Zaratustra

Definición

Joshua J. Mark
por , traducido por Emiliano S. Grill
Publicado el 28 mayo 2020
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, turco
X
A Faravahar symbol in a Fire Temple (by ninara, CC BY-NC-SA)
Un símbolo de Faravahar en un templo de fuego
ninara (CC BY-NC-SA)

Zaratustra, (hacia 1500-1000 a.C.) también conocido como Zoroastro, Zartosht y Zaratustra Spitama, fue un sacerdote persa convertido en profeta que fundó la religión del zoroastrismo (también conocida como Mazdayasna «devoción a Mazda»), la primera religión monoteísta del mundo, cuyos preceptos influirían en religiones posteriores.

Fue un sacerdote de la religión iraní primitiva que recibió una visión de Ahura Mazda (la deidad principal del panteón de esa fe) en la que le decía que corrigiera el error que era la concepción politeísta de la religión y proclamara la existencia de un único dios verdadero: Ahura Mazda, el Señor de la Sabiduría.

Eliminar publicidad
Publicidad

En un principio, Zaratustra se encontró con una dura resistencia a su mensaje, hasta que convirtió al rey Vishtaspa, quien procedió a conducir a su pueblo a la nueva fe. Zaratustra recibía mensajes de Ahura Mazda mientras se encontraba en profunda meditación y se los repetía a sus discípulos. Estos mensajes respondían a preguntas y el profeta y sus seguidores los memorizaban como una escritura viviente que se transmitía de generación en generación en el antiguo idioma conocido como avéstico. El Imperio aqueménida (550-330 a.C.) y el Imperio parto (247 a.C.-244 d.C.) adoptaron la fe y mantuvieron la tradición oral. Bajo el Imperio parto, se inició un registro escrito de las conversaciones entre Zaratustra y su Dios.

Finalmente, los escribas del Imperio sasánida (224-651 d.C.) pusieron por escrito las escrituras después de que el zoroastrismo fuera declarado religión del Estado. La forma escrita de la tradición oral se conoció como el Avesta (también llamado Zend Avesta). La visión de Zaratustra de un Dios único, todopoderoso y bueno que se interesaba personalmente por la vida de los seres humanos y, en particular, por su moralidad, serviría de base a las posteriores religiones monoteístas del judaísmo, el cristianismo y el islam.

Eliminar publicidad
Publicidad

Primeros años y religión

No hay consenso entre los académicos sobre cuándo vivió Zaratustra, o sobre cuál era el significado de su nombre. En general se entiende que en la antigua lengua iraní, alguna variante como Zara-ustra tenía algo que ver con el cuidado de camellos, lo que puede apuntar a la ocupación de su familia, aunque esto no está nada claro. Las fechas de 1500-1000 a.C. son comúnmente aceptadas para la época en la que vivió, enseñó y fundó su religión, basándose en una larga tradición de trabajos académicos sobre la cronología de la religión iraní primitiva, pruebas de la aceptación del zoroastrismo y referencias en el Avesta.

El Avesta, la única fuente de información sobre Zaratustra fuera de los comentarios y leyendas, no menciona los detalles de la vida del profeta.

Tampoco se conocen su lugar de nacimiento ni su linaje. El Avesta, la única fuente de información sobre Zaratustra fuera de los comentarios escritos sobre él y las leyendas, no menciona los detalles de la vida del profeta ni de los pueblos con los que habría interactuado, como los medos o los persas. Una vez aceptado el zoroastrismo, muchos pueblos de diversas regiones reivindicaron a Zaratustra como suyo y aportaron justificaciones a esas reivindicaciones, pero ninguna es más convincente que otra.

Eliminar publicidad
Publicidad

Sin embargo, se cree que nació de padres persas por sus nombres, Pourusaspa y Dugdov. Su apellido era Spitama (que significa, aproximadamente, «de poder blanco o brillante»). Su padre, Pourusaspa, era probablemente sacerdote y su hijo llegaría a serlo también, ya que los hijos solían seguir las profesiones de sus padres. Tenía cuatro hermanos (dos mayores y dos menores) y fue educado a una edad temprana, lo que sugiere una familia con una buena posición económica: no fue enviado a trabajar ni hay indicios de que tuviera otra ocupación que no fuera la de sacerdote.

