Chrétien de Troyes

Definición

Joshua J. Mark
por , traducido por Emiliano S. Grill
Publicado el 08 abril 2019
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés
Perceval Arrives at the Grail Castle (by Michael Hurst, Public Domain)
Perceval llega al castillo del Grial
Michael Hurst (Public Domain)

Chrétien de Troyes (hacia 1130-1190) fue el mayor poeta romántico de su época, considerado hoy el padre del romance artúrico (junto con Godofredo de Monmouth) y también el padre de la novela por su forma narrativa. Nació probablemente en Troyes, en la región francesa de Champaña, y recibió el mecenazgo de María de Champaña (1145-1198), hija de Leonor de Aquitania (1122-1204), conocida por patrocinar las artes y fomentar la poesía del amor cortés.

Chrétien es autor de cinco romances artúricos:

  • Erec y Enide
  • Cligès
  • Lancelot, el caballero de la Carreta
  • Yvain, el Caballero del León
  • Perceval, el cuento del Grial

Fue el primero en introducir algunos de los aspectos más conocidos de las Leyendas Artúricas, como el romance entre Lancelot y Ginebra, la búsqueda del Grial y «Camelot» como nombre de la corte de Arturo. Según los detalles que figuran en las introducciones de algunos de sus poemas, también tradujo obras del latín y escribió otras que se han perdido. Nada se sabe de su vida fuera de su obra, e incluso se desconoce su nombre. «Chrétien de Troyes» se traduce como «un cristiano de Troyes», lo que podría referirse a casi cualquier persona de esa ciudad.

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Escribió entre 1159 y 1190 d.C., época en la que fue muy prolífico, aunque solo se conservan cinco, posiblemente seis, de sus obras. Fue contemporáneo de los grandes poetas franceses María de Francia (1160-1215) y Bernard de Ventador (siglo XII), ambos asociados a Leonor de Aquitania. Las obras de Chrétien fueron una lectura popular en su época e influyeron en el desarrollo de las leyendas artúricas durante los siglos siguientes, hasta que el autor inglés Thomas Malory recopiló, codificó y estandarizó los relatos de Arturo en todas las tradiciones en 1469.

Los romances y el amor cortés

A Chrétien también se le atribuye el desarrollo de la tradición medieval conocida como amor cortés, pero aún se debate qué era exactamente el amor cortés. Según algunos académicos, se trataba solo de una convención literaria, mientras que otros afirman que era un juego social de las cortes medievales francesas y otros que las obras eran alegorías de la secta religiosa herética conocida como los cátaros.

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Fuera cual fuese su origen, la poesía del amor cortés fue socialmente transformadora, al menos para las clases altas. A lo largo de la Edad Media (hacia 476-1500 d.C), las mujeres fueron consideradas ciudadanas de segunda clase, a menudo poco más que propiedad del señor del feudo en el que vivían, de su padre o de su marido. Sin embargo, durante la Alta Edad Media, hacia 1000-1300 d.C., la condición de la mujer mejoró notablemente (al menos para la clase media emergente y la aristocracia) y este cambio parece deberse, al menos en parte, a la influencia de la poesía del amor cortés.

Este género literario medieval aparece de la nada a finales del siglo XI en Languedoc (sur de Francia) y se desarrolla plenamente en el siglo XII. El académico C. S. Lewis describe los aspectos más innovadores del género:

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El sentimiento, por supuesto, es amor, pero amor de un tipo muy especializado, cuyas características pueden enumerarse como Humildad, Cortesía, Adulterio y Religión de Amor. El amante es siempre abyecto. La obediencia al menor deseo de su dama, por caprichoso que sea, y el consentimiento silencioso a sus reprimendas, por injustas que sean, son las únicas virtudes que se atreve a declarar. Es un servicio del amor muy parecido al que un vasallo feudal debe a su señor. El amante es el «hombre» de la dama. Se dirige a ella como midons, que etimológicamente no representa «mi señora», sino «mi señor». Toda esta actitud se ha descrito acertadamente como «una feudalización del amor». (2)

Aún se discute hasta qué punto la poesía del amor cortés reflejaba las relaciones reales de la nobleza francesa, pero es innegable que la refinada poesía de escritores como Chrétien influyó en la percepción de la mujer a finales del siglo XII y principios del XIII. El único matiz es la influencia de la formidable Leonor de Aquitania, que estableció un modelo de mujer monarca que sería seguido por su hija María de Champaña (fruto de su primer matrimonio con Luis VII de Francia), así como por su hija Leonor de Inglaterra (1161-1214, fruto de su matrimonio con Enrique II de Inglaterra) y su nieta Blanca de Castilla (1188-1252), que influyeron en sus propias épocas y regiones. Sin embargo, hay que señalar que la vida y las pasiones de Leonor de Aquitania están íntimamente ligadas al desarrollo de la poesía del amor cortés, por lo que podría considerarse que ambas ejercieron exactamente el mismo tipo de influencia en la misma época.

