Dinastía Zhou

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Joshua J. Mark
por , traducido por Waldo Reboredo Arroyo
Publicado el 01 julio 2020
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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Chinese Dragon Sword Hilt (by The British Museum, CC BY-NC-SA)
Empuñadura decorada con dragones de una espada china
The British Museum (CC BY-NC-SA)

La dinastía Zhou (1046-256 a.C.) se cuenta entre las de mayor importancia cultural de las primeras dinastías chinas, y es la de más larga duración de todas las de la historia de esa civilización. Se divide en dos períodos: Zhou occidental (1046-771 a.C.) y Zhou oriental (771-256 a.C.). Sucedió a la dinastía Shang, que reinó alrededor del período comprendido entre 1600 y 1046 a.C., y precedió a la dinastía Qin (pronunciado «chin», que es la dio el nombre a China), de entre los años 221 al 206 a.C.

Entre los conceptos desarrollados por los Zhou se encontraba el del Mandato del Cielo, la creencia según la cual el monarca y la casa gobernante se designaban por los dioses, idea que permanecería imbuida en la política china durante las siguientes centurias, y que sería invocada por la casa Zhou para deponer y reemplazar a la Shang.

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El período Zhou occidental fue testigo del surgimiento del estado descentralizado, estratificado en jerarquías sociales que se correspondían con las de la Europa feudal en cuanto a que las tierras que labraban los campesinos eran propiedad de los nobles, comprometidos mediante alianzas de honor con los reyes que se las habían concedido. La dinastía Zhou occidental cayó justo antes de la era conocida como período de las Primaveras y Otoños, que abarcó desde alrededor del 772 hasta el 476 a.C., cuyo nombre proviene de las crónicas estatales de la época, tituladas Anales de primavera y otoño. La etapa destacó por los avances de la música, la poesía, y la filosofía, y en particular por el desarrollo de las ideas de Confucio, del taoísmo, y del moísmo, así como de las escuelas de pensamiento legalista.

Zhou oriental trasladó la capital a Luoyang y continuó con el modelo Zhou occidental, pero sufrió la descomposición progresiva del gobierno imperial chino, lo cual provocó que se afirmara que los Zhou habían perdido el mandato celestial. La debilidad de la posición del rey engendró la caótica época conocida como período de los Reinos Combatientes, durante el cual, desde alrededor del 481 hasta el 221 a.C., los siete estados autónomos chinos pelearon unos contra otros por la obtención de la supremacía. Las confrontaciones concluyeron con la victoria general del estado Qin y el establecimiento de la dinastía homónima, que intentó borrar los logros de los Zhou con el propósito de consolidar su propia primacía.

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la dinastía zhou hizo importantes contribuciones a la cultura en los campos de la educación y la literatura, en la creación de escuelas de pensamiento filosófico y en la introducción de innovaciones políticas y religiosas.

La dinastía Zhou hizo importantes contribuciones a la agricultura, la educación, la organización militar, la literatura china, y la música; durante su reinado se fundaron distintas escuelas de pensamiento filosófico, la sociedad se estratificó, y se introdujeron innovaciones políticas y religiosas. Los cimientos de muchos de estos desarrollos se habían sentado con la dinastía Shang, pero las formas en que llegaron a ser conocidos deben acreditarse por completo a los Zhou.

La cultura que establecieron y mantuvieron por un período de casi 800 años hizo posible el desarrollo de las artes y de la metalurgia, y produjo algunos de los nombres más famosos de la filosofía china. Entre sus principales pensadores se encontraban Confucio, Mencio, Mo Ti, Lao-Tse y Sun Tzu, todos los cuales vivieron y escribieron en la época de las Cien escuelas de pensamiento, durante la cual cada filósofo estableció su propio ateneo. Las aportaciones de la dinastía Zhou proporcionaron a sus sucesores los fundamentos para el desarrollo de la cultura china, en específico a la dinastía Han, que gobernó desde el 202 a.C. hasta el 220 d.C., y reconoció el alto valor de los cánones establecidos por la Zhou.

