Taoísmo

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Definición

Emily Mark
por , traducido por Agustina Cardozo
Publicado el 22 febrero 2016
Disponible en otros idiomas: inglés, chino, francés, indonesio, portugués
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Lao-Tzu (by Thanato, CC BY-SA)
Lao-Tse
Thanato (CC BY-SA)

El taoísmo (también conocido como daoísmo) es una filosofía china atribuida a Lao Tzu (c. 500 a.C.) que se desarrolló a partir de la religión popular del pueblo, principalmente en las zonas rurales de China, y se convirtió en la religión oficial del país bajo la dinastía Tang. El taoísmo es, por tanto, tanto una filosofía como una religión.

Hace hincapié en hacer lo que es natural y "seguir la corriente" de acuerdo con el Tao (o Dao), una fuerza cósmica que fluye a través de todas las cosas y las une y libera. La filosofía surgió de la observación del mundo natural, y la religión se desarrolló a partir de la creencia en el equilibrio cósmico mantenido y regulado por el Tao. La creencia original puede haber incluido o no prácticas como el culto a los ancestros y a los espíritus, pero muchos taoístas observan ambos principios en la actualidad y lo han hecho durante siglos.

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El taoísmo ejerció una gran influencia durante la dinastía Tang (618-907 d.C.) y el emperador Xuanzong (que reinó entre el 712 y el 756 d.C.) lo decretó religión de estado, ordenando que la gente guardara los escritos taoístas en su casa. Cayó en desgracia con la decadencia de la dinastía Tang y fue sustituida por el confucianismo y el budismo, pero la religión se sigue practicando hoy en día en toda China y en otros países.

Orígenes

El historiador Sima Qian (145-86 a.C.) cuenta la historia de Lao-Tzu, un conservador de la Biblioteca Real del estado de Chu, que era un filósofo natural. Lao-Tzu creía en la armonía de todas las cosas y en que las personas podían convivir fácilmente si solo tenían en cuenta los sentimientos de los demás de vez en cuando y reconocían que su propio interés no siempre era el de los demás. Lao-Tzu se impacientó con la gente y con la corrupción que veía en el gobierno, que causaba tanto dolor y miseria al pueblo. Estaba tan frustrado por su incapacidad para cambiar el comportamiento de la gente que decidió exiliarse.

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Cuando salía de China por el paso occidental, el guardián de la puerta, Yin Hsi, lo detuvo porque lo reconoció como filósofo. Yin Hsi le pidió a Lao-Tzu que le escribiera un libro antes de abandonar la civilización para siempre y Lao-Tzu aceptó. Se sentó en una roca junto al guardián de la puerta y escribió el Tao-Te-Ching (El Libro de la Vía). Dejó de escribir cuando sintió que había terminado, entregó el libro a Yin Hsi y atravesó el paso occidental para desaparecer en la niebla del más allá. Sima Qian no continúa la historia después de esto pero, presumiblemente (si la historia es cierta) Yin Hsi habría hecho copiar y distribuir el Tao-Te-Ching.

El Tao-Te-Ching

El Tao-Te-Ching es un intento de recordar que todo el mundo podría vivir en paz si la gente fuera consciente de cómo sus pensamientos y acciones los afectan a ellos mismos, a los demás y a la Tierra.

El Tao-Te-Ching no es una "escritura" en ningún sentido. Es un libro de poesía que presenta la forma sencilla de seguir el Tao y vivir la vida en paz con uno mismo, con los demás y con el mundo de los cambios. Un verso típico aconseja: "Ríndete y vencerás/Vacíate y te llenarás/Inclínate y te volverás recto" para dirigir al lector hacia una forma de vida más sencilla. En lugar de luchar contra la vida y los demás, uno puede ceder a las circunstancias y dejar pasar las cosas que no son realmente importantes. En lugar de insistir en que uno tiene la razón todo el tiempo, uno puede vaciarse de ese tipo de orgullo y estar abierto a aprender de otras personas. En lugar de aferrarse a viejos patrones de creencias y aferrarse al pasado, uno puede plegarse a nuevas ideas y nuevas formas de vivir.

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Lo más probable es que el Tao-Te-Ching no fuera escrito por Lao-Tzu en el paso occidental y es posible que no haya sido escrito por él. Es probable que Lao-Tzu no existiera y que el Tao-Te-Ching sea una recopilación de dichos puesta por un escriba desconocido. Si el origen del libro y el sistema de creencias se originó con un hombre llamado Lao-Tzu o cuándo se escribió o cómo es irrelevante (el propio libro estaría de acuerdo) y todo lo que importa es lo que dice la obra y lo que ha llegado a significar para los lectores. El Tao-Te-Ching es un intento de recordar a la gente que está conectada con los demás y con la Tierra y que todos podrían convivir pacíficamente si la gente fuera consciente de cómo sus pensamientos y acciones les afectan a ellos mismos, a los demás y a la Tierra.