La fe a la que era devoto se conoce hoy como la religión iraní primitiva o la antigua religión persa, y era un sistema de creencias politeísta en el que muchos dioses estaban presididos por una deidad principal, Ahura Mazda, que guiaba la actividad humana a través de la benevolencia y la sabiduría, y mantenía a raya las fuerzas oscuras del espíritu maligno Angra Mainyu (más tarde conocido como Ahriman). Ahura Mazda tenía sus dioses y espíritus de la luz y Angra Mainyu tenía sus propias legiones de demonios y espíritus de las tinieblas, y ambos estaban en constante conflicto por el control del mundo. Cada buen regalo que Ahura Mazda otorgaba al mundo era corrompido por los planes de Angra Mainyu quien, sin embargo, vería sus planes frustrados por Ahura Mazda, quien era capaz en su inmensa sabiduría de traer el bien incluso de las malas intenciones.

Atrapados entre estas dos entidades estaban los seres humanos. La fe primitiva, por lo que se puede entender de reconstrucciones posteriores, enfatizaba la primacía del libre albedrío a la hora de elegir con qué bando aliarse: uno podía elegir el camino de la luz y el amor y someterse a la voluntad de Ahura Mazda, y entonces viviría bien en la tierra y tendría asegurada una vida después de la muerte en el paraíso; o podía unirse a Angra Mainyu en su rebelión y travesuras, corromper todo lo bueno por los propios deleites egoístas, y pasar la vida intentando en vano encontrar la felicidad en la miseria de los demás y, finalmente, llegar a un oscuro infierno después de la muerte. Cualquiera que fuera el camino que uno eligiera, era enteramente su propia responsabilidad, ya que Ahura Mazda había concedido a los humanos el poder de elegir y no había nada más potente que el libre albedrío humano, ya que ni siquiera Ahura Mazda podía (o quería) intentar subvertirlo.

Eliminar publicidad
Publicidad

Conversión y Misión

La religión iraní primitiva conservaba una tradición oral, por lo que, al no haber escrituras ni comentarios escritos, no hay forma de saber cómo se llevaban a cabo sus rituales. Se sabe, por referencias en el Avesta y otras obras zoroástricas, que existía una clase sacerdotal (los «magos») y que los servicios de culto se realizaban al aire libre en santuarios conocidos como Templos del Fuego. En estos templos se realizaban sacrificios, muy probablemente en forma de granos, animales, metales preciosos y objetos, que pasaban a ser propiedad de los sacerdotes. Con el tiempo, la clase sacerdotal se enriqueció gracias a estos sacrificios y a su probable control de ricas tierras de cultivo. Los nombres de dos tipos de sacerdotes eran karapanos y kavis, pero la distinción entre ellos no está clara, al igual que sus funciones en la observancia religiosa.

Ateshgah Fire Temple
Templo de Fuego de Ateshgah
Nick Taylor (CC BY)

Zaratustra ya era sacerdote a los 15 años, posiblemente como aprendiz de un clérigo mayor, y abandonó su hogar a los 20 años. No está claro qué tipo de sacerdote era, pero se opuso al ritual del sacrificio de animales practicado por los karapanos. Zaratustra sugiere que presenció tales sacrificios muchas veces, posiblemente incluso participó en ellos, pero los encontró desagradables y antitéticos a la bondad de los dioses. Se desconoce lo que pudo haber hecho entre los 20 y los 30 años, pero se cree que desempeñó sus funciones como sacerdote en su ciudad natal y que pudo haber formado una familia con su primera esposa.

A la edad de 30 años, asistió al festival de los Ritos de Primavera (casi con toda seguridad el festival de Nouruz que celebraba el Año Nuevo) y estaba rezando junto a un río cuando experimentó una visión divina: en la orilla del río, ante él, apareció una entidad celestial de luz brillante que se hacía llamar Vohu Manah («buen propósito») y le dijo a Zaratustra que había sido enviado por el propio Ahura Mazda para entregarle un mensaje de vital importancia: la religión del pueblo, tal y como se practicaba, tenía un error. No había muchos dioses que exigieran diferentes tipos de sacrificios, sino uno solo, Ahura Mazda, que no estaba interesado en el sacrificio de animales, sino en el comportamiento moral. Vohu Manah le dijo a Zaratustra que había sido elegido por el Único Dios Verdadero para predicar esta noticia y llevar al pueblo a una comprensión adecuada de su relación con lo divino.

