Batalla de Queronea

Definición

Donald L. Wasson
por , traducido por Recaredo Castillo
Publicado el 02 septiembre 2009
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés, turco
Greek Phalanx (by CA, Copyright)
La falange griega
CA (Copyright)

La batalla de Queronea tuvo lugar en una mañana de principios de agosto del año 338 a.C. en las afueras del pueblo de Queronea. Aunque Atenas y Esparta habían dominado Grecia en términos políticos, militares y económicos durante siglos, la batalla de Queronea, una de las más famosas batallas griegas, solo involucró a una de esas ciudades, Atenas, que unió fuerzas con Tebas para enfrentar el creciente poder de Macedonia en una batalla que cambiaría la historia.

Desde los tiempos de Homero, el concepto de arête y su énfasis en la fuerza y el coraje simbolizaba a los griegos en la batalla. Sin embargo, en el siglo IV a.C. apareció una nueva amenaza que desafió la dominación de las ciudades-estado del sur de Grecia cuando Macedonia, que los griegos veían como una tierra de bárbaros, quedó bajo el astuto liderazgo de Filipo II, un hombre que reformó completamente el ejército macedonio. Filipo probaría su nuevo poder militar en la batalla de Queronea; la victoria macedonia en Queronea pondría a Grecia en lo que el historiador G. Maclean Rogers describe como un "sueño profundo", tanto política como militarmente. Y ya nunca podría recuperar su supremacía en el Mediterráneo.

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Filipo II reconstruye el ejército macedonio

Filipo había heredado un país militarmente débil. Reconociendo esta debilidad, reconstruyó su frágil ejército hasta convertirlo en una fuerte máquina guerrera. Este nuevo ejército se basaba en el famoso Batallón Sagrado de Tebas (la fuerza de elite del ejército tebano) y su igualmente eficiente formación en cuña, un concepto que Filipo había aprendido cuando estuvo cautivo en Tebas en 367 a.C. El nuevo ejército de Filipo ya no estaba formado por ciudadanos soldados, sino por profesionales. Reorganizó la antigua y tradicional falange y reemplazó la anticuada lanza de los hoplitas por la sarisa, una pica de 5,5 a 6 metros de largo, agregando una espada corta de doble filo o xiphos. Por último, rediseñó los anticuados escudos y cascos. No le tomó mucho tiempo demostrar al resto de Grecia la fuerza del ejército macedonio, al atacar y derrotar a los tracios en el norte, probando al pueblo de Atenas que Filipo era una amenaza real.

Philip II of Macedon
Filipo II de Macedonia
Fotogeniss (CC BY-SA)

Atenas y Tebas unen fuerzas

Entre los años 352 y 338 a.C., Atenas y Filipo seguirían enfrentados. A pesar de la incómoda paz con Macedonia, una paz firmada después de las guerras sociales, y que fue incómoda porque Filipo ofreció su ayuda a Atenas, pero luego tomó el control de las ciudades que quería para sí mismo después de habérselas ofrecido a Atenas, Atenas solo podía permanecer en silencio, aunque inquieta, ante esos bárbaros del norte. Los atenienses estaban reacios a luchar solos, ya que habían sido incapaces de asegurar alianzas y, a decir verdad, no tenían los recursos. Además, los éxitos militares de Filipo le valieron un asiento en la Anfictionía (una asociación de ciudades-estado griegas) lo que fue un insulto más para los atenienses.

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Aunque Atenas consideraba a Filipo como una amenaza, otros lo veían como alguien que podía unir a toda Grecia. Mientras tanto, Filipo aumentó su presencia en Grecia capturando las ciudades de Crenides en el 356 a.C., una ciudad a la que renombró como Filipos; Metone en el 354 a.C., y finalmente, en el 348 a.C., Olinto en la península Calcídica. Estos violentos ataques afectaron a Atenas cuando Filipo se apoderó de las embarcaciones de grano que se dirigían a la ciudad. Estos ataques sobre su línea de abastecimiento llevaron a Atenas a buscar aliados, eventualmente en su vecino del norte, Tebas. Aunque enemigos de larga data, las dos ciudades tenían ahora un enemigo común: Filipo. Atenas le recordó a Tebas que, dada su ubicación geográfica, Tebas caería antes que Atenas. Sin embargo Tebas, que tenía claro el peligro que significaba Filipo, no miraba al sur, a Atenas, como un aliado, sino que al este, a los persas, cuya antipatía por el rey macedonio derivaba de su presencia a lo largo de la costa noroeste de la Anatolia controlada por los persas.

