Catalina II de Rusia (Catalina la Grande) fue la emperatriz regente en Rusia de 1762 a 1796. A mediados del siglo XVIII, Rusia aún se consideraba culturalmente inferior en comparación con los países de Europa Occidental. Sin embargo, durante su reinado, Catalina transformó a Rusia en una potencia mundial.
Al igual que su abuelo por afinidad, Pedro I de Rusia (Pedro el Grande, 1682-1725), Catalina se vio inspirada por la cultura europea occidental y su estilo de vida. Bajo su mando, Rusia experimentó un renacimiento cultural.
En el siglo XVIII, el francés se consideraba el idioma del arte, la cultura y lo académico, por lo que la institutriz de Catalina se aseguró de que lo aprendiera como su segunda lengua. Catalina leyó muchos libros acerca de la Ilustración europea (1685-1815). Sentía una especial admiración por el escritor francés y filósofo Voltaire (1694-1778). Voltaire estaba interesado en Rusia, pero no estaba del todo convencido de que Catalina fuera la emperatriz. No tardó en considera a Catalina una monarca ilustrada, lo que llevó a que mantuvieran el contacto hasta el fallecimiento de Voltaire en 1778. Coincidían en cuestiones políticas y estaban de acuerdo en que una clase gobernante era la única forma de gobierno que tenía sentido racional.
Diderot animó a Catalina a reformar Rusia durante su vida y a adoptar un estilo de gobierno inglés.
Otra figura de la ilustración con la que Catalina entabló una relación cercana fue el filósofo francés Denis Diderot (1713-1784). Diderot fue el redactor en jefe de la Enciclopedia, la obra fundamental del pensamiento ilustrado. Sin embargo, fue despojado de sus derechos como editor tras entrar en conflicto con la Iglesia católica. Catalina, al tanto de estas dificultades con la Enciclopedia, se ofreció a publicarla en Rusia. Los editores dudaron en confiarle su obra, y el gobierno francés restableció rápidamente los derechos de publicación en Francia.
Catalina encontró otra manera de ayudar a Diderot después del nacimiento de su cuarto hijo. Como no tenía dinero, decidió vender su biblioteca. Catalina se ofreció a comprar sus libros, pero solo con la condición de que permanecieran con él hasta su muerte. De ese modo, Diderot se convirtió en el bibliotecario de Catalina. Ella tenía un motivo oculto al adquirir los libros de Diderot: demostrar que Rusia invertía en cultura. En agradecimiento por su generosidad, Diderot contrató escritores, artistas, ingenieros y científicos en su nombre y los envió a San Petersburgo.
Busto de Voltaire
Jean-Antoine Houdon (Public Domain)
Diderot viajó a Rusia en 1773 y conoció a Catalina. Como editor de la Enciclopedia, creía que era su deber aconsejarle sobre cómo gobernar Rusia. La animó a reformar el país mientras aún viviera y a adoptar un sistema de gobierno al estilo inglés. Catalina le agradeció por su consejo, pero le respondió que no comprendía del todo la realidad rusa.
La Nakaz (Código) de Catalina fue una revisión del código legal ruso. Su título completo era Código de su Majestad Imperial Catalina II para la comisión encargada de preparar un proyecto de un nuevo código de leyes. Catalina consideró este nuevo código legal como su mayor contribución a Rusia. Trabajó en él diariamente durante dos años y fue finalmente publicado el 30 de julio de 1767. Esperaba que la Nakaz marcara el inicio de una nueva era de tolerancia y justicia en el Imperio ruso, inspirada por la Ilustración.
Antes de que Catalina llegara al trono, la administración del gobierno ruso estaba desorganizada, debido a que varios mandatarios habían implementado leyes diferentes que se contradecían entre sí. La mitad de las reformas de Pedro I nunca se pusieron por escrito y se perdieron con el tiempo. Catalina sabía que era su deber restaurar la visión de Pedro I para Rusia.
Trono de la emperatriz Catalina II en el Palacio de Invierno
Dr Vikramjit Kakati (CC BY-SA)
La Nakaz consistía en 526 artículos divididos en 20 capítulos, en los que Catalina presentaba su visión del Estado ruso y cómo creía que debía ser gobernado. Esperaba que la Nakaz transformara a Rusia en un país culturalmente más sofisticado y políticamente más avanzado. Aunque esto no llegó a ocurrir, una vez que la Nakaz se publicó ampliamente y se tradujo a varios idiomas, la figura de Catalina se vio con gran admiración.
