Guerra del Peloponeso

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Mark Cartwright
por , traducido por Agustina Cardozo
Publicado el 02 mayo 2018
Disponible en otros idiomas: inglés, afrikáans, chino, francés, alemán, griego, italiano, turco
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Greek Trireme [Artist's Impression] (by The Creative Assembly, Copyright)
Trirreme griego [impresión artística]
The Creative Assembly (Copyright)

La guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta y sus respectivos aliados se desarrolló en dos etapas: desde alrededor del 460 al 446 a.C. y desde el 431 hasta el 404 a.C. Con batallas en el interior y en el exterior, el largo y complejo conflicto fue perjudicial para ambos bandos. Esparta, con ayuda financiera de Persia, ganó finalmente el conflicto cuando destruyó la flota ateniense en Egospótamos en el 405 a.C.

Las causas de la guerra

En el siglo V a.C., Esparta y Atenas eran las dos principales potencias de Grecia y quizá era inevitable que sus esferas de influencia se superpusieran y provocaran un conflicto. Parece que Esparta estaba especialmente alarmada por el creciente poder de Atenas, capaz de construir una flota de barcos cada vez más grande gracias a los tributos de sus aliados y dependientes. Esparta también desconfiaba del proyecto de los atenienses de reconstruir sus fortificaciones de los Muros Largos, que protegían su puerto del Pireo. Además, a Esparta le preocupaba que la inacción empujara a la otra gran potencia griega, Corinto, a ponerse del lado de Atenas.

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La conocida como Primera Guerra del Peloponeso (c. 460-446 a.C.) fue menos intensa que la segunda y se libró principalmente entre Atenas y Corinto, con intervenciones ocasionales de Esparta. A esta guerra le siguió la Paz de los Treinta Años, aunque en realidad las hostilidades nunca cesaron del todo y volvieron a estallar en plena guerra a partir del 431 a.C.

Los civiles griegos se involucraron mucho más en la guerra y es posible que se hayan aniquilado grupos de ciudadanos enteros.

Un punto álgido en las relaciones entre Esparta y Atenas fue Poteidaia en el 432 a.C. Atenas quería madera y minerales de Tracia y exigió a Poteidaia que retirara sus fortificaciones. Los poteidanos pidieron la protección de Esparta y recibieron una promesa de ayuda. Atenas se adelantó y sitió la ciudad de todos modos, y poco después, también emitió los Decretos de Mégara. Estos impedían a Mégara utilizar cualquier puerto de Atenas o de sus aliados, lo que imponía un bloqueo comercial. Esparta, aliada de Mégara desde hacía mucho tiempo, pidió a Atenas que revocara el decreto, ya que haría a Mégara totalmente dependiente de Atenas. Engatusados por Pericles, los atenienses se negaron, pero los espartanos se abstuvieron de declarar formalmente la guerra, tal vez debido a su estado de falta de preparación para otro largo conflicto. Sin embargo, las hostilidades estallaron en otro lugar cuando Tebas atacó Plataea, aliada de Atenas, y en el 431 a.C. el ejército del Peloponeso dirigido por el rey espartano Arquidamos invadió y asoló el Ática. La guerra se reanudó.

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La Segunda Guerra del Peloponeso fue más sofisticada y más letal. La ruptura de las convenciones de la guerra dio lugar a atrocidades impensadas en la guerra griega hasta el momento. Los civiles se involucraron mucho más en la guerra y es posible que se hayan aniquilado grupos de ciudadanos enteros, como ocurrió en Micaleso en Beocia. El número de víctimas en las guerras fue, por tanto, mucho mayor que en cualquier otro conflicto anterior en la larga historia de Grecia.

Map of the Peloponnesian Wars (431-404 BCE)
Mapa de las guerras del Peloponeso
Evonne Stella De Roza (CC BY-NC-SA)

Atenas y sus aliados

Tras las guerras persas de principios del siglo V a.C., las ciudades-estado o polis griegas empezaron a formar alianzas de protección. Muchos estados se aliaron con Atenas, especialmente los de Jonia, y juntos formaron la Liga Délica alrededor del año 478 a.C. La Liga, en su mayor tamaño, estaba compuesta por más de 300 miembros que pagaban tributo a Atenas, la potencia naval más fuerte de Grecia, en forma de barcos o dinero a cambio de la protección ateniense contra la amenaza de los piratas persas y quizás también del Mediterráneo. El tesoro de la Liga se encontraba en la isla sagrada de Delos, en las Cícladas.

