Ramsés II

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Joshua J. Mark
por , traducido por Rosa Baranda
Publicado el 02 septiembre 2009
Disponible en otros idiomas: inglés, chino, francés, italiano
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Ramesses II, Abu Simbel (by Steve F-E-Cameron, CC BY)
Ramsés II, Abu Simbel
Steve F-E-Cameron (CC BY)

Ramsés II (1279-1213 AEC) era conocido por los egipcios como Userma'atre'setepenra, que quiere decir "el que mantiene la armonía y el equilibrio, por derecho, elegido de Ra". También se lo conoce como Osimandias y Ramsés el Grande. Fue el tercer faraón de la Dinastía XIX (1292-1186 AEC), que dijo haber ganado una importante victoria contra los hititas en la batalla de Qadesh y la utilizó para realzar su reputación de gran guerrero. En realidad, la batalla fue más un empate que una aplastante victoria para ambas partes, pero acabó con el primer tratado de paz conocido en el mundo en 1258 AEC. A pesar de que a menudo se lo asocia con el faraón del Libro del Éxodo de la Biblia, no hay indicios históricos ni arqueológicos que lo corroboren.

Ramsés vivió hasta los 96 años, tuvo más de 200 esposas y concubinas, 96 hijos y 60 hijas, y llegó a vivir más que la mayoría de ellos. Su reinado fue tan largo que cuando murió todos sus súbditos habían nacido con Ramsés como faraón y se extendió el pánico pensando que el mundo se acabaría a la muerte del rey. Hizo que su nombre y sus logros se inscribieran de un extremo de Egipto al otro y prácticamente no hay ningún emplazamiento de la antigüedad de Egipto en el que no se mencione a Ramsés el Grande.

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Primeros años y campañas

Ramsés era hijo de Seti I y la reina Tuya, y acompañó a su padre en campañas militares en Libia y Palestina desde los 14 años. Para cuando tenía 22 años, Ramsés estaba al mando de sus propias campañas en Nubia con sus propios hijos, Jaemuaset y Amenherwenemef, y fue nombrado cogobernante junto con Seti. Junto a su padre, Ramsés empezó vastos proyectos de restauración y construyó un palacio nuevo en Avaris. Durante mucho tiempo los egipcios habían tenido una relación difícil con el reino hitita (en la actual Asia menor), que habían aumentado su poder y dominaban la región. Bajo el rey hitita Suppiluliuma I (1344-1322 AEC), Egipto había perdido muchos centros comerciales en Siria y Canaán. Seti I recapturó el centro más codiciado, Qadesh, en Siria, pero el rey hitita Muwatalli II (1295-1272 AEC) lo volvió a recuperar. Tras la muerte de Seti I en 1290 AEC, Ramsés asumió el trono y comenzó inmediatamente las campañas militares para restaurar las fronteras de Egipto, asegurar las rutas comerciales, y recuperar de los hititas lo que consideraba que era legítimamente suyo.

En el segundo año de su reinado, Ramsés derrotó a los Pueblos del Mar frente a la costa del delta del Nilo. Según su relato, estos eran un pueblo conocido como los Sherdan, que eran aliados de los hititas. Ramsés les tendió una trampa apostando una pequeña flota en la desembocadura del Nilo para atraer a los barcos de guerra Sherdan. Una vez entablaron batalla con la flotilla, lanzó su ataque desde ambos lados, hundiendo así sus barcos. Muchos de los Sherdan que sobrevivieron la batalla se vieron obligados a formar parte de su ejército, llegando algunos incluso a servir como sus guardaespaldas de élite. Se desconoce el origen de los Pueblos del Mar y su etnia, aunque se han sugerido muchas teorías, pero Ramsés los describe como aliados de los hititas, y esto es importante porque enfatiza la relación entre egipcios y hititas en aquel momento.

