La epopeya de Gilgameshes una de las obras literarias más populares de la actualidad y ha influido en innumerables lectores, pero, durante la mayor parte de su historia, estuvo perdida. El Imperio asirio cayó en manos de una coalición formada por los babilonios y los medos en el año 612 a.C., quienes saquearon e incendiaron las ciudades asirias, entre ellas, Nínive.
Nínive era la gran capital donde el rey Asurbanipal (que reinó entre 668-627 a.C.) había establecido su biblioteca, que albergaba copias de todas las obras literarias que pudo encontrar en toda Mesopotamia. Sin embargo, como estas obras estaban escritas en cuneiforme sobre tablillas de arcilla, los incendios que consumieron la biblioteca no hicieron otra cosa que cocerlas y conservarlas mejor. Aun así, los edificios que albergaban estas obras fueron destruidos, enterrando bajo ellos la literatura de Mesopotamia durante más de 2.000 años, hasta que fueron redescubiertos a mediados del siglo XIX de nuestra era.
Tablilla sobre el diluvio de la epopeya de Gilgamesh
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)
En aquella época, sociedades de anticuarios, museos, gobiernos y otras instituciones europeas enviaron arqueólogos a Mesopotamia con el interés de encontrar pruebas físicas que corroboraran las narraciones de la Biblia. Como en el Antiguo Testamento se mencionan con tanta frecuencia los yacimientos y los reyes mesopotámicos, se pensó que un esfuerzo concertado de excavación demostraría la veracidad de las narraciones. Esto era especialmente importante en ese momento, ya que la obra de Darwin había ido ganando popularidad desde su publicación en 1859 y la gente cuestionaba la fiabilidad histórica y la autoridad de la Biblia.
LAS EXCAVACIONES MESOPOTÁMICAS DEL SIGLO XIX CAMBIARON LITERALMENTE LA HISTORIA MUNDIAL, PORQUE AHORA SE COMPRENDÍA QUE LA BIBLIA NO ERA EL LIBRO MÁS ANTIGUO DEL MUNDO.
Lo que estos excavadores descubrieron fue en realidad exactamente lo contrario de lo que se les había enviado a buscar. Al descubrir las ruinas de las antiguas ciudades de Mesopotamia, encontraron los textos cuneiformes que, una vez descifrados, mostraban claramente que algunas de las historias más famosas de la Biblia (la caída del hombre, el diluvio universal y el arca de Noé) eran versiones posteriores de mitos y leyendas sumerios.
Las excavaciones mesopotámicas del siglo XIX cambiaron literalmente la historia mundial porque ahora se comprendía que la Biblia no era el libro más antiguo del mundo, que hubo civilizaciones que habían florecido durante miles de años antes de la fecha bíblica de la creación del mundo y que estas civilizaciones habían creado en realidad muchas de las tecnologías, innovaciones, estructuras de creencias y géneros literarios que se habían atribuido a pueblos posteriores.
Entre estos géneros se encontraba la epopeya heroica, que durante mucho tiempo se creyó que había sido creada por Homero en Grecia (siglo VIII a.C.), pero que ahora se considera una innovación mesopotámica.La epopeya de Gilgamesh fue descubierta por el mundo moderno en 1849 por el explorador y arqueólogo británico Austen Henry Layard. La versión más completa que se conserva, en lengua acadia, se encontró en tablillas de arcilla cuneiforme en las ruinas de la antigua Biblioteca de Asurbanipal en Nínive.
Las once primeras tablillas relatan la versión estándar de la epopeya, mientras que la duodécima narra un poema sumerio más antiguo Gilgamesh, Enkidu y el inframundo. Como esta historia contradice la narrada en las primeras once (en el sentido de que Enkidu, que muere en la tablilla 7, vuelve a estar vivo de algún modo), no se incluye en la mayoría de las versiones estándar del relato. Según algunos estudiosos, Gilgamesh, Enkidu y el inframundo es una aparición temprana, posiblemente la primera, del gran héroe-rey, escrita a partir de una tradición oral más antigua durante el periodo III de Ur (2047-1750 a.C.), aunque otros citan el año 2100 a.C. como la fecha del primer testimonio de la historia de Gilgamesh. Aun así, con o sin el relato de la duodécima tablilla, La epopeya de Gilgamesh es un asombroso logro literario que sigue siendo un éxito de ventas miles de años después de su escritura y confiere a su héroe lo que este buscó a lo largo de toda su historia: la inmortalidad.
Orígenes de la historia
La epopeya de Gilgamesh fue originalmente una serie de poemas sumerios, traducidos posteriormente al acadio y escritos por primera vez entre 700 y 1.000 años después del reinado del rey histórico de Uruk en el que se basa. El poema se conocía originalmente como Sha-naqba-imru (El que vio lo profundo) o, alternativamente, Shutur-eli-sham (El que supera a todos los reyes). El personaje ya aparecía en obras sumerias anteriores como un gran héroe y semidiós, hermano de la diosa Inanna y poderoso guerrero, pero en la epopeya se transforma en la encarnación de la lucha humana contra la muerte, la pérdida y el aparente sinsentido de la existencia.
