Los mosaicos romanos eran una característica común de casas particulares y edificios públicos a través del Imperio, de África a Antioquía. No solo constituyen hermosas obras de arte en sí mismas sino que también son un registro inestimable de artículos de uso diario tales como ropa, alimentos, herramientas, armas, flora y fauna. También revelan mucho acerca de actividades romanas como peleas de gladiadores, deportes, agricultura, caza y, algunas veces hasta representan a los romanos mismos en retratos detallados y realistas.
Técnica
Los mosaicos, llamados también opus tesellatum, estaban hechos de pequeñas piezas cuadradas que medían típicamente entre 0,5 and 1,5 cm, pero los detalles finos se hacían usando piezas más pequeñas, hasta de 1 mm de tamaño. Estos cuadritos (teselas) se cortaban de materiales tales como mármol, ladrillo, esmalte (pasta de vidrio), cerámica, piedra y hasta conchas. Se preparaba una base con mortero fresco y lasteselas se colocaban tan apretadamente como fuera posible y cualquier juntura se rellenaba con mortero líquido en un proceso llamado lechada. Después, la obra entera se limpiaba y se pulía.
Pisos hechos de pequeños guijarros se utilizaban en la edad de bronce tanto en la civilización minoica con base en Creta como en la civilización micénica en la Grecia continental. La misma idea, aunque con diferentes patrones, se utilizó en Oriente Próximo en el siglo VIII a.C. En Grecia, el primer piso de guijarros con intento de diseño data del siglo V aC con ejemplares en Corinto y Olinto. Eran usualmente en dos tonos con ligeros diseños geométricos y pequeñas figuras sobre un fondo oscuro. Ya al final del siglo IV a.C se estaban usando colores y se han encontrado muchos ejemplares finos en Pella, Macedonia. Estos mosaicos eran reforzados usualmente con franjas de terracota o plomo incrustadas a menudo para destacar los bordes. De hecho, no fue sino hasta en la era helenista en el siglo III a.C. que el mosaico se elevó hacia una forma de arte y que se comenzaron a incorporar paneles detallados de teselas en los pisos estampados. Muchos de estos mosaicos intentaban copiar murales de la época.
A medida que los mosaicos evolucionaron en el siglo II a.C se usaron teselas más pequeñas y cortadas con mayor precisión, algunas veces tan pequeñas como de 4 mm o menos, y los diseños empleaban un amplio espectro de colores con lechada coloreada para igualarse con las teselas a su alredededor. Este tipo particular de mosaico, que usaba una coloración y sombreado sofisticados para crear un efecto similar a una pintura, se conoce como opus vermiculatum y uno de sus mayores artífices fue Soso de Pérgamo (150-100 a.C) cuyo trabajo, especialmente su mosaico Palomas bebiendo, fue muy copiado durante siglos. Además de en Pérgamo, se han hallado magníficos ejemplares de mosaicos helenísticos tipo opus vermiculatum en Alejandría y Delos en las Cícladas. Debido a la laboriosidad necesaria para su producción, estas piezas, eran usualmente mosaicos pequeños de 40 x 40 cm colocados sobre una bandeja de mármol o con bordes, por artesanos en talleres especializados. Estas piezas se conocían como emblemata ya que a menudo se usaban como piezas centrales de pisos con diseños más sencillos. Estas obras de arte eran tan valiosas que con frecuencia se trasladaban a otros sitios y se heredaban dentro de la misma familia, de generación a generación. Varias emblemata podían conformar un solo mosaico y, gradualmente, las emblemata empezaron a asemejarse más a sus entornos y pasaron a llamarse paneles.
En el tema del mosaico sobre el cual hay dificultades para la datación, enormes variaciones en la calidad artística, el gusto popular y convencionalismos regionales, resulta problemático describir una evolución estrictamente lineal de la expresión del arte. Sin embargo, se pueden destacar algunos puntos sobresalientes del cambio y diferencias regionales.
Al principio, los romanos no divergieron del enfoque helenístico del mosaico y, de hecho su temática (de monstruos marinos y escenas mitológicas griegas) así como los artistas mismos, estaban bajo la influencia de Grecia, como lo demuestran muchos mosaicos romanos firmados con nombres griegos, lo que evidencia que, aún en el mundo romano, el diseño estaba todavía dominado por los griegos. Uno de los más famosos es el mosaico de Alejandro que fue una copia de una pintura griega original atribuida a Filoxeno de Eretria o a Arístides de Tebas. El mosaico está en la casa del Fauno, en Pompeya e ilustra a Alejandro Magno montando a Bucéfalo y enfrentándose a Darío III en su carro de guerra durante la batalla de Issos (333 a.C.).
