Escipión el Africano

Definición

Joshua J. Mark
por , traducido por Manuel Luján
Publicado el 19 diciembre 2011
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés, polaco
Scipio Africanus the Elder (by Mark Cartwright, CC BY-NC-SA)
Escipión el Africano
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Escipión el Africano (el Grande, 236-183 a.C.) recibió este epíteto por sus victorias militares en África, gracias a las cuales Roma derrotó a Cartago en la segunda guerra púnica. Nació en el 236 a.C. con el nombre de Publio Cornelio Escipión. Pertenecía a una familia de ascendencia etrusca de la clase alta de los patricios.

Su padre, también de nombre Publio Cornelio Escipión, era cónsul romano, y en el 218 a.C. llevó a su hijo consigo en su campaña contra el gran general cartaginés Aníbal en el norte de Italia. A pesar de que los autores antiguos afirman que Escipión escribió una autobiografía y muchas otras obras en su etapa adulta, estas se han perdido, por lo que todo lo que conocemos de su vida son los detalles de sus victorias militares y sus actos como estadista.

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Las victorias de Aníbal

En la batalla del Tesino, las tropas de Aníbal superaron tácticamente a los ejércitos romanos de tal manera que el padre de Escipión terminó rodeado. Para la humillación de las dubitativas tropas romanas, Escipión ingresó a la batalla cabalgando y rescató a su padre. Escipión también fue testigo de las brillantes tácticas de Aníbal en la batalla de Cannas en el año 216 a.C., desastrosa derrota para Roma en la que su ejército terminó rodeado y sufrió más de 44 000 bajas.

Convencido de que no era posible derrotar a Aníbal usando los métodos tradicionales de la guerra, el padre de Escipión creyó que la mejor estrategia sería cortar la cadena de suministros de Aníbal que venía desde España. Por eso, él y su hijo se unieron a su hermano, Cneo Escipión, quien estaba luchando contra el hermano de Aníbal, Asdrúbal Barca (aprox. 244-207 a.C.), en la frontera entre los territorios romanos y cartagineses en España. Tanto el padre de Escipión como su tío Cneo cayeron en la batalla del Betis Superior, y Escipión regresó a Roma.

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La segunda guerra púnica

Bajo el mando de Asdrúbal, Cartago pasó a tener el control total sobre España, situación intolerable para el senado romano. La segunda guerra púnica había iniciado con el ataque de Aníbal a Sagunto, ciudad aliada de Roma situada al sur del río Ebro, en España. Ahora, su hermano podía moverse con libertad por la región mientras Aníbal cruzaba los Alpes para invadir Italia.

El senado necesitaba un general habilidoso para que combatiera a Asdrúbal, pero nadie estaba dispuesto a encargarse de ello puesto que la campaña parecía un suicidio. A pesar de que tenía solo 24 años de edad y se creía que era muy joven para comandar, Escipión se presentó como voluntario para el puesto y se enfrentó con 10 000 soldados de infantería y 1 000 unidades de caballería al ejército de Asdrúbal, que contaba con más de 40 000 hombres.

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EN LA BATALLA DE BAECULA, ESCIPIÓN DERROTÓ A LOS EJÉRCITOS SUPERIORES DE ASDRÚBAL Y LO OBLIGÓ A ABANDONAR EL CAMPO DE BATALLA USANDO TÁCTICAS QUE HABÍA APRENDIDO DE ANÍBAL.

Escipión arribó a la desembocadura del río Ebro, en España, y comenzó a actuar de inmediato. Marchó a la ciudad de Cartago Nova e inició un asedio, a pesar de que se creía que esta era inexpugnable debido a sus fortificaciones y a la defensa natural que le proporcionaba una laguna, que impedía los ataques provenientes de uno de los lados de las murallas de la ciudad.

