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Después de que Hemón se marche, Creonte anuncia que libera a Ismene, pero que Antígona debe ser conducida a una cueva y abandonada para morir en ella. Creonte se va cuando Antígona llega y se dirige al coro:

Mi última noche del sol, luego nunca más. La muerte que todos los seres duermen, me lleva viva a la orilla del río subterráneo. No se hizo para mí el himno del matrimonio, nadie comenzará la canción en mi boda. Aqueronte es mi prometido. (51)

Creonte regresa y ordena que se la lleven, Cuando se marcha, el anciano profeta ciego Tiresías llega ayudado por un joven. Le cuenta a Creonte que debe hacer caso a las señales. Ruega a Creonte que revoque su orden; todos los hombres cometen errores. Al igual que con los ruegos de su hijo, Creonte no se conmueve y recuerda al anciano visionario que está hablando con el rey. Tiresías responde:

Depositaste en una tumba a una persona viva sin honrarla; mantienes aquí arriba lo que pertenece abajo; un cuerpo sin enterrar e impío. Ni tú, ni ningún dios en lo alto debería tener que ver con esto. La violación es tuya. (…) hombres y mujeres se lamentarán en tu casa y todas las ciudades con las que guerreaste…todas se movilizarán contra ti. (60)

El ayudante escolta al anciano adivino fuera de palacio. Creonte se dirige al coro y pide su consejo. El líder del coro está de acuerdo con el anciano visionario y aconseja al rey que entierre adecuadamente al muerto y libere a Antígona. Creonte finalmente se somete y se marcha. Enseguida un mensajero entra y se dirige al coro. Antígona y Hemón están muertos. Cuando el mensajero habla al coro; Eurídice, la esposa de Creonte, aparece desde el interior del palacio y se le comunica la muerte de su único hijo vivo. El mensajero cuenta como habían otorgado a Polinices un entierro adecuado y se habían dirigido a liberar a Antígona; no obstante, cuando llegaron ella ya se había ahorcado. Creonte rogó a Hemón que regresara a palacio. Hemón se negó, escupió a la cara de su padre y se arrojó sobre su espada. Cuando moría, se abrazó a Antígona. “Encontró su matrimonio, celebrándolo en el salón de Hades”. (65)

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Creonte regresa al palacio llevando el cadáver de Hemón. El mensajero le comunica la muerte autoinfligida de su esposa. Antes de morir, ella lo maldijo por ser el asesino de sus hijos. Creonte dice al mensajero y al coro, “Estaba muerto y tú me mataste de nuevo” (67). Creonte ruega morir:

¿No me golpeará nadie y me matará con espada cortante? (…) Mi vida está deformada más allá de la cura. El destino insoportable ha descendido sobre mi cabeza. (68-69)

Conclusión

De alguna forma, la obra trata más sobre Creonte que sobre Antígona. Según Paul Roche en su libro Las obras de Edipo de Sófocles, Edipo y Creonte exhiben la gloria y la debilidad de un hombre autócrata. Al principio, Creonte hizo lo que creía correcto; sin embargo, su vanidad y su reticencia a escuchar el consejo de los que le rodeaban finalmente condujeron a la ruina de toda su familia. Es abandonado ante su palacio rogando a los dioses que se lo lleven.

Moses Hadas, en su libro Drama griego, dijo que es fácil alabar a Antígona como a una santa y condenar a Creonte como a un tirano. No obstante, Creonte tenía razón al no honrar al traidor Polinices con los derechos adecuados de entierro; Polinices era un enemigo del estado. Por otro lado, Antígona estaba equivocada por desobedecer abiertamente una orden del rey. Aunque Creonte pueda haber mostrado devoción al deber, Hadas cree que la obra es nombrada justamente por Antígona porque ella sacrificó su vida y amor por un ideal. De la manera que sea Antígona percibida, la obra se continuaría representando. Los autores seguirían los pasos de Sófocles y escribirían sobre ella, aunque a menudo con un final diferente; la obra perdida de Eurípides hacía que ella sobreviviera, se casara con Hemón y tuviera hijos. Incluso poetas como Shelley y Goethe escribirían sobre ella. Actualmente muchos la consideran como mártir y símbolo de una persona que lucha por un ideal.

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Sobre el traductor

Rosa Maria Barquin
Debido a mi gran interés por aprender humanidades, soy traductora voluntaria para WHE, lo que me da la oportunidad de profundizar en las olas del tiempo.

Sobre el autor

Donald L. Wasson
Donald impartió clases de Historia de la Antigüedad, de la Edad Media y de los Estados Unidos, en el Lincoln College (Normal, Illinois) y desde que comenzó a leer sobre Alejandro Magno, siempre ha sido y será un estudiante de historia. Le hace ilusión transmitir conocimientos a sus alumnos.

Cita este trabajo

Estilo APA

Wasson, D. L. (2018, abril 05). Antígona [Antigone]. (R. M. Barquin, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-10416/antigona/

Estilo Chicago

Wasson, Donald L.. "Antígona." Traducido por Rosa Maria Barquin. World History Encyclopedia. Última modificación abril 05, 2018. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-10416/antigona/.

Estilo MLA

Wasson, Donald L.. "Antígona." Traducido por Rosa Maria Barquin. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 05 abr 2018. Web. 27 abr 2024.

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