Las guerras sajonas (772-804) fueron una serie de conflictos entre los francos bajo el mando de Carlomagno, que buscaba conquistar Sajonia y convertir la población al cristianismo, y los sajones que se resistieron. El conflicto duró más de 30 años a lo largo de 18 campañas y se cobró miles de vidas antes de la victoria de Carlomagno en 804 y la conversión/ asimilación sajona en la población general.
La causa inmediata de las guerras fue la destrucción de una iglesia en Deventer, en lo que hoy son los Países Bajos, a manos de los sajones que se opusieron al trabajo misionero en sus territorios. Deventer había sido fundado en torno a 768 expresamente para este propósito por el misionero anglosajón Lebuino (muerto en 775) para la conversión del pueblo de Utrecht y las tierras circundantes que, objetando a estos esfuerzos, se alió con los sajones para preservar sus creencias y costumbres religiosas tradicionales.
Los líderes francos Carlos Martel (que reinó de 737-741) y Pipino el Breve (Edil del Palacio de Neustria 741-751 y Rey de los Francos 751-768) habían intentado sin éxito someter a Sajonia y así la causa fue tomada por Carlomagno (Rey de los francos 768-814, Rey de los francos y lombardos 774-814, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico 800-814) que lo convirtió en una cruzada para cristianizar Sajonia por la fuerza. Las guerras concluyeron con la deportación de 10.000 sajones a Neustria en 804, que luego fueron reemplazados en Sajonia por francos. Los sajones continuaron ejerciendo una influencia cultural en Sajonia y en otros lugares, pero la asimilación diluyó las tradiciones religiosas y culturales por las que habían luchado.
Los sajones
Como sus creencias religiosas estaban íntimamente ligadas a su cultura y sociedad, los sajones rechazaron ferozmente los esfuerzos de los misioneros cristianos para convertirlos.
Los sajones eran un pueblo germánico que se asentó en la región del norte de Alemania en algún momento antes del siglo IV d.C., y que estableció finalmente sus provincias de Angria, Ostfalia y Westfalia en la región que llegó a ser conocida como Sajonia. Su primera mención cierta en el registro histórico viene desde el 356 cuando se les hace referencia como piratas que asaltan los puertos costeros de la Galia y Gran Bretaña. Practicaban una forma de paganismo germánico, pero los detalles de la observancia son desconocidos, ya que no mantenían ningún registro escrito y no tenían un texto estándar de las escrituras. Su estructura social tampoco está clara por la misma razón: se basaban en la tradición oral para preservar su cultura, pero parece que se basaba en sus creencias religiosas.
La sociedad sajona parece haber sido una jerarquía descendente con los nobles en la cima, pasando por los hombres libres, la clase baja y por último los esclavos. Hacían sacrificios a los dioses, incluidos a veces los humanos, y las observancias religiosas incluían la veneración de un pilar sagrado conocido como el Irminsul, que en escritos posteriores a veces se caracteriza como un árbol y se cree que quizás tenía el mismo simbolismo que el Árbol del mundo Yggdrasil, el árbol de la vida, más conocido en la mitología nórdica. El académico H. R. Ellis Davidson señala:
La descripción del Irminsul como universalis columna es paralela a la imagen del Árbol del Mundo, Yggdrasil, uno de los símbolos más poderosos de la mitología nórdica, que se dice que se encuentra en el centro de los mundos de dioses y hombres. Entre los escandinavos de la era vikinga, un árbol parece ser el símbolo principal de articulación central del universo, pero los llamados "pilares para el sitial" de madera que formaban el soporte principal en el centro de salones y de santuarios se podrían entender como una versión norteña de los pilares germánicos que se erigían en lugares santos. En las fuentes literarias, tales pilares están asociados con el diosThor. (23)
No sabemos cuál era la importancia del Irminsul para los sajones, ni los rituales asociados con él, pero claramente el objeto era de gran importancia religiosa, cultural, política y militar y parece ser que los consejos de la comunidad se convocaban en su presencia. Los sajones no tenían rey ni corte; en vez de eso, convocaban asambleas en las que los miembros de las tres clases podían opinar para decidir asuntos legales, políticos, sociales y militares. Las "provincias" de Sajonia no estaban bajo ningún gobierno centralizado, sino que eran más o menos autónomas de acuerdo con unos valores culturales compartidos.