Los mosaicos romanos a menudo copiaban otros de coloración anterior, sin embargo los romanos sí desarrollaron sus propios estilos y construyeron centros o escuelas de producción de mosaicos a través del imperio que cultivaban sus preferencias propias y particulares: escenas de caza a gran escala e intentos de utilizar la perspectiva en las provincias africanas, vegetación impresionista y algún observador en primer plano en los mosaicos de Antioquía o la preferencia europea de paneles figurativos, por ejemplo.
El estilo romano predominante, aunque no exclusivo, en Italia misma usaba solamente teselas blancas y negras, una predilección que sobrevivió hasta el siglo III d.C. y se usaba más frecuentemente para representar temas marinos, sobre todo cuando estaban destinados a termas romanas (los del primer nivel de las termas de Caracalla en Roma son un excelente ejemplo). También existía una preferencia por diseños bidimensionales y un énfasis en diseños geométricos. En torno a 115 d.C., en las termas de Buticoso en Ostia se halla el ejemplo más antiguo de una figura humana en mosaico y en el siglo II d.C. las siluetas de figuras se volvieron comunes. Al pasar el tiempo, los mosaicos se hicieron cada vez más realistas en su representación de figuras humanas y los retratos precisos y detallados se volvieron más comunes. Mientras tanto, en la parte oriental del imperio y especialmente en Antioquía, el siglo IV d.C. experimentó la expansión de diseños con temas bidimensionales repetidos para crear un efecto de alfombra, un estilo que influiría posteriormente en iglesias cristianas y sinagogas judías.
Otros diseños de pisos
Los pisos también se colocaban usando piezas más grandes para crear diseños en una escala mayor. Los pisos conocidos como opus signinum agregaban mortero coloreado, usualmente rojo, con teselas blancas puestas o esparcidas al azar para crear amplios patrones. Las cruces con cinco teselas rojas y una tesela central en negro era un diseño muy común en Italia en el siglo I d.C., aunque más comúnmente utilizaban solo piezas negras.
Opus sectile era un segundo tipo de pisos que usaba grandes losas coloreadas de piedra o mármol cortadas en formas particulares.Opus sectile era otra técnica de origen helenístico que los romanos expandieron a la decoración de paredes. Fue utilizado en muchos edificios públicos y no fue sino hasta bien entrado el siglo I d.C. que se volvió más usual en villas privadas y por influencia egipcia comenzó a utilizar vidrio opaco como material principal.
Otros usos del mosaico
El mosaico no estaba del todo limitado a pisos. Bóvedas, columnas y fuentes se decoraban frecuentemente con mosaico (opus musivum), también especialmente en termas. Los más tempranos ejemplares de este uso datan de la mitad del siglo I a.C. en el recinto dedicado a las ninfas (nymphaea) de la Villa de Cicerón en Formiae donde se usaron piezas de mármol, pómez y conchas. En otros sitios se agregaban piezas de mármol y vidrio para dar al conjunto la impresión de una gruta natural. Para el siglo I d.C. se utilizaban también paneles de mosaico para embellecer nymphaea y fuentes. En Pompeya y Herculano se usó esa técnica para recubrir nichos, paredes y frontones e igualmente estos murales imitaban pinturas originales. Las paredes y bóvedas de las termas en el Imperio romano tardío se decoraban con mosaico de vidrio lo que producía una reflexión de luz solar sobre las piscinas y creaba un efecto reluciente. Los pisos mismos de las piscinas eran recubiertos de mosaico como también los pisos de mausoleos, los que incorporaban a veces un retrato del difunto. De nuevo, el uso del mosaico para decorar espacios en paredes y bóvedas influiría más tarde a los decoradores del interior de iglesias cristianas a partir del siglo IV d.C.
Nacido en Nicaragua, de nacionalidad costarricense. Residente en Canadá. Larga carrera de gestión empresarial internacional. Jubilado. Traductor asociado de la ATIA (Asociación de Traductores e Intérpretes de Alberta).
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.
Cartwright, M. (2013, junio 14). Mosaicos romanos [Roman Mosaics].
(F. Gutierrez, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-498/mosaicos-romanos/
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Cartwright, Mark. "Mosaicos romanos."
Traducido por Francisco Gutierrez. World History Encyclopedia. Última modificación junio 14, 2013.
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Cartwright, Mark. "Mosaicos romanos."
Traducido por Francisco Gutierrez. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 14 jun 2013. Web. 04 dic 2024.
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Escrito por Mark Cartwright, publicado el 14 junio 2013. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.