El arte y la arquitectura de la antigua Persia

Definición

Joshua J. Mark
por , traducido por Carlos A Sequera B
Publicado el 22 enero 2020
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés, persa
Achaemenid Silver Wine Pourer (by Osama Shukir Muhammed Amin, Copyright)
Vertedor de vino de plata aqueménida
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

El arte y la arquitectura persas de la actualidad están asociados con la nación de Irán y normalmente se considera que empiezan con el Imperio aqueménida (c. 550-330 a.C.), pero tienen una historia aún más larga,ya que sus orígenes se remontan a antes de que los persas llegasen a la meseta iraní, en algún momento en el tercer milenio a.C.

El arte y la arquitectura persas estuvireon influidos por las civilizaciones más antiguas de Elam y Susiana de la región y por la vecina Mesopotamia. Las obras de arte elamitas tempranas se enfocaban en las representaciones de animales y en el uso de diseños imaginativos y geométricos y el arte de Susa reflejaba este paradigma, pero lo expandía por medio de las representaciones de perros.

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De hecho, parece que los perros eran de las representaciones artísticas más populares de Susiana. La arquitectura monumental de este periodo se ejemplifica mejor en Chogha Zanbil (anteriormente conocido como Dur Untash) con su impresionante zigurat y murallas y otras estructuras más modestas las cuales exhiben el mismo cuidado en el diseño y la construcción; estas mismas técnicas y diseños, excepto el zigurat, influirían posteriormente a las obras persas.

Hacia el año 550 a.C., Ciro el Grande (que reinó desde en torno a 550 hasta 530 a.C.) fundó el Imperio aqueménida, cuyas obras artísticas se inspiraron en los modelos del pasado y los mejoraron. El mejor ejemplo del arte y de la arquitectura aqueménida son las ruinas y obras encontradas en Persépolis, la capital diseñada e iniciada por Darío I (que reinó 522-486 a.C.) y en gran parte completada por su hijo Jerjes I (que reinó 486-465 a.C.). Las estructuras elamitas previas, tales como Chogha Zanbil, habían sido construidas con ladrillos de barro, pero los aqueménidas trabajaban fundamentalmente en piedra con bajorrelieves ornamentados como decoración. La joyería aqueménida se confeccionaba en metales preciosos (a menudo oro) y piedras preciosas, y muestran un impresionante nivel de artesanía.

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El arte persa alcanzó su apogeo con los sasánidas, quienes crearon algunos de los mejores monumentos y obras de arte del mundo antiguo.

El ímpetu artístico persa decayó durante la época del Imperio seléucida (312-63 a.C.), pero revivió durante el Imperio parto (247 a.C. – 224 d.C.) y alcanzó su apogeo con los sasánidas (224-651 d.C.), cuyo imperio se basó en la vasta historia de sus predecesores para crear algunos de los mejores monumentos y obras de arte del mundo antiguo. Tras la caída del Imperio sasánida ante los árabes islámicos en 651 d.C., las innovaciones artísticas persas siguieron influyendo en el arte y la arquitectura del mundo islámico y, hoy en día, muchas de estas son sinónimos del concepto de arte islámico.

Las primeras obras de Elam y Susiana

Durante algunos miles de años previos al tercer milenio a.C., la región de Susiana estuvo habitada por pueblos nómadas y seminómadas que finalmente se asentarían y fundarían la ciudad de Susa alrededor del año 4395 a.C. Los elamitas ya estaban en la región para esa época; su asentamiento en Chogha Bonut data del 7200 a.C. Las vidas de estos pueblos en la meseta iraní se vieron influidas alternativamente por los sumerios de Mesopotamia y las tribus de las tierras altas de los montes Zagros. El estudioso Pierre Amiet apunta:

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cuando los pueblos de las montañas y de la meseta lograron la unidad en el tercer milenio a.C., pudieron incorporar Susiana (con su civilización urbana altamente desarrollada) a un poderoso Estado, la primera entidad política y cultural registrada en la historia de Irán: Elam. (Harper, 2)

Para esta época ya se había desarrollado en la región un tipo de arte que ahora se conoce como protoelamita y que se dedicaba principalmente a las representaciones de animales. Amiet señala que “A menudo se sustituía a personas por animales, algunas veces en escenas aparentemente humorísticas que quizás evocaban fábulas” (Harper, 3-4). Para 5500 a.C. las representaciones de perros prevalecían en vasijas de cerámica procedentes de sitios en Juzestán o Juzistán, tales como Chogha Mish y el lugar de Tepe Sabz en Deh Luran. La colección más grande de cerámicas decoradas con perros procede de Susa, lo cual sugiere una continuación de la preocupación protoelamita por las representaciones de animales en el arte.