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En algún momento antes del año 1275 AEC comenzó la construcción de su gran ciudad, Pi-Ramsés ("Hogar de Ramsés") en la región del Delta oriental cerca de la antigua ciudad de Avaris. Pi-Ramsés sería su capital (y seguiría siendo un centro urbano importante durante todo el periodo ramésida), un palacio de ocio y un complejo militar desde el que lanzaba sus campañas a las regiones vecinas. No solo era un arsenal, un establo militar y un campo de entrenamiento, sino que estaba tan bien construido que rivalizaba en magnificencia con la antigua ciudad de Tebas. Es posible, como sugieren algunos expertos, que Pi-Ramsés fuera fundada y se empezara a construir con Seti I, porque ya era un centro militar en funcionamiento para cuando Ramsés II lanzó sus campañas en 1275 AEC.

Ramsés condujo a su ejército hasta Canaán, que había sido un estado vasallo hitita desde el reinado del rey Suppiluliuma I. Tras una exitosa campaña, Ramsés regresó a casa con todo lo saqueado y con la realeza cananea (y probablemente hitita) prisionera. La historiadora Susan Wise Bauer comenta al respecto:

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A los veinticinco años el nuevo faraón ya había estado viviendo una vida adulta por lo menos diez años. Se había casado por primera vez a los 15 más o menos, y ya había tenido por lo menos siete hijos. Ya había luchado en al menos dos de las campañas de su padre en las tierras semitas occidentales. No esperó demasiado antes de comenzar la lucha contra el enemigo hitita. En 1275, tan solo tres años después de acceder al trono, empezó a planear la campaña para recuperar Qadesh. La ciudad se convirtió en algo más que un simple frente; era la pelota simbólica que los imperios se pasaban del uno al otro. Qadesh estaba demasiado al norte como para que los egipcios ejercieran un control fácil, y demasiado al sur para que resultara fácil la administración hitita. Cualquiera que fuera el imperio que la reclamara, podría presumir de una fuerza superior (247).

A finales del 1275 AEC, Ramsés preparó a su ejército para invadir Qadesh y solo esperó a que hubiera buenos augurios y recibir noticia de sus espías en Siria sobre la fuerza y la posición del enemigo. En 1274 AEC, cuando parecía tenerlo todo a su favor, condujo unos 20000 hombres de Pi-Ramsés a la batalla, con el ejército dividido en cuatro compañías bajo los nombres de los dioses: Amón, Ra, Ptah y Set. Ramsés lideró la división de Amón, con las demás en retaguardia.

La batalla de Qadesh

Anduvieron durante dos meses antes de llegar al lugar en el que sabía que podría organizar al ejército en formación de batalla para atacar la ciudad y esperó con la división de Amón, y con sus hijos, a que llegaran las demás. Durante ese tiempo, dos espías hititas fueron capturados y, bajo tortura, revelaron la ubicación del ejército hitita, diciendo que estaba lejos de la ciudad. Tranquilizado tras saber esto, Ramsés abandonó sus planes para atacar inmediatamente y dio orden de que su división acampara y esperara a que llegara el resto del ejército. Sin embargo, el ejército hitita estaba a menos de una milla y había enviado a los espías a propósito. Cuando Ramsés estaba montando el campamento los hititas surgieron tras las murallas de Qadesh y atacaron.

La batalla se describe en los relatos de Ramsés, el Poema del Pentaur y el Boletín de guerra, en los que cuenta cómo la división de Amón se vio completamente superada por los hititas, que rompieron las filas. La caballería hitita estaba asolando la infantería egipcia y los supervivientes estaban huyendo hacia la seguridad del campamento. Al reconocer la situación, Ramsés llamó a su dios protector, Amón, y luchó. Según la historiadora Margaret Bunson:

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Ramsés calmó a las unidades y les dio un propósito, y empezó a abrirse camino en las líneas enemigas para poder llegar a las fuerzas del sur. Con tan solo un mínimo de sus tropas, con pocos oficiales y seguidores, y con la muchedumbre de los vencidos esperando, se subió a su carro para descubrir el alcance de las fuerzas enemigas. Luego cargó contra el ala oriental del ejército enemigo con tal ferocidad que esta cedió, permitiendo que los egipcios escaparan de la red que Muwatalli les había tendido (131).