Eliminar publicidad
Publicidad

Zaratustra aceptó esta visión como legítima y comenzó su misión al instante. Fue rechazado por sus antiguos colegas en el sacerdocio, que no tenían ningún interés en ver su estatus cuestionado por un sacerdote advenedizo que afirmaba haber tenido una visión personal de Dios. Su vida se vio amenazada, incluso su familia parece haberle abandonado, y se vio obligado a huir de su hogar. En el Avesta, Zaratustra describe esta época en un lamento:

¿A qué tierra debo huir?

¿A dónde debo huir?

De mi familia y de mi clan

Me destierran.

La comunidad a la que

pertenezco no me ha satisfecho

Ni tampoco los gobernantes del país.

¿Cómo puedo satisfacerte, oh, Mazda Ahura? (Yasna 46.1)

Más adelante, en el mismo capítulo, da la respuesta del dios, quien lo envía a predicar su visión en la tierra del rey Vishtaspa; el monarca que cambiaría su vida y ayudaría a establecer su religión.

Vishtaspa y la aceptación

Es posible que Vishtaspa fuera un rey bactriano o que no existiera tal y como se le representa. Mientras Zaratustra viajaba hacia su reino, estaba en continua oración con Ahura Mazda, haciendo preguntas y recibiendo guía, y estas conversaciones se incluirían más tarde en el Avesta.

¿Te gusta la historia?

¡Suscríbete a nuestro boletín electrónico semanal gratuito!

La nueva religión parece haber ganado conversos con bastante rapidez y Zaratustra fue honrado con un lugar en la corte de Vishtaspa.

Al llegar a la corte de Vishtaspa, fue anunciado y proclamó su visión. A Vishtaspa no le agradó oír hablar de una nueva fe más de lo que les había agradado a los habitantes de la ciudad natal de Zaratustra y le hizo entablar un debate teológico con los sacerdotes de la corte. Zaratustra derrotó hábilmente todos sus argumentos, mostrando cómo adoraban a dioses falsos mientras el Único Dios Verdadero se daba a conocer a ellos, pero esto desafió demasiado el status quo para Vishtaspa, que hizo encarcelar a Zaratustra.

Sin embargo, el profeta no renunció a su visión y recibió consejos de su dios sobre cómo convencer a Vishtaspa: curó milagrosamente al caballo favorito del rey, que había estado sufriendo parálisis, lo que inclinó al rey a escuchar de nuevo su mensaje, esta vez en privado. Vishtaspa se terminó convirtiendo y decretó la nueva fe de Zaratustra como religión del país. Según algunas tradiciones, los sacerdotes que habían argumentado en contra de Zaratustra fueron ejecutados.

La nueva religión parece haber ganado conversos con bastante rapidez y Zaratustra fue honrado con un lugar en la corte de Vishtaspa. Allí vivió en compañía del rey durante el resto de su vida, mientras establecía los preceptos de la fe y la correcta observancia de los rituales que, en particular, no incluían el sacrificio de animales. Se dice que se casó tres veces y tuvo tres hijos y tres hijas. Según una tradición, murió de causas naturales a los 77 años, mientras que, según otra, fue asesinado por un sacerdote karapano en represalia por haber desmantelado la antigua religión.

Zoroastrismo

La nueva fe que fundó Zaratustra bebía de la antigua pero establecía diferencias significativas. Se basaba en cinco principios:

  • Solo hay un Dios que reina supremo: Ahura Mazda
  • Ahura Mazda es todo bondad
  • Su eterno oponente, Angra Mainyu, es todo maldad.
  • La bondad se manifiesta a través de los buenos pensamientos, las buenas palabras y las buenas acciones.
  • Cada individuo tiene libre albedrío para elegir entre el bien y el mal.

