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Machu Picchu es un asentamiento inca ubicado en los Altos Andes de Perú, en el valle del Urubamba, al norte de Cuzco. El lugar, situado en lo alto del río Urubamba, ha sido descrito de diversas maneras, como fortaleza, refugio imperial y recinto ceremonial. Fue fundado por Pachacuti Inca Yupanqui hacia 1450 d.C., tenía capacidad para unos 1000 habitantes en su época de mayor esplendor y era uno de los lugares más sagrados para los incas. Tras el colapso del Imperio inca, Machu Picchu fue abandonada y olvidada, hasta que fue redescubierta en 1911 por el explorador Hiram Bingham. Machu Picchu está declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Propósito
Machu Picchu (que significa «montaña vieja») fue una hacienda imperial fundada y pertenciente de Pachacuti Inca Yupanqui, el gobernante inca, a mediados del siglo XV. La propiedad del lugar pasó después a los sucesores de Pachacuti. Cuando el explorador Hiram Bingham lo redescubrió en 1911 (aunque los habitantes del valle siempre habían sabido de su existencia), se declaró como la última capital de los incas. Sin embargo, se comprobó que esto era falso cuando se descubrió la verdadera capital final en Vilcabamba, más abajo, en el valle del Urubamba.
Otra hipótesis planteada por los primeros historiadores es que Machu Picchu era una fortaleza, y se citaron sus fuertes muros, las grandes torres y los fosos secos como apoyo para esta teoría. La necesidad de fortificar Machu Picchu quizá se debió a una serie de sequías que hicieron que la competencia por los recursos fuera feroz. Esto también explicaría por qué el sitio no estuvo ocupado durante mucho tiempo, ya que cuando la situación del agua mejoró, la necesidad de este tipo de ciudadelas disminuyó. No obstante, una vez más, investigación posterior ha revelado que la mayor parte de la arquitectura se diseñó con fines religiosos y que las fortificaciones pudieron ser construídas para garantizar que solo unos pocos pudieran entrar en este lugar sagrado. En apoyo de esta interpretación, se descubrió una carretera que unía el sitio con varios asentamientos poblados situados a lo largo del valle. Así pues, lo más probable es que Machu Picchu fuera un lugar sagrado, probablemente dedicado al dios del sol Inti, y con el objetivo adicional de recordar a la población local, recientemente conquistada, el poder y la fuerza de Pachacuti y del Imperio inca centrado en su capital, Cuzco. El sitio fue abandonado por los incas poco antes de la llegada de Pizarro y los conquistadores españoles. Sin embargo, los invasores nunca llegaron a Machu Picchu, que permaneció desconocido para el resto del mundo durante 400 años.
Materiales y diseño
Machu Picchu es un buen ejemplo de la práctica inca de adaptar la arquitectura al terreno natural. Las crestas se convirtieron en mesetas sobre las que construir y las laderas se escalonaron con baluartes de piedra. Además, las construcciones se hacían para integrarlas estéticamente con su entorno. Por ejemplo, el perfil de la Roca Sagrada imita uno de los picos de la montaña que hay detrás. Por último, a menudo las ventanas y puertas se colocaban deliberadamente para captar las mejores vistas de las montañas circundantes.
La piedra era un material por el que los incas sentían especial veneración. Se la consideraba incluso una sustancia viva y en lengua inca (quechua) la misma palabra se traduce como «empezar». La piedra se trabajaba con gran habilidad y los afloramientos rocosos naturales se moldeaban para adaptarlos a diversos fines. Por ejemplo, debajo del Torreón (Observatorio), se talló una habitación en una hendidura natural de la roca y se utilizó como templo del dios del sol Inti. La Piedra Intihuatana («Poste de enganche del Sol»), también conocida como intiwatana, situada en el punto más alto del complejo sagrado, se talló con gran cuidado para convertirla en un dispositivo de observación astronómica y establecer un vínculo tangible entre la tierra y el cielo. El pilar de piedra tallada sobre la base poligonal de piedra se utilizaba como reloj solar para registrar los movimientos del sol y, durante los solsticios, los sacerdotes ataban simbólicamente el sol a la tierra con una cuerda.
El sitio de Machu Picchu se compone de dos áreas distintas: un complejo central de edificios estrechamente aglomerados dispuestos alrededor de una plaza central y una serie de terrazas al oeste. Las estructuras de los lados este y sur eran probablemente residenciales y siguen un patrón de viviendas de una sola habitación con un patio cerrado. Sin embargo, no se conoce con certeza la función exacta de la mayoría de los edificios del sitio. Muchos de los edificios muestran las grandes habilidades de tallado en roca y albañilería de los incas. Los edificios utilizan granito extraído de canteras locales, una de las piedras más duras, que se cortaba con gran precisión y se remataba una vez colocado para producir muros de bloques tan bien encajados que no era necesario utilizar mortero. Las líneas irregulares de los bloques también crean un agradable efecto estético y hacen que las estructuras sean muy resistentes a los terremotos.
Arquitectura
Entre las estructuras más impresionantes del lugar, tanto por su tamaño como por su inusual mampostería curva, se encuentra la torre en forma de D, conocida como el Torréon, mencionada anteriormente. La única ventana de la torre estaba alineada con las estrellas de las Pléyades, tal y como aparecían en el siglo XV d.C., y la finalidad astronómica del edificio queda demostrada por la presencia de una piedra que sobresale del suelo y que pudo utilizarse para marcar el sol en el solsticio de junio. El Templo de las Tres Ventanas es otro impresionante ejemplo de fino trabajo en piedra y también se utilizó como puesto de observación astronómica. En los numerosos edificios administrativos kallanka también se utilizaban bloques de piedra finos hechos para encajar perfectamente. Estos edificios también tenían clavijas de piedra que sobresalían de sus hastiales a las que se habría fijado un tejado de paja. Otro tipo de edificios son las estructuras similares a prisiones que podrían haber servido para alojar a nobles capturados hasta el pago de un rescate. El complejo también cuenta con una estructura de caverna y un bloque de piedra para sacrificios esculpido en forma de cóndor.
El agua se suministraba a través de 14 manantiales naturales cuyas aguas se recogían y reubicaban a través de 16 canales de piedra tallada. Otro elemento curioso son los escalones de piedra que conducen desde Machu Picchu hasta el pequeño refugio Huayna Picchu (que significa «montaña joven»), situado en un afloramiento rocoso. Se han excavado algunas tumbas en el sitio, pero suelen pertenecer a individuos de rango inferior, como personal administrativo, lo que se traduce en una escasez de objetos funerarios de gran valor, y hay una proporción peculiarmente elevada de restos femeninos. Los hallazgos de cerámica han ofrecido algunas pistas sobre la vida cotidiana en el yacimiento y proceden de cuatro lugares distintos, entre los que se encuentra la cerámica negra Chuma.
Machu Picchu, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sigue siendo objeto de excavaciones y reconstrucciones y, a pesar de su remota ubicación, sigue atrayendo a turistas de todo el mundo, ya que se ha convertido en uno de los lugares antiguos más conocidos y fotografiados del mundo.