En el año 339 a.C., ya estaba claro que no se podía evitar un enfrentamiento decisivo con Filipo.

En el año 339 a.C., ya estaba claro que no se podía evitar un enfrentamiento decisivo con Filipo. Un airado ateniense que tenía muy claro el peligro que significaba para Atenas, como para el resto de Grecia, era Demóstenes. Este hábil orador advirtió acerca de esta amenaza en una serie de agresivos discursos llamado las “Filípicas”. Él fue quien se dio cuenta de la necesidad de asegurase un aliado, concretamente Tebas. Demóstenes creía que las nuevas ciudades debían dejar de lado sus diferencias y luchar unidos contra los bárbaros macedonios. Puesto que muchos dentro del gobierno de Atenas se oponían a ir a la guerra con Filipo, el hábil Demóstenes los alentó recordándoles su victoria contra el Imperio persa en la batalla de Maratón. Les dijo que podían derrotar fácilmente a esos bárbaros del norte. Aunque a regañadientes, los atenienses cedieron ante el argumento de Demóstenes.

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Preliminares

Para establecer una primera línea de defensa, el ejército ateniense marchó a Beocia, donde estacionó tropas en los pasos de montaña más estratégicos (especialmente en el paso de Gravia al norte de Anfisa y el de Parapotamios en el camino a Tebas) en un intento de bloquear a Filipo el acceso al golfo de Corinto, que era una fuente de los suministros que necesitaba; la falta de suministros forzaría a Filipo a retirarse. Esos pasos de montaña permanecieron resguardados entre el 339 y el 338 a.C. y tanto Atenas como Tebas se sintieron seguras, hasta que las guarniciones comenzaron a inquietarse y, al sumarse las naturales animosidades, comenzaron a causar serios problemas.

Philip II of Macedon's 339 BC Campaign
Campaña de Filipo II en el año 339 a.C.
MinisterForBadTimes (CC BY-SA)

Además, a esas divergencias se agregó el rumor, esparcido por el mismo Filipo, de que los macedonios estaban a punto de retirarse. Cuando Filipo retiró sus tropas de Citinio, las fuerzas griegas en Anfisa relajaron la guardia. Al ver esto, Filipo aprovechó inmediatamente la oportunidad y atacó de noche, destrozando a los defensores del paso y ocupando la ciudad. Luego se movió más hacia el oeste y capturó la ciudad de Naupacto. Cuando Filipo ofreció la paz, un enérgico Demóstenes convenció a Atenas y a Tebas de rehusar la oferta. La guerra se hizo entonces inevitable. El rey y su joven hijo Alejandro tomaron la ciudad de Elatea en la frontera de Beocia; quedando abierto entonces el camino a Atenas y Tebas. Filipo hizo marchar sus tropas hacia el sur para enfrentar al enemigo en una pequeña llanura en las afueras del pueblo de Queronea.

Comienza la batalla

Los atenienses, los tebanos, y un pequeño número de aliados tomaron posiciones, con los atenienses (10.000 infantes y 600 jinetes) en la izquierda, los aliados en el centro, y los tebanos, con 800 jinetes y 12.000 infantes (incluidos los 300 miembros del Batallón Sagrado) en la extrema derecha. Frente a los atenienses estaban los macedonios, con Filipo en la extrema derecha, totalizando 30.000 infantes y 3000 jinetes. Frente a los tebanos estaba Alejandro, entonces de 18 años de edad, con la caballería de los Compañeros. Plutarco, en su Vida de Alejandro, escribiría acerca del coraje del joven comandante: “… se dice que fue el primer hombre en cargar contra el batallón sagrado tebano… Este acto de valor hizo que Filipo se encariñara tanto con él, de manera que nada le agradaba más que escuchar a sus súbditos llamarle a el mismo su general y a Alejandro su rey”. Se desconoce si Filipo realmente sentía de esta manera o si es simplemente la percepción u opinión de Plutarco.

