Infancia en la era vikinga

Artículo

Irina-Maria Manea
por , traducido por Silvia Campos
Publicado el 04 marzo 2025
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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La infancia en la Era Vikinga (en torno a 750-1100) no estaba documentada en su mayor parte, ya que los registros históricos se centran principalmente en los adultos, sobre todo en los hombres. Asimismo, poco se sabe de la presencia de los niños en la otra vida, ya que no se erigieron piedras rúnicas en su memoria. Aunque se han descubierto algunos objetos interpretados como juguetes, escasean las pruebas de cómo pasaban el tiempo los niños o qué hacían para divertirse.

Viking Age Reenactors
Recreadores de la época vikinga
Hans Splinter (CC BY-ND)

El lugar de los niños en la sociedad

En la sociedad nórdica antigua, el nombre del niño representaba su integración en la comunidad. El códice legal noruego de Frostathing insistía en que todo niño debía tener un padre. Esta noción se extendía al nombramiento y la aceptación del niño. Tras el nacimiento, el bebé se llevaba ante el padre y el ritual del nombramiento era un acontecimiento importante, que a menudo implicaba la aspersión de agua, una práctica ligada a las costumbres reales y probablemente anterior al cristianismo. Si el padre no aceptaba al niño, se lo consideraba «no portado», un estatus con graves consecuencias legales. Los hijos de mujeres solteras se enfrentaban a problemas adicionales, ya que la madre debía viajar hasta donde estuviera el padre para que aceptara al niño. La ley también imponía al padre o a sus familiares la responsabilidad de cuidar del niño hasta los 16 años. Sin embargo, los parientes de un hombre solo tenían que hacerse cargo de sus dos primeros hijos ilegítimos para evitar la explotación del sistema. Así pues, al menos durante el periodo pagano, la responsabilidad económica del hombre y la cuestión de la identificación del padre eran primordiales.

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La exposición de niños era una práctica aceptada en el mundo pagano. La sobria descripción de Ari Thorgilsson de la aceptación voluntaria del cristianismo en Islandia en el año 1000 afirma que se estableció por ley que todo el mundo debía ser cristiano y someterse al bautismo, pero en lo referente a la exposición de los niños y a comer carne de caballo, la antigua ley debía seguir siendo válida. Para cuando se redactaron las Leyes del Ganso Gris (Grágás), probablemente en el siglo XII, la práctica habría sido abolida, incluso para los niños con deformidades.

Los niños se veían como adultos en miniatura y se les asignaban tareas que les preparaban para sus futuras funciones en el hogar.

En Noruega, la Ley Cristiana del rey Olaf, formulada a principios del siglo XI, también incluía la legislación que pretendía acabar con prácticas paganas como el infanticidio. Sin embargo, la ley no se aplicaba universalmente, ya que algunas versiones tenían excepciones. La Ley Gulathing, que incorpora partes de la Ley Cristiana de Olaf, daba cierto margen de maniobra en relación con los bebés deformes. Permitía explícitamente la exposición de niños nacidos con graves deformidades físicas, como rasgos faciales invertidos o extremidades mal colocadas (lo que se denomina situs retroversus). La ley especificaba que a esos niños había que llevarlos a una iglesia, convertirlos del paganismo y dejarlos morir. No obstante, esto no significa que la exposición fuera una práctica generalizada.

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Los hallazgos arqueológicos también sugieren que a veces se sacrificaban niños en rituales nórdicos precristianos. En las excavaciones de Trelleborg se descubrieron pozos de sacrificio con restos de niños, colocados junto a huesos de animales y objetos rituales. Probablemente, estos sacrificios servían para apaciguar a los dioses y asegurar la prosperidad. En otros yacimientos, como el lago Tissø, también se han encontrado restos de niños en contextos rituales, lo que apoya la idea de que las prácticas de sacrificio formaban parte de al menos algunas tradiciones religiosas nórdicas. Las tumbas infantiles de la época vikinga suelen contener pequeños sonajeros de bronce, cascabeles y, en ocasiones, joyas. Sin embargo, el número de tumbas infantiles identificables es sorprendentemente bajo, lo que lleva a los estudiosos a especular con la posibilidad de que los niños se enterraran por separado o de formas menos detectables hoy en día, o debido a infanticidios.