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Caída de los Shang y surgimiento de los Zhou

Con anterioridad a los Zhou gobernó la dinastía Shang, que destronó, por acusarla de tiránica, a la dinastía Xia, la cual mantuvo el poder desde cerca del 2700 hasta el 1600 a.C. El líder de los Shang, nombrado Tang, de cuya vida no se conocen fechas, estabilizó la región e introdujo políticas que estimularon el crecimiento económico y el desarrollo de la cultura. El eficiente uso que hicieron los Shang de los fértiles suelos de las riberas del río Amarillo les proporcionaba abundantes cosechas, cuyos excedentes, después de cubiertas sus necesidades, dedicaban al comercio. La prosperidad resultante permitió el desarrollo de ciudades, entre ellas la extensa Erligang, así como la expansión de las artes y la cultura.

King Tang of Shang
Rey Tang de la dinastía Shang
Ma Lin (Public Domain)

Los Shang eran expertos albañiles, joyeros y metalúrgicos; crearon obras maestras en bronce y jade, y produjeron grandes cantidades de seda de alta calidad. Inventaron un calendario, la adivinación mediante oráculos de huesos, la escritura, la música, e instrumentos musicales; también las ideas de veneración a los antepasados, el taoísmo, y el concepto religioso del mandato celestial, que proclamaba que los monarcas gobernaban por voluntad divina.

La aprobación del rey por los dioses se evidenciaba en la prosperidad de la tierra y en el bienestar general del pueblo. Cualquier desmejoramiento que experimentara alguno de estos aspectos se interpretaba como señal de que el monarca había roto su contrato con los dioses y debía ser depuesto. El último emperador Shang, de nombre Zhou, también conocido como Xin, llegó a ser un tirano de la misma categoría que la de los reyes Xia. El rey Wen de Zhou, que vivió entre el 1152 y el 1056 a.C., lo desafió, y a la postre fue destronado por el segundo hijo de Wen, el rey Wu, quien reinó desde el 1046 hasta el 1043 a.C. como primer monarca de la dinastía Zhou.

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Zhou occidental

Al principio el rey Wu siguió el paradigma de los Shang y estableció un gobierno central a cada lado del río Feng, conocido como Fenghao. Wu murió poco después, y su hermano Dan, duque de Zhou, quien reinó entre el 1042 y el 1035 a.C., tomó las riendas del gobierno como regente del joven hijo de Wu, de apelativo Cheng (r. 1042-1021 a.C.). El duque de Zhou es un personaje legendario de la historia china, que lo reconoce como guerrero poeta, y autor del famoso libro de adivinación, I-Ching. Expandió los territorios hacia el este y gobernó con respeto. Abdicó cuando el hijo de Wu arribó a la edad exigida para reinar, lo cual hizo bajo el nombre de rey Cheng, de los Zhou. Sin embargo, no todas las regiones bajo el control Zhou aprobaban la política de la dinastía, lo cual desembocó en el surgimiento de rebeliones en todo el vasto reino, inspiradas por las facciones que deseaban apoderarse del gobierno.

Map of Western Zhou
Mapa de Zhou occidental
Philg88 (CC BY-NC-SA)

El gobierno central no podía mantener los extensos territorios que se habían conquistado, por lo que la casa gobernante envió a generales, parientes, y a otros nobles a que organizaran estados más pequeños, fieles al rey. Se instituyó la política de fengjian, establecimiento, que descentralizaba el gobierno y entregaba tierras a los nobles que reconocían la supremacía del rey Zhou. En la práctica, la política fengjian establecía un sistema feudal y una jerarquía social que ordenada de superior a inferior comprendía:

  • El rey,
  • los nobles,
  • la aristocracia,
  • los comerciantes,
  • los trabajadores,
  • los campesinos.

Cada noble formó su propio estado separado de los demás, con sistema legal, leyes tributarias, moneda y milicia propios. Rendían pleitesía y pagaban tributos al rey Zhou y le proporcionaban soldados en caso necesario. Para reforzar la posición del rey se perfeccionó el concepto de mandato celestial. El soberano ofrecía sacrificios en la capital en nombre del pueblo, y las gentes lo honraban con su lealtad y servicio.

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esta fue una de las pocas veces en la historia de china en que las clases altas y las inferiores trabajaron de conjunto en pos de un bien común más abarcador.

La política de fengjian logró tanto éxito y produjo tan abundantes cosechas que la prosperidad resultante validó la idea de que los Zhou poseían el mandato celestial. El bienestar así generado estimuló la división de la tierra en dos porciones: las que se cultivaban por y para el campesinado, y las que se labraban para la nobleza y el rey, lo cual se conoció como sistema de campos en forma de pozo. Esta época fue una de las pocas en la historia de China en que las clases altas y las inferiores trabajaron de conjunto para lograr un bien común más completo.