Eleanor of Aquitaine
Leonor de Aquitania
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

El tipo de poesía descrito anteriormente por Lewis era una visión completamente nueva de la mujer en la Edad Media, y es dificil negar la evidencia de que la vida de Leonor influyó en el desarrollo de este género, aunque este punto sea continuamente debatido entre los académicos modernos. Al igual que el personaje de la dama de la poesía del amor cortés, Leonor se negó a ser definida por su relación con los hombres, tomó sistemáticamente las riendas de cualquier situación y, como una de las heroínas de la poesía de María de Francia, se salvó a sí misma de situaciones problemáticas con mucha más frecuencia de la que fue salvada por otro. Chrétien, al escribir para la hija de Leonor, presenta a sus mujeres como personajes fuertes que dominan la narración. Las mujeres de Chrétien dirigen la acción de la obra incluso cuando aparecen en un papel sumiso.

Erec y Enide

El primer romance de Chrétien es Erec y Enide (escrito alredededor de 1170), centrado en Erec, uno de los caballeros de Arturo. Al comienzo del poema, Erec se encuentra entre los que custodian a Ginebra mientras esta observa una cacería. Un extraño caballero y un enano pasan e insultan a la reina, que ordena a Erec que le siga y averigüe su identidad.

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Chrétien, que escribe para la hija de Leonor, presenta a sus mujeres como personajes fuertes que dominan la narración.

Erec le sigue hasta una lejana ciudad amurallada y descubre que es conocido como Yder y, al mismo tiempo, ve a la dama Enide y se enamora de ella. Cuando se entera de que se celebra un torneo para ganar un halcón como premio a la mujer más bella de la ciudad, Erec se apunta, derrota a Yder y reclama a Enide como esposa. Regresan a la corte de Arturo, donde la belleza y la nobleza de Enide son tan impresionantes (a pesar de las ropas de mala calidad que Erec le hace llevar) que es bienvenida al instante. La propia Ginebra regala a Enide uno de sus mejores vestidos.

Erec está tan enamorado de su esposa que descuida sus deberes como caballero, y Enide, disgustada por ser la causa de este descuido, llora por ello. Erec se siente avergonzado por esto y ordena a su esposa y a su séquito que le sigan en una búsqueda para redimirse a sí mismo. La pareja vive entonces una serie de peligros y aventuras en las que Erec demuestra su valía. Él y Enide son coronados monarcas de un reino lejano y presumiblemente viven felices para siempre.

A lo largo del poema, Enide es un personaje fuerte, independiente y plenamente desarrollado. No es un mero premio para los caballeros en el torneo ni una esposa mansa y retraída para su marido. Incluso cuando se le ordena guardar silencio durante el viaje, Enide habla y salva a Erec del peligro en repetidas ocasiones.

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Cligès

La segunda obra de Chretien, Cligès (escrito alredededor de 1170), continúa este tema, ya que la heroína, Fenice, se las ingenia para salvarse a sí misma y a su amante. Cligès es una intrincada reelaboración del romance de Tristán e Isolda, en el que un joven caballero se enamora de la prometida de su tío. La primera parte de Cligès se centra en el padre de Cligès, Alejandro, un joven príncipe griego que llega a la corte del rey Arturo en Bretaña para demostrar su valía y ser nombrado caballero. Mientras está en la corte, conoce a la sobrina de Arturo, Soredamor, y se enamora, pero es demasiado tímido para hablar con ella y Soredamor se encuentra en la misma situación. La reina Ginebra anima a los dos amantes a compartir sus sentimientos, se casan y nace Cligès.

Tristan & Iseult
Tristán e Isolda
Gwenaeth (Public Domain)

Alejandro y su familia regresan a Grecia, donde su hermano, Alís, ha asumido el trono. Poco después, Alís decide casarse con la princesa Fenice de Alemania y, cuando esta llega, Cligès y ella se enamoran a primera vista. Cligès no quiere traicionar a su tío, así que se marcha y regresa a la corte de Arturo, donde se convierte en uno de sus caballeros y vive varias aventuras. Cuando regresa a Grecia, descubre que sus sentimientos por Fenice no han cambiado, ni los de ella por él.

Fenice no quiere ser como Isolda, que «dio su corazón a un hombre y su cuerpo a dos», pero no soporta estar sin Cligès. Resuelve el problema con una poción que la hace parecer muerta y Cligès se la lleva a una torre secreta. Los amantes son felices en su escondite hasta que son descubiertos. Cligès acude a Arturo en busca de ayuda para recuperar a Fenice, pero Alís muere mientras él está en Bretaña, y la historia termina con los amantes reunidos.