El periodo protoelamita terminó con las invasiones de Mesopotamia durante su período dinástico temprano (2900-2334 a.C.) y, especialmente, durante el tercer periodo dinástico (2600-2334 a.C.) cuando los reyes sumerios como Eannatum (c. 2500-2400 a.C.) conquistaron Elam. La influencia mesopotámica en esta época es evidente en la estatuaria que representa figuras humanas, muy notablemente las estatuillas de adoradores colocadas en santuarios para representar el espíritu de devoción comunitaria.

El Imperio acadio tomó la región bajo Sargón de Acadia (que reinó de 2334-2279 a.C.), promoviendo aún mas los motivos mesopotámicos en el arte de la región y, en arquitectura, esta influencia se manifestó más claramente en el gran complejo de edificaciones de Chogha Zanbil, construido durante el reinado de Untash-Napirisha (que reinó en torno a 1340 a.C.).

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Chogha Zanbil Ziggurat, Iran
Zigurat de Chogha Zanbil, Irán
Carole Raddato (CC BY-NC-SA)

Chogha Zanbil es un zigurat mesopotámico rodeado por templos y circundado por una muralla. Construido con ladrillos de arcilla cocidos y con inscripciones de frases, alabanzas y maldiciones en elamita, el complejo [ubicado a 19 millas (30 kilómetros) al sureste de Susa] fue un intento de unificar las dispares regiones de Elam bajo el culto del dios Inshushinak, deidad patrona de Susa. Si bien Chogha Zanbil definitivamente tiene carácter elamita, se basó en los motivos y métodos de construcción mesopotámicos los cuales se desarrollarían posteriormente en el arte y la arquitectura persas. La influencia de los primeros sellos cilindro o cilindro-sellos sumerios y acadios es también evidente en las obras de arte de Elam anteriores a Chogha Zanbil (hacia 2200 a.C.), las cuales representan diversas deidades y figuras humanas en escenas comunales. Más adelante, los persas desarrollarían estos motivos.

Aunque los persas ya habían llegado hacia el tercer milenio a.C., en torno al primer milenio a.C. se establecieron firmemente en Fars (Pars), vecina a Elam, la región que les daría su nombre. Cuando Ciro el Grande fundó el Imperio aqueménida, en torno a 550 a.C., se basó en la cultura de larga tradición del pasado, la cual para la época también incluía contribuciones medas, para incentivar lo que ahora se conoce como arte y arquitectura persas.

Arte y arquitectura aqueménidas

Las obras de arte más famosas del Imperio aqueménida provienen de la colección conocida como el Tesoro del Oxus; una reserva de obras bellamente elaboradas descubierta hacia el año 1877 d.C., enterrada en la ribera norte del río Oxus. Esta colección incluye monedas, vasijas, figuritas y estatuillas, joyería, jarras y placas de oro. Aunque la autenticidad de varios de estos objetos se ha puesto en duda en el pasado, el actual consenso académico es que son todos artefactos genuinos del período aqueménida, muy probablemente tomados de un templo cercano y enterrados por seguridad durante alguno de los muchos periodos turbulentos de la región.

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Egyptian Model Chariot
Modelo de carruaje egipcio
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Lo intrincado del diseño y la artesanía de algunas de las piezas demuestra una habilidad extraordinaria en la metalurgia, más notablemente en los brazaletes, las estatuillas y un modelo dorado de carruaje con caballos y figuras. Aunque este modelo no está acabado, el detalle de los arneses de los caballos, las ruedas y la ornamentación del carruaje mismo habrían requerido un considerable esfuerzo y un conjunto de destrezas.

Además de los objetos de la colección del Oxus, se han encontrado muchos otros en las ruinas de ciudades tales como Persépolis y Susa y en las tumbas y sepulturas excavadas. Estos incluyen platos, cuencos, recipientes para beber, amuletos y armas, entre otros. Un recipiente regio para beber (un ritón) sería bastante ornamentado, a menudo decorado con imaginería de animal o en forma de toro o una cabra. Los recipientes para beber más comunes eran cuencos o platos poco profundos que parecen haber sido fundidos, ya que el motivo floral en el fondo de los recipientes se repite en varioss de ellos y no está duplicado dentro del recipiente mismo. Es muy probable que esos tipos de cuencos y platos se produjeran en masa tanto para su uso como para el comercio, mientras que la joyería, en su mayor parte, se hacía a mano y posiblemente era por encargo de miembros específicos de la realeza.