El pensamiento Yin-Yang

Una buena razón para creer que Lao-Tzu no fue el autor del Tao-Te-Ching es que la filosofía central del taoísmo surgió de la clase campesina durante la dinastía Shang (1600-1046 a.C.) mucho antes de las fechas aceptadas para Lao-Tzu. Durante la era Shang, la práctica de la adivinación se hizo más popular a través de la lectura de los huesos del oráculo, que indicaban el futuro de la persona. La lectura de los huesos de oráculo dio lugar a un texto escrito llamado el I-Ching (c. 1250-1150 a.C.), el Libro de los Cambios, que es un libro que todavía está disponible hoy en día y que proporciona al lector interpretaciones de ciertos hexagramas que supuestamente indican el futuro.

I-Ching Hexagrams
Hexagramas de I-Ching
Unknown Artist (Public Domain)

Una persona hacía una pregunta y luego arrojaba un puñado de varillas de milenrama sobre una superficie plana (como una mesa) y se consultaba el I-Ching para obtener una respuesta a la pregunta de la persona. Estos hexagramas consisten en seis líneas ininterrumpidas (llamadas líneas Yang) y seis líneas rotas (Yin). Cuando una persona miraba el patrón que hacían las varillas de milenrama al ser lanzadas, y luego consultaba los hexagramas en el libro, tenía su respuesta. Las líneas rotas y no rotas, el yin y el yang, eran ambas necesarias para esa respuesta porque los principios del yin y el yang eran necesarios para la vida. El historiador John M. Koller escribe:

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El pensamiento yin-yang comenzó como un intento de responder a la pregunta sobre el origen del universo. Según el pensamiento yin-yang, el universo surgió como resultado de las interacciones entre las dos fuerzas primordiales opuestas del yin y el yang. Dado que las cosas se experimentan como cambios, como procesos que nacen y desaparecen, deben tener tanto yang, o ser, como yin, o falta de ser. El mundo de las cosas cambiantes que constituye la naturaleza solo puede existir cuando hay yang y yin. Sin el yang, nada puede llegar a existir. Sin el yin nada puede dejar de existir (207).

Aunque el taoísmo y el Tao-Te-Ching no estaban asociados originalmente con el símbolo conocido como el yin-yang, ambos han llegado a serlo porque la filosofía del taoísmo encarna el principio del yin-yang y el pensamiento del yin-yang. Se supone que la vida debe vivirse en equilibrio, como expresa el símbolo del yin y el yang. El yin-yang es un símbolo de los opuestos en equilibrio —oscuridad/luz, pasivo/agresivo, femenino/masculino— todo excepto el bien y el mal, la vida y la muerte, porque la naturaleza no reconoce nada como bueno o malo y la naturaleza no reconoce una diferencia entre la vida y la no vida. Todo está en armonía en la naturaleza, y el taoísmo trata de animar a la gente a aceptar y vivir también ese tipo de armonía.

Creencias

Otros textos chinos relacionados con el taoísmo son el Chaung-Tzu (también conocido como Zhuangzi, escrito por Zhuang Zhou, c. 369-286 a.C.) y el Daozang de la dinastía Tang (618-907 d.C.) y la dinastía Sung (960-1234 d.C.), que se compiló en la posterior dinastía Ming (1368-1644 d.C.). Todos estos textos se basan en el mismo tipo de observación del mundo natural y en la creencia de que los seres humanos son innatamente buenos y solo necesitaban un recordatorio de su naturaleza interior para perseguir la virtud por encima del vicio. Según los principios taoístas, no hay "gente mala", sino personas que se comportan mal. Con la educación y la orientación adecuadas para comprender el funcionamiento del universo, cualquiera puede ser una "buena persona" que vive en armonía con la tierra y con los demás.

Según esta creencia, el camino del Tao está en consonancia con la naturaleza, mientras que la resistencia al Tao es antinatural y causa fricción. La mejor manera de vivir, según el taoísmo, es someterse a lo que la vida trae y ser flexible. Si una persona se adapta fácilmente a los cambios de la vida, será feliz; si se resiste a los cambios de la vida, será infeliz. El objetivo final es vivir en paz con el camino del Tao y reconocer que todo lo que ocurre en la vida debe aceptarse como parte de la fuerza eterna que une y mueve todas las cosas.