El autor de la epopeya es Shin-Leqi-Unninni (cuyo nombre se traduce como «Dios de la luna, acepta mi súplica»), un escriba babilonio que escribió entre el 1300 y el 1000 a.C. y que ha sido citado como el primer autor del mundo conocido por su nombre, aunque ese honor corresponde a la poetisa-sacerdotisa Enheduanna (que vivió entre 2285-2250 a.C.), hija de Sargón de Acadia (que reinó entre 2334-2279 a.C.). El orientalista Samuel Noah Kramer señala que Shin-Leqi-Unninni no se limitó a traducir y copiar una obra sumeria anterior, sino que creó algo totalmente nuevo a partir de fuentes más antiguas, y ese «algo nuevo» fue la epopeya heroica (Sumeria, 270). Según la académica N.K. Sandars, la obra es «el mejor poema épico que se conserva de cualquier época hasta la aparición de La Ilíada de Homero; y es incalculablemente más antiguo» (Sandars, 7).
El héroe de La epopeya de Gilgamesh es el rey semilegendario de Uruk que, según el poema, taló los grandes árboles del bosque de los cedros con su amigo Enkidu para construir las poderosas puertas de la ciudad y viajó lejos para encontrar el secreto de la vida eterna del vidente Utnapishtim. En general, se acepta que Gilgamesh fue el quinto rey histórico que gobernó en Uruk (considerada la cuna de la escritura) hacia el año 2500 a.C.
Héroe dominando a un león
Thierry Ollivier (Copyright)
Los hallazgos arqueológicos de cartas e inscripciones que atestiguan sus hazañas, y las de su hijo, no ofrecen ninguna razón para dudar de que tal hombre haya existido. De hecho, en el año 2003, un equipo de arqueólogos afirmó haber encontrado la tumba de Gilgamesh en el antiguo cauce del Éufrates.
Las hazañas de este rey fueron tan grandes que, con el tiempo, el hombre pasó de ser un simple mortal a un dios. Se dice que su padre era el rey-sacerdote Lugalbanda y que su madre era la diosa Ninsun (también conocida como Rimat-Ninsun Ninsumun), la santa madre y gran reina, cuyo nombre se interpreta como «Vaca venerable» o «Vaca salvaje del recinto», lo que convierte a Gilgamesh en un semidiós de extraordinaria resistencia y fuerza, pero también mortal.
Aunque Gilgamesh pudo realizar, y de hecho realizó, muchas grandes hazañas, finalmente no pudo hacer realidad su mayor deseo, vencer a la muerte y vivir eternamente, ¿o sí?
En busca de la vida eterna
EL SALVAJE ENKIDU, DESAFIARÍA LA FUERZA DE GILGAMESH, Y TAL VEZ, LE ENSEÑARÍA HUMILDAD.
Según La epopeya de Gilgamesh, el gran rey, arrogante y cruel con los seres inferiores a los que gobernaba, recibió un extraño regalo de los dioses: el hombre salvaje Enkidu, que supondría un desafío a la fuerza de Gilgamesh y, tal vez, le enseñaría humildad.
Enkidu, originalmente vivía sin ley y corría salvaje por los bosques, fue seducido y en consecuencia domesticado por Shamhat la ramera del templo, y fue llevado a Uruk donde, como estaba previsto, desafió a Gilgamesh. Después de luchar y de que Enkidu fuera derrotado, los dos se juraron amistad eterna y Ninsun, la madre de Gilgamesh, adoptó a Enkidu como hijo suyo.
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Tras la batalla del bosque de los cedros, en la que derrotaron al monstruo-demonio Humbaba (demonio que debe entenderse como sobrenatural, no maligno) y, poco después, al toro del cielo (insultando de paso a la diosa Inanna-Ishtar), los dioses decretaron la muerte de Enkidu, y alegaron que alguien debía pagar el precio de la sangre derramada por tales hazañas. Humbaba era inocente de todo mal y era amado por los dioses, y el toro del cielo era el esposo de la diosa del inframundo Ereshkigal. Ninguno de los dos merecía la muerte que les dio Enkidu. Enkidu muere y, en ese momento, Gilgamesh se da cuenta de que él también morirá y este conocimiento lo atormenta. Grita:
¿Cómo puedo descansar, cómo puedo estar en paz? La desesperación está en mi corazón. Lo que mi hermano es ahora, eso seré yo cuando esté muerto. Porque temo a la muerte haré lo mejor que pueda para buscar a Utnapishtim, a quien llaman El lejano, pues ha entrado en la asamblea de los dioses. (Libro 9; Sandars, 97)
La historia de Gilgamesh y Aga
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)
Tras un viaje a través del país de la noche y las aguas de la Muerte, Gilgamesh encuentra al anciano Utnapishtim, el único ser humano que sobrevivió al diluvio universal y al que, posteriormente, se le concedió la inmortalidad. Utnapishtim le contó a Gilgamesh la historia de cómo fue advertido por el dios Ea de la llegada del diluvio; siguió su orden de construir un arca y colocar en su interior diversos animales y así salvarse a sí mismo y a su familia de la muerte y a la humanidad de la extinción.
