Septimio Severo

Definición

Patrick Hurley
por , traducido por Martin Guzman
Publicado el 11 abril 2011
Disponible en otros idiomas: inglés, árabe, francés, portugués
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Septimius Severus, Glyptothek Munich (by Bibi Saint-Pol, Public Domain)
Septimio Severo, Gliptoteca de Múnich
Bibi Saint-Pol (Public Domain)

Lucio Septimio Severo fue emperador romano desde abril del 193 a febrero del 211 EC. De ascendencia libia de Leptis Magna, provenía de una prominente familia púnica local que tenía un historial de ascendencia de rango senatorial como consular.

Su primera visita a Roma fue alrededor del año 163 EC durante el reinado de Marco Aurelio y Lucio Vero. Fue protegido por su primo Cayo Septimio Severo y entró al Senado romano en el 170 EC. Cuando su primo se dirigió a África como procónsul alrededor del 173-174 EC, eligió a Lucio Septimio Severo como su legado. Severo se casó con Paccia Marciana alrededor del 175 EC quien tenía origines púnicos como él; sin embargo, murió diez años después. Cuando fue gobernador de la Galia y vivía en Lugdunum (Lyon), se casó con Julia Domna de Emesa (Siria) alrededor del 187 EC. Ella era descendiente de una familia de grandes sacerdotes de El-Gabal.

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El ascenso de Severo como emperador inició con el asesinato del disoluto gobernante Cómodo, en el último día del 192 EC. El sucesor de Cómodo, el respetado aunque anciano Pertinax, fue nombrado rápidamente emperador. Sin embargo, las acciones de Pertinax como emperador enfurecieron a los miembros de la Guardia Pretoriana, a quienes no les agradaban sus esfuerzos por imponer una disciplina más estricta. Además, la incapacidad de Pertinax de cumplir las demandas de la Guardia de las pagas atrasadas llevó a su revuelta que terminó con el asesinato del emperador. Después de ello, la Guardia Pretoriana procedió cínicamente a subastar el trono imperial al mejor postor; siendo la persona que pague más la que tendría el apoyo de la Guardia y, por lo tanto, el trono imperial. Un senador rico y prominente, Marco Didio Juliano, tal vez como broma al inicio, procedió a superar a todos los demás en la subasta; y así fue proclamado emperador por los pretorianos solo por el hecho de que prometió pagarles la mayor cantidad de dinero. Este asunto provocó un resentimiento considerable entre la población de Roma que denunció abiertamente a Juliano y la forma en que adquirió el trono. Noticias de tales disturbios se extendió a las provincias y llevó al surgimiento de tres posibles candidatos para desafiar el gobierno de Juliano.

Después de asegurar la lealtad de las dieciséis legiones del rin y el danubio a su causa, severo marchó hacia italia y fue reconocido por el senado como emperador.

El primer candidato era Clodio Albino, gobernador de Britania. El segundo era Pescenio Níger, gobernador de Siria. El tercero era, por supuesto, Septimio Severo quien gobernaba la provincia de Panonia Superior en la frontera danubiana. Los tres gobernadores surgieron como posibles candidatos principalmente porque cada uno mantenía provincias defendidas por tres legiones cada una. Esto no solo le dio a cada gobernador una poderosa base militar de tres legiones, sino que también aseguraba que las provincias adyacentes a ellos se unirían a su causa en caso de que decidieran apostar al trono imperial. Tanto Albino como Níger lo hicieron. Severo, al hacer su pretensión al trono, tenía una ventaja sobre estos dos hombres. No solo en términos de propaganda (él había servido anteriormente con Pertinax y se presentó exitosamente como el "vengador de Pertinax", incluso adoptando el nombre del emperador asesinado) sino también en términos de ubicación, ya que Panonia era la más cercana de estas provincias a Italia y Roma. Para prevenir un posible enfrentamiento con Clodio Albino en Britania, se aseguró su apoyo principalmente al prometerle el título de César y, así, un lugar en la sucesión imperial en caso de que Septimio tuviera éxito. Después de asegurar la lealtad de las dieciséis legiones del Rin y el Danubio a su Causa, Severo marchó hacia Italia y, a 100 km de Roma, fue reconocido por el Senado como emperador. Juliano fue ejecutado, y Severo fue recibido en Roma el 9 de junio del 193 EC. Con su ascensión, el año 193 EC es conocido como "El Año de los Cinco Emperadores".