Como sus creencias religiosas estaban íntimamente ligadas a su cultura y sociedad, rechazaron ferozmente los esfuerzos de los misioneros cristianos para convertirlos. Las Crónicas Carolingias (Anales del reino de los francos), posteriores, señalan cómo los sajones interpretaban la conversión como la obra de espíritus malignos empeñados en destruirlos convirtiendo a miembros fieles de la comunidad contra las costumbres tradicionales de larga data y sustituyéndolas por nuevos modelos. Como rechazaron el cristianismo, los sajones resistieron la presión política y militar para forzar su sumisión a sus vecinos, los francos, que lucharon por su nueva fe al unificar su reino.
Carlomagno
Carlomagno llegó al poder como cogobernante con su hermano menor Carlomán I (que reinó de 768-771) a la muerte de su padre Pipino el Breve, a quien la Iglesia le había concedido el nuevo título de Rey de los francos en 751. La Iglesia controlaba el reinado de Pipino a través de un documento conocido como la Donación de Constantino, que, decían, había sido elaborado después de la conversión de Constantino al cristianismo y establecía a la Iglesia como el único poder político en la tierra al que se sometía un monarca cristiano voluntariamente, y que después la Iglesia le otorgaba la autoridad para gobernar. El documento era una falsificación, pero Pipino no tenía manera de saberlo y por tanto sus decisiones políticas eran tanto en beneficio de la Iglesia medieval como en beneficio propio.
Después de su muerte, Carlomagno quiso continuar sus políticas, especialmente en relación con las campañas militares, mientras que Carlomán I instó a la cautela y la diplomacia. Carlomagno ignoró a su hermano y llevó a cabo campañas exitosas en Aquitania, lo que enojó a Carlomán I y puso al reino en riesgo de una guerra civil. Sin embargo, cuando Carlomán murió en 771 y Carlomagno se convirtió en el único rey de los francos, rápidamente se definió a sí mismo como un defensor de la Iglesia, aunque no hay pruebas de que aceptara la Donación de Constantino como un documento autorizado, y procedió contra cualquiera que se pusiera en contra de las enseñanzas de la Iglesia a través de campañas militares.
El consejero de Carlomagno, el clérigo y erudito Alcuino de York (735-804), se opuso a esta política señalando que la conversión forzada no tenía ningún valor, ya que la persona tenía que acudir a Cristo por decisión propia. Carlomagno rechazó este consejo y su primer esfuerzo de conversión mediante la espada fue contra los sajones en 772, a pesar de que no está claro si esta fue o no su principal motivación al comienzo de las guerras sajonas. Roger Collins comenta lo siguiente:
Las campañas individuales de Carlos Martel y Pipino habían logrado controlar la presión sajona a lo largo del río Lippe, pero no habían convertido el gobierno franco en una realidad en la zona, y mucho menos sobre Sajonia en general. En 772, Carlomagno estaba decidido a subyugar al grupo meridional de sajones. Esto suponía no solo una conquista militar sino también su integración en la órbita cultural franca a través de su conversión obligada al cristianismo. No está claro si esa era su intención desde el principio, pero ciertamente lo era para el año 775. (281)
El objetivo inicial de la primera campaña de 772 era la toma de Eresburg y la destrucción del centro religioso, que incluía el Irminsul y el tesoro considerable de su santuario.
Primeras campañas y destrucción del Irminsul
Carlomagno quiso justificar esta campaña contra los sajones como una represalia por su destrucción de la iglesia en Deventer en 772. Sin embargo, parece estar claro que, tal y como señala Collins, iba a llevar a cabo una acción militar contra Sajonia de acuerdo con las políticas de Carlos Martel, Pipino el Breve y los esfuerzos de conversión de la Iglesia incluso si los sajones no hubiesen tocado nunca la iglesia.
Golpeó en Eresburg, destruyó el Irminsul sagrado, saqueó el santuario y masacró a la gente antes de regresar a su propio reino con varios rehenes para garantizar el buen comportamiento a la hora de cumplir los términos que les había ofrecido. Collins comenta lo siguiente sobre la destrucción del Irminsul:
La naturaleza exacta de este objeto es incierta, pero su ubicación en el territorio recientemente adquirido en la frontera sur en expansión del territorio sajón sugiere que era más que un elemento de reverencia tradicional y estaba directamente asociado con la victoria y conquista militar. Por lo tanto, su destrucción no solo fue lucrativa económicamente, gracias a la captura del tesoro de las ofrendas en el santuario, sino que también pretendía ser un golpe para la moral sajona. (281)
Como creía que los sajones cumplirían sus términos, dejó la región en paz y marchó contra los lombardos, a los que conquistó en 774 y después reclamó el título de rey de los francos y lombardos. Sin embargo, los sajones, posiblemente dirigidos en este momento por Viduquindo (a quien se cita como líder sajón entre 777-785), rechazaron los términos de Carlomagno ese mismo año y lanzaron incursiones en territorio franco donde destruyeron Eresburg y saquearon un monasterio en represalia por la destrucción del Irminsul. Carlomagno volvió su atención a la región y derrotó a los sajones en la batalla en 775; acto seguido estableció fortificaciones y campamentos para hacer cumplir su voluntad antes de continuar las campañas militares en la región de la actual Italia.
