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Sansón fue uno de los últimos jueces israelitas en el libro hebreo de los Jueces, que así se llamaban los líderes de los judíos cuando se establecieron en Canaán. Sansón era un nazareo, famoso por su fuerza extraordinaria, cuyo secreto fue descubierto por Dalila, quien lo traicionó con los filisteos.
El Libro de los Jueces
El Libro de los Jueces narra cuando los judíos establecidos en Canaán eran gobernados por una confederación de tribus, sin que ninguna de ellas estuviera por encima de las demás. El Libro de los Jueces muestra un patrón uniforme: los judíos caen en la idolatría y Dios los castiga permitiendo que sean oprimidos por los cananeos y los filisteos. Conocidos como los Pueblos del Mar en la región, los filisteos eran comerciantes marítimos que habían incursionado y luego se habían establecido en las tierras costeras de Canaán alrededor del 1100 a.C. En Jueces, los filisteos son enemigos permanentes de los israelitas. Luego de ser castigados, los israelitas claman en su aflicción y Dios levanta un juez que derrota a los opresores del momento, por lo que “juez” (hebreo: shofet) en este libro no refiere a un juez de un tribunal o juzgado, sino alguien que es levantado por el Dios de Israel durante una crisis. Pasados los años, los israelitas pecan de nuevo, y el mismo patrón se repite hasta el final del libro.
La historia de Sansón se cuenta en los capítulos 13-15. El autor utiliza tanto personajes y conceptos familiares provenientes de las Escrituras (tipología), como elementos compartidos con el folclore del mundo antiguo. Otras civilizaciones también tienen historias legendarias acerca de héroes populares, tales como el sumerio Enkidu, el griego Heracles, el romano Hércules y Milón de Crotona.
El nacimiento de Sansón
En Sorá, poblado de la tribu de Dan, había un hombre llamado Manoa, que no tenía hijos porque su mujer era estéril. Cierto día, un ángel del Señor se le apareció a su mujer y le dijo:
«Es un hecho que eres estéril, y que nunca has tenido hijos. Pero vas a quedar embarazada y darás a luz un hijo. Sólo que tú no debes beber vino ni sidra, ni comer nada que sea impuro. Al hijo que vas a concebir y dar a luz no debes cortarle nunca el cabello, porque desde antes de nacer el niño estará consagrado a Dios como nazareo, y él comenzará a salvar a Israel del poder de los filisteos.»
(Jueces 13:2-5)
El hijo fue llamado Sansón, “hijo del sol”. La tipología de la mujer estéril se encuentra a lo largo de toda la Biblia Hebrea, y la esterilidad siempre es curada por la intervención divina de Dios.
Los nazareos
La palabra "nazareo" proviene del hebreo nazir (“consagrado” o “escogido”), un nazareo era una persona que tomaba el voto de dedicar su vida a Dios, ya sea por un tiempo definido o por toda la vida. Las instrucciones se encuentran en Números 6:1-21:
- Un nazareo debe abstenerse del vino.
- Durante el período que dure el voto, la navaja no debe tocar su cabeza, por lo que se debe dejar crecer el cabello.
- Un nazareo debe evitar la contaminación por un cadáver, aunque sea el de un pariente.
Los detalles del voto de los nazareos implican una suspensión de las convenciones sociales normales, proyectando un aura de santidad sobre esos hombres. La mayoría de los antiguos judíos usaban barbas, pero cortaban sus cabellos (como en muchas de las culturas dominantes). El cabello largo de un nazareo indicaría públicamente que él estaba ligado a un voto; la no participación en los ritos funerarios indicaría lo mismo.
El matrimonio de Sansón
Irónicamente, Sansón no se comportaba como esperaríamos de un santo varón judío. Sansón se enamoró de una mujer filistea.
Al volver a su casa, les confesó a sus padres:
«Allá en Timnat vi a una filistea, y yo les ruego que la pidan para que sea mi mujer.»
Pero ellos le respondieron:
«¿Y acaso ya no hay mujeres entre las hijas de tus parientes, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas y tomes por mujer una filistea, hija de incircuncisos?»
Y Sansón respondió:
«Pidan por mí a esa mujer, porque es la que me gusta.»
(Jueces 14:2-3)
Camino a Timnat, Sansón fue atacado por un león y él lo mató con sus manos desnudas. Cuando fue de nuevo a Timnat a completar la ceremonia del matrimonio, vio que las abejas habían construido un panal en el cadáver y estaban produciendo miel. Llegado a Timnat, su padre arregló lo de la fiesta de matrimonio, y los del clan de ella “llamaron a treinta de sus amigos para estar con él” (Jueces 14:11).
En el mundo antiguo los banquetes y fiestas incluían entretenerse con juegos de adivinanzas, que a menudo se hacían mientras se bebía después de comer.
Entonces Sansón les dijo:
«Les voy a proponer un enigma. Si en los siete días del banquete logran descifrarlo, les daré treinta vestidos de lino y treinta vestidos de fiesta. Pero si no lo pueden descifrar, entonces ustedes me darán los treinta vestidos de lino y los vestidos de fiesta.»
Ellos respondieron:
«Queremos oír tu enigma.»
Y Sansón dijo:
«Del devorador salió comida,
y del fuerte salió dulzura.»Pasaron tres días, y ellos no podían descifrar el enigma.