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Esta filosofía se corresponde estrechamente con el Logos de los estoicos romanos como Epicteto y Marco Aurelio. Afirmaban que el Logos era una fuerza de la razón y que nada de lo que ocurría según el Logos podía ser malo; solo las interpretaciones de la gente sobre lo que ocurría hacían que esas circunstancias parecieran malas. El taoísmo afirma lo mismo: nada es malo en sí mismo, solo nuestro interés personal nos hace pensar que algunos acontecimientos de la vida son malos y otros buenos. En realidad, todas las cosas suceden de acuerdo con el flujo del Tao y, puesto que el Tao es natural, todas las cosas son naturales.

A diferencia del budismo (que vino de la India pero se hizo muy popular en China), el taoísmo surgió de las observaciones y creencias del pueblo chino. Los principios del taoísmo tuvieron un gran impacto en la cultura china porque procedían del propio pueblo y eran una expresión natural de la forma en que los chinos entendían el universo. El concepto de la importancia de una existencia armoniosa de equilibrio encajaba bien con la filosofía igualmente popular del confucianismo (también originario de China). El taoísmo y el confucianismo coincidían en su visión de la bondad innata de los seres humanos, pero diferían en la forma de hacer aflorar esa bondad y llevar a las personas a actuar de forma mejor y desinteresada.

Lu Dongbin
Lu Dongbin
Mary Harrsch (Photographed at the Field Museum, Chicago) (CC BY-NC-SA)

Taoísmo y confucianismo

La filosofía del taoísmo se convirtió en una religión de las clases campesinas de la dinastía Shang, que vivían estrechamente con la naturaleza. Sus observaciones del mundo natural influyeron en su filosofía, y una de las cosas que incorporaron fue el concepto de eternidad. El árbol que parecía morir volvía a la vida en la temporada de primavera y la hierba volvía a crecer. Llegaron a la conclusión de que cuando las personas morían iban a otro lugar donde seguían viviendo, no desaparecían sin más. Todos los antepasados que habían muerto seguían viviendo en otro lugar y en presencia de los dioses; los confucianos creían en este mismo concepto y veneraban a sus antepasados como parte de sus prácticas diarias.

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El culto a los antepasados pasó a formar parte de los rituales taoístas, aunque el Tao-Te-Ching no lo apoye abiertamente, y una reverencia por la naturaleza y los espíritus de la naturaleza —muy similar al sintoísmo de Japón— llegó a caracterizar las observancias taoístas. Aunque el taoísmo y el confucianismo son muy similares en muchas de sus creencias básicas, se diferencian en aspectos significativos. El rechazo a participar en ritos y rituales estrictos es lo que más diferencia al taoísmo de la filosofía de Confucio. Koller escribe:

Confucio abogaba por los ritos y la música para que los deseos y las emociones pudieran desarrollarse y regularse, pues en ello radicaba el desarrollo de la humanidad. Para Lao-Tzu, los esfuerzos por desarrollar y regular los deseos y las emociones parecían artificiales, pues tendían a interferir con la armonía de la naturaleza. En lugar de organizar y regular las cosas para alcanzar la perfección, Lao-Tzu abogaba por dejar que las cosas funcionaran de forma natural hasta alcanzar su perfección. Esto significa apoyar todas las cosas en su estado natural, permitiendo que se transformen espontáneamente (245).

Para Lao-Tzu (el nombre se utiliza aquí como expresión del pensamiento taoísta), cuantas más regulaciones uno exigía, más difícil era su vida y la de los demás. Si uno relajara las reglas y regulaciones artificiales que supuestamente mejorarían la vida, solo entonces encontraría que la vida se regula naturalmente a sí misma y uno entraría en ritmo con el Tao que recorre y regula y ata y libera todas las cosas naturalmente.

Rituales

Esta creencia en dejar que la vida se desarrolle de acuerdo con el Tao no se extiende, sin embargo, a los rituales taoístas. Los rituales de la práctica taoísta son absolutamente acordes con la comprensión taoísta, pero se han visto influidos por las prácticas budistas y confucianas, de modo que, en la actualidad, a veces son bastante elaborados. Cada oración y hechizo que compone un ritual o festival taoísta debe ser pronunciado con precisión y cada paso del ritual debe ser observado perfectamente. Los festivales religiosos taoístas están presididos por un Gran Maestro (una especie de Sumo Sacerdote) que oficia, y estas celebraciones pueden durar desde unos pocos días hasta más de una semana. Durante el ritual, el Gran Maestro y sus ayudantes deben realizar todas las acciones y recitaciones de acuerdo con la tradición o, de lo contrario, sus esfuerzos son inútiles. Se trata de una interesante desviación de la concepción taoísta habitual de "seguir la corriente" y no preocuparse por reglas externas o prácticas religiosas elaboradas.