La segunda parte de la Nakaz que Catalina puso en marcha fue la formación de un grupo de delegados provenientes de todos los ámbitos de la vida a lo largo de Rusia. Esta delegación informaría a Catalina sobre sus esperanzas, necesidades y problemas, los cuales la ayudarían en redactar un nuevo código de leyes. En total, eran 564 delegados, a quienes se les pagaba un salario y se les eximía de cualquier tipo de castigo. La Comisión Legislativa se reunió en Moscú. El 30 de julio de 1767, Catalina recorrió las calles de Moscú hasta el Kremlin en un carruaje dorado. Después de una ceremonia en la iglesia, los delegados fueron presentados ante ella en el Palacio de las Facetas.
A lo largo de varios días, el vicecanciller, el príncipe Alexander Golitsyn (1773-1844), leyó la Nakaz en voz alta ante la delegación. Cada delegado trajo consigo una lista de quejas y peticiones, de las cuales muchas eran triviales, pero otras planteaban motivos razonables para impulsar reformas. Aún así, Catalina logró reunir a representantes de la población rusa para que pudieran debatir abiertamente sus problemas y aspiraciones.
Después de cinco meses en Moscú, Catalina decidió trasladar la comisión a San Petersburgo en febrero de 1768. Ahí, los nobles expresaron su deseo de tener mayor poder en los gobiernos locales y de acceder a los sectores industriales y comerciales. La nobleza que descendía de familias poderosas y adineradas también exigió que se estableciera una distinción clara entre la antigua nobleza hereditaria y la nueva clase de nobles.
Un tema destacado en la asamblea fue el de la servidumbre, con dos posturas claramente definidas: quienes la apoyaban y quienes se oponían. A pesar del creciente disgusto de Catalina hacia la idea de la servidumbre, la fuerte y apasionada reacción de los nobles causó que diera un paso atrás para evitar confrontaciones. Era plenamente consciente de que el éxito de su reinado dependía en gran medida de la nobleza.
La comisión duró 18 meses, pero no se creó ninguna ley nueva durante ese tiempo. Sin embargo, la información recabada fue valiosa y le demostró a Catalina que la estabilidad de Rusia dependía de mantener la autoridad absoluta de la monarquía.
Reformas a la administración local
El 17 de marzo 1775, Catalina publicó un manifiesto para celebrar el fin de la guerra ruso-turca (1768-1774). En este manifiesto, canceló los impuestos especiales que se habían impuesto para financiar la guerra y ofreció amnistía a todos los criminales, desertores y fugitivos. Desde la fallida Comisión Legislativa, Catalina había estado trabajando tras bambalinas en el problema de la administración local. Habló con asesores, entre ellos un noble báltico, el conde Jacob Sievers (1731-1808) y el príncipe A. A. Vyazemsky (1727-1793), procurador general, y estudió la administración de las provincias bálticas rusas, la cual estaba basada en el modelo alemán.
¿Te gusta la historia?
¡Suscríbete a nuestro boletín electrónico semanal gratuito!
El 2 de noviembre de 1775, se publicó el nuevo estatuto para la Administración de las Provincias del Imperio Ruso. Este abordaba la descentralización de los tribunales, oficinas administrativas y el establecimiento de oficinas separadas para asuntos financieros, judiciales y administrativos. También se formaron distintos cuerpos de gobierno para atender las inquietudes de la población, comerciantes, nobles y campesinos. Las 25 provincias se dividieron en 40 regiones, cada una con entre 300.000 y 400.000 habitantes, las cuales más adelante se subdividieron en áreas de entre 20.000 y 30.000 habitantes. Esto implicaba que las oficinas administrativas quedaban a una jornada a caballo de cada pueblo o aldea. Un gobernador, asistido por un consejo, supervisaba la administración, mientras que un vicegobernador se encargaba de los impuestos y las finanzas.