Los niños como adultos en miniatura

Se esperaba que los niños contribuyeran en el hogar desde una edad muy temprana. Se les veía como adultos en miniatura y se les asignaban tareas que les preparaban para sus futuras funciones en el hogar. En las comunidades rurales y agrícolas, los niños ayudaban en las labores del campo, el cuidado del ganado y las tareas domésticas. Los niños aprendían las habilidades necesarias para la caza, la agricultura y la guerra vikinga, mientras que las niñas recibían formación en labores textiles, preparación de alimentos y gestión del hogar. El objetivo no era simplemente mantenerlos ocupados, sino integrarlos lo antes posible como miembros funcionales de la sociedad. Al fin y al cabo, la esperanza de vida no era tan sorprendente. Este enfoque práctico de la infancia queda ilustrado en la obra del siglo XIV Bolla þáttur Bollasonar (Relato de Bolli Bollason), donde se cuenta que un niño, Olaf Thordarson, construyó una granja en miniatura cuando sólo tenía siete u ocho años. Esto sugiere que los niños imitaban las responsabilidades de los adultos en sus juegos, utilizándolos como una forma de entrenamiento más que como puro recreo.

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Viking Age Farm, Avaldsnes, Norway
Granja de la época vikinga, Avaldsnes, Noruega
Mark Voigt (CC BY)

De los niños no sólo se esperaba que trabajaran, sino también que mantuvieran el honor familiar, lo que podía incluir su participación en conflictos violentos. Como la venganza era un concepto central en la sociedad vikinga, los niños se involucraban en luchas sangrientas a edades sorprendentemente tempranas. En la saga Gísla, Helgi (de 12 años) y Bergr (de 11) vengaron la muerte de su padre, lo que demuestra que la expectativa de tomar las armas podía comenzar mucho antes de la edad adulta. Incluso el juego podía volverse violento. En la saga Egil Skallagrímson, el precoz Egill Skallagrímsson, de siete años, participa en una reunión local (llamada leikir), en la que los niños participan en simulacros de combate similares a los juegos adultos. Se enfrenta a un niño mayor y más fuerte, y pierde. Furioso por la derrota, Egill golpea primero a su oponente con un palo y, cuando se siente aún más humillado, busca a un amigo mayor que le entrega un hacha. Sin dudarlo, Egill mata al chico. Esta reacción extrema provocaría una pelea en toda regla entre los adultos, con el resultado de la muerte de siete hombres. La historia ejemplifica cómo las peleas infantiles podían convertirse en graves conflictos y cómo, desde pequeños, se esperaba que los niños reaccionaran con decisión y violencia ante los desaires personales.

Educación y expectativas

La educación era más bien una cuestión de prácticas informales, como el acogimiento, una práctica muy extendida y regulada legalmente en la cultura nórdica. No era sólo un medio para criar a los niños, sino también una estrategia política y económica. Cuando se acogía a un niño, se estrechaban los lazos entre dos familias, lo que a menudo reforzaba las alianzas. Normalmente, una familia de bajo estatus social acogía al hijo de una familia más destacada, beneficiándose de la asociación y asegurándose de que el niño recibía la formación adecuada en liderazgo, leyes o habilidades marciales. Por ejemplo, en la saga de Gunnlaugs ormstungu, Gunnlaug fue acogido por Thorstein para estudiar derecho, lo que demuestra que el acogimiento se utilizaba a menudo como forma de educación.

Las relaciones de acogida eran a veces tan fuertes emocionalmente como las biológicas. En algunos casos, los niños consideraban a sus padres de acogida más cercanos que a sus padres biológicos, y los lazos entre hermanos de acogida podían ser muy significativos. Aunque los hombres eran los principales tutores legales de los niños, las mujeres (especialmente las madres de acogida) también desempeñaban un papel importante en su crianza y formación. En algunos casos, las madres de acogida podían ejercer una gran influencia sobre sus hijos de acogida. La importancia de estas figuras maternas se refleja en sagas en las que las mujeres guían y aconsejan a sus hijos adoptivos, ayudándoles a veces a sortear rivalidades o conflictos políticos.

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A diferencia de los monasterios medievales, donde se hacía hincapié en la educación formal, la educación en nórdico antiguo era principalmente práctica y oral. Los niños y las niñas aprendían habilidades relacionadas con sus funciones mediante la observación y la experiencia práctica. Los hijos de jefes tribales o guerreros recibían formación en combate, asuntos legales y liderazgo, mientras que las hijas de familias pudientes aprendían a administrar haciendas y supervisar grandes hogares. Sin embargo, aunque la alfabetización era poco frecuente, parte de la educación incluía el aprendizaje de runas. La poesía y la narración desempeñaban un papel crucial en la conservación del conocimiento. Los niños que mostraban talento poético podían adquirir un prestigio considerable, ya que componer versos estaba muy valorado. Por ejemplo, Egill Skallagrímsson, a la edad de tres años, ya componía poemas, y su abuelo le recompensaba con comida por sus esfuerzos. Esto sugiere que la capacidad intelectual, especialmente en poesía y retórica, se reconocía y fomentaba desde una edad temprana, aunque la historia se adorne para que parezca un acontecimiento grandioso.