Gold Bowl from the Oxus Treasure
Cuenco de oro del Tesoro del Oxus
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Ciro el grande estaba preocupado primordialmente por la consolidación de su poder y la expansión de sus territorios (aunque sin duda también se ocupó de los asuntos domésticos) y su hijo y sucesor, Cambises II (que reinó de 530-522 a.C.), siguió este mismo curso, por lo que no es hasta el reinado de Darío I cuando se presta verdadera atención al desarrollo artístico y arquitectónico. Aun así, Ciro dedicó un tiempo y análisis considerables a su capital de Pasargada, donde, según Pierre Amiet:

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Encargó la arquitectura de tipo palaciego, rechazando intencionalmente un entorno urbano. Dos salones con columnas, los cuales eran realmente salones de audiencia para la nobleza persa, no residencias, se integraron en un paisaje magnífico en un vasto jardín ingeniosamente dispuesto e irrigado. (Harper, 13)

Los jardines eran una parte integral de la arquitectura persa y ocupaban un lugar destacado en el diseño. La palabra persa para jardín (pairi-daeza) otorga al español su palabra paraíso porque estos paisajes estaban diseñados tan bellamente como si fuesen casi de otro mundo. Se decía que Ciro pasaba el mayor tiempo posible en sus jardines, muy probablemente para aclarar su mente antes de abordar los asuntos de Estado. Los jardines estaban irrigados mediante el sistema de qanat (canales inclinados que traían el agua del subsuelo) y en los patios centrales de palacios y edificios administrativos se les daba un lugar prominente a grandes parcelas de flora y fauna.

La obra de arte más conocida del período aqueménida es, sin duda, el cilindro de Ciro, una obra en arcilla grabada con la genealogía de Ciro el grande y su visión del imperio. Recientemente esta pieza se ha citado como la primera declaración en la historia que plasma una declaración de derechos humanos y garantiza la libertad de religión y de práctica para los pueblos del imperio. Sin embargo, hay que tener presente que esta interpretación ha sido cuestionada.

The Cyrus Cylinder
El Cilindro de Ciro
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Cuando Darío I ascendió al poder reconstruyó a Susa, añadió un complejo palaciego al sitio y continuó el mismo paradigma que Ciro tenía en destacar elaborados jardines como parte central del diseño. En sus edificaciones de Susa y Persépolis, los artesanos de Darío I iniciaron el motivo del "capitel animal persa" (la figura de un toro o un pájaro en la parte superior de una columna) y también diseñaron estas columnas como piezas esbeltas que conducirían la mirada hacia arriba a la figura del capitel, mientras que también acentuarían la grandeza de la altura de la edificación. Por lo tanto, estas columnas no eran solo obras de arte en sí mismas, sino que estaban completamente integradas dentro de la impresión global de la estructura. Para el tejado se usaba una construcción de entramado de madera, que en Persépolis se hizo con los cedros de los bosques del Líbano.

En Persépolis, Darío I también inició la práctica de la ornamentación por bajorrelieve. El bajorrelieve más famoso en Persépolis muestra a los distintos pueblos del Imperio aqueménida llegando a rendir homenaje al soberano o rey de reyes persa. Estas imágenes son tan detalladas que la nacionalidad de cada individuo se puede discernir fácilmente, así como los regalos que están presentando como ofrendas. Los relieves en Persépolis (así como los ejemplos de las placas votivas en la colección del Oxus y los encontrados en otros lugares) muestran atención a la forma y al detalle, lo cual da vida a las imágenes y hace que casi parezca que se mueven.

Gift-bearer Holding a Lamb from Persepolis
Portador de ofrendas sosteniendo un cordero de Persépolis
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Esta atención al detalle también parece haber caracterizado los jardines de los aqueménidas y, por extensión, todo su arte. Ciertamente se puede afirmar esto mismo de las obras de arte de otras civilizaciones y los aqueménidas recurrieron libremente a elementos griegos, medos y a la hora de crear los suyos propios; sin embargo, el arte y la arquitectura aqueménida se caracterizan principalmente por un efecto singular, casi sobrecogedor, de que el total es más grande que la suma de sus partes.

El periodo parto

El Imperio aqueménida cayó ante Alejandro Magno en 330 a.C. y fue reemplazado por el Imperio seléucida bajo Seleuco I Nicátor (que reinó de 305-281 a.C.), uno de los generales de Alejandro. Los seléucidas mantuvieron las estructuras previas pero, como griegos que eran, naturalmente impulsaron su propia visión artística y crearon en su propio estilo. En el año 247 a.C., su imperio cayó ante los partos y el arte y la arquitectura persas retomaron su desarrollo. Esto no quiere decir que no hubiera ningún progreso durante el tiempo de los seléucidas, pero los tipos de innovación y detalles del imperio anterior no aparecen durante esta época.