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Lancelot, el caballero de la carreta

El Lancelot de Chrétien (escrito alredededor de 1177) es su obra más conocida y la primera pieza artúrica que introduce la ya famosa historia de amor entre Lancelot y Ginebra, la esposa de Arturo. Chrétien dejó el manuscrito para trabajar en otra cosa (posiblemente Yvain) y fue completado por su escribiente Godefroi de Leigni (siglo XII), que presumiblemente trabajó con Chrétien en su estudio. La historia comienza con el rapto de Ginebra por el malvado señor Meleagant y la persecución de los caballeros de Arturo. Entre ellos se encuentra Lancelot, que supera al resto, pero su caballo finalmente se rinde y muere. Lancelot continúa a pie hasta que se encuentra con un enano que conduce una carreta y dice que sabe dónde se han llevado a Ginebra y que le ayudará si Lancelot consiente en ir en la carreta. Las carretas se asociaban con los criminales y la clase baja, por lo que Lancelot, el más grande de los caballeros de Arturo, duda un momento antes de subir.

El personaje de Lancelot es creación exclusiva de Chrétien, ya que no aparece en ningún relato artúrico anterior.

A medida que el caballero y el enano avanzan, Lancelot es objeto de burlas y humillaciones por ir en la carreta, pero finalmente llega a la torre donde está retenida Ginebra y la rescata. Ella le reprocha, sin embargo, su vacilación en la carreta: antepuso su propio honor y la forma en que los demás podrían verle a su devoción por ella. Al intentar liberarla, Lancelot es apresado por Meleagant, pero es liberado por una mujer a la que había ayudado antes. Para recuperar a Ginebra, Lancelot acepta perder contra oponentes inferiores en un torneo hasta que Ginebra le dice que gane. Se convierte en el campeón del torneo, mata a Meleagant y es recompensado con un abrazo cortesano de Ginebra.

Chrétien menciona a Lancelot en sus obras anteriores, pero no desarrolla el personaje hasta esta obra. El personaje es creación exclusiva de Chrétien, ya que no aparece en ningún relato artúrico anterior. Ginebra ya era un personaje establecido tras la Historia de los reyes de Bretaña de Godofredo de Monmouth (1136), pero su relación con Lancelot y su temperamento aparecen por primera vez en la obra de Chrétien. Lancelot, el caballero de la carreta es el poema que inspiró por primera vez el término «amor cortés«, acuñado por el escritor francés Gaston Paris en 1883, que escribía sobre la obra.

Yvain, el Caballero del León

En Yvain (escrito aldededor de 1180), al comienzo, Chrétien parece invertir el tema central de la poesía del amor cortés (el caballero que sirve abyectamente a su dama), pero resulta que ése es el tema desde el principio. Yvain es un joven caballero de la corte de Arturo que quiere vengar el honor de su primo Calogrenant, derrotado en combate singular por Esclados, caballero de la Fuente. Yvain mata a Esclados, pero luego se enamora de su esposa Laudine. Laudine no quiere saber nada del hombre que asesinó a su marido, pero Yvain se gana la confianza de Lunete, la criada de la dama, que convence a Laudine para que se case con él.

El amigo de Yvain, Gawain, piensa que es demasiado joven para quedarse en casa como hombre casado y convence a Yvain para que se vaya de aventuras con él. Como acaba de casarse, Laudine se opone rotundamente, pero Yvain le promete que no estará fuera mucho tiempo y ella acepta que se tome un año para quitarse las ganas. Sin embargo, una vez que se marcha, se ve envuelto en aventuras con Gawain en tierras lejanas y se olvida de Laudine y de su promesa de estar sólo un año fuera. Cuando regresa, ella le rechaza y él cae en una desesperación que le lleva a la locura.

Yvain Rescues the Lion
Yvain rescata al león
Dbachmann (Public Domain)

Es curado por una noble dama y jura demostrar que es digno de Laudine a través de desafíos aún mayores que los que había encontrado con Gawain. Cuando se pone en camino, encuentra a un león atrapado por un dragón; mata al dragón y libera al león, que se convierte en su constante compañero. El caballero y el león triunfan sobre múltiples adversarios y rescatan a Lunete, que había sido raptada e iba a ser asesinada. Laudine perdona a Yvain y les acoge a él y al león en la corte.

El Yvain se inspira en los temas de leyendas artúricas anteriores, así como en cuentos populares (como Androcles y el León), pero Chrétien hace suya la historia a través de una cuidadosa caracterización y desarrollo. El héroe-caballero que conquista a su dama, solo para olvidarla «yéndose con los muchachos», era un motivo completamente nuevo en la literatura artúrica y un giro interesante a la imagen tradicional del caballero completamente entregado a su dama, aunque eso es precisamente en lo que Yvain se convierte al final.