La cultura Zhou, por supuesto, floreció con este tipo de cooperación. Los trabajos en bronce ganaron en sofisticación, y de manera general la metalurgia Shang se perfeccionó. Se establecieron las reglas de la escritura china y se desarrolló la literatura, según se evidencia en la obra conocida como Shijing, o Libro de los cantos, compuesto entre los siglos XI y VII a.C. Shijing es uno de los cinco clásicos de la literatura china; se piensa que sus poemas, en los que se exhortaba a los miembros de todas las clases sociales a comportarse de manera virtuosa y compasiva, puedan haberse declamado en las cortes.

Palace Scene in Zhou Dynasty China
Escena palaciega de la dinastía Zhou china
Amplitude Studios (Copyright)

Esta época de prosperidad y de relativa paz, sin embargo, no podía durar. La académica Patricia Buckley Ebrey comenta:

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Desde el principio el gobierno descentralizado de los Zhou occidentales había portado consigo el peligro que la nobleza regional se hiciera tan poderosa que dejara de responder a los mandatos del rey. Con el paso de las generaciones y el distanciamiento de los lazos de lealtad y de familia, esto fue, en efecto, lo que ocurrió. En 771 a.C. el rey Zhou fue muerto por una alianza [de tribus y vasallos]. (38)

La caída de Zhou occidental se produjo con el incremento de la desestabilización de la región ocasionado, según parece, por las invasiones de los pueblos conocidos como Xirong, o Rong. La nobleza trasladó la capital a Luoyang, hacia el este, de donde surge el nombre de Zhou oriental que identifica el siguiente período de la historia Zhou.

Zhou oriental

Los registros históricos coinciden en que la era de la dinastía Zhou oriental fue caótica y violenta, pero aún así pudo producir obras de literatura, artísticas, y de filosofía, de sorprendente originalidad y sustancia. El período de las Primaveras y Otoños que se inició con Zhou oriental aún mantenía algo de la cortesía y el decoro de los días de Zhou occidental, pero no lo conservaría por mucho tiempo. Para entonces los estados autónomos de Chu, Han, Qi, Qin, Wei, Yan y Zhao acumularon más poder que los Zhou de Luoyang. No obstante, aún se pensaba que los Zhou conservaban el Mandato del Cielo, razón por la cual cada principado trataba de presentarse como su sucesor.

Durante la primera parte del período de las Primaveras y Otoños se conservaba aún cierta hidalguía en la manera de combatir; cada estado empleaba tácticas idénticas a las de los otros, lo que traía por consecuencia que al enfrentarse en batalla y ninguno poder prevalecer sobre los demás, se producía una situación de permanente estancamiento. Con el tiempo, esta repetición al parecer interminable y por completo fútil de hacer la guerra terminó por convertirse en el estilo de vida de los pueblos chinos a lo largo de la era que hoy se denomina período de los Reinos Combatientes. La famosa obra El arte de la guerra, de Sun Tzu, quien vivió alrededor del 500 a.C., se escribió durante esta época, estructurada como un compendio de preceptos y tácticas a emplear para lograr aventajar al oponente, vencer en la guerra, y establecer la paz.

The Art of War by Sun-Tzu
El arte de la guerra, de Sun Tzu
Coelacan (CC BY-SA)

No se conoce cuál fue el grado de difusión de El arte de la guerra en aquellos tiempos, pero sí se sabe que Sun Tzu no fue el único que intentó poner fin a la violencia mediante el empleo de estratagemas. El filósofo pacifista Mo Ti, también conocido como Mo Tzu, que vivió entre el 470 y el 291 a.C., viajó estado por estado para compartir sus conocimientos sobre el reforzamiento de las defensas de las ciudades y la utilización de tácticas ofensivas de combate. Abrigaba la esperanza de que, al proporcionar a cada principado idénticas competencias, estos se neutralizarían entre ellos, con lo que comprenderían la inutilidad de continuar la guerra y declararían la paz. Sin embargo, su plan fracasó debido a que cada estado se comportaba como jugador empedernido, siempre llevado por la creencia de que su siguiente ofensiva resultaría en la victoria definitiva.