Gracias a los informes de inteligencia que obtuvo en su marcha, Escipión se enteró de que el agua de la laguna bajaba considerablemente por la influencia del reflujo de la marea. Algunos, como el historiador Benedict J. Lowe, disputan esta concepción tradicional de la toma de Cartago Nova, asegurando que esta “laguna” era, en realidad, una marisma salina que usaban los habitantes de Cartago Nova para recoger sal del mar.

De acuerdo con esta hipótesis, un sistema de canales y esclusas regulaba el nivel del agua de la marisma, por lo que Escipión, lejos de quedar librado a la merced de las variaciones de la marea, simplemente drenó la marisma para que sus tropas pudieran cruzarla. Además, confió en que las defensas de la ciudad se concentrarían en el ataque de la puerta frontal y no prestarían atención a las murallas del lado de la marisma, creyendo que ningún ataque podría provenir de esa dirección. Escipión envió una columna de 500 soldados a través de estas aguas poco profundas, los cuales abrieron una brecha en las murallas y tomaron la ciudad.

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El historiador romano Livio cuenta que sus tropas le entregaron a Escipión una hermosa mujer como trofeo de guerra, la cual rechazó con amabilidad y envió con su prometido junto con el dinero del rescate que su familia había pagado para que la liberara. Mantuvo esta actitud de clemencia y cortesía a lo largo de sus campañas, mostrándose a sí mismo y a Roma como liberadores, no conquistadores.

Batalla de Baecula

En la batalla de Baecula en el 208 a.C., Escipión derrotó a los ejércitos superiores de Asdrúbal y lo obligó a abandonar el campo de batalla usando tácticas que había aprendido de Aníbal. Asdrúbal abandonó España y cruzó los Alpes para unirse a su hermano en Italia y dar fin a la guerra tomando la ciudad de Roma. Sin embargo, antes de lograr unir su ejército al de Aníbal, cayó derrotado ante un ejército romano comandado con gran destreza por Cayo Claudio Nerón (aprox. 237-199 a.C.) en el río del Metauro en el 207 a.C. Asdrúbal cayó en combate y sus ejércitos se dispersaron. España era ahora colonia de Roma.

Carthage during the Punic Wars
Cartago durante las Guerras Púnicas
Javierfv1212 (Public Domain)

Entonces, Escipión le solicitó al senado de Roma que le proporcionara recursos y un ejército para marchar sobre la ciudad misma de Cartago, creyendo, con razón, que si Cartago se encontrara amenazado, Aníbal se vería obligado a abandonar Italia para defenderlo. El senado de Roma rechazó la propuesta y Escipión tuvo que reclutar un ejército por cuenta propia. Según el historiador Will Durant, “El pueblo lo admiraba no solo porque era apuesto y elocuente, inteligente y valiente, sino también piadoso, cortés y justo”. Luego, Escipión amenazó al senado de Roma con apelar al pueblo romano para que este apoyara su campaña, y el senado, temeroso de su popularidad, le entregó el control de Sicilia. Con Sicilia como base de operaciones, Escipión invadió el norte de África en el 205 a.C. Aliado con el rey númida Masinisa, Escipión derrotó a Sífax, aliado de Cartago, y tomó la ciudad de Útica. Como se esperaba, Cartago ordenó a Aníbal regresar de Italia para que salvara la ciudad.

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Batalla de Zama

En la batalla de Zama, en el 202 a.C., a 50 millas al sur de Cartago, Escipión derrotó a Aníbal. Fue la única batalla que Aníbal perdió desde haber asumido el control de los ejércitos de Cartago, pero marcó un antes y un después en el curso de la guerra. Escipión había estudiado extensamente las tácticas de Aníbal y las conocía bien. Cuando Aníbal envió sus elefantes a cargar contra las filas romanas, Escipión reveló una formación en columnas que les permitió a estos animales pasar por los callejones abiertos por los soldados sin generar ningún daño.