El libre albedrío humano era fundamental para la fe, ya que la elección de cada uno determinaba su destino. Al elegir someterse y seguir los preceptos de Ahura Mazda, uno ponía el bien común por encima de sus propios deseos egoístas en un esfuerzo por mantener el orden divino. Si uno elegía alinearse con Angra Mainyu, colocaba sus propios intereses por encima de los de los demás, lo que inevitablemente caracterizaría su vida como contenciosa, confusa, amarga, envidiosa y mezquina. Uno podía vivir una vida significativa y elevada al servicio de los demás y de su dios, lo que le beneficiaría en esta vida y en la siguiente, o rendirse a la oscuridad de Angra Mainyu y trabajar esencialmente contra las fuerzas del orden y la bondad. Si uno elegía el camino de Ahura Mazda, expresaba esa elección a través de los preceptos centrales de «Buenos Pensamientos, Buenas Palabras, Buenas Acciones», y los practicaba de la siguiente manera:

  • Diciendo la verdad en todo momento (especialmente cumpliendo las promesas)
  • Siendo caritativo con todos, especialmente con los menos afortunados
  • Mostrando amor por los demás, incluso si no se es correspondido.
  • Practicando la moderación en todas las cosas, especialmente en la dieta.

El comportamiento virtuoso era un reflejo de la fe en un Dios todopoderoso y bueno que se preocupaba por la humanidad y, en concreto, se interesaba por las elecciones morales y éticas de cada uno. La elección individual definía la vida de un individuo: si uno defendía la fe de boquilla pero actuaba en contra de ella, obviamente estaba alineado con Angra Mainyu y las fuerzas de la oscuridad y el caos. Si uno era verdaderamente un adherente del camino de Ahura Mazda, uno mostraría esta elección claramente en los tres valores centrales del comportamiento personal:

  • Hacer amigos de los enemigos
  • Hacer justos a los malvados
  • Hacer sabios a los ignorantes

Si uno escogía el camino de Ahura Mazda, y regularmente mostraba su fe a través de la práctica de estos preceptos, llevaría una vida que beneficiaría a otros tanto como a uno mismo. A través de la consideración del bien mayor, uno estaría expresando la voluntad de lo divino, no solo sus deseos personales o metas estrechas, y encarnaría los valores del Dios Supremo en su vida diaria. El zoroastriano fiel no solo viviría una vida buena y productiva, sino que tendría asegurado el paraíso después de la muerte.

Yazd Atash Behram
Yazd Atash Behram
Zenith210 (CC BY-NC-SA)

Según la visión de Zaratustra, había dos esencias en el alma que se dividían al nacer. El espíritu superior (fravashi) dirigía el alma individual de uno (urvan) hacia la existencia física en el cuerpo para poder experimentar el mundo y enfrentarse a la elección entre el bien y el mal. Tres días después de la muerte, el urvan se reunía con el fravashi y viajaba hasta el puente Cinvat, que atravesaba el abismo entre el mundo de los vivos y el de los muertos, donde se encontraban con los dos perros que lo custodiaban.

Estos perros daban la bienvenida al alma justa que había vivido bien, pero gruñían a los que habían elegido el bando de Angra Mainyu en la lucha cósmica. Tras el encuentro con los perros, el alma se encontraba con la Santa Doncella, Daena, que representaba la conciencia del difunto. Para el alma bienaventurada que se justificara por sus elecciones, Daena aparecería como una hermosa joven; para aquellos que fueran condenados en la otra vida por su egoísmo, aparecería como una bruja vieja y fea.

Daena conduciría al alma hasta el puente Cinvat, donde el ángel Sraosha la protegería de los ataques demoníacos. Mientras el alma cruzaba en compañía de Sraosha, el puente se ensanchaba para acoger al alma buena, facilitando el paso, pero se estrechaba para el alma condenada. Sraosha guiaba al alma hasta el otro extremo, donde el ángel Rashnu, justo juez de los muertos (y, en algunas tradiciones, el dios Mitra), decidía su destino.

Aquellas almas cuyas acciones eran más o menos buenas y malas a partes iguales iban a una especie de purgatorio conocido como Hamistagan, donde permanecerían hasta el final de la existencia del mundo. Los que habían vivido de acuerdo con los preceptos de Ahura Mazda iban a la Casa de la Canción, mientras que los que habían elegido a Angra Mainyu caían desde el puente a la Casa de la Mentira.