Los rituales taoístas se ocupan de honrar a los antepasados de un pueblo, comunidad o ciudad, y el Gran Maestro invoca a los espíritus de estos antepasados mientras se quema incienso para purificar la zona. La purificación es un elemento muy importante en todo el ritual. El espacio común de la vida cotidiana debe transformarse en un espacio sagrado para invitar a la comunión con los espíritus y los dioses. Normalmente hay cuatro asistentes que asisten al Gran Maestro en diferentes funciones, ya sea como músicos, bailarines sagrados o lectores. El Gran Maestro representará el texto leído por uno de sus asistentes, y este texto tiene que ver con la ascensión del alma para unirse a los dioses y a los antepasados. En la antigüedad, el ritual se realizaba en una escalera que conducía a un altar para simbolizar el ascenso desde el entorno común hasta la elevación de los dioses. En la actualidad, el ritual puede realizarse en un escenario o en el suelo, y por el texto y las acciones del Gran Maestre se entiende que está ascendiendo.

El altar sigue desempeñando un papel importante en el ritual, ya que se considera el lugar donde el reino terrenal se encuentra con el divino. Los hogares taoístas tienen sus propios altares privados donde la gente reza y honra a sus antepasados, a los espíritus del hogar y a los espíritus de su pueblo. El taoísmo fomenta el culto individual en el hogar, y los rituales y festivales son acontecimientos comunitarios que unen a la gente, pero no deben equipararse a las prácticas de culto de otras religiones, como la asistencia a la iglesia o al templo. Un taoísta puede rendir culto en su casa sin asistir nunca a un festival, y a lo largo de su historia la mayoría lo ha hecho. Los festivales son muy costosos de organizar y suelen ser financiados por los miembros del pueblo, la aldea o la ciudad. Suelen considerarse celebraciones de la comunidad, aunque a veces se realizan en momentos de necesidad, como una epidemia o una lucha financiera. En esos momentos se invoca a los espíritus y a los dioses para que ahuyenten a los espíritus oscuros causantes de los problemas.

Conclusión

El taoísmo influyó significativamente en la cultura china desde la dinastía Shang. El reconocimiento de que todas las cosas y todas las personas están conectadas se expresa en el desarrollo de las artes, que reflejan la comprensión del pueblo de su lugar en el universo y su obligación con los demás. Durante la dinastía Tang, el taoísmo se convirtió en la religión del estado bajo el reinado del emperador Xuanzong porque creía que crearía un equilibrio armonioso en sus súbditos y, durante un tiempo, tuvo razón. El gobierno de Xuanzong sigue considerándose uno de los más prósperos y estables de la historia de China y el punto álgido de la dinastía Tang.

El taoísmo ha sido propuesto como religión de Estado varias veces a lo largo de la historia de China, pero la mayoría prefirió las enseñanzas de Confucio (o, en ocasiones, el budismo), muy probablemente por los rituales de estas creencias, que proporcionan una estructura de la que carece el taoísmo. Hoy en día, el taoísmo está reconocido como una de las grandes religiones del mundo y sigue siendo practicado por la población de China y de todo el mundo.

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Bibliografía

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Sobre el traductor

Agustina Cardozo
Agustina es traductora pública (inglés/español), uruguaya, con estudios avanzados de Lingüística. Sus áreas de experiencia como traductora son la traducción biosanitaria y la traducción jurídica. Le interesan la Historia y las humanidades en general.

Sobre el autor

Emily Mark
Emily Mark estudió historia y filosofía en la Universidad de Tianjin, China, e inglés en SUNY New Paltz, Nueva York. Ha publicado ensayos históricos y poesía. Sus escritos sobre viajes debutan en la revista Timeless Travels. Se graduó en SUNY Delhi en 2018.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, E. (2016, febrero 22). Taoísmo [Taoism]. (A. Cardozo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-14406/taoismo/

Estilo Chicago

Mark, Emily. "Taoísmo." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. Última modificación febrero 22, 2016. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-14406/taoismo/.

Estilo MLA

Mark, Emily. "Taoísmo." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 22 feb 2016. Web. 12 dic 2024.

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