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Severo rápidamente disolvió la existente Guardia Pretoriana y la reemplazó con una fuerza más grande reclutada de las legiones danubianas bajo su mando. Para fortalecer su gobierno en Italia, también levantó tres nuevas legiones (I - III Parthica), posicionó a la segunda de ellas no lejos de Roma en Alba e incrementó el número de vigiles, cohortes urbanas y otras unidades de la ciudad de Roma, incrementando ampliamente la guarnición general de Roma.

Habiendo asegurado Roma (y, por el momento, la lealtad de Albino en el oeste), Severo organizó una campaña para marchar a las provincias orientales para eliminar a su rival Níger. Las fuerzas de Severo proporcionaron repetidas derrotas a Níger, expulsando a sus fuerzas de Tracia, después derrotándolo en Cícico y Nicea en Asia Menor en el 193 EC, y finalmente derrotándolo en Issos en el 194 EC. Mientras estaba en el este, Severo volvió sus fuerzas contra los vasallos partos que habían apoyado a Níger en sus pretensiones. Rápidamente sometió a los reinos de Osroena y Adiabene, tomando los títulos de Parthicus Arabicus y Parthicus Adiabenicus para conmemorar estas victorias. Para solidificar su reputación e intentar vincular su nueva dinastía con la de los Antoninos, se declaró hijo del ahora deificado emperador Marco Aurelio y hermano del deificado Cómodo. Además, le otorgó a su hijo mayor, Marco Aurelio Antonino (más tarde el emperador Caracalla) el título de César. Este último movimiento lo llevó a un conflicto directo con su antiguo aliado Clodio Albino, quien inicialmente recibió este título a cambio de su lealtad. Al darse cuenta que Severo tenía la intención de descartarlo, Albino se rebeló y cruzó sus legiones hacia la Galia. Severo se apresuró hacia el oeste para enfrentarse a Albino en la batalla de Lugdunum donde lo derrotó en una lucha reñida y sangrienta en febrero del 197 EC. Después de derrotar a Albino, Severo era ahora el único emperador del Imperio romano.

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Arch of Septimius Severus, Rome [Side View]
Arco de Septimio Severo, Roma [Vista lateral]
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

En el verano del 197 EC, Severo viajó una vez más a las provincias orientales donde el Imperio parto había tomado ventaja de su ausencia para asediar Nísibis en la Mesopotamia romana. Después de romper el asedio parto, procedió a marchar por el Éufrates atacando y saqueando las ciudades partas de Seleucia, Babilonia y la capital parta de Ctesifonte. Le hubiera gustado continuar con sus campañas más adentro del Imperio parto, aunque Dion Casio afirma que se le impidió hacerlo debido a la falta de inteligencia y conocimiento militar que los romanos tenían del territorio parto. Después, Severo se volvió contra la fortaleza de Hatra en Irak, pero no consiguió tomarla después de dos intentos de asedio. Después de llegar a un acuerdo con Hatra, Severo declaró la victoria en Oriente, tomando el título de Parthicus Maximus (el Senado le votó un arco triunfal en el Foro Romano que aún permanece de pie). Fue durante este tiempo que organizó las tierras al norte de Mesopotamia, capturadas de los partos, en la nueva provincia de la Mesopotamia romana que Dion afirma que Severo esperaba que sirviera como un "baluarte para Siria" contra futuras invasiones partas (que tan efectiva fue esta política en años posteriores al reinado de Severo es un asunto que está abierto al debate).