Un estadista Qin nombrado Shang Yan, muerto en 338 d.C., seguidor de Sun Tzu, abogaba por una guerra total desconectada de las antiguas leyes de caballerosidad, y ponía énfasis en alcanzar la victoria mediante el empleo de cualesquiera medios disponibles. El rey Ying Zheng, de Qin, adoptó y materializó la filosofía de Shang Yang con el lanzamiento de brutales campañas de exterminio que concluyeron con la derrota de los demás estados. Ying Zheng ascendió al trono como primer emperador chino bajo el nombre de Shi Huangdi. La dinastía Zhou había caído, y la dinastía Qin comenzaba de esta manera a reinar sobre China.

Contribuciones de los Zhou

Los Qin anularon muchos de los avances de los Zhou, pero no pudieron reescribir toda la historia. De la misma manera que los Zhou habían hecho uso de los logros de los Shang, así procedieron los Qin respecto a los Zhou. Como ejemplo puede citarse que los éxitos de los Zhou en el campo de la agricultura se mantuvieron y mejoraron, en particular los relativos a las técnicas de irrigación, hidráulica y construcción de represas, lo cual resultaría crucial para que Shi Huangdi pudiera construir el Gran Canal.

El empleo de la caballería y de carros de combate según las normas chinas de hacer la guerra, concepciones que también habían sido introducidas por los Shang, se continuaron perfeccionando con los Zhou y se mantuvieron con los Qin. Los Zhou habían elevado las técnicas de la equitación a un nivel tal que llegaron a considerarse una forma de arte y un requisito indispensable en la educación de los príncipes. La importancia otorgada al caballo alcanzó el punto en que a menudo se enterraban junto a sus amos, o sacrificaban por el poder espiritual y la protección que su energía cedería al fallecido.

Chinese Qin Chariot
Carro chino Qin
Erwyn van der Meer (CC BY-NC-ND)

El ejemplo más famoso de esto se encuentra en la tumba del duque Jing de Qi, que reinó entre 547 y 490 a.C., descubierta en la provincia de Shangdong en 1964 d.C. Aunque hasta la fecha no han concluido las excavaciones, se piensa que contiene los restos de unos 600 caballos sacrificados para acompañar al duque en su vida en el más allá. Todos los estados hicieron uso de los conocimientos Zhou relativos a las artes y técnicas equinas, y de hecho, Ying Zheng utilizó unidades de caballería y de carros de combate desarrollados por los Zhou para dominar otros estados.

Los Qin también mantuvieron la técnica Zhou de dividir el ejército en unidades y desplegarlas en diferentes direcciones durante la batalla, al igual que su metalurgia. Shi Huangdi hizo amplio uso de las técnicas Zhou de forja de metales; forzaba a los estados conquistados a entregar sus armas, las cuales fundía y convertía en estatuas que celebraban su reinado.

Todas las contribuciones Zhou eliminadas por los Qin pertenecían a los campos del arte y la cultura. El Período de primavera y otoño, y en particular la época de las Cien escuelas de pensamiento, habían producido algunos de los más renombrados pensadores del mundo. Confucio, quien vivió entre el 551 y el 479 a.C., fundó las principales escuelas de pensadores, y sus preceptos continúan formando parte de la cultura china en la actualidad. Lao Tse, de alrededor del 500 a.C., fundó el taoísmo y estableció sus principios formales, Han Feizi, nacido alrededor del 280 y muerto en 233 a.C., fue el iniciador de la escuela legalista.

Confucius
Confucio
Rob Web (CC BY-NC-SA)

También proliferaron otros filósofos menos conocidos aunque importantes, entre ellos el sofista Teng Shih (c. 500 a.C.), el hedonista Yang Zhu (440-360 a.C.), y Yan Ying (578-500 a.C.), que además se involucró en política. Entre los más conocidos pensadores que les sucedieron se encontraba el famoso Mencio (o Mengke, 372 -289 a.C.), cuyos trabajos comprendieron el ordenamiento de los escritos de Confucio, y Xun Kuang (c. 310-235 a.C.), autor del Xunzi, obra en la que reimaginó los ideales confucianistas y los reformuló en una visión más pesimista y pragmática. Excepto por el legalismo de Han Feizi, que los Qin adoptaron como política nacional, se ordenó la destrucción de las obras de todos estos filósofos; las que sobrevivieron lo hicieron gracias a los sacerdotes e intelectuales que las escondieron a riesgo de sus vidas.