Ramsés acababa de darle la vuelta a la batalla, cuando la división de Ptah llegó y rápidamente les ordenó que lo siguieran en el ataque. Empujó a los hititas hacia el río Orontes, matando a muchos mientras otros se ahogaron tratando de escapar. Sin embargo, no pensó en la posición en la que esta apresurada carga lo dejaría, y ahora se veía atrapado ente los hititas y el río. Todo lo que tenía que hacer Muwatalli II en ese momento para ganar era enviar a sus reservas a la batalla y Ramsés y su ejército habrían sido destruidos; sin embargo, el rey hitita no lo hizo. Ramsés reunió a sus ejércitos y expulsó a los hititas del campo.

Después reclamó una gran victoria para Egipto porque había derrotado a su enemigo en la batalla, pero la batalla de Qadesh casi termina en derrota y con su muerte como resultado. Según sus propios informes, fue solo gracias a su valor personal y su calma en la batalla, y la buena voluntad de los dioses, que pudo darle la vuelta a la situación con los hititas.

Ramesses II at The Battle of Kadesh
Ramsés II en la batalla de Qadesh
Cave cattum (CC BY-SA)

Ramsés inmortalizó sus hazañas en Qadesh en el Poema de Pentaur y el Boletín de guerra, en los que describe la batalla como una victoria deslumbrante para Egipto, pero Muwatalli II también reclamó la victoria, dado que no perdió la ciudad a manos de los egipcios. La batalla de Qadesh dio lugar a la firma del primer tratado de paz de la historia, acordado entre Ramsés II de Egipto y Hattusili III, el sucesor de Muwatalli del imperio hitita, que murió en 1237 AEC.

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Tras la batalla de Qadesh, Ramsés se entregó a la mejora de las infraestructuras de Egipto, fortaleciendo las fronteras y encargando enormes proyectos arquitectónicos que conmemoraran su victoria de 1274 y sus demás logros.

La reina Nefertari y su vida tardía

El enorme complejo funerario conocido como el Ramesseum en Tebas, los templos de Abu Simbel, el salón de Karnak, el complejo de Abidos y literalmente cientos más de edificios, monumentos y templos fueron todos construidos por Ramsés. Muchos historiadores consideran su reinado como el apogeo del arte y la cultura de Egipto y la famosa tumba de Nefertari con todas sus pinturas se cita como una clara evidencia de la verdad de esta afirmación. Nefertari era la primera esposa de Ramsés y su reina favorita. Hay muchas representaciones de Nefertari en las paredes de los templos y en estatuas a lo largo de su reinado, aunque parece que murió bastante pronto en su matrimonio, posiblemente en el parto, y su tumba, aunque ya había sido saqueada cuando se descubrió era una obra de arte tanto en su construcción como en su decoración.

Ramesses II Statue
Estatua de Ramsés II
Jan van der Crabben (CC BY-NC-SA)

Tras Nefertari, Ramsés elevó a su esposa secundaria, Isetnefret, a la posición de reina, y tras la muerte de ella sus hijas se convirtieron en sus consortes. Aun así, parece que siempre tuvo presente el recuerdo de Nefertari, ya que Ramsés siguió grabando su imagen en las paredes y representándola en estatuas mucho después de haber tomado otras esposas. Siempre trató a los hijos de estas esposas con igual estima y respeto. Nefertari era la madre de Ramsés y Amenherwenemef, y Isetnefret la madre de Jaemwaset, y aun así a los tres los trataba por igual.

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Ramsés como faraón del Éxodo

Aunque popularmente se ha asociado a Ramsés con el faraón del libro bíblico del Éxodo, no hay ningún indicio que corrobore esta afirmación. La asociación entre el nombre de "Ramsés" con el faraón sin nombre de Egipto en la Biblia se hizo bastante común tras el éxito de la película de Cecil B. DeMille Los Diez Mandamientos en 1956. Otras adaptaciones cinematográficas que se han hecho desde entonces de la historia de la Biblia, incluida la popular película animada El Príncipe de Egipto (1998) y la más reciente Éxodo: Dioses y Reyes (2014), siguen el ejemplo de la película de DeMille, pero no hay ningún apoyo histórico para esta asociación.