Viduquindo, la masacre de Verden y las leyes sajonas
Carlomagno emitió las ordenanzas sobre Sajonia desde Paderborn en las que prohibía la práctica del paganismo germánico bajo pena de muerte.
Los sajones se levantaron de nuevo en 776 y fueron nuevamente derrotados por Carlomagno al mando de sus tropas en persona para castigar a los responsables de la rebelión. Viduquindo escapó y huyó a Dinamarca, donde negoció un acuerdo con el rey Sigfried para permitir que los sajones se refugiaran en su reino. Este pacto abrió una salida de Sajonia a Dinamarca, que muchos sajones aprovecharon para huir de las cruzadas de Carlomagno. En 777, Carlomagno convocó una asamblea en su recién establecido asentamiento de Paderborn para recibir la sumisión de los líderes sajones y supervisar su bautismo.
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Los registros de este evento señalan que Viduquindo no estaba entre los presentes, y, aunque no hay pruebas sólidas, es probable que regresara de Dinamarca para organizar la resistencia adicional que atraería a Carlomagno de vuelta a Sajonia en 779. Collins comenta las dificultades a las que se enfrentó Carlomagno para derrotar a los sajones en comparación con sus otros adversarios, tales como los lombardos:
En parte, el problema de someter a los sajones radicaba la dificultad del terreno pantanoso alrededor alrededor del cual tenían lugar las luchas. Esta era una región que había desconcertado a los romanos en sus conquistas en la época de Augusto. Pero algo quizás más significativo era la naturaleza de la organización social y política de los sajones. No tenían reyes ni instituciones centrales permanentes. Tampoco tenían grandes asentamientos, aparte de fuertes como Eresburg. La unidad social sajona básica eran las familias extendidas, y estas vivían en granjas fortificadas, que funcionaban más bien como pueblos pequeños... Por lo tanto, no se podía incapacitar a los sajones mediante la derrota de un solo líder, ni se podía lograr una conquista rápida capturando o destruyendo ningún asentamiento clave. (282)
En 782, Viduquindo dirigió nuevamente a los sajones en una revuelta, destruyendo iglesias y masacrando asentamientos francos. Carlomagno respondió con otra campaña y la infame Masacre de Verden en la que fueron ejecutados 4.500 sajones. Luego emitió las Ordenanzas sobre Sajonia (también conocidas como Capitularios Sajones) desde Paderborn, en las que prohibía la práctica del paganismo germánico bajo pena de muerte. Las Ordenanzas, y otros decretos, se utilizaron para la emisión de la Lex Saxonum (Leyes Sajonas) en 802/803 hacia la conclusión del conflicto, aunque estas leyes posteriores eran mucho más conciliadoras que los edictos anteriores.
En 785, Viduquindo se presentó ante Carlomagno para jurar lealtad y recibir el bautismo cristiano. Después Viduquindo desaparece del registro histórico y parece ser que Carlomagno consideró concluidas las guerras sajonas y a sí mismo el vencedor. Aunque hay registros de rebeliones esporádicas y disturbios civiles, no hubo más levantamientos a gran escala en los próximos siete años.
Rebelión y deportación
Los sajones se levantaron de nuevo en 792, comenzando en Westfalia, pero esta revuelta fue suprimida rápidamente. No obstante, esta paz no duraría mucho y estalló otra rebelión en 796, a la que, una vez más, Carlomagno se enfrentaría en persona al frente de sus tropas. Tal y como señala Collins, con respecto a las rendiciones sajonas y las promesas de lealtad, "tales sumisiones humillantes solo eran efectivas mientras Carlomagno y el principal ejército franco estuvieran presentes para hacerlas cumplir" (282). Aun así, y a pesar del mando personal de Carlomagno de sus fuerzas, la revuelta continuó (o surgió de nuevo) hasta 798.
