Childerico I

Definición

Harrison W. Mark
por , traducido por Eliana Rua
publicado 10 febrero 2023
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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Childeric I (by Jean Dassier, Public Domain)
Childerico I
Jean Dassier (Public Domain)

Childerico I (que reinó hacia 458-481) fue un rey de los francos salios de fines de la Antigüedad durante el período de la caída del Imperio romano de Occidente. El reinado de Childerico consolidó a los salios como una tribu franca dominante y ayudó a preparar el camino para la unificación de los francos bajo su hijo y sucesor, Clodoveo I (que reinó de 481 a 511), fundador de la dinastía merovingia.

Childerico gobernó un territorio aproximadamente correspondiente a la antigua provincia romana de Belgica Secunda, una región que se extendía desde Tournai y Cambrai al norte hasta el río Somme al sur. Si bien se desconocen los detalles de su gobierno, Childerico está estrechamente asociado con las campañas militares romanas a lo largo del río Loira y con el general romano Egidio, que derrotó a los visigodos en la batalla de Orleans en 463 d.C. La naturaleza exacta de la relación entre Childerico y los romanos sigue siendo desconocida; podría haber sido un cliente o aliado de los romanos, o tal vez nunca se alineó con ellos en absoluto.

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Childerico I reinó como uno de los primeros reyes merovingios y sirvió como puente entre ambas eras: el período de dominio romano en la Galia, cuando los francos actuaban de forma alternativa como aliados y enemigos de Roma, y el período de unidad y expansión francas, un proceso iniciado por Clodoveo.

Antecedentes entre los romanos y los francos

La relación entre el Imperio romano y las tribus francas fue complicada y variable. Los francos entraron en los anales romanos como enemigos durante fines del siglo III d.C., ya que realizaban incursiones violentas y destructivas en territorio romano. Se convirtieron en una molestia tan grande para Roma que acabaron llamando la atención de los emperadores. Así, a fines del siglo III y principios del IV, se lanzaron varias campañas exitosas contra los francos, primero por parte del emperador romano Maximiano (que reinó de 286 a 305) y más tarde por Constancio Cloro (que reinó de 305 a 306). Este último decidió asentar a los prisioneros de guerra francos en tierras romanas como laeti o extranjeros que recibían tierras a cambio del servicio militar.

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Para la década de 400, grandes cantidades de francos se habían asentado en la Galia en virtud de tratados foederati.

Debido a la presencia de los laeti y de ciertas tribus asentadas en tierras romanas bajo tratados foederati similares, algunos francos se embarcaron en carreras largas y exitosas en el ejército romano. Probablemente a partir del reinado de Constantino el Grande (que reinó de 306 a 337), algunos hombres de ascendencia franca empezaron a conseguir puestos altos en el Imperio romano. Merobaudes, por ejemplo, era un franco que fue cónsul al menos dos veces en Occidente, mientras que Silvano era un general franco que apoyó a Constantino en la guerra civil contra Licinio, pero más tarde lo mataron tras intentar usurpar el trono. Arbogasto, que tenía un padre franco, llegó a gobernar el Imperio romano en todo menos en el nombre; supervisaba las tareas administrativas y rara vez le rendía cuentas al emperador Valentiniano II (que reinó de 375 a 392), quien curiosamente murió poco después de intentar quitar a Arbogasto del poder sin éxito. El propio Arbogasto murió en la batalla del río Frígido en 394, mientras peleaba contra un ejército romano oriental al mando de Estilicón, otro general bárbaro.

El éxito de estos francos individuales no hizo mucho por el pueblo franco en conjunto. Los hombres como Merobaudes y Arbogasto estaban demasiado romanizados como para importarles los intereses de su pueblo, a quienes consideraban bárbaros. No obstante, la incursión de soldados francos en la estructura de poder romana reflejaba el predominio de las tribus francas en suelo romano; los francos salios terminaron la guerra con Roma en 358 y posteriormente recibieron tierras para asentarse al oeste de la zona más baja del río Rin. Asimismo, es posible que los francos ripuarios (de Renania) llegaran a un acuerdo similar con Roma para defender la zona media del Rin a cambio de tierras allí, y centraran su territorio alrededor de la ciudad de Colonia.