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La consecuencia práctica de la Liga Délica fue que la armada de Atenas ahora podía atacar en cualquier lugar.

Sin embargo, a partir de la represión de Naxos, la Liga se convirtió rápidamente en un imperio ateniense más que en un conjunto de aliados iguales, proceso que se confirmó con el traslado del tesoro a Atenas en el 454 a.C. Independientemente de la política, las consecuencias prácticas de la Liga fueron que la armada de Atenas podía atacar en cualquier lugar, especialmente después de que fuera tomada la potencia marítima rival, Egina, lo que causó importantes problemas de suministro a varias ciudades a lo largo de la guerra, especialmente a Corinto.

Esparta y sus aliados

El duro entrenamiento militar en Esparta, que comenzaba a partir de los siete años y era conocido como el agōgē, dio lugar a un ejército profesional de hoplitas con gran disciplina y maniobras de batalla relativamente sofisticadas que los hicieron ser temidos en toda Grecia, hecho que tal vez evidencia la notable falta de fortificaciones de Esparta durante la mayor parte de su historia.

La inestabilidad regional en Grecia a finales del siglo VI a.C. trajo consigo la Liga del Peloponeso (c. 505-365 a.C.), que era una agrupación de Corinto, Elis, Tegea y otros estados (pero nunca Argos) en la que cada miembro juraba tener los mismos enemigos y aliados que Esparta. La pertenencia a la Liga no exigía el pago de tributos a Esparta, sino la aportación de tropas bajo el mando espartano. La Liga permitiría a Esparta establecer la hegemonía y dominar el Peloponeso hasta el siglo IV a.C.

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Greek Hoplites [Artist's Impression]
Hoplitas griegos [impresión artística]
The Creative Assembly (Copyright)

Innovaciones en la guerra

Como todos los grandes conflictos, la guerra del Peloponeso trajo consigo cambios y desarrollos en la guerra. Los hoplitas fuertemente armados en formación de falange (filas de hoplitas estrechamente apiñados protegiéndose unos a otros con escudos) seguían dominando el campo de batalla griego, pero la falange se hizo más profunda (más filas de hombres) y más ancha (un frente más largo de hombres) durante la guerra del Peloponeso. El dominio de los hoplitas en el campo de batalla también se vio amenazado por el despliegue de armas combinadas con tropas mixtas (hoplitas, infantería ligera y caballería), una táctica que se fue extendiendo.

Otros avances en la guerra fueron el aumento del uso de esclavos, mercenarios y extranjeros en los ejércitos griegos, la mejora de la logística, que permitió a los ejércitos permanecer más tiempo en el campo de batalla, y una mayor atención a las habilidades y la experiencia a la hora de seleccionar a los líderes militares. En general, las armas no se desarrollaron con respecto a los conflictos anteriores, aunque hubo excepciones, como los primitivos lanzallamas que se utilizaron contra las fortificaciones de madera de Delon en el 424 a.C.

Invasiones de Esparta en el Ática

Con un ejército predominantemente terrestre y una gran potencia marítima, no es de extrañar que la guerra se prolongara durante décadas con victorias indecisas e incursiones ineficaces. La estrategia principal de los espartanos era atacar anualmente las tierras atenienses, a partir del año 431 a.C., provocando la mayor destrucción posible, como la quema de granjas y la tala de olivos y viñedos. Sin embargo, no está claro el efecto real que tuvo esto en la economía ateniense, sobre todo si se tiene en cuenta que la ciudad siempre podía reabastecerse por mar a través del puerto de la ciudad, el Pireo, protegido por las largas murallas. Puede que fuera una estrategia espartana para atraer a los atenienses a la batalla abierta desde sus fortificaciones, una tentación a la que Atenas, y en particular Pericles, siempre se resistió. Atenas también podía tomar represalias, y lo hizo, desembarcando tropas por mar en territorio espartano e infligiendo un daño similar.

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Greek Hoplite
Hoplita griego
Johnny Shumate (Public Domain)

Atenas se vio afectada por una devastadora plaga (que llegaba desde Egipto a través de Persia) en el año 430 a.C. y Esparta incluso pospuso su invasión anual para evitarla. Ese mismo año, Pericles fue derrocado y Atenas pidió la paz, que fue rechazada por Esparta. Sin embargo, bajo el mando de Cleón y Nikias, los atenienses disfrutaron de una exitosa campaña en el Golfo de Corinto en el 429 a.C. y las esperanzas de una pronta victoria espartana parecían ahora desesperadamente ambiciosas.

Si finalmente una ciudad caía tras un asedio, el resultado habitual para los derrotados era la muerte o la esclavitud.