Éxodo 1:11 y 12:37, así como Números 33:3 y 33:5, todos mencionan Pi-Ramsés como una de las ciudades en las que trabajaban los esclavos israelitas y también la ciudad desde la que salen de Egipto. No hay ninguna evidencia de un éxodo masivo de esta ciudad, ni de ninguna otra ciudad en la historia de Egipto, y ninguna evidencia tampoco que corrobore la afirmación de que Pi-Ramsés fuera construida por esclavos.

Las extensas excavaciones en Guiza y en otros lugares por todo Egipto han sacado a la luz muchos indicios de que los proyectos de construcción completados durante el reinado de Ramsés II, y cualquier otro rey de Egipto, emplearon trabajadores egipcios cualificados y no, a los que o bien se pagaba por su tiempo o que se ofrecían voluntariamente como su deber cívico. La costumbre de que los ciudadanos egipcios trabajaran voluntariamente en los proyectos arquitectónicos del rey está ampliamente documentada e incluso se creía que, en la otra vida, las almas serían llamadas a trabajar para Osiris, el señor de los muertos, en los proyectos arquitectónicos que él quisiera. La práctica de poner shabtis en las tumbas de los muertos era precisamente para eso: para que las figurillas pudieran reemplazar al difunto en las obras.

Además de esto, Ramsés era famoso por registrar la historia de sus logros y por embellecer los hechos cuando no encajaban completamente con como él quería que se recordaran. Parece muy poco probable que tal rey olvidara dejar por escrito, con o sin un enfoque favorable, las plagas que supuestamente cayeron sobre Egipto o la huida de los esclavos hebreos. Sin embargo, no hay por qué fiarse únicamente de las inscripciones encargadas por el propio Ramsés; los egipcios, desde el momento en que dominaran la escritura en torno al 3200 AEC, mantuvieron muchos registros y ninguno de ellos insinúa siquiera la existencia de una gran población de esclavos hebreos, mucho menos su éxodo en masa.

Por último, las obras literarias de los egipcios desde el Imperio medio hasta el periodo tardío proporcionan numerosos motivos, temas y eventos reales usados por los escribas posteriores que escribieron la narrativa bíblica. La asociación de Ramsés con el faraón cruel y terco del Éxodo es inapropiada, ya que oculta el carácter de un hombre que fue un gobernante grande y noble.

Legado

El reinado de Ramsés II se ha vuelto algo polémico en el último siglo, ya que algunos expertos dicen que era más un hombre de espectáculo y propaganda que un rey eficaz, mientras que otros dicen lo contrario. Sin embargo, los registros de su reinado, tanto las pruebas escritas como físicas de sus templos y monumentos, abogan por un reinado muy estable y próspero. Fue uno de los pocos gobernantes que vivió y gobernó el tiempo suficiente como para participar en dos festivales de Heb Sed, que se celebraban cada treinta años para rejuvenecer al faraón. Puso a buen seguro las fronteras del país, aumentó la riqueza y amplió el alcance del comercio, y si se jactaba de sus logros en sus inscripciones y monumentos era porque tenía un buen motivo para estar orgulloso.

La momia de Ramsés el grande revela que medía más de 1,80 metros, y que tenía una fuerte mandíbula prominente, una nariz estrecha y labios gruesos. Sufrió de problemas dentales, artritis severa y endurecimiento de las arterias, y lo más probable es que muriera de viejo o de un fallo cardíaco. Los egipcios posteriores también lo conocían como el "gran ancestro", y muchos faraones le harían el honor de tomar su nombre como propio. Algunos de ellos, tales como Ramsés III, están considerados como mejores gobernantes que él, sin embargo, ninguno sobrepasaría los grandes logros y la gloria de Ramsés el grande en las mentes y los corazones de los antiguos egipcios.

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Sobre el traductor

Rosa Baranda
Traductora de inglés y francés a español. Muy interesada en la historia, especialmente en la antigua Grecia y Egipto. Actualmente trabaja escribiendo subtítulos para clases en línea y traduciendo textos de historia y filosofía, entre otras cosas.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2009, septiembre 02). Ramsés II [Ramesses II]. (R. Baranda, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-286/ramses-ii/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Ramsés II." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. Última modificación septiembre 02, 2009. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-286/ramses-ii/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Ramsés II." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 02 sep 2009. Web. 30 oct 2024.

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