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Migration Period in Europe During the 4th & 5th Century
Período de migración en Europa durante los siglos IV y V
Simeon Netchev (CC BY-NC-ND)

Sin duda, estos acuerdos tuvieron ventajas para Roma. En 451, los francos lucharon junto al general romano Flavio Aecio contra los hunos en la batalla de los Campos Cataláunicos y lo ayudaron a acabar con la amenaza de los hunos en Europa occidental. Sin embargo, estos acuerdos también tuvieron un efecto secundario inesperado: el Imperio romano de Occidente se estaba volviendo menos romano a medida que la línea sagrada entre «civilización» y «barbarie» se iba difuminando. El descubrimiento de varios cementerios francos sugiere que, para la década de 400, grandes cantidades de francos se habían asentado en la Galia romana en virtud de tratados foederati junto a sus esposas e hijos. Mientras los romanos relajaban el control de la Galia, cada vez estaba más claro que los francos habían venido para quedarse.

Los salios

Antes de la época de Clodoveo I, los francos no eran un pueblo unificado, sino más bien una confederación de tribus. Algunas se aliaron con Roma y luchaban en sus ejércitos como foederati, mientras que otras seguían invadiendo las fronteras del imperio; estas divisiones se debían tanto a rivalidades entre las propias tribus como al deseo de poseer tierras y saquear. Una de estas, los salios (o salii), se habían asentado en el Imperio romano mediante un acuerdo con el emperador Juliano en 358 a cambio de defender el territorio romano contra incursiones bárbaras; esto significaba que los salios a menudo se alzaban en armas contra otros francos.

Durante esta época, los salios expandieron su control: tomaron las ciudades de Cambrai y Tournai y aumentaron su territorio hasta el Somme al sur. Liderados por el semimítico Clodio, desafiaron descaradamente el poder de sus benefactores romanos e invadieron la civitas de Arras, pero Aetius logró controlar sus ambiciones y los venció en batalla en 450. Para el siguiente año, los salios estaban de nuevo luchando con los romanos luego de responder al grito de guerra de Aetius en la batalla contra los hunos. Tras el asesinato de Aecio en 454, la autoridad romana de Occidente en la Galia se desmoronó rápidamente, y las tribus como los salios quedaron abandonadas a sus propios medios. Los ciudadanos galorromanos, que necesitaban protección y empleo, empezaron a depender de las naciones foederati locales en lugar de un imperio inestable y distante como base de autoridad.

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Army of Attila the Hun
El ejército de Atila el Huno
The Creative Assembly (Copyright)

Esta era la situación en la Galia romana durante la vida de Meroveo, un líder de los francos salios que había luchado contra los hunos en los Campos Cataláunicos. Es posible que su hijo, Childerico, también participase en esta batalla. Cuando Meroveo murió, probablemente en torno a 458, Childerico ascendió al trono salio. Para entonces, los salios ya eran la tribu franca más dominante y ocupaban las tierras entre el Somme y la costa flamenca. No obstante, estaban rodeados de enemigos, ya que las tribus rivales y los reinos pequeños pugnaban por apoderarse de los fragmentos de un Imperio romano destruido.

El exilio de Childerico

Childerico I nació en alrededor de 436 y ascendió al trono aproximadamente en 458. Según los cronistas Gregorio de Tours y Fredegar, su reinado no tuvo un buen comienzo. Gregorio describe a Childerico como un hombre depravado cuya vida privada era una de «puro libertinaje» (128). Childerico ofendió a sus súbditos al no hacer nada salvo seducir a sus hijas, lo que llevó a que se sublevaran contra él y lo expulsaran del reino. Antes de ser exiliado, Childerico le encargó a uno de sus seguidores más leales, Wiomad, que se quedara y calmara el temperamento de los salios con sus «palabras melosas». Childerico y Wiomad partieron una moneda por la mitad y cada uno se llevó una parte; Wiomad debía enviarle a Childerico su mitad de la moneda cuando fuera seguro que regresara.