Después le dijo a Gilgamesh que la vida eterna le sería concedida si podía permanecer despierto durante los seis días siguientes. Gilgamesh fracasó en su intento y fracasó también en el siguiente, que consistía en conseguir una planta mágica que le devolvería la juventud. La planta fue devorada por una serpiente mientras Gilgamesh dormía, lo que explica por qué las serpientes mudan de piel (ya que han ganado la inmortalidad gracias a la planta). Tras fracasar en su intento de ganar la vida eterna, Gilgamesh es devuelto a Uruk por el barquero Urshanabi donde, una vez en casa, escribío su gran aventura. Según el académico D. Brendan Nagle:
Este magnífico poema, que trata de problemas humanos eternos como la enfermedad, la vejez, la muerte, la fama y el ansia de lo inalcanzable, puede considerarse una metáfora de la propia lucha heroica de Mesopotamia por resistir a la decadencia y dejar un nombre entre los pueblos de la Tierra. (16)
Por muy cierto que esto sea, la epopeya es en el fondo, la eterna lucha del individuo por encontrar un sentido a la existencia. Sandars escribe:
Si Gilgamesh no es el primer héroe humano, sí es el primer héroe trágico del que se tiene noticia. Es a la vez el más cercano a nosotros y el más representativo del ser humano como individuo en su búsqueda de vida y comprensión. (7)
Aunque Gilgamesh fracasó en su búsqueda de la inmortalidad en la epopeya y el rey histórico solo se conoce a través de referencias, listas e inscripciones del pasado, vive eternamente gracias a la obra de Shin-Leqi-Unninni y los muchos otros escribas, ahora anónimos, que escribieron el relato transmitido oralmente y tradujeron la historia laboriosamente de generación en generación.
Estos escribas atribuyen la fuente original de la historia al propio Gilgamesh, quien supuestamente, hizo inscripciones de sus grandes hazañas y aventuras en una enorme piedra junto a las puertas de Uruk (o en las murallas de la ciudad). Como señala la académica Gwendolyn Leick, Gilgamesh «se convirtió así en inmortal al contribuir significativamente a la grandeza de su ciudad sirviéndose del máximo invento cultural de esta: la escritura» (56).
A través de la palabra escrita, la historia de Gilgamesh y su orgullo, su dolor por la pérdida de su amado amigo, su miedo a la muerte y su búsqueda de la vida eterna, el gran rey, de hecho, conquista la muerte y gana su inmortalidad cada vez que se lee su historia.
Se desconoce el autor de la historia original de Gilgamesh, pero la copia en la que se basan la mayoría de las traducciones procede del escriba babilonio Shin-Leqi-Unninni, quien vivió aproximadamente entre 1300-1000 a.C. La historia como tal es mucho más antigua.
¿Cuál es el relato más antiguo de Gilgamesh?
Según algunos estudiosos, el relato más antiguo de Gilgamesh es «Gilgamesh, Enkidu y el inframundo», reelaborado como la tablilla 12 de La epopeya de Gilgamesh.
¿Cuál es la fecha más antigua de composición de La epopeya de Gilgamesh?
La fecha más antigua de la composición de La epopeya de Gilgamesh es el año 2100 a.C.
¿Cuándo y dónde se encontró La epopeya de Gilgamesh?
La epopeya de Gilgamesh fue encontrada en las ruinas de la Biblioteca de Asurbanipal en la ciudad de Nínive en 1849 por el arqueólogo Austen Henry Layard.
Profesional en lenguas con estudios literarios. Profesor de castellano, escritor, traductor y entusiasta de la historia. Áreas de interés: literatura, artefactos antiguos, la historia de las religiones, la astrología, la arquitectura, la historia militar y del arte.
Joshua J. Mark es cofundador y director de contenido de la World History Encyclopedia. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.
Mark, Joshua J.. "La inmortalidad de Gilgamesh."
Traducido por Diego Villa Caballero. World History Encyclopedia. Última modificación abril 10, 2018.
https://www.worldhistory.org/trans/es/2-192/la-inmortalidad-de-gilgamesh/.
Estilo MLA
Mark, Joshua J.. "La inmortalidad de Gilgamesh."
Traducido por Diego Villa Caballero. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 10 abr 2018, https://www.worldhistory.org/article/192/the-eternal-life-of-gilgamesh/. Web. 30 jul 2025.
Licencia y derechos de autor
Escrito por Joshua J. Mark, publicado el 10 abril 2018. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.