Ricardo III de Inglaterra

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Mark Cartwright
por , traducido por Miriam López
Publicado el 10 febrero 2020
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, polaco
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Richard III of England, National Portrait Gallery (by National Portrait Gallery, CC BY-NC-ND)
Ricardo III de Inglaterra, National Portrait Gallery
National Portrait Gallery (CC BY-NC-ND)

Ricardo III de Inglaterra reinó desde 1483 hasta 1485. Sucedió, en extrañas circunstancias, a Eduardo V de Inglaterra (reinó de abril a junio de 1483), hijo de Eduardo IV de Inglaterra (reinó entre 1461-1470 y 1471-1483). Valiéndose del cargo de tutor de los herederos y protector del reino, Ricardo, duque de Gloucester, encarceló a sus sobrinos, el joven Eduardo V y su hermano Ricardo. A los conocidos como Príncipes de la Torre, no se les volvió a ver. El duque Ricardo se proclamó rey en 1483, aunque tuvo un reinado breve y problemático, acusado de asesinar a sus sobrinos e incapaz de unir a sus barones en torno a la corona. Las disputas dinásticas entre las casas de York y Lancaster, conocidas por la historia como las Guerras de las Dos Rosas (1455-1487), llegaron a su fin, en lo que a los acontecimientos importantes se refiere, con la muerte de Ricardo en la batalla de Bosworth Field en 1485. Enrique Tudor, pariente lejano de Eduardo III de Inglaterra (reinó entre 1327-1377) y vencedor en Bosworth Field, se convirtió en el rey Enrique VII (reinó entre 1485-1509). La línea de reyes Plantagenet, que había comenzado con Enrique II de Inglaterra (reinó entre 1154-1189), se extinguió y dio paso a la nueva dinastía Tudor.

Infancia y familia

Ricardo nació el 2 de octubre de 1452 en el castillo de Fotheringhay, Northamptonshire, hijo de Ricardo, duque de York (1411-1460) y Cecily Neville (1415-1495). Sus hermanos mayores eran Eduardo, que se convertiría en Eduardo IV de Inglaterra, y Jorge, duque de Clarence (1449-1478). Ricardo vivió exiliado en Borgoña tras la muerte de su padre en 1460. Cuando regresó a Inglaterra al año siguiente, vivió con la familia del conde de Warwick en el castillo de Middleham, en el norte de Inglaterra.

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LA CASA YORK PARECÍA HABER GANADO LA GUERRA DE LAS DOS ROSAS Con Enrique VI asesinado, LA reina encarcelada y su hijo muerto en batalla.

El 12 de julio de 1472, Ricardo se casó con Ana Neville (1456-1485), hija del conde de Warwick y viuda del hijo de Enrique VI de Inglaterra, Eduardo, príncipe de Gales (1453-1471). Con esta unión Ricardo adquirió una parte considerable de los bienes del fallecido conde de Warwick. La pareja tuvo un hijo, Eduardo de Middleham, nacido en 1473 (o 1476) y nombrado Príncipe de Gales en 1483.

La Guerra de las Dos Rosas

En 1453 Enrique VI de Inglaterra (1422-1461 y 1470-1471) sufrió su primer episodio de locura, que le incapacitó para gobernar, por lo que a Ricardo, duque de York, se le nombró protector del reino, es decir, regente, en marzo de 1454. El duque de York ambicionaba convertirse en rey y tenía derecho legítimo, aunque lejano, al trono como bisnieto de Eduardo III de Inglaterra y sobrino del conde de March, que a su vez se había proclamado heredero legítimo de Ricardo II de Inglaterra (reinó entre 1377-1399). Este fue el inicio de la rivalidad entre la casa de York y la de Lancaster, a la que pertenecía el rey Enrique VI, conocida como la Guerra de las Dos Rosas.