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Battle of Chaeronia
Batalla de Queronea
US Military Academy (Public Domain)

Aunque no eran soldados profesionales como sus oponentes macedonios, los atenienses tomaron la iniciativa y atacaron primero. En un sospechoso movimiento, Filipo hizo retroceder a sus hombres, atrayendo a los confiados atenienses. Rápidamente, Filipo cargó contra el centro ateniense y luego giró hacia la izquierda atravesando la línea enemiga. Viendo su inminente derrota, los aliados huyeron. En la izquierda macedonia, Alejandro avanzó por la brecha que dejaron los atenienses al cargar. Pudo entonces rodear el Batallón Sagrado y destrozarlos por completo. Los atenienses entraron en pánico, incluido Demóstenes, y huyeron. Murieron 1000 atenienses, Filipo se ocupó de dar sepultura a los muertos y vendió a los soldados capturados como esclavos.

Acerca de la batalla, el escritor Diodoro escribe:

... ciertamente eran iguales en coraje y en valor personal, pero en número y experiencia militar el rey tenía una gran ventaja ... Al amanecer, los dos ejércitos se dispusieron para la batalla. El rey ordenó a su hijo Alejandro... que dirigiera un ala, aunque junto a él estaban algunos de sus mejores generales. Filipo mismo... dirigió la otra ala... Los atenienses formaron su ejército, dejando una parte a los beocios y dirigiendo el resto ellos mismos … la batalla fue feroz y sangrienta. Continuó mucho tiempo con una terrible matanza, pero la victoria fue incierta, hasta que Alejandro, ansioso por darle a su padre una prueba de su valor... fue el primero en atravesar el cuerpo principal del enemigo, oponiéndose directamente a él, matando a muchos; y derribando todo delante de él, y sus hombres, presionando de cerca, destrozaron las líneas enemigas; y después de que el suelo se hubo cubierto de muertos, puso en fuga el ala que le resistía. El rey, también, a la cabeza de su cuerpo, luchó con no menos audacia y furia, para que la gloria de la victoria no fuera atribuida a su hijo. Obligó a ceder terreno al enemigo que se le resistía, y finalmente lo derrotó por completo... (Biblioteca de Historia, Libro. XVI, Cap. 14)

Las consecuencias

Después de la batalla, Atenas fue forzada a aceptar una alianza, mientras que Tebas perdió ricas tierras de cultivo en Beocia. Los atenienses lucharon con valor, pero la batalla de Queronea es vista por muchos como un punto de inflexión en la historia, después del cual los griegos ya no fueron, nunca más, una amenaza militar o política. Filipo dejó a un lado sus ambiciones militares sobre Grecia y volvió su mirada hacia el este, a Persia. Desafortunadamente, su temprano asesinato le dejaría esa tarea a su hijo, Alejandro, que se haría famoso como Alejandro el Grande.

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Sobre el traductor

Recaredo Castillo
Una persona sin preparación académica especial, pero que gusta de la Historia y quiere aportar con la traducción de artículos de la Enciclopedia.

Sobre el autor

Donald L. Wasson
Donald impartió clases de Historia de la Antigüedad, de la Edad Media y de los Estados Unidos, en el Lincoln College (Normal, Illinois) y desde que comenzó a leer sobre Alejandro Magno, siempre ha sido y será un estudiante de historia. Le hace ilusión transmitir conocimientos a sus alumnos.

Cita este trabajo

Estilo APA

Wasson, D. L. (2009, septiembre 02). Batalla de Queronea [Battle of Chaeronea]. (R. Castillo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-516/batalla-de-queronea/

Estilo Chicago

Wasson, Donald L.. "Batalla de Queronea." Traducido por Recaredo Castillo. World History Encyclopedia. Última modificación septiembre 02, 2009. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-516/batalla-de-queronea/.

Estilo MLA

Wasson, Donald L.. "Batalla de Queronea." Traducido por Recaredo Castillo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 02 sep 2009. Web. 25 abr 2024.

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