Norse-Viking Meal
Comida nórdico-vikinga
History Channel (Copyright)

Aunque se esperaba que los niños trabajaran y se prepararan para las responsabilidades adultas, también se dedicaban a jugar. Sin embargo, incluso sus juegos reflejaban las expectativas de su sociedad. Los juegos físicos a menudo se asemejaban al entrenamiento de combate, como la lucha libre, los simulacros de batalla y los deportes de fuerza y resistencia. No se trataba de un mero entretenimiento, sino de ejercicios para desarrollar las habilidades de combate. Uno de los juegos de la infancia consistía en construir pequeñas casas de césped, como las viviendas de los adultos. Los niños se familiarizaban así con las técnicas domésticas y arquitectónicas. También era una forma de juego de roles que reforzaba las estructuras sociales. De hecho, las sagas tienden a condenar el comportamiento anormal, y algunos niños son criticados por ser demasiado revoltosos o perturbadores. De nuevo en la saga de Egils, el padre de Egill se negó en un principio a llevarlo a un banquete porque creía que el niño era incapaz de comportarse correctamente en un entorno formal. Incluso en el caso de los niños, seguían existiendo expectativas de decoro, sobre todo en las reuniones públicas y sociales.

Los juguetes en la era vikinga

Se han encontrado artefactos que se cree que son juguetes en asentamientos y tumbas infantiles, como las de Birka (Suecia) y Lindholm Høje (Dinamarca), así como en lugares como las islas Shetland y Dublín. Estos hallazgos indican que los niños vikingos, como los de hoy, jugaban con juguetes. Las excavaciones han revelado objetos de madera como barcos en miniatura, espadas, muñecas y figuras de animales. Es probable que algunos objetos tuvieran fines tanto recreativos como educativos; por ejemplo, una peonza podía ayudar a un niño a desarrollar los movimientos de la mano necesarios para la producción textil, mientras que las armas en miniatura podían servir de entrenamiento antes de pasar a las armas de hierro de tamaño natural en la edad adulta.

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Por lo general, a los 16 años, los varones se consideraban adultos y se esperaba que participaran plenamente en la sociedad.

Los juguetes de la Era Vikinga, hallados tanto en contextos funerarios como en asentamientos, se fabricaban con materiales como madera, corteza, hueso y, ocasionalmente, metal. Las referencias a juguetes infantiles en la literatura nórdica son escasas. Una excepción aparece en la saga de Víga-Glúms, donde un niño regala a otro un pequeño caballo de bronce (llamado messingahestr) como juguete. Se dice que se encontró un caballo de bronce similar en Þingvellir (del islandés Þing, «asamblea», y vellir, «explanada), en Islandia, aunque se ha perdido. Las figuras de animales en miniatura, a veces descubiertas en yacimientos de la Era Vikinga, puede que tuvieran fines rituales o que funcionaran como pesos, pero también es posible que algunas se utilizaran como juguetes.

Los caballos de madera parecen haber sido los juguetes más comunes de la Era Vikinga, aunque es concebible que los niños reutilizaran objetos zoomorfos o antropomorfos destinados originalmente a otros usos. Se han encontrado caballos de madera en Dublín, Trondheim, Staraya Ladoga y las islas Feroe. Se han encontrado caballos pequeños similares, de madera y bronce, en contextos de la Edad del Hierro tardía eslava occidental, donde probablemente cumplían múltiples funciones. Curiosamente, los arqueólogos islandeses han descubierto recientemente un raro artefacto de la Era Vikinga: una pequeña figurita de piedra que podría haber servido como juguete infantil. Sin embargo, su identidad sigue siendo un misterio, ya que los expertos no se ponen de acuerdo sobre si representa a un oso, un cerdo, un perro u otra criatura. Tras considerar y analizar detenidamente la situación, la mejor opción parece ser un jabalí.

Los juegos de mesa también formaban parte del ocio, y es frecuente encontrar piezas de juego en las tumbas vikingas. Algunos tableros de juego se parecen a los modernos, como el Zorro y las Ocas, y las piedras rúnicas representan a hombres jugando a juegos similares, lo que indica su popularidad.