Childerico se exilió en Turingia como huésped del rey Basino, donde permanecería ocho años. Mientras tanto, los francos salios eligieron al general romano Egidio como su rey. No obstante, Wiomad, leal a su promesa, utilizó sus habilidades de persuasión para poner a los salios en contra de Egidio y hacerles recordar con cariño a su viejo rey Childerico. Con el tiempo, los francos no solo terminaron perdonando a Childerico, sino que demandaron su regreso al trono. Al enterarse de esto, Wiomad le envió a Childerico la otra mitad de la moneda, y el rey regresó de su exilio para reclamar su reino.

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Childeric and Basina
Childerico y Basina
Charles Moench (Public Domain)

Tras la restauración de Childerico, se le acercó Basina, reina de los turingios y esposa de su anterior anfitrión Basino. Basina anunció que había seguido a Childerico a Tournai porque estaba impresionada por su audacia y poder y quería que él fuera su nuevo esposo. Childerico y Basina se casaron poco después. El cronista Fredegar escribe que, en la noche de bodas, Basina envió a Childerico a mirar afuera y este vio una procesión de animales: primero pasaron bestias poderosas, como leones y unicornios, luego osos y lobos y, por último, perros sarnosos. Esto era un símbolo de la degeneración continua de los descendientes de Childerico, los reyes merovingios, desde soberanos parecidos al león hasta perros sin poder.

Childerico y Egidio

La historia del exilio parece haberse originado más en un mito que en la realidad, y algunos académicos la rechazan por completo como ficticia. Sin embargo, como sugiere el historiador Edward James, se pueden hallar pedacitos de verdad histórica dentro de este «cuento de hadas» (68), en especial en relación con los lazos de Childerico con Roma. La elección del general romano Egidio como rey de los francos puede sugerir una relación continua entre los francos y el Imperio romano de Occidente moribundo, incluso hasta la década de 460. Egidio había sido designado magister militum (maestro de soldados) de la Galia por el emperador romano de Occidente Mayoriano (de 457 a 461), y, como tal, habría representado el poder decreciente de Roma en la Galia. Tal vez bajo el rey Childerico, los francos fueron súbditos o aliados de Roma, aunque no hay evidencia concreta de esto.

Los historiadores que apoyan la teoría de la relación entre Childerico y Roma citan fuentes que afirman que los francos participaron de las campañas de Egidio. Estas campañas empezaron cuando el emperador Mayoriano fue asesinado en 461; el culpable, un general germánico romanizado llamado Ricimero, instaló al senador Libio Severo como su emperador títere. Sin embargo, los exgenerales de Mayoriano se negaron a reconocer la soberanía de Severo, y el propio Egidio juró marchar a Italia para vengar la muerte de Mayoriano, pero los visigodos se lo impidieron, ya que invadieron la Galia, tal vez incitados por Ricimero. En 463, Egidio enfrentó a los visigodos en batalla cerca de Orleans, lo que terminó en una victoria costosa para Roma y la muerte del comandante visigodo, Federico. Algunas fuentes alegan que el ejército de Egidio recibió el apoyo de soldados francos, tal vez al mando del propio rey Childerico. Gregorio de Tours observa en términos vagos que Childerico peleó «una batalla en Orleans», que algunos historiadores han interpretado que se refería a la batalla de 463 (132).

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Signet Ring of Childeric I
Anillo de sello de Childerico I
Unknown (Public Domain)

Gregorio de Tours también observa, de nuevo en términos vagos, que Childerico estuvo involucrado en una batalla con un tal conde Paul, quien estaba al mando de romanos y francos. El conde Paul murió y Childerico tomó la ciudad de Angers. El cronista Fredegar, que se basaba en la obra de Gregorio, supuso que esto significaba que Childerico mató al conde Paul, algo que los académicos modernos han rechazado sobre la base de que Childerico era aliado de Roma y, por lo tanto, habría estado del mismo lado que el conde Paul. De nuevo, no hay evidencia concreta de que Childerico fuera aliado de Roma, pero, como observa James, incluso si lo era, esta interpretación es coherente. La facción de romanos de Egidio y la de Ricimero estaban en desacuerdo, lo que significa que, si Childerico era de hecho aliado de Egidio, es posible que luchara igualmente contra los romanos aliados de Ricimero (James, 69).