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Wars of the Roses - York vs. Lancaster
Árbol genealógico de las casas de Lancaster y York
Simeon Netchev (CC BY-SA)

Puede que Ricardo tuviera al rey bajo su control, pero la esposa de Enrique, la reina Margarita (fallecida en 1482), seguía siendo un enorme obtáculo y así dirigió un ejército para vencerle en la batalla de Ludford Bridge el 12 de octubre de 1459. El duque de York huyó a Irlanda mientras el Parlamento, el "Parlamento de los Demonios" de 1459, le declaró traidor y desheredó a sus herederos. Entonces Eduardo, hijo de Ricardo, se puso al frente de la causa junto con su principal aliado, Ricardo Neville, conde de Warwick (1428-71), y ambos derrotaron al ejército de la reina Margarita en Northampton el 10 de julio de 1460 y capturaron al rey Enrique. El duque de York pudo regresar de Irlanda y convencer a Enrique, que ahora estaba en la Torre de Londres, para que le nombrara heredero oficial del trono, decisión ratificada por el Acta de Acuerdo del 24 de octubre. Sin embargo, en la batalla de Wakefield, el 30 de diciembre de 1460, el duque de York fue asesinado y su ejército derrotado por los leales a Enrique VI, dirigidos, una vez más, por la reina.

Ricardo, duque de Gloucester, había demostrado ser un hábil comandante y la lealtad a su hermano Eduardo IV se decidió en tiempos convulsos.

El hijo del duque de York, ahora Eduardo de York, tomó el relevo de los York a partir de 1460. Tras su victoria en la batalla de Towton el 29 de marzo de 1461, el 28 de junio de ese mismo año Eduardo fue coronado como Eduardo IV. Hubo una breve interrupción cuando su antiguo aliado, el conde de Warwick, reinstauró a Enrique VI en 1470 y Eduardo tuvo que exiliarse a Francia, acompañado por su hermano Ricardo. Sin embargo, pronto recuperó su trono, de nuevo en el campo de batalla, esta vez en Barnet el 14 de abril de 1471. Enrique VI fue asesinado en la Torre de Londres el 21 de mayo de 1471. Los York parecían haber ganado la Guerra de las Dos Rosas con el joven heredero de Enrique, el príncipe Eduardo, muerto en la batalla de Tewkesbury el 4 de mayo de 1471 y la reina Margarita encarcelada.

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Duque de Gloucester

En 1472, Eduardo nombró a su hermano Ricardo duque de Gloucester en agradecimiento por su éxito al mando de los ejércitos en las batallas de Barnet y Tewkesbury el año anterior. Esto se sumó a los otros títulos de Condestable y Alto Almirante de Ricardo (otorgados en 1471). Ricardo se había comportado como un hábil comandante y demostrado lealtad a su hermano a lo largo de la convulsa época de la Guerra de las Dos Rosas.

Edward IV of England & Lancastrian Fugitives at Tewkesbury Abbey
Eduardo IV de Inglaterra y fugitivos partidarios de los Lancaster en la abadía de Tewkesbury
Jappalang (Public Domain)

Como señor de extensas propiedades, Ricardo fue un buen administrador y era popular tanto entre sus pares como entre sus súbditos. También era sorprendentemente piadoso, dio una dotación al Queen's College, en Cambridge, para que se rezara por sus compañeros caídos en Barnet y Tewkesbury. Se interesó por la arquitectura y realizó donaciones a instituciones estatales y religiosas, tendencia que continuaría como rey, en concreto estableciendo el Real Colegio de Armas en 1484, que se ocupaba de todo lo relacionado con la heráldica medieval y que hoy en día aún sigue activo. El emblema heráldico de Ricardo era un jabalí blanco.

El reinado de Eduardo IV fue testigo de una mayor estabilidad y una economía floreciente gracias a un tratado de paz con Francia y al fomento del comercio a través del Canal de la Mancha. En marzo de 1475 se firmó un tratado de paz con Luis XI de Francia (1461-1483), después de que Eduardo y el duque de Gloucester dirigieran un gran ejército a Francia. Otro éxito fue una incursión en Escocia en 1482, dirigida por el duque de Gloucester, que ocupó Edimburgo durante un tiempo. La campaña recuperó el control de Berwick para la corona inglesa.