Luego, Severo viajó a Egipto en el 199 EC, reorganizando la provincia. Después de regresar a Siria para una estadía de un año (finales del 200 a inicios del 202 EC), Severo finalmente viajaría de vuelta a Roma en el verano del 202 EC para celebrar sus decenales con unos juegos de victoria, además de dar a su hijo Antonino en matrimonio a la hija de su confidente, el prefecto del pretorio Plauciano (quien después fue asesinado gracias a las intrigas de Antonino). En otoño del mismo año, Severo viajó a su tierra natal de África, recorriendo (y patrocinando enormemente) la ciudad natal de Severo de Leptis Magna, así como Útica y Cartago. En Leptis Magna, dirigió un enérgico programa de construcción de monumentos, proporcionando calles con columnas, un nuevo foro, una basílica y un nuevo puerto para su ciudad natal. También utilizó este tiempo para aplastar a las tribus del desierto (en especial a los garamantes) que habían estado acosando las fronteras africanas de Roma. Severo expandió y reforzó la frontera africana, incluso expandiendo la presencia romana en el Sahara, reduciendo así las actividades de asalto de estas tribus fronterizas que ya no podían atacar tierras romanas con impunidad y escapar de vuelta al desierto.

Severo regresó después a Italia en el 203 EC donde permaneció hasta el 208 EC, celebrando los juegos seculares en el 204 EC. Con el asesinato de su prefecto del pretorio Plauciano, Severo lo reemplazó con el jurista Papiniano. Su mecenazgo de este nuevo prefecto, así como de los juristas Ulpiano y Paulo, hizo de la era de Severo una época dorada para la jurisprudencia romana. En el 208 EC, los combates a pequeña escala en la frontera romana de Britania le otorgó a Severo la excusa perfecta para lanzar una campaña allí que duraría hasta su muerte en el 211 EC. Con esta campaña, Severo esperaba tener la oportunidad de alcanzar la gloria militar. Más aún, trajo consigo a sus hijos Antonino y Geta con las esperanzas de proporcionarles algo de experiencia administrativa y militar necesaria para mantener el poder imperial (hasta este punto, los dos hijos habían pasado el tiempo peleándose violentamente así como comportándose como libertinos de juerga por los establecimientos menos reputados de Roma).

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Roman Emperor Septimius Severus
Cabeza del emperador romano Septimio Severo, Copenhague
Carole Raddato (CC BY-SA)

Las intenciones de Severo en Britania eran casi con certeza someter la isla entera y ponerla completamente bajo el dominio romano. Para lograr esto, Severo reparó y renovó muchos de los fuertes a lo largo del muro de Adriano con la intención de usar el muro como base desde la cual lanzar una campaña para conquistar el norte de la isla de Britania. Dejando a Geta al sur (supuestamente como responsable de la administración civil al sur del muro), Severo y su hijo Antonino hicieron campaña en el norte, especialmente en lo que ahora es Escocia. El curso de la campaña fue uno mixto para los romanos: las tribus nativas de Caledonia no se enfrentaron a los romanos en una batalla abierta y utilizaron tácticas de guerrilla contra ellos lo que causó grandes bajas en los romanos. Sin embargo, para el 210 EC, las tribus del norte pidieron la paz y Severo aprovechó esta oportunidad para construir una nueva base en Carpow, en el río Tay, para futuras campañas. También tomó el título de Británico para él y sus hijos para conmemorar esta victoria. Este éxito fue corto, sin embargo, ya que las tribus pronto se rebelaron. Para este momento (211 EC), Severo no pudo continuar con sus campañas contra ellos. Padecía gota desde hace mucho tiempo, lo que parece haberle pasado factura. Murió en Eboracum (York) el 4 de febrero del 211 EC.