En cualquier caso, Egidio murió en 465, ya sea en una emboscada o mientras estaba en prisión. Según Gregorio de Tours, tenía un hijo, Siagrio, que gobernaba el reino de Soissons. Se desconoce la naturaleza exacta del «reino» de Siagrio, pero probablemente era un estado galorromano remanente que se separó durante el colapso del Imperio romano de Occidente. Fuera lo que fuese el reino de Soissons, parece que ayudó a controlar la expansión de poder de Childerico hacia el sur de la vieja provincia de Belgica Secunda. Más adelante, el hijo de Childerico, Clodoveo, derrotaría y mataría a Siagrio.

Reinado posterior

Childerico tuvo al menos cuatro hijos que aparecen mencionados en los registros históricos. Clodoveo I fue su único hijo varón (que sepamos) con la reina Basina. Audofleda, nacida en alrededor de 467, se volvió la reina de los ostrogodos cuando se casó con Teodorico el Grande (que reinó de 493 a 526) en alrededor de 493. Gregorio de Tours también menciona a dos hijas más, Lanthilde y Alboflède, que se convirtieron al cristianismo niceno al mismo tiempo que su hermano Clodoveo era bautizado.

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Baptism of Clovis I
El bautismo de Clodoveo I
Pethrus (Public Domain)

En el tomo II de su Historia de los francos, Gregorio de Tours señala que, en algún momento tras la muerte de Egidio, un grupo de sajones bajo el mando de un tal Odovacar penetró en la Galia hasta Angers, donde tomaron cautivos. Mientras los romanos luchaban contra los sajones, los francos (de nuevo, aparentemente como aliados de Roma) capturaron unas islas ocupadas por sajones al borde del río Loira. En el siguiente capítulo, Gregorio relata que Childerico firmó una alianza con un tal Odovacar (no está claro si es el mismo hombre que lideraba a los sajones) contra los alanos, que habían invadido parte de Italia. Juntos, Childerico y Odovacar vencieron a los alanos y los echaron de Italia.

Algunos historiadores han especulado que Gregorio se estaba refiriendo al mismo Odovacar (u Odoacro) que derrocó a Rómulo Augusto y se convirtió en rey de Italia en 476; se desconoce por qué Odovacar, de posible ascendencia huna y escita, habría sido el líder de una banda de sajones. Se ha sugerido que el Odovacar que lideró a los sajones contra Angers y aquel que se alió a Childerico contra los alanos eran, de hecho, dos personas diferentes. En cualquier caso, James observa que estos tratos con Odovacar respaldan la siguiente conclusión:

De hecho, Childerico y sus francos desempeñaron un papel importante en el Imperio en las décadas de 460 y 470, y no dedicaban su tiempo a escaramuzas sin importancia cerca del Loira, como muchos historiadores han argumentado (70).

El hagiógrafo de la Vida de la santa Genoveva, escrita en el siglo VI, ejemplificó el poder de Childerico al alegar que este asedió París durante un período de diez años. Si bien James menciona que este «asedio» puede haber sido simplemente la ocupación de los soldados de Childerico de las tierras circundantes de París, igual muestra el crecimiento del poder franco bajo el gobierno de Childerico y la expansión de la influencia salia.

Childerico había construido iglesias y les había dado inmunidad, probablemente por motivos de todo políticos, para apaciguar a los súbditos galorromanos de los francos.

En la Vida de la santa Genoveva, también se menciona que el «Childerico pagano» amaba a santa Genoveva «con una veneración que no puedo expresar» (James, 66). Si bien puede parecer extraño que un rey pagano venerara a una santa cristiana, hay pruebas que sugieren que Childerico era un político lo bastante pragmático como para mantener una relación amigable con los cristianos. En una famosa carta escrita por el obispo Remigio de Reims a un joven Clodoveo I en el momento de su coronación, Remigio le recomienda que siempre escuche los consejos de «sus obispos» tal como su padre había hecho, lo que sugiere que Childerico había seguido los consejos del clero cristiano local. En un texto legal escrito durante el reinado del nieto de Childerico, Clotario I, se afirmaba que Childerico incluso había construido iglesias y les había dado inmunidad. Como señala James, probablemente lo hizo por motivos puramente políticos, para apaciguar a los súbditos galorromanos de los francos; los propios francos no se convertirían al cristianismo hasta el reinado del rey Clodoveo.