Emperatriz Catalina II de Rusia
Alexander Roslin (Public Domain)
Reformas al sistema legal y penal
El gobernador supervisaba un sistema compuesto por diferentes tribunales: los tribunales principales civiles y penales, un tribunal superior, uno de distrito y otro menor para la nobleza, un magistrado (tribunal superior y de distrito) para los habitantes de las ciudades y tribunales sumarios superiores e inferiores para los campesinos. También se estableció una Corte de Conciencia en cada distrito, la cual lidiaba con casos de toda clase, incluyendo delitos sexuales, brujería y enfermedades mentales. Las funciones policiales fueron asignadas al preboste de la ciudad, quien dirigía a un grupo pequeño de hombres armados. Un comisario territorial cumplía funciones similares a las de un juez de la paz. Los consejos de bienestar social supervisaban el cuidado de los ciudadanos. Estaban dirigidos por un gobernador y asesores de distintas cortes. Estos consejos se encargaron de establecer escuelas a nivel provincial y distrital, hospitales, casas de trabajo, correccionales y asilos.
Catalina condenaba la tortura y abogaba por que las penas fueran proporcionales a la gravedad de los delitos cometidos.
En 1782, se estableció la Ordenanza Policial. Establecía las normas para el mantenimiento del orden en las ciudades, así como las leyes aplicables a delitos penales y civiles. Las provincias se dividieron en distritos, supervisados por el preboste de la ciudad y un grupo policial. El preboste y su cuerpo de policía eran responsables del orden público, la higiene, la moral, la prevención de incendios, el mercado laboral, la distribución de la comida y la prevención del robo de bienes.
Catalina modernizó el sistema penal ruso al crear prisiones destinadas a albergar a los prisioneros antes de ser enjuiciados, así como correccionales para quienes cometían delitos menores. También ordenó que los hombres y mujeres debían mantenerse separados en prisión, al igual que los convictos y quienes aún no habían sido juzgados. Si algún prisionero se rebelaba contra las normas carcelarias, era confinado en una celda de castigo. Sin embargo, no se mencionaba ninguna clase de castigo físico. Catalina creía que era mejor prevenir un delito que castigarlo. Condenaba la tortura y abogaba por que las penas fueran proporcionales a la gravedad de los delitos cometidos; por ejemplo, quienes vandalizaban o destruían propiedad debían ser desposeídos de sus propios bienes. También estableció que algunos jueces debían pertenecer al mismo estrato social que el acusado, para garantizar juicios más justos.
Reformas sociales y médicas
Se establecieron consejos de bienestar social, siendo este el primer intento genuino de implementar un sistema de bienestar social. A cada consejo se le asignaban 15.000 rublos y dependían de las donaciones de la nobleza local y los comerciantes. Estos consejos estaban a cargo de hospitales, prisiones, correccionales y casas de trabajo para los pobres.
La epidemia de peste que se propagó por Moscú en 1771 dejó en evidencia la necesidad de contar con instituciones médicas en cada ciudad. Tal como lo estableció el Estatuto de 1775, cada provincia debía contar con un médico, un cirujano, aprendices, asistentes de cirugía y un boticario. En 1767, se construyó un hospital en Moscú y otro más, nombrado en honor a Catalina, fue edificado en 1775. Catalina estableció directrices estrictas para estos hospitales: las habitaciones debían tener buena ventilación, las sábanas debían mantenerse limpias y cada cama debía contar con una campana y una jarra de agua.
Retrato de la Gran Duquesa Ekaterina Alekséyevna (Catalina la Grande)
Georg Christoph Grooth (Public Domain)
Reformas religiosas
Aunque Catalina se había convertido a la fe ortodoxa rusa, no era particularmente religiosa. Aún así, reprimió cualquier protesta en contra de la iglesia y promovió el cristianismo. Ofreció recompensas monetarias a quienes se convirtieran a la Iglesia ortodoxa rusa. Introdujo el Decreto de Tolerancia de Cultos en 1773, lo que permitió a los musulmanes construir mezquitas y profesar libremente su religión. Catalina trató al judaísmo como un sistema legal y administrativo aparte. En 1782, implementó el Estatuto de las Ciudades, el cual otorgó a la población judía el mismo trato que a los cristianos ortodoxos. Se revisó la educación religiosa y, para 1786, Catalina había eliminado la religión del sistema educativo del Estado. Comenzó a secularizar el funcionamiento cotidiano del Estado. Su visión respecto a la religión podría interpretarse como secular. Aunque no podía darle completamente la espalda a la religión, también luchó para no verse limitada por ella.