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Sin embargo, no todo iba bien en Inglaterra, y pronto la relación entre el rey y sus hermanos comenzó a agrietarse. Ricardo no estaba convencido de que la paz con Francia fuera la mejor política y, en febrero de 1478, el tercer hermano, Jorge, duque de Clarence, fue encarcelado y ejecutado acusado de traición. Puede que entonces Ricardo llegara a la conclusión de que la esposa de Eduardo, Isabel Woodville (1437-1492), había sido la culpable de dividir a la familia York para favorecer a sus propios parientes. Después de este episodio, Ricardo se concentró en sus tierras en el norte de Inglaterra y se mantuvo alejado de la corte en Londres. Aun así, la campaña de Escocia le granjeó la gratitud de Eduardo y en 1483 el parlamento nombró a Ricardo guardián de la Marcha del Oeste orotgándole poderes soberanos sobre ese territorio.

Los Príncipes en la Torre

Eduardo IV era muy aficionado a la comida y el vino y sufría un gran sobrepeso al llegar a su madurez. El 9 de abril de 1483, el rey murió en Westminster a los 40 años, tal vez de un ataque de apoplejía. Le sucedió su hijo mayor, Eduardo, que entonces solo tenía 12 años (nacido en 1470). Demasiado joven para gobernar, Eduardo IV ya había nombrado a su regente, el tío del niño, Ricardo, a quien se le dio el impresionante título de Lord Protector del Reino.

The Princes in the Tower
Los Príncipes de la torre
J.E.Millais (Public Domain)

En mayo, Eduardo V y su hermano menor Ricardo (nacido en 1473) fueron encarcelados en la Torre de Londres, se les conoció como los "Príncipes de la Torre" y nunca se les volvió a ver fuera del castillo. Según historiadores posteriores y la propaganda de los Tudor, fue Ricardo quien les encerró y asesinó. William Shakespeare (1564-1616) manifestó esta misma opinión en su famosa obra Ricardo III. Lo que sí sabemos es que los dos príncipes estuvieron en la Torre durante un tiempo (que no se trataba de una prisión para personajes importantes, sino más bien una residencia real) y a quienes algunos testigos vieron jugando en los jardines. Puede que Ricardo los confinara allí para evitar que la reina Isabel celebrara la coronación anticipada de Eduardo en junio, que habría supuesto la retirada del título y la función de Ricardo como Protector del Reino.

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El supuesto asesinato de los Príncipes en la Torre hizo que las sospechas recayeran sobre Ricardo.

La primera maniobra del duque fue desacreditar la legitimidad de los dos príncipes alegando que Eduardo IV ya había estado ligado por un acuerdo matrimonial a una tal Lady Eleanor Butler, hija del conde de Shrewsbury, antes de casarse con Elizabeth Woodville. La promiscuidad del difunto rey era bien conocida, lo cual dio lugar a cierta duda, al menos la suficiente como para que el parlamento declarara ilegítimos a Eduardo V y a su hermano menor. Eduardo fue depuesto el 25 de junio de 1483 y Ricardo nombrado heredero legítimo al trono. El duque de Gloucester, de 30 años, fue coronado rey el 6 de julio de 1483 en la Abadía de Westminster, convirtiéndose en Ricardo III.

A finales del verano de 1483, los príncipes desaparecieron de la Torre y de la historia, su evidente asesinato hizo que las sospechas recayeran en Ricardo. Curiosamente, Ricardo había estado de guardia en la Torre de Londres la noche del asesinato de Enrique VI y se sospechaba que había realizado muchas oscuras maniobras para medrar en su carrera. Sin embargo, la muerte de los príncipes sigue siendo un misterio. Como nota a pie de página de este espeluznante episodio, se descubrieron dos esqueletos de jóvenes en un cofre enterrado cerca de la Torre Blanca cuando se demolió la barbacana en 1674 cuyos restos, identificados en aquél momento como los de los dos príncipes, se enterraron en la Abadía de Westminster. En 1933 dichos restos se examinaron de nuevo y se confirmó que eran jóvenes varones de edad similar a la de los príncipes. No se sabe quién les mató, pero no cabe duda de que Ricardo era quien más se beneficiaba con su muerte. Eduardo V tuvo sin duda la mala suerte del rey número 13 de los Plantagenet.