Además, ordenó a sus músicos que hicieran sonar los cuernos y golpearan los tambores con tanta vehemencia que los elefantes se alarmaron y corrieron en la dirección contraria, aplastando las tropas de Aníbal. Las unidades de caballería de Masinisa y el general Cayo Lelio, viejo amigo de Escipión, atacaron luego la caballería cartaginesa y la forzaron a huir del campo de batalla y posicionarse detrás de sus filas. Entonces, el ejército de Escipión avanzó y rompió la fila frontal de Aníbal, mientras, al mismo tiempo, la caballería de Lelio y Masinisa regresaba y atacaba la retaguardia cartaginesa.

Las bajas del ejército cartaginés fueron de alrededor de 20 000, mientras que del lado romano fueron de tan solo 1 500. Aníbal huyó a Cartago e instó a la ciudad a que se rindiera, con lo que terminó la segunda guerra púnica. En Zama, Escipión adaptó las estrategias de Aníbal y las usó contra él, lo que para Roma supuso una revolución en el modo de hacer la guerra.

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Battle of Zama
Batalla de Zama
Sailko (CC BY-SA)

Juicio del senado y retiro

De regreso en Roma, los enemigos políticos de Escipión buscaron acosarlo con trivialidades políticas, como acusando a su hermano Lucio de aceptar sobornos y de malversación de fondos. Escipión destruyó los registros contables y el texto de las acusaciones y, en la sede del senado, cuestionó la excesiva preocupación del senado por nimias sumas de dinero, cuando él había negociado la paz con Cartago y conseguido un botín tan grande para Roma.

La persecución del senado continuó con más medidas de menor calibre hasta que, aproximadamente en el 185 a.C., Escipión se retiró a su finca en Liternum, donde moriría dos años más tarde, en el 183 a.C. (el mismo año en que murió Aníbal). Debido a la aversión que sintió hacia el Estado de Roma por su ingratitud, su voluntad fue que lo sepultaran cerca de su finca en Liternum. Según los escritores antiguos, en su epitafio se leía: “Patria ingrata – Ni siquiera posees mis huesos”.

Se lo recuerda, junto a Alejandro Magno, Aníbal y Julio César, como una de las mentes militares más brillantes del mundo antiguo. Jamás perdió un solo enfrentamiento mientras estuvo al mando del ejército, y se comportó siempre con honor hacia aquellos a los que derrotó. Durante las negociaciones de paz, permitió que Cartago conservara sus posesiones en África, perdonó a Aníbal (lo cual terminaría provocando persecuciones por parte de los romanos de clase alta) y permitió que la ciudad conservara diez navíos de guerra para proteger el comercio en la región del Mediterráneo.

De esta manera, prosiguió con su política implementada en España de derrotar los ejércitos enemigos y luego iniciar reparaciones a través de la clemencia. Escipión creía ser favorecido por los dioses y sentía que debía regresarles el favor viviendo una vida ejemplar. Los registros de la historia demuestran que logró su cometido con creces y legó su nombre a la posteridad como aquel de un gran general y un hombre de honor.

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Sobre el traductor

Manuel Luján
Soy traductor público (inglés a español y viceversa) especializado en traducción jurídica egresado de la Universidad de Buenos Aires. Me interesan las lenguas extranjeras y la historia antigua.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark es un escritor independiente y antiguo profesor de filosofía a tiempo parcial en el Marist College de Nueva York. Vivió en Grecia y Alemania y ha viajado por Egipto. Ha sido profesor universitario de historia, escritura, literatura y filosofía.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2011, diciembre 19). Escipión el Africano [Scipio Africanus the Elder]. (M. Luján, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-410/escipion-el-africano/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Escipión el Africano." Traducido por Manuel Luján. World History Encyclopedia. Última modificación diciembre 19, 2011. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-410/escipion-el-africano/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Escipión el Africano." Traducido por Manuel Luján. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 19 dic 2011. Web. 24 abr 2024.

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