Con el propósito de modernizar y revitalizar la economía rusa, Catalina invitó a granjeros alemanes a inmigrar al valle del río Volga. Estos granjeros trajeron consigo diversas innovaciones, como la producción de trigo, la crianza de ovejas, la molienda de harina y el cultivo de tabaco. Gracias a estas mejoras, el valle del río Volga desarrolló una economía próspera.
Durante el reinado de Catalina, se emitió el primer papel moneda bajo el Banco de Asignación, inaugurado en 1769. Estos billetes, llamadas rublos de asignación, reemplazaron a las monedas de cobre y estuvieron en circulación hasta 1849.
Reformas educativas
Catalina creía firmemente que todos los niños rusos debían recibir una educación de estilo europeo. Designó a Ivan Betskoy (1704-1795) como su reformador educativo, cuya labor consistió en comparar el sistema educativo ruso con los europeos. Se formó una comisión educacional en la que participaron los pioneros británicos en educación, el reverendo Daniel Dumaresq (1712-1804) y el dr. John Brown (1715-1766). A esta comisión se le encomendó la tarea de diseñar un sistema educativo para los estudiantes rusos ortodoxos de entre cinco y 18 años.
El Estatuto Nacional de Educación de Rusia estableció un sistema educativo de dos niveles, con escuelas primarias y secundarias gratuitas y abiertas a niños de todas las clases sociales.
El Hogar para Huérfanos de Moscú se fundó con el objetivo de educar a niños de clases sociales bajas y a hijos ilegítimos. Sin embargo, fracasó debido a la alta tasa de mortalidad. Como respuesta, Catalina estableció el Instituto Smolny para Señoritas Nobles, la primera escuela para mujeres en Rusia. Con el tiempo, la escuela comenzó a aceptar a hijas de la nobleza y la burguesía, quienes recibían clases de música, francés y danza. El Cuerpo de Cadetes se reformó por completo en 1766, incorporando asignaturas como filosofía, ciencias, historia, ética y derecho internacional en su plan de estudios.
Se formó una Comisión de Escuelas Nacionales bajo el estadista Pyotr Zavadovsky (1739-1812). A la comisión se le encomendó la traducción de libros escolares y crear libros guía para profesores. El Estatuto Nacional de Educación de Rusia se estableció el 5 agosto 1786, creando un sistema educativo de dos niveles, con escuelas primarias y secundarias gratuitas y abiertas a niños de todas las clases sociales, exceptuando a los hijos de los vasallos.
Aunque Catalina se esforzó mucho por reformar el sistema educativo ruso, aún así recibió críticas por no invertir suficiente dinero en los programas educativos. Al final de su reinado, solo alrededor de 62.000 estudiantes recibían educación en todo el territorio ruso. También fracasó en proporcionar educación a los campesinos, lo que, según coinciden muchos historiadores, fue la principal razón por la cual no logró reformar completamente el sistema educativo.
La servidumbre consistía en campesinos que renunciaban a su libertad a cambio de la protección y seguridad ofrecidas por un terrateniente en tiempos difíciles. En Rusia, la servidumbre habái existido desde mucho antes del nacimiento de Catalina y era una parte fundamental de la sociedad cuando ascendió al trono. Aún así, Catalina se sintió con el deber de hacer algunos cambios. Otorgó a los siervos el derecho a presentar quejas en contra de sus terratenientes, dándoles así un estado burocrático, una voz y el derecho de ser liberados si estaban bajo posesión ilegal. Una vez que un siervo era liberado, estableció que no podía volver a caer en la servidumbre. Por otro lado, eliminó una ley instaurada por Pedro I que liberaba a cualquier siervo que perteneciera a la Iglesia ortodoxa rusa.
Aunque Catalina realizó algunas mejoras en las condiciones de la servidumbre, fue cautelosa al implementar cambios demasiado radicales, provocando que los siervos siguieran descontentos durante su reinado. Sus reformas en torno a la servidumbre y los campesinos no reflejaban el pensamiento moderno presente en otras áreas de su gobierno.