Perceval, el cuento del Grial

El Perceval de Chrétien (escrito aldededor de 1190) quedó inacabado, probablemente a causa de la muerte del autor. El poema está dedicado a Felipe I, duque de Flandes (que gobernó entre 1168 y 1191), mecenas de Chrétien, fallecido en 1191. Cuatro poetas desconocidos continuaron el Perceval en las secciones conocidas como las Cuatro Continuaciones, que no son de tanta calidad como la obra de Chrétien, pero que no desmerecen en absoluto la brillantez de la narración original. El académico Norris J. Lacy escribe:

El romance final de Chrétien, aunque incompleto, ejerció una enorme influencia: introdujo el Grial en la literatura universal e hizo de este objeto (que era un recipiente maravilloso y sagrado, pero no todavía, en Chrétien, el cáliz de la Última Cena) el centro de una búsqueda. (Lindahl et. al., 77)

Perceval es criado en el bosque por su madre sin contacto con el mundo exterior hasta que un día ve pasar a unos caballeros. Al instante sabe que debe convertirse en uno y va a la corte de Arturo para aprender cómo. No está allí mucho tiempo cuando es insultado por Sir Kay y jura vengarse. Todas sus aventuras posteriores son para demostrar que es mejor que Kay.

Se entrena bajo la tutela del caballero Gornemant, que le instruye no solo en las hazañas de armas, sino también en el código caballeresco, incluida la importancia de no mostrar la propia mente hablando demasiado. En una de sus aventuras, conoce al Rey Pescador (también conocido como el Rey del Grial), que le invita a su castillo. Allí, Perceval es testigo de una extraña procesión en la que se llevan ciertos objetos (una lanza sangrante, un candelabro, un grial) pero, recordando el entrenamiento de Gornemant, no pregunta qué significa todo aquello. Cuando se despierta a la mañana siguiente, todo el mundo en el castillo se ha ido y él se queda solo para ensillar su caballo y seguir su camino. Tiempo después, se encuentra con una mujer llorosa que le reprocha no haber preguntado qué significaba la procesión porque, de haberlo hecho, podría haber curado al Rey Pescador y restaurado la tierra.

Knights of the Round Table
Los caballeros de la Mesa Redonda
Evrard d'Espinques (Public Domain)

Su fracaso en hacer la pregunta continúa persiguiéndole en sus siguientes aventuras cuando una «repugnante dama» le condena por su fracaso. Ella desvía su atención de él hacia el resto de los Caballeros de la Mesa Redonda, prediciendo grandes aventuras que les esperan, mientras Perceval abandona silenciosamente la corte para iniciar su búsqueda del grial y, en este punto, termina la obra de Chrétien. Las Cuatro Continuaciones intentan completar la historia y atar todos los cabos sueltos, y la historia concluye finalmente con Perceval sucediendo al Rey Pescador, reinando justamente y retirándose a vivir en soledad en el bosque como ermitaño.

Conclusión

Chrétien también escribió una versión de Tristán e Isolda, hoy perdida, que según él no fue bien recibida, pero sus obras existentes fueron éxitos de ventas en su época. Norris J. Lacy escribe

Tuvo tanto éxito que muchos escritores de la generación siguiente parecen haber evitado deliberadamente los temas artúricos, entendiendo sin duda que no podían competir favorablemente con el maestro en su propio terreno literario. (Lindahl et al., 77)

La poesía de Chrétien solo creció en popularidad tras su muerte, influyendo en las obras de escritores artúricos posteriores. El poeta alemán Wolfram von Eschenbach (hacia 1170 - 1220) se basó en el Perceval de Chrétien para escribir su obra maestra artúrica Parzival, y el impresionante Mabinogion galés (hacia 1200) también tiene rastros de la inspiración de Chrétien. Los relatos artúricos de Chrétien se desarrollaron en el Ciclo de la Vulgata (1215-1235), que fue la fuente principal de Le Morte D'Arthur de Thomas Malory (hacia 1469), la obra cumbre de la literatura artúrica, considerada la primera novela del mundo occidental; pero ¿qué sería de esa obra sin Lancelot, Ginebra y el Grial?

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Sobre el traductor

Emiliano S. Grill
Nacido y criado en Uruguay, Emiliano es un traductor, subtitulador y aficionado a la historia. Le apasionan los idiomas, la lectura y la escritura.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark es el cofundador de World History Encyclopedia y es su director de contenido. Vivió en Grecia y Alemania y ha viajado por muchos lugares. Ha sido profesor universitario de historia, escritura, literatura y filosofía en el Marist College de Nueva York

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2019, abril 08). Chrétien de Troyes [Chretien de Troyes]. (E. S. Grill, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18096/chretien-de-troyes/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Chrétien de Troyes." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. Última modificación abril 08, 2019. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18096/chretien-de-troyes/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Chrétien de Troyes." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 08 abr 2019. Web. 28 abr 2024.

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