Para evitar que los sajones recibieran ayuda o escaparan de sus campañas, Carlomagno acabó con la ruta de migración a Dinamarca en 798 y aumentó la presión sobre los sajones para someterse y convertirse al cristianismo. Tal vez en consideración del consejo de Alcuino, Carlomagno suavizó su posición sobre la conversión forzada y las observancias paganas y abolió la pena de muerte en 797 antes de emitir las Leyes sajonas en 802/803. Como la resistencia continuó, ordenó deportar a 10.000 sajones a Neustria y los reemplazó con francos, con lo que puso fin definitivamente a las guerras sajonas.
Conclusión
Aunque Carlomagno parece haber rechazado la Donación de Constantino, claramente modeló su imagen propia en la del primer emperador romano que aceptó y validó el cristianismo, incluso hasta el punto de nombrar una ciudad, Karlsburg, en honor propio al igual que Constantino había hecho con Constantinopla. Los textos medievales cristianos que defienden a Carlomagno refuerzan esta conexión y afirman que Carlomagno, al igual que Constantino, era un defensor de la fe y que los sajones eran "demonios" que se habían establecido como adversarios de Cristo, por lo que era justo que pagaran con sus vidas y su autonomía.
A pesar de esto, incluso las fuentes cristianas destacan la brutalidad de las campañas de Carlomagno contra los sajones y afirman que "predica bacon lengua de hierro". El erudito Philippe Contamine señala cómo "el temor a un castigo sobrenatural y el deseo de obtener la protección de Dios o la de sus santos a veces llevaba a los jefes [de este período] a refrenar o prohibir la devastación" (262). Ninguno de los relatos sobre las guerras sajonas sugiere que Carlomagno se adhiriera a este modelo en lo más mínimo porque, en su mente, era un campeón del bien supremo que luchaba contra las fuerzas enviadas contra él por fuerzas oscuras y demoníacas.
Se desconoce el número de muertos durante las guerras sajonas, pero según los anales francos, en el lado sajón fueron asesinados al menos 10.000 entre 772-782, con una estimación baja de al menos 4.000 más para el 800. Los sajones continuarían honrando sus tradiciones incluso después de su conversión nominal al cristianismo y muchas de sus tradiciones, incluida la celebración anual de Yule alrededor del 25 de diciembre, acabarían convirtiéndose en parte de las observancias de la nueva fe. Sin embargo, su estructura social, basada en el sistema de creencias que Carlomagno había proscrito, llegó a su fin en la práctica en 804, y cualquier levantamiento esporádico posterior no pudo hacer nada para resucitarla.
Las guerras sajonas fueron una serie de conflictos que tuvieron lugar entre 772 y 804 entre los francos bajo el mando de Carlomagno, que quería convertir a los sajones al cristianismo por la fuerza, y el pueblo germánico pagano de Sajonia.
¿Cuál fue la causa de las guerras sajonas?
La causa inmediata de las guerras sajonas fue la destrucción sajona de una iglesia en Deventer, en los actuales Países Bajos, pero se entiende que Carlomagno habría llevado a cabo la campaña contra los sajones incluso si estos no hubiese tocado nunca la iglesia.
¿Cuántas guerras sajonas hubo?
Carlomagno lanzó 18 campañas militares contra los sajones entre 722 y 804.
¿Quién ganó las guerras sajonas?
Carlomagno y los francos ganaron las guerras sajonas tras deportar a 10.000 sajones de su patria y sustituirlos por francos cristianos.
Jorge es profesor de inglés independiente, estudiante de gramática y etimología inglesa. Diplomado IDELT Bridge y Asesor de Gramática Inglesa de Bridge. Actualmente estudia traducción profesional inglés-español en la Escuela Americana de Traductores e Intérpretes.
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.
Mark, J. J. (2023, junio 16). Las guerras sajonas [Saxon Wars].
(J. A. Vergara, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21990/las-guerras-sajonas/
Estilo Chicago
Mark, Joshua J.. "Las guerras sajonas."
Traducido por Jorge A. Vergara. World History Encyclopedia. Última modificación junio 16, 2023.
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Estilo MLA
Mark, Joshua J.. "Las guerras sajonas."
Traducido por Jorge A. Vergara. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 16 jun 2023. Web. 10 nov 2024.
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Escrito por Joshua J. Mark, publicado el 16 junio 2023. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.