Asedios

Los asedios fueron otra característica común de la Guerra del Peloponeso. Ya eran una característica de la guerra griega, pero se hicieron mucho más comunes durante las Guerras del Peloponeso: llegó a haber unos 100. De ellos, 58 fueron exitosos (para los atacantes). El asedio consistía en dos estrategias principales: atacar repetidamente la ciudad de forma directa (hasta que los defensores capitularan o se abrieran las murallas) y circunvalar o rodear la ciudad con una muralla (y hacer que se rindiera por hambre). En esta última estrategia también existía la esperanza de que la traición y las luchas internas también comprometieran a los defensores. La segunda estrategia era mucho más costosa y requería más tiempo, ya que a menudo se tardaba años en conseguir el éxito. Si finalmente caía una ciudad, el resultado habitual para los derrotados era la muerte o la esclavitud.

La siguiente acción de la guerra fue el asedio de Platea, entre los años 429 y 427 a.C., que tuvo elementos de ambas estrategias de asedio. En primer lugar, las fuerzas del Peloponeso utilizaron tácticas más agresivas: bloquearon la ciudad con una empalizada de madera y construyeron una rampa de tierra para comprometer las murallas. Sin embargo, los platenses respondieron a esta amenaza construyendo murallas aún más altas. Los peloponesios utilizaron entonces arietes (embole) contra las murallas, pero los defensores volvieron a frustrar a los atacantes lanzando grandes vigas sobre cadenas para romper los arietes. Los atacantes decidieron entonces atrincherarse durante un largo asedio y jugar al juego de la espera, una estrategia que finalmente tuvo éxito, ya que hizo que los platenses se rindieran por hambre, pero solo después de dos años.

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Piraeus & The Long Walls
El Pireo y los Muros Largos
Dept. of History, US Military Academy (CC BY-SA)

Continuación de la guerra

En el 428 a.C., Atenas aplastó sin contemplaciones una revuelta en Lesbos que implicaba a Mitilene y en el 427 la caída de Platea fue seguida por una guerra civil en Kerkyra (Corfú) y un intento fallido de Atenas de apoyar a Leontinoi en Sicilia. En el 426 a.C., Demóstenes dirigió 40 trirremes en una campaña contra Pilos (de hecho, se dirigían a Sicilia), donde derrotaron a los espartanos que ocupaban Esfacteria. En el 424 a.C. los atenienses lanzaron una expedición contra Mégara y Beocia, pero fue otro fracaso y supuso una dura derrota cerca de Delion. Sin embargo, Atenas tomó la isla espartana de Citera. Los espartanos también tuvieron éxitos, ahora al mando de Brasidas y utilizando por primera vez hoplitas no espartanos, capturaron varias polis en el Ática, especialmente Anfípolis, aunque tanto Kleon como Brasidas murieron en la batalla.

En el año 423/421 a.C. se pidió una tregua y se acordó una paz de 50 años. Hubo algunas concesiones territoriales por ambas partes, pero principalmente la situación volvió al statu quo anterior a la guerra. Sin embargo, los comandantes individuales en el campo se negaron a entregar ciudades y se formó una alianza entre Mantineia, Argos, Elis, Corinto y los Calcídicos. En el 420 a.C. Esparta se alió con Beocia. También en el 420 a.C. el nuevo líder ateniense Alcibíades negoció una alianza entre Atenas, Argos, Elis y Mantineia. Parecía que ambos bandos estaban maniobrando para volver a empezar.

En el 418 a.C. se produjo la gran batalla de Mantineia, en la que Esparta, dirigida por Agis II, derrotó a Argos y sus aliados. La guerra adquirió ahora un aspecto más brutal con Esparta matando a todos los ciudadanos de Hysiai (417/16 a.C.) y Atenas, en el mismo periodo, ejecutando a los ciudadanos de Melos.

Alcibiades
Alcibíades
Bija (CC BY)

La expedición a Sicilia

En el año 415 a.C. el general ateniense Alcibíades fue el cerebro de la invasión de Sicilia, la mayor operación de toda la guerra. Atenas quería madera siciliana para su flota y el pretexto para el ataque fue una petición de ayuda de la pequeña polis de Segesta que buscaba la protección de Siracusa. Sin embargo, en la víspera de la partida, Alcibíades se vio implicado en graves acusaciones de impiedad y fue despojado del mando. Como no quería enfrentarse a lo que consideraba un juicio parcial, Alcibíades huyó a Esparta. La operación militar continuó bajo el mando de Nikias, pero fue un completo desastre: un ejército espartano dirigido por Glipo rompió un asedio ineficaz, la flota ateniense fue derrotada en el puerto de Siracusa y tanto Nikias como Demóstenes fueron ejecutados en el año 413 a.C.

esparta terminó ganando la guerra, quizás irónicamente, en una batalla naval.