Inicialmente, los partos eran un pueblo seminómada y su arte refleja las diversas regiones con las que habían tenido contacto. Aunque conservaron las bases de las obras de arte aqueménidas, su visión se expresaba mediante la circularidad en la arquitectura y la frontalidad en el arte. Los bajorrelieves aqueménidas (que muestran imágenes de personas de perfil) fueron sustituidos por estatuas e imágenes que se encuentran cara a cara con el observador. Un excelente ejemplo de esto es el bajorrelieve frontal de un rey parto ofreciendo sacrificio al dios Hércules-Verethragna, dios patrono de las dinastías reales, actualmente albergado en el salón 310 del Museo del Louvre, París, Francia. El rey sostiene una cornucopia en su brazo izquierdo mientras que el derecho ofrece un sacrificio en un altar de fuego. Esta imagen, como muchas otras, alguna vez adornó un templo dedicado al dios y el uso de la frontalidad le habría proporcionado al visitante un contacto directo con la imagen del rey, ofreciendo una oportunidad de comunión con un compañero suplicante del pasado.

Parthian King Offering Sacrifice
Rey parto ofreciendo sacrificio
RMN / Hervé Lewandowski (Copyright)

El erudito Homa Katouzian plantea que el arte y la arquitectura partos estuvieron influidos por "las formas aqueménidas, helenísticas y mesopotámicas, atemperadas por sus propias tradiciones nómadas" pero se basaron en estas influencias para hacer que el arte fuese exclusivamente suyo (45). El uso de la bóveda ya era un elemento esencial del arte romano, por ejemplo, pero los partos tomaron este concepto y lo expandieron. Los domos o bóvedas romanos estaban situados encima de las estructuras; los de los partos se elevaban desde el suelo, acentuando tanto la altura como la resistencia y la estabilidad, conduciendo la vista hacia arriba y retornándola al suelo directamente. Un visitante de su capital, Nisa, podía haber continuado la línea del domo, imaginariamente, dentro de la tierra y regresar arriba para formar un círculo y el motivo del círculo aparecía en casi todas las obras de arte y de arquitectura partas, simbolizando la plenitud.

El arte y la arquitectura sasánidas

El Imperio sasánida continuó estas innovaciones y, como los otros antes, aprendió de múltiples influencias y las aprovechó. La genialidad de los sasánidas fue su habilidad para integrar completamente lo que había funcionado en el pasado en sus esfuerzos del momento y mejorarlo. El arte sasánida constituye el pináculo del ambiente artístico persa, de la misma manera que el Imperio sasánida, en su conjunto, ejemplificó los mejores aspectos de la antigua cultura persa.

El Imperio sasánida fue fundado por Ardashir I (que reinó de 224-240 d.C.) quien había sido un general bajo los partos antes de derrocar al último rey parto y establecer su propia dinastía. Ardashir I, casi inmediatamente, inició los proyectos de construcción que siguen siendo los mejores ejemplos de arte sasánida. Bajo Ardashir I [y desarrollados aún más bajo su hijo y sucesor Sapor I (que reinó de 240-270 d.C.)] la bóveda y el minarete se convirtieron en elementos básicos del diseño arquitectónico. El motivo parto de la frontalidad en los bajorrelieves se abandonó en favor del tratamiento aqueménida de las imágenes de perfil o de tres cuartos.

Victory Monument of Ardashir I
Monumento a la Victoria de Ardacher I
Johannes Lundberg (CC BY-NC-SA)

Los sasánidas se basaron en las técnicas de la bóveda y el arco tanto de partos como de romanos para crear estructuras soportadas por arcos que seguían transmitiendo el concepto de circularidad. El mejor ejemplo de esto es el famoso palacio de Ctesifonte conocido como Taq-i Kisra. Este probablemente fue construido por Cosroes I (que reinó de 531-579 d.C.) aunque algunas veces se le atribuye a Sapor I, y exhibe el arco abovedado de un solo tramo de ladrillo no reforzado más grande del mundo, inigualado en cualquier lugar incluso en la actualidad. Las ruinas, aún existentes, eran la entrada a un gran palacio imperial, ya que Ctesifonte era la capital sasánida, la cual fue construida para ser un reflejo de la grandeza de las obras maestras aqueménidas como Persépolis.

