En la mitología griega, el titán Atlas era el responsable de sujetar el peso de los cielos sobre sus hombros, una carga impuesta como castigo por Zeus. Padre de muchas estrellas, y protagonista de uno de los famosos trabajos de Hércules, Atlas también era conocido como un hombre sabio y fundador de la astronomía. Para Platón era el primer rey de la ciudad a la que dio nombre, la Atlántida, y este gigantesco dios también dio su nombre a una enorme cordillera en el norte de África, gran océano Atlántico y a cualquier colección de mapas.
Con un nombre que tal vez transmite el significado de "sufrimiento" o "que soporta mucho", Atlas era hijo de los titanes Jápeto y Clímene (o Temis) y el hermano mayor de Epimeteo, Menecio y Prometeo. Atlas era el padre de la ninfa Calipso y de las siete Pléyades. En la versión tebana de los acontecimientos, Atlas también era el abuelo de Níobe.
Zeus castiga a Atlas
Atlas recibió la tarea de sostener los cielos como castigo de Zeus por liderar a los titanes en la batalla contra los dioses olímpicos por el control de los cielos. De manera parecida, Homero describe a Atlas en su Odisea como "temerario", que conoce los abismos de todos los mares y que soporta las columnas de las profundidades del océano Atlántico que separan el cielo y la tierra. Hesíodo en su Teogonía también describe a Atlas diciendo que soporta los cielos y lo sitúa en el país de las Hespérides (deidades femeninas conocidas por su canto), que estaba en el lejano oriente, al borde del mundo. Los escritores posteriores, incluido Heródoto, asociarían al dios con la Cordillera del Atlas en el norte de África. Fue ahí donde, como castigo por su increíble falta de hospitalidad, Perseo transformó al titán de pastor a una enorme montaña de roca usando la cabeza de la gorgona Medusa con su mirada mortal. Puede que esta historia se remonte al siglo V a.C.
Atlas y Hércules
Otras cosas que se asocian a Atlas es como padre de muchas constelaciones, como fuente de una gran sabiduría y como fundador de la astronomía, y según Platón en su Critias, como el rey original de la Atlántida. Sin embargo, puede que el mito más famoso en el que participa Atlas sea el conocido papel que juega en uno de los doce trabajos de Hércules. Euristeo ordenó al héroe recoger las manzanas de oro de los legendarios jardines de las Hespérides, que eran sagrados para Hera y estaban custodiados por Ladón, el temible dragón de cien cabezas. Siguiendo el consejo de Prometeo, Hércules le pidió a Atlas, en algunas versiones el padre de las Hespérides, que recogiese las manzanas por él mientras él, con la ayuda de Atenea, aguantaba el peso del mundo, dándole así un respiro al titán. Como es probablemente comprensible, cuando volvió con las manzanas doradas, Atlas se mostró reacio a volver a tomar el peso del mundo. Sin embargo, el astuto Hércules engañó al dios para intercambiarse con él un momento para que el héroe se pudiera hacer unos cojines para soportar el tremendo peso más fácilmente. Obviamente, en cuanto Atlas volvió a sostener los cielos, Hércules se marchó de la misma con su tesoro a Micenas.
Representaciones artísticas
En el arte griego a partir del siglo VI a.C., Atlas aparece a menudo en las representaciones de los trabajos de Hércules, la más conocida de las cuales es una metopa del templo de Zeus en Olimpia (c. 460 a.C.) donde se encuentra en los jardines de las Hespérides. Otras escenas parecidas también eran populares en la decoración de cerámica griega, especialmente con su hermano Prometeo. En las épocas romana y helenística, Atlas se representaba a menudo en una posición ya conocida, de rodillas con la espalda doblada, esforzándose por soportar el peso del mundo sobre sus hombros. Puede que el ejemplo más destacado de esta pose sea la escultura del siglo II d.C. que hoy en día se encuentra en el Museo Arqueológico de Nápoles.