Enrique Tudor

Hubo algunas voces de protesta, incluso de los partidarios de los York, en cuanto a la actitud arrogante de Ricardo sobre la sucesión real, pero se trataron de la forma habitual con la confiscación de tierras y ejecuciones. Sin embargo, se estaban gestando problemas de mayor calado. Los Lancaster estaban en horas bajas, pero la familia no había desaparecido del todo, y ahora el exiliado Enrique Tudor, conde de Richmond (nacido en 1457) estaba al frente de la familia. Enrique era, a través de la línea ilegítima de los Beaufort, descendiente de Juan de Gante, hijo de Eduardo III. No era una gran conexión real, pero era lo mejor que podían esperar los Lancaster después de que Enrique VI no dejara ningún heredero.

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Enrique Tudor se alió con los lejanos Woodville, con poderosos señores como el duque de Buckingham, descontentos con la distribución de las propiedades de Ricardo, y con cualquiera que quisiera ver a Ricardo III recibir su merecido. Entre estos aliados estaba el nuevo rey del otro lado del Canal, Carlos VIII de Francia (reinó entre 1483-1498). El primer movimiento de los rebeldes resultó ser prematuro y mal planificado, de modo que la flota de invasión de Enrique se aplazó por mal tiempo y Buckingham fue capturado y ejecutado en noviembre de 1483.

El siguiente giro en la Guerra de las Dos Rosas fue la muerte de Eduardo, el hijo y heredero de Ricardo III, el 9 de abril de 1484, donde los Lancaster vislumbraron de nuevo una oportunidad. Ricardo recibió otro golpe en marzo de 1485 cuando su reina, Ana Neville, murió tras una larga enfermedad. Los detractores del rey difundieron el rumor de que Ana había sido asesinada (parece ser que con un veneno de acción lenta) para que Ricardo pudiera ser libre para casarse con la hija mayor de Eduardo IV, su propia sobrina, y así evitar que Enrique Tudor lo hiciera y reforzara sus propios vínculos reales.

Gobierno y administración

Entretanto, Ricardo había intentado consolidar su reinado viajando mucho por su reino, en julio de 1484 creó el Consejo del Norte, con plenos poderes para gobernar esa región en nombre del rey. Otro nuevo órgano fue el Consejo de Peticiones y Súplicas, creado para dar a los pobres un mayor acceso a la justicia. También aumentó la eficacia de la recaudación de las rentas reales, uno de los problemas que se le había aconsejado a Eduardo IV que tratara con urgencia. Por último, Ricardo animó al único parlamento que convocó, en enero de 1484, a promulgar nuevas leyes que para combatir la corrupción de funcionarios y tribunales locales, acabar con la práctica de los préstamos forzosos y hacer de la selección de los jurados un proceso más estricto. Todas estas medidas indican que el rey podría haberse convertido en alguien bueno para su pueblo si le hubieran dado tiempo. Desgraciadamente, el tiempo no estuvo del lado de Ricardo, ya que Enrique Tudor dejó clara su apuesta por el trono.

Bosworth Field y la muerte

El 8 de agosto de 1485, la Guerra de las Dos Rosas alcanzó su punto álgido cuando Enrique Tudor desembarcó con un ejército de mercenarios franceses en Milford Haven, en el sur de Gales, fuerza que apenas superaba los 5.000 hombres. El ejército de Enrique creció en número mientras marchaba para enfrentarse al del rey en Bosworth Field, Leicestershire, el 22 de agosto de 1485. Ricardo, a pesar de estar al mando de un ejército de entre 8.000 y 12.000 hombres, fue abandonado en el último momento por algunos de sus principales aliados, y el conde de Northumberland incluso se negó a enfrentarse a sus tropas hasta tener claro qué bando iba a ganar la jornada. No obstante, el rey luchó con valentía, y quizá con algo de insensatez, en sus esfuerzos por matar a Enrique Tudor con su propia espada. Ricardo, aunque consiguió abatir al portaestandarte de Enrique, hizo que le cortaran el caballo, de ahí la famosa frase de Shakespeare "¡Un caballo! ¡Un caballo! Mi reino por un caballo!" (Acto 5, Escena IV), y el rey murió. Ricardo fue el último monarca inglés en caer en el campo de batalla. El cuerpo del rey muerto fue expuesto desnudo, salvo por un trozo de tela, en la iglesia de Santa María de Newarke, cerca del campo de batalla, y luego fue enterrado en la abadía de Greyfriars, en Leicester.