Había cuatro niveles de paraíso que ascendían desde el puente, cada uno más bello que el anterior, y cuatro niveles de infierno que descendían hasta el más bajo, que era un pozo de oscuridad absoluta donde el alma siempre se sentiría sola sin importar cuántos otros estuvieran en su compañía.

Chinvat Bridge
Puente Cinvat
Uriel1022 (Public Domain)

El buen o mal comportamiento en la vida de uno, según el zoroastrismo, no era tanto una «recompensa» o un «castigo» sino más bien el resultado natural de las elecciones personales en la vida. Cuando Rashnu o Mitra juzgaban al alma en el Puente Cinvat y le asignaban un destino, el alma comprendía la justicia de la decisión basándose en las elecciones que había hecho. El alma había decidido, cuando estaba en el cuerpo, seguir un curso que conduciría naturalmente al paraíso o al infierno (expresado y anticipado a lo largo de sus vidas), por lo que el juicio de lo divino era la consecuencia natural de sus acciones.

Aun así, el estado del alma no era eterno (tanto si a uno le esperaba el paraíso como el infierno) porque la Bondad Definitiva no permitiría que ninguna de sus creaciones sufriera eternamente ni llegara a languidecer en un paraíso que no requiriera esfuerzo alguno para disfrutar. Eventualmente, un mesías conocido como el Saoshyant («El que Trae el Beneficio») vendría y traería el Frashokereti («Fin de los Tiempos») cuando todas las almas se reunirían con Ahura Mazda en la dicha y Angra Mainyu y sus demonios serían destruidos.

Conclusión

Esta religión, como se ha señalado, se practicó desde antes de la época del Imperio aqueménida hasta la de los sasánidas. Durante ese tiempo se introdujeron innovaciones, como lo demuestra la llamada «herejía» del zorvanismo, que pretendía resolver el problema del mal convirtiendo a un dios menor del tiempo, Zorvan, de la religión primitiva iraní, en la Deidad Suprema. En este sistema de creencias, Zorvan representaba el Tiempo Infinito y dio a luz a los gemelos Ormuzd (Ahura Mazda) y Ahriman (Angra Mainyu). A Ahriman se le dio el control del mundo durante 9.000 años, pero Ormuzd triunfaría entonces y destruiría las obras malignas de Ahriman para redimir a toda la gente.

La religión de Zaratustra continuó desarrollándose hasta el año 651 d.C., cuando los árabes musulmanes invadieron y derrocaron el Imperio sasánida. La fe ya había sido atacada por cristianos celosos en el siglo IV, pero no tenían poder político para hacer mucho más que acosar al clero y a los seguidores de Zoroastro. Los árabes musulmanes destruyeron santuarios, templos y bibliotecas zoroástricas, quemando decenas de obras persas, en un intento de subyugar al pueblo e imponer su religión.

El Avesta y los comentarios fueron salvados por los parsis (los que huyeron de la región hacia la India) o por los que se quedaron y mantuvieron ocultos los textos. Así, se salvó la visión de Zaratustra y la práctica de su religión continúa hasta nuestros días. Sus conceptos de la primacía del libre albedrío, la responsabilidad individual por las propias elecciones en la vida y el destino en la otra vida, el juicio personal después de la muerte, un mesías que redime al mundo, un cielo y un infierno, así como un puente entre los vivos y los muertos, llegarían a influenciar significativamente al judaísmo, el cristianismo y el islam. Puede que los orígenes de Zaratustra, su familia e incluso el significado de su nombre permanezcan en la oscuridad, pero su visión sigue viva, no solo para los seguidores modernos de su religión, sino también para los muchos otros credos en los que sentó las bases.

Eliminar publicidad
Publicidad

Sobre el traductor

Emiliano S. Grill
Nacido y criado en Uruguay, Emiliano es un traductor, subtitulador y aficionado a la historia. Le apasionan los idiomas, la lectura y la escritura.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2020, mayo 28). Zaratustra [Zarathustra]. (E. S. Grill, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-308/zaratustra/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Zaratustra." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. Última modificación mayo 28, 2020. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-308/zaratustra/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Zaratustra." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 28 may 2020. Web. 04 oct 2024.

Afiliación