El arte sasánida mantuvo los motivos florales de los aqueménidas y la circularidad de los partos, pero mejoró sus obras con imágenes de cacería, danzas, fiestas y otros pasatiempos, así como también escenas de batalla, motivos religiosos y fábulas mitológicas. Estas figuras casi siempre se muestran de perfil, aunque algunas, tales como aquellas en platos de plata y recipientes para beber, son frontales. El ejemplo de arte sasánida frontal más grande y mejor conocido es la colosal estatua de Sapor I que se eleva 6,7 metros (21 pies), tallada en una única estalagmita en la cueva de Sapor en Irán. Aun en ruinas, la estatua todavía exhala vida y su inmensa altura impresiona claramente al visitante con la grandeza de su tema.

Colossal Statue of Shapur I
Estatua colosal de Sapor I
Turpault (CC BY-SA)

Conclusión

El surgimiento del Islam en el siglo VII d.C. y la conquista subsiguiente de varias regiones por parte de los árabes musulmanes condujo inevitablemente a la caída del Imperio sasánida en 651 d.C. La antigua religión persa del zoroastrismo fue suprimida (así como muchos otros aspectos de la cultura persa) en un esfuerzo por establecer firmemente una cosmovisión árabe-islámica. Aun así, el arte y la arquitectura persas se perpetuaron y llegaron a influir las obras de arte árabe-islámicas posteriores. El minarete, casi sinónimo de la arquitectura islámica en la actualidad, es (como se señaló) una innovación sasánida. Homa Katouzian menciona:

Desde el inicio de la conquista árabe, los iraníes estuvieron involucrados en el nuevo régimen, sea como guerreros conversos, administradores locales, escribas o, posteriormente, como visires, lingüistas, poetas, literatos, intelectuales, rebeldes y, finalmente, fundadores de nuevas dinastías… La pérdida del Imperio sasánida no fue sinónimo de la desaparición de los iraníes quienes, aun en los dos primeros siglos después de la conquista y antes de la fundación de las dinastías persas, jugaron un papel decisivo en la internacionalización de la sociedad y la cultura islámicas. (67)

El arte y la arquitectura persas continúan ejerciendo una influencia poderosa en la actualidad, ya que honran las tradiciones del pasado al adoptar lo que funcionaba bien antes y al mejorarlo. Los arquitectos y artistas persas de hoy en día son plenamente conscientes de su herencia (algunos artesanos incluso continúan trabajando los metales como lo hacían sus ancestros hace miles de años) y se basan en su historia para preservar y honrar el pasado. Las cerámicas, las alfombras, la estatuaria y los textiles persas siguen estando entre los más populares del mundo, un testimonio duradero de una de las más grandes civilizaciones de la antigüedad.

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Preguntas y respuestas

¿Entre qué fechas se sitúan el arte y la arquitectura persas?

Las fechas que se suelen dar para el arte y la arquitectura persas son en torno a 550 a.C. hasta 651 d.C. Esto es, desde el principio del Imperio aqueménida hasta el final del Imperio sasánida.

¿Cuáles fueron las principales influencias del arte y la arquitectura persas?

Las principales influencias provienen de las civilizaciones anteriores de Elam y Susiana, así como de la vecina Mesopotamia.

¿Cuál es la obra de arte más famosa de la antigua Persia?

Las obras más famosas de la antigua Persia son los artículos que componen el Tesoro del Oxus, entre los que encontramos joyería, estatuillas, placas, platos y otros objetos forjados delicados.

¿Por qué son importantes el arte y la arquitectura persas?

El arte y la arquitectura persas influyeron en obras posteriores en ambas disciplinas a través de su insistencia en la simetría y el equilibrio a pequeña y gran escala. Los persas inventaron en minarete y perfeccionaron el arco.

Sobre el traductor

Carlos A Sequera B
Carlos es ingeniero metalúrgico de Barquisimeto, Venezuela. Desde la infancia se sintió muy atraído por la geografía y la historia antigua. Leer sobre estos temas se convirtió en una afición y fortaleció sus conocimientos sobre historia.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark es un escritor independiente y antiguo profesor de filosofía a tiempo parcial en el Marist College de Nueva York. Vivió en Grecia y Alemania y ha viajado por Egipto. Ha sido profesor universitario de historia, escritura, literatura y filosofía.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2020, enero 22). El arte y la arquitectura de la antigua Persia [Ancient Persian Art and Architecture]. (C. A. S. B, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18747/el-arte-y-la-arquitectura-de-la-antigua-persia/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "El arte y la arquitectura de la antigua Persia." Traducido por Carlos A Sequera B. World History Encyclopedia. Última modificación enero 22, 2020. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18747/el-arte-y-la-arquitectura-de-la-antigua-persia/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "El arte y la arquitectura de la antigua Persia." Traducido por Carlos A Sequera B. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 22 ene 2020. Web. 20 abr 2024.

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