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Otra suposición que se puede realizar de la carta del obispo Remigio es que el reinado de Childerico fue extenso. El obispo le escribe lo siguiente al joven Clodoveo:

Nos ha llegado un buen informe de que se encuentra a cargo de la administración de Belgica Secunda. No es una novedad que ahora empiece a ser lo que sus padres siempre fueron (James, 65).

James cree que el uso de la palabra «siempre» implica que Childerico había gobernado Belgica Secunda durante un largo tiempo. El rey Childerico I murió en 481 y le dejó su reino a Clodoveo, quien utilizaría el trabajo preliminar que había realizado su padre para unir a todos los francos bajo su estandarte.

El tesoro de Childerico

La tumba del rey Childerico fue descubierta en 1653 cerca de Tournai, en la Bélgica moderna. La tumba es uno de los entierros reales más ricos de principios del período medieval: contenía armas, joyas y una gran cantidad de monedas romanas. Principalmente había varias abejas o cigarras de oro, que quizá se utilizaban para decorar las capas; mucho más adelante, durante el Primer Imperio Francés (1804-1814, 1815), el emperador Napoleón I adoptó la abeja de Childerico como símbolo heráldico en reemplazo de la flor de lis de los Capetos. En la tumba de Childerico también se descubrió una pequeña cabeza de toro dorada, el anillo de sello del rey y un broche romano típico de los funcionarios romanos de gran prestigio. El descubrimiento de este broche le da credibilidad a la afirmación de que Childerico fue un funcionario romano en cierta medida.

Childeric's Bees
Las abejas de Childerico
Bibliothèque nationale de France (Public Domain)

El tesoro de la tumba de Childerico se guardó en la biblioteca real francesa, pero estuvo entre las 176 libras de tesoros que se robaron de la biblioteca en noviembre de 1831. Unas pocas piezas del tesoro, incluidas dos abejas, se recuperaron de donde lo habían escondido en el río Sena. Sin embargo, desafortunadamente el resto del tesoro de Childerico se perdió y solo se conoce en la actualidad gracias a los registros detallados que se hicieron cuando se descubrió la tumba.

Conclusión

La naturaleza exacta del reinado de Childerico I es difícil de analizar, ya que permanece escondida tras el velo de la historia. Si Childerico fue un rey cliente romano, un soberano autónomo por derecho propio o algo intermedio entre los dos, está claro que su reinado sirvió como puente entre dos eras: el período de declinación del dominio romano, cuando los francos y los romanos a veces se enfrentaban en batalla y otras luchaban como aliados, y el período de gobierno merovingio, cuando los francos se volvieron el más poderoso de los reinos bárbaros sucesores.

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Preguntas y respuestas

¿Quién fue el rey Childerico I?

El rey Childerico I (hacia 436-481) fue uno de los primeros reyes merovingios y líder de los francos salios. Era el padre de Clodoveo I.

¿Qué hizo el rey Childerico I?

El rey Childerico I expandió el poder y la influencia de los francos salios de mediados a fines del siglo V d.C. Es posible que fuera un aliado romano durante las últimas décadas del Imperio romano de Occidente.

¿Quién fue la reina Basina?

La reina Basina, originalmente la reina de Turingia, fue la esposa del rey Childerico I y madre del rey Clodoveo I y, por lo tanto, un miembro de la dinastía merovingia por matrimonio. Abandonó a su primer esposo para casarse con Childerico, quien la impresionó con su audacia y poder.

Sobre el traductor

Eliana Rua
Soy traductora pública, literaria y científico-técnica de inglés al español y me apasiona todo lo relacionado con la arqueología, la historia y la religión.

Sobre el autor

Harrison W. Mark
Harrison Mark se graduó de la Universidad Estatal de Nueva York en Oswego, donde estudió Historia y Ciencias Políticas.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, H. W. (2023, febrero 10). Childerico I [Childeric I]. (E. Rua, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-17547/childerico-i/

Estilo Chicago

Mark, Harrison W.. "Childerico I." Traducido por Eliana Rua. World History Encyclopedia. Última modificación febrero 10, 2023. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-17547/childerico-i/.

Estilo MLA

Mark, Harrison W.. "Childerico I." Traducido por Eliana Rua. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 10 feb 2023, https://www.worldhistory.org/Childeric_I/. Web. 20 jul 2025.

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