Retrato de Pedro I de Rusia
Maria Giovanna Clementi (Public Domain)
Catalina y las artes
Catalina sentía una profunda pasión por las artes, incluidas la literatura, la pintura y la filosofía. No solo fue una consumidora del arte, sino que también participó activamente de él, escribiendo sus propias comedias y memorias, las cuales fueron admiradas por Voltaire y Diderot. Fundó el Museo del Hermitage en San Petersburgo en 1764, el cual celebra su fundación el 7 de diciembre de cada año (Día de Santa Catalina). También fue responsable de la reforma de la Academia Imperial de Artes, que supervisaba todos los asuntos relacionados con las artes.
Estableció la Biblioteca Imperial rusa (a la que llamaban cariñosamente la “Biblioteca de Catalina”). Estaba ubicada cerca del Palacio de Invierno y albergaba bibliotecas completas de figuras destacadas, como el arqueólogo Berardo Galiani (1724-1774) y el matemático francés Jean Le Rond d'Alembert (1717-1783). Sentía una especial afición por coleccionar libros de arte y arquitectura, y su colección de obras inspiraría encargos arquitectónicos, incluyendo el Palacio de Chesme en San Petersburgo y la Logia de Rafael en el Museo del Hermitage.
Estatua de mármol de Catalina la Grande como Minerva
Antonleto (CC BY-SA)
El reinado de Catalina presenció el auge de la intelligentsia rusa, donde un número creciente de ciudadanos asistía a universidades, aprendía idiomas extranjeros, viajaba y escribía historias y obras teatrales. Sin duda, se vieron inspirados por la cultura y la educación de su emperatriz.
El legado de las reformas de Catalina
El papel de Catalina como emperatriz del Imperio ruso fue una gran proeza, especialmente si se considera que no era rusa de nacimiento y que accedió al trono por matrimonio con la familia real. Aunque no todas sus reformas tuvieron el éxito que ella esperaba, logró avances significativos en la transformación del tejido mismo de la sociedad rusa, incluyendo las monumentales tareas de modernizar el sistema educativo y la administración del imperio.
Bajo su reinado, Rusia vivió la Edad de Oro de la Ilustración, y Catalina siguió los pasos de su abuelo por afinidad, Pedro el Grande, al modernizar el país y situarlo a la par de otras naciones europeas. Al observar todo lo que logró durante su largo reinado, resulta fácil entender por qué se ganó el título de Catalina la Grande.
Durante su reinado, Catalina la Grande modernizó el sistema educativo ruso, reformó los sistemas administrativo y legal y empezó un renacimiento cultural en Rusia.
¿Qué fue lo que inspiró a Catalina la Grande?
Al igual que Pedro I de Rusia (Pedro el Grande), Catalina se vio inspirada por otras naciones europeas, que se consideraban modernas, cultas y sofisticadas. Quería que el mundo viera que Rusia también eran una nación culta y moderna.
¿Qué conexión tenía Catalina la Grande con Voltaire y Denis Diderot?
Catalina admiraba profundamente la obra tanto de Voltaire como de Denis Diderot y mantuvo la correspondencia con ambos a lo largo de sus vidas. Ambos aconsejaron a Catalina sobre cómo reformar Rusia.
Licenciado en traducción inglés-español, aficionado de la historia, la astronomía e interesado en libros de ciencia ficción y fantasía. Actualmente se encuentra desarrollando sus habilidades como traductor y buscando nuevas oportunidades.
Liana es la editora de los medios de comunicación social de la Ancient History Encyclopedia. Tiene una licenciatura en artes y su área de concentración es la Historia antigua: Grecia, Roma y la Antigüedad Tardía. Grecia y Roma la apasionan particularmente, así como todo lo que tiene que ver con la mitología y la mujer.
Miate, Liana. "Las reformas de Catalina la Grande."
Traducido por Bruno Castillo. World History Encyclopedia. Última modificación diciembre 15, 2023.
https://www.worldhistory.org/trans/es/2-2342/las-reformas-de-catalina-la-grande/.
Estilo MLA
Miate, Liana. "Las reformas de Catalina la Grande."
Traducido por Bruno Castillo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 15 dic 2023, https://www.worldhistory.org/article/2342/reforms-of-catherine-the-great/. Web. 29 abr 2025.
Licencia y derechos de autor
Escrito por Liana Miate, publicado el 15 diciembre 2023. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.