(Jueces 14:12-14)
Los acompañantes se acercaron a la mujer de Sansón y le dijeron:
«Haz que tu marido te diga la solución de su enigma. De lo contrario, les prenderemos fuego a ti y a la casa de tu padre. ¿Acaso nos invitaron para quitarnos lo nuestro?»
La mujer de Sansón se echó a llorar, y le dijo:
«Tú no me quieres. Más bien, me odias, pues no me has dicho cuál es la respuesta al enigma que propusiste a mi gente.»
Y Sansón respondió:
«Si ni a mis padres les he dado la respuesta, ¿crees que te la daría a ti?»
Y su mujer lloró ante él los siete días del banquete, pero tanto presionó a Sansón que al séptimo día éste cedió y le dio la respuesta. Entonces ella fue y se la hizo saber a su gente. Ese mismo día, antes de que el sol se pusiera, los jóvenes de la ciudad le dijeron:
«¿Qué cosa hay más dulce que la miel?
¿Y qué cosa hay más fuerte que el león?»Y Sansón les dijo:
«Si no araran con mi novilla,
jamás habrían solucionado el enigma.»(Jueces 14:15-18)
"Arar" con su novilla era un eufemismo, un insulto que indicaba actividad sexual.
Venganza sobre los filisteos
Tenemos un ciclo de historias sobre cómo fue que Sansón se vengó. Con el espíritu del Señor sobre él, mató a 30 hombres y tomó sus ropas. Su suegro le entregó su esposa a uno de los acompañantes. En venganza, Sansón capturó 300 zorros, les ató antorchas a sus colas y los soltó en los trigales y las viñas. Los filisteos fueron y quemaron a la mujer y a su padre (Jueces 15:6).
Los filisteos se acercaron a las otras tribus buscando ayuda para capturar a Sansón. Aceptaron de una manera tal que los filisteos no los culparan por su violencia. Entonces, 3000 judaítas ataron a Sansón, pero cuando llegaron los filisteos, “el espíritu del Señor vino sobre Sansón y las cuerdas que ataban sus brazos se rompieron como lino quemado, y las ataduras cayeron al suelo” (Jueces 15:14) y “Sansón vio que allí cerca había una quijada de asno que aún estaba fresca, así que extendió la mano y la tomó, y con ella mató a mil filisteos” (Jueces 15:15).
Sansón y Dalila
“Tiempo después, Sansón se enamoró de una mujer del valle de Sorec, que se llamaba Dalila” (Jueces 16:14). Viendo esto como una oportunidad, los filisteos le ordenaron descubrir el secreto de la fuerza de Sansón. Le dijeron: cada uno de nosotros te dará mil cien monedas de plata (Jueces 16:5). Por tres veces Sansón le mintió, pero ella lo importunó hasta que “su ánimo decayó y casi se murió de angustia” (Jueces 16.16). Sansón le contó que si le afeitaban la cabeza perdería su fuerza. Mientras Sansón dormía la siesta, ella llamó a los filisteos, quienes le afeitaron el cabello y lo cegaron.
Y así, los filisteos lo capturaron, le sacaron los ojos y lo llevaron a Gaza; allí lo sujetaron con cadenas a un molino que había en la cárcel. Pero después de haber sido rapado, el cabello de su cabeza le comenzó a crecer.
También el pueblo daba gracias a su dios, y decía: «Nuestro dios puso en nuestras manos a nuestro enemigo, que destruyó nuestra tierra y mató a muchos de nuestros hermanos.»
Y en el momento en que estaban más alegres, dijeron:
«¡Que traigan a Sansón! ¡Vamos a divertirnos con él!»
Entonces Sansón le dijo al joven que lo guiaba de la mano:
«Acércame a las columnas que sostienen el templo. Déjame tocarlas, para que me apoye en ellas.»
En ese momento Sansón clamó al Señor, y le dijo:
«Señor mi Dios, acuérdate de mí en este momento, y por favor dame fuerzas, aunque sea por última vez, para vengarme de los filisteos que me dejaron ciego.»
Al decir esto, Sansón asió las dos columnas centrales, sobre las que se apoyaba el templo y, apoyándose con las dos manos sobre ambas columnas, echó todo su peso sobre ellas, al tiempo que exclamaba:
«¡No me importa morir junto con los filisteos!»
Y haciendo un gran esfuerzo, Sansón hizo que el templo se derrumbara sobre los jefes y sobre todo el pueblo que allí estaba. Así, al morir Sansón, mató a más gente de la que había matado en vida. Y cuando lo supieron sus hermanos y todos sus parientes, fueron y lo sacaron de entre los escombros y lo sepultaron entre Sorá y Estaol, en el sepulcro de Manoa, su padre.
(Jueces 16:21-31)
Interpretaciones judías y cristianas de Sansón
La literatura judía rabínica primitiva culpaba de la muerte y ceguera de Sansón a su relación con una idólatra y se hizo tradicional la interpretación de que Dalila era una prostituta. Otros rabinos debatieron acerca de si la última acción de Sansón fue un acto de suicidio o de martirio.
Los intérpretes cristianos consideran la historia de Sansón como una prefiguración de la vida de Jesús de Nazareth. Ambos nacimientos fueron anunciados por un ángel. La traición de Dalila fue comparada con la de Judas Iscariote, y ambos fueron pagados con piezas de plata. Sansón fue insultado y cegado; a Jesús los guardias le vendaron los ojos y lo insultaron. Sansón extendió sus brazos contra las columnas prefigurando las dos manos de Jesús en el travesaño de la cruz.