Los Qin menospreciaron de igual manera los aportes Zhou a la música, aunque más adelante la dinastía Han los reconoció en su totalidad. Los conceptos Li, ritual, y Yue, música y danza, por lo general presentados como Li-Yue constituyen valores medulares de la dinastía Zhou. Se consideraba que la música tenía el poder de transformar, según explica la especialista Johana Liu:

A partir de la dinastía Zhou, la música se ha considerado como un importante tópico curricular, que incluye cuatro disciplinas destinadas a cultivar a los hijos de la familia real y a las personas eminentes del estado para que se hagan futuros líderes de prominencia. En el Libro de los ritos se decía… «la dirección de la Música concedía gran honor a sus cuatro materias de estudio, y ordenaba las lecciones que contenía, las cuales examinaban con minuciosidad los poemas, historias, ceremonias y música de los reyes pasados, para hacer completos a sus estudiantes». (Shen, 65)

A cada pieza musical correspondía una danza, bajo el entendimiento que la combinación de estas no solo mejoraba el carácter moral del individuo, sino que ayudaba a equilibrar la naturaleza del cosmos. Confucio pensaba que la música era esencial para el cultivo de un buen carácter, sobre todo en quien gobernaba, y que el amante de la música se conduciría a sí mismo y a su administración de manera justa.

El Libro de los ritos a que Liu hace referencia, es un texto clásico chino escrito durante la dinastía Zhou en la época de las Cien escuelas de pensamiento. Los Cuatro libros y los Cinco clásicos que lograron sobrevivir a la quema de libros de los Qin se convirtieron en textos estándar de la educación china. Estos son:

  • El libro de los ritos, o Libro del gran aprendizaje,
  • la doctrina de la media,
  • las Analectas de Confucio,
  • las obras de Mencio,
  • el I-Ching,
  • los clásicos de poesía,
  • los clásicos de los ritos,
  • los clásicos de historia,
  • los anales de la primavera y el otoño.

En la actualidad se continúa el estudio de estas obras por razones similares a las que se argumentaban en la antigüedad: se piensa que no solo educan al individuo, sino que además elevan su alma y mejoran el carácter general de la persona.

Conclusión

Todas estas obras se hicieron posibles debido al desarrollo de la escritura por los Zhou, quienes inventaron el sistema de escritura Jiaguwen y lo transformaron en las escrituras Dashuan, Xiaozshuan y Lishu, que se prestarían a evolucionar hacia otras más. La exaltación del culto a los antecesores alentó el desarrollo del pensamiento religioso, y su visión del Mandato del Cielo continuaría formando parte de los conceptos dinásticos chinos durante los siguientes milenios.

Si el único logro de los Zhou hubiera sido el surgimiento de filósofos como Confucio y los otros, este hecho, de por sí, habría sido extraordinario; pero la realidad es que hicieron mucho más. Durante el período Zhou occidental la dinastía estableció un estado descentralizado, pero cohesionado, que enaltecía e inspiraba a las gentes de todas las clases sociales, no solo a la nobleza y a las clases ricas. Perfeccionaron de forma constante el legado recibido de los Shang y buscaron otras vías de mejorar sus vidas y las de los demás.

En el período Zhou oriental, incluso en medio del caos y la constante guerra, continuaron el desarrollo del arte, la música, la literatura, y la filosofía, campos en los cuales alcanzaron altísimos logros. De hecho, tan profunda influencia en todos los niveles de la cultura tuvo el reinado de casi 800 años de los Zhou, que ni siquiera las destructivas políticas de los Qin pudieron borrarla. La dinastía Han, tras destronar a la Qin, revivió las contribuciones culturales de los Zhou, las cuales forman parte indistinguible de la cultura china actual.

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Sobre el traductor

Waldo Reboredo Arroyo
Interesado en el estudio de las migraciones, costumbres, las artes y religiones de distintas culturas; descubrimientos geográficos y científicos. Vive en La Habana. En la actualidad traduce y edita libros y artículos para la web.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2020, julio 01). Dinastía Zhou [Zhou Dynasty]. (W. R. Arroyo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-12403/dinastia-zhou/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Dinastía Zhou." Traducido por Waldo Reboredo Arroyo. World History Encyclopedia. Última modificación julio 01, 2020. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-12403/dinastia-zhou/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Dinastía Zhou." Traducido por Waldo Reboredo Arroyo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 01 jul 2020. Web. 12 oct 2024.

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