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Viking Game Pieces
Piezas de juego vikingas
James Blake Wiener (CC BY-NC-SA)

También se han recuperado pequeñas embarcaciones de madera, interpretadas como juguetes, en yacimientos como Dublín y Trondheim. El ejemplo de Dublín está adornado con incisiones diagonales, que posiblemente representan serpientes, mientras que el barco de Trondheim, datado entre 1100 y 1125, se asemeja a los barcos mercantes de la Era Vikinga conocidos como knörr. Es probable que estos barcos fueran juguetes, aunque algunos pueden haber servido como modelos a escala para la construcción naval. Las pruebas arqueológicas también incluyen versiones de armas y herramientas en miniatura y en madera. Las excavaciones de Dublín, Nóvgorod y Stáraya Ládoga han proporcionado numerosos ejemplos. Aunque a menudo se interpretan como juguetes, estos objetos también pueden haber servido como herramientas de entrenamiento o incluso como objetos domésticos reutilizados.

Además de los juguetes fabricados expresamente, es probable que los niños jugaran con objetos sencillos como piedrecitas, cuentas y trozos de madera, y también es posible que moldearan objetos de arcilla. Además, es posible que los huesos de animales se reutilizaran como juguetes. Las pruebas arqueológicas también revelan versiones en miniatura de objetos domésticos fabricados para los niños, que a menudo reflejan objetos cotidianos utilizados en los hogares vikingos. Una pequeña lámpara de piedra finamente elaborada hallada en Fetlar (Islas Shetland) es un reflejo de las lámparas vikingas de tamaño natural y podía funcionar con la misma eficacia. Del mismo modo, las 15 piedras de molino en miniatura descubiertas en Shetland y Trondheim podrían haber servido para enseñar a los niños técnicas agrícolas. Es probable que el juego proporcionara tanto entretenimiento como una valiosa formación para las responsabilidades adultas.

La mayoría de edad

En la cultura nórdica antigua no existía una ceremonia de mayoría de edad claramente definida, pero la transición de la infancia a la edad adulta estaba marcada por diversos hitos. Por lo general, a los 16 años, los hombres se consideraban adultos y se esperaba que participaran plenamente en la sociedad. Esto podía incluir la gestión de la tierra, el comercio o las expediciones vikingas. Las chicas, por su parte, se consideraban casaderas al principio de la adolescencia y debían asumir responsabilidades adultas en la gestión del hogar.

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Para los chicos, uno de los principales indicadores de la edad adulta era recibir sus primeras armas. Las madres adineradas solían desempeñar un papel en esta transición, equipando a sus hijos con armaduras, espadas e incluso barcos vikingos si gozaban de un alto reconocimiento. Esto se refleja en la saga de Egil Skallagrímson, donde la madre de Egill promete adquirir un barco para él cuando sea mayor de edad. Para las chicas, el matrimonio era a menudo el momento decisivo de la transición. Una vez casadas, las mujeres de la Era Vikinga debían dirigir sus propios hogares, administrar las finanzas y tener hijos. El impacto psicológico de esta transición podía ser intenso, ya que a menudo se enviaba a las hijas a vivir con familias que nunca habían conocido, a veces incluso con antiguos enemigos.

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Bibliografía

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Sobre el traductor

Silvia Campos
Nativa española licenciada en Filología Inglesa (Estudios Ingleses) y estudios superiores en Traducción, con experiencia como traductora de artículos divulgativos del inglés al español europeo en medios digitales. Interesada en las antiguas civilizaciones, la Edad Media y la historia de USA y UK. Hipatia de Alejandría es su personaje histórico favorito.

Sobre el autor

Irina-Maria Manea
Una mente curiosa y abierta, fascinada por el pasado. Historiadora con un gran interés por los mitos nórdicos y la era vikinga, además de profesora de historia y de idiomas. Oriunda de Bucarest (Rumanía), actualmente reside en Sajonia (Alemania).

Cita este trabajo

Estilo APA

Manea, I. (2025, marzo 04). Infancia en la era vikinga [Childhood in the Viking Age]. (S. Campos, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-2653/infancia-en-la-era-vikinga/

Estilo Chicago

Manea, Irina-Maria. "Infancia en la era vikinga." Traducido por Silvia Campos. World History Encyclopedia. Última modificación marzo 04, 2025. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-2653/infancia-en-la-era-vikinga/.

Estilo MLA

Manea, Irina-Maria. "Infancia en la era vikinga." Traducido por Silvia Campos. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 04 mar 2025, https://www.worldhistory.org/article/2653/childhood-in-the-viking-age/. Web. 29 abr 2025.

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