Egospótamos y la victoria

Atenas no estaba aún derrotada y siguió asaltando el Peloponeso desde el mar. Esparta, siguiendo el consejo de Alcibíades, construyó una fortaleza en Dekeleia para perturbar más fácilmente la agricultura ática con sus ataques anuales a las tierras de cultivo áticas. Agis estableció su cuartel general en Dekeleia y recibió enviados de varias polis que deseaban abandonar la Liga Délica, especialmente Quíos y Miletos. Persia también hizo propuestas a Esparta, ofreciendo dinero para construir una flota que pudiera desafiar a Atenas a cambio de que Esparta reconociera la soberanía persa en Asia Menor.

La guerra fue finalmente ganada por Esparta, entonces, y quizás irónicamente, en una batalla naval. Tras una larga serie de derrotas navales ante los atenienses e incluso una infructuosa demanda de paz tras la derrota naval ante Alcibíades en Kyzikos en el año 410 a.C., Esparta pudo construir una enorme flota de 200 trirremes utilizando dinero y madera persa. Con esta formidable arma, Lisandro pudo infligir una derrota final y total a los atenienses en Egospótamos, cerca del Helesponto, en el 405 a.C., donde 170 barcos atenienses fueron capturados en la playa y al menos 3000 cautivos atenienses fueron ejecutados. Ahora, incapaces de dotar de otra flota, con la Liga Délica disuelta y la propia Atenas sitiada, los atenienses no tuvieron más remedio que pedir la paz. Las condiciones de la rendición fueron el desmantelamiento de los Muros Largos, la prohibición de reconstruir una flota mayor de 12 barcos y el pago de tributos a Esparta, que ahora, finalmente, todos la reconocían como la potencia dominante en Grecia.

Consecuencias

La posición de Esparta como ciudad-estado número uno en Grecia iba a ser efímera. Las continuas ambiciones espartanas en el centro y el norte de Grecia, Asia Menor y Sicilia volvieron a arrastrar a la ciudad a otro prolongado conflicto, las Guerras Corintias con Atenas, Tebas, Corinto y Persia, del 396 al 387 a.C. El resultado del conflicto fue la "Paz del Rey", en la que Esparta cedió su imperio al control de Persia, pero se dejó que Esparta dominara Grecia. Sin embargo, al intentar aplastar a Tebas, Esparta perdió la crucial batalla de Leuctra en el 371 a.C. contra el brillante general tebano Epaminondas. Tal vez el verdadero ganador de las Guerras del Peloponeso fue, entonces, Persia y, a largo plazo, incluso Macedonia, que bajo el mando de Filipo II pudo invadir y aplastar con relativa facilidad a las debilitadas y recelosas ciudades-estado griegas.

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Preguntas y respuestas

¿Quién ganó la guerra del Peloponeso?

Esparta y sus aliados ganaron la guerra del Peloponeso al derrotar a Atenas y sus aliados.

¿Cuál fue la causa principal de la guerra del Peloponeso?

La guerra del Peloponeso comenzó tras años de rivalidad entre Atenas y Esparta. Esparta desconfiaba del creciente poder de Atenas y del tamaño de su flota naval. A Esparta también le preocupaba que Corinto se aliara con Atenas y amenazara el territorio espartano.

¿Por qué ganó Esparta la guerra del Peloponeso?

Esparta ganó la guerra del Peloponeso porque Atenas desperdició hombres y recursos en una desastrosa expedición en Sicilia. Con dinero de Persia, Esparta construyó una gran armada y derrotó a los atenienses en Egospótamos en el 405 a.C.

Sobre el traductor

Agustina Cardozo
Agustina es traductora pública (inglés/español), uruguaya, con estudios avanzados de Lingüística. Sus áreas de experiencia como traductora son la traducción biosanitaria y la traducción jurídica. Le interesan la Historia y las humanidades en general.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2018, mayo 02). Guerra del Peloponeso [Peloponnesian War]. (A. Cardozo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-342/guerra-del-peloponeso/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Guerra del Peloponeso." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. Última modificación mayo 02, 2018. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-342/guerra-del-peloponeso/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Guerra del Peloponeso." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 02 may 2018. Web. 13 dic 2024.

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