Skeleton of Richard III of England
Esqueleto de Ricardo III de Inglaterra
R.Buckley et al (CC BY)

Ricardo III ha pasado a la historia como posiblemente el rey más villano y despreciado de Inglaterra. Una gran contribución a este oscuro retrato fue la obra de Shakespeare Ricardo III, en la que el rey es un jorobado sin principios con frases como "Estoy decidido a ser un villano" (Acto 1, Escena 1) y "“Revistiendo así mi desnuda villanía con retazos viejos robados de la Santa Biblia; parezco un santo cuando más hago el diablo" (Acto 1, Escena 3). El rey recibe incluso la visita de una larga serie de fantasmas, los espíritus inquietos de todas las personas importantes que Ricardo habría matado.

Los historiadores de los Tudor también plantean la idea de que el diablo protegía a Ricardo, lo que explica que saliera del vientre de su madre con los pies por delante, que tuviera dientes al nacer, que le faltaran un par de dedos y que le gustara matar. Estas historias no coinciden con los retratos contemporáneos de Ricardo ni con la confianza y la buena voluntad que le otorgaron Eduardo IV y muchos de los pueblos que gobernó en el norte de Inglaterra. Por último, cabe la posibilidad de los Príncipes de la Torre, episodio que fue su delito más terrible, siguieran en realidad vivos tras la batalla de Bosworth Field y fuera Enrique Tudor quien los mandara matar. La verdad es que si Eduardo V hubiera seguido vivo, habría sido un gran obstáculo para la pretensión de Enrique de ser rey.

El victorioso Enrique Tudor, según la leyenda, recibió la corona de Ricardo, encontrada por Lord Stanley bajo un espino en Bosworth Field. El nuevo rey fue coronado como Enrique VII de Inglaterra (reinó entre 1485-1509) el 30 de octubre de 1485 y, al casarse con Isabel de York, hija de Eduardo IV en 1486, las dos casas rivales se unieron finalmente y se creó una nueva: los Tudor. Las batallas de la Guerras de las Dos Rosas (casi) habían terminado, la mitad de los barones ingleses habían muerto en el proceso, pero Inglaterra estaba por fin unida mientras dejaba la Edad Media y se dirigía hacia la Edad Moderna.

Sin embargo, Ricardo III aún debía escribir alguna página más en los libros de historia. En 2012, los arqueólogos investigaron el lugar donde creían que estaban enterradas las ruinas de la abadía de Greyfriars. Excavando en lo que era la superficie era un aparcamiento, descubrieron un esqueleto masculino, con muchas marcas de heridas de espada o daga y, lo más intrigante, tenía una curvatura en la columna vertebral. Curiosamente, el esqueleto, hallado bajo el coro del convento en ruinas, había estado directamente debajo de una plaza de aparcamiento rotulada con la letra R. Los investigadores de la Universidad de Leicester realizaron pruebas de ADN y confirmaron que se trataba del esqueleto de Ricardo III con una probabilidad del 99,9%. Finalmente se enterraron los restos en una nueva tumba construida a tal efecto en la catedral de Leicester.

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Sobre el traductor

Miriam López
I'm a translator and interpreter in an ever-changing world. I love languages and getting to know other cultures. Travelling has become the nearest way to learn from each other these days.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2020, febrero 10). Ricardo III de Inglaterra [Richard III of England]. (M. López, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18598/ricardo-iii-de-inglaterra/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Ricardo III de Inglaterra." Traducido por Miriam López. World History Encyclopedia. Última modificación febrero 10, 2020. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18598/ricardo-iii-de-inglaterra/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Ricardo III de Inglaterra." Traducido por Miriam López. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 10 feb 2020. Web. 06 dic 2024.

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