El reinado de Severo fue testigo de la implementación de reformas tanto en las provincias como en el ejército que tuvieron consecuencias a largo plazo. Después de la derrota de sus rivales, Severo resolvió en no tener otra toma de poder de la misma manera que él lo hizo. Por ello, dividió las provincias de tres legiones de Panonia y Siria para disuadir a futuros gobernadores de rebelarse (Panonia se dividió en las nuevas provincias de Panonia Superior y Panonia Inferior; Siria fue dividida en Siria Coele y Siria Fenicia). Britania también fue dividida en dos provincias (Britania Superior y Britania Inferior), aunque se debate si Severo o su hijo y sucesor Caracalla hicieron esto.

Severo también se destaca por sus reformas en el ejército. No solo incrementó enormemente el tamaño del ejército, también para garantizar su lealtad, aumentó el salario anual de los legionarios de 300 a 500 denarios (muchos habrían visto este aumento como atrasado, ya que el último aumento a los soldados había sido otorgado por el emperador Domiciano en el 84 EC). Severo, para pagar estos aumentos, tuvo que envilecer la moneda de plata. Parece que los efectos a largo plazo que esto pudo haber tenido en la inflación fueron mínimos, aunque Severo sentó un precedente para que los futuros emperadores continuaran envileciendo la moneda para pagar al ejército. Los historiadores Dion y Herodiano criticaron a Severo por estos aumentos salariales, principalmente porque ejerció más presión financiera sobre la población civil para mantener un ejército más grande. Además, Severo finalizó la prohibición de matrimonio que había existido en el ejército romano, permitiéndoles a los soldados el derecho de tomar esposas. Algunos han argumentado sobre esta medida como una reforma positiva, ya que otorgó derechos legales a las esposas de los soldados que, antes de la prohibición, no tenían ningún recurso legal, ya que sus relaciones eran informales y no vinculadas legalmente. Severo estaba tan preocupado por la lealtad del ejército que, en su lecho de muerte, se dice que aconsejó a sus dos hijos: "sean buenos el uno con el otro, enriquezcan a los soldados y maldigan al resto".

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Medallion of Emperor Septimius Severus
Medallón del emperador Septimio Severo
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Severo podía ser despiadado con sus enemigos. Cuando derrotó a Níger en Oriente, no solo atacó a muchas de las ciudades de la región que habían apoyado a su rival, sino que también se destacó por quitarle el estatus metropolitano a la ciudad de Antioquía (la base de operaciones de Níger), y dárselo a su principal rival, la ciudad de Laodicea. Después de derrotar a Albino en la batalla de Lugdunum, Severo liberó su ira contra el Senado romano, muchos de sus miembros habían dado ya sea apoyo mudo o abierto a Albino. Severo, después de declarar sus intenciones de purgar el Senado en un discurso ante ellos en el 197 EC, procedió a ejecutar a 29 senadores por haber apoyado a su rival (muchos otros partidarios no senatoriales de Albino corrieron la misma suerte).

A pesar de salir victorioso de un periodo de guerra civil y traer estabilidad al imperio, el sentido de logro de Severo puede haber sido mixto. Sus últimas palabras, según varios historiadores, parecen implicar que sintió que dejó su trabajo inconcluso. Aurelio Víctor informó que Severo, en su lecho de muerte, declaró con desesperación: "lo he sido todo y no ha servido de nada". Dion Casio, quien conocía a Severo personalmente, escribió que, cuando el emperador expiró, gritó: ¡ven, dámelo, si tenemos algo que hacer!"

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Sobre el traductor

Martin Guzman
Ingeniero en Tecnologías de la Información. Interesado en temas históricos pero especialmente en historia militar. Busca compartir el interés de estos temas y hacerlo llegar a una mayor cantidad de personas.

Cita este trabajo

Estilo APA

Hurley, P. (2011, abril 11). Septimio Severo [Septimius Severus]. (M. Guzman, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-793/septimio-severo/

Estilo Chicago

Hurley, Patrick. "Septimio Severo." Traducido por Martin Guzman. World History Encyclopedia. Última modificación abril 11, 2011. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-793/septimio-severo/.

Estilo MLA

Hurley, Patrick. "Septimio Severo." Traducido por Martin Guzman. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 11 abr 2011. Web. 02 oct 2024.

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