El arte minoico

Definición

Mark Cartwright
por , traducido por Montse de Paz
Publicado el 06 septiembre 2017
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés
Minoan Octopus (by Mark Cartwright, CC BY-NC-SA)
Pulpo minoico
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

El arte de la civilización minoica en la Creta de la Edad de Bronce (2000-1500 a.C.) exhibe su amor por el mundo animal, marino y vegetal. Estos motivos, que cubrían los frescos y la cerámica, también inspiraron sus joyas, los vasos de piedra y la escultura. Los artistas minoicos se recreaban en los diseños fluidos y naturalistas, logrando una vivacidad ausente en el arte del Oriente Próximo contemporáneo. Además de sus cualidades estéticas, el arte minoico nos aporta valiosos atisbos sobre las prácticas religiosas, sociales y funerarias de una de las primeras culturas del Mediterráneo antiguo.

Inspiración

Los minoicos, como pueblo navegante, estaban en contacto con muchos países alrededor del Egeo, y esto se hace evidente en las influencias orientales, babilonias y egipcias que vemos en sus primeras formas artísticas, pero también en el comercio, especialmente de cerámica y alimentos. Intercambiaban aceite y vino por objetos preciosos y materias primas, como el cobre de Chipre y el marfil de Egipto. Los artistas minoicos estaban expuestos constantemente al influjo de nuevas ideas y materiales que utilizaron para crear su arte único.

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Los minoicos, como pueblo navegante, estaban en contacto con muchos países alrededor del mar Egeo.

El arte minoico no sólo era funcional y decorativo; también podía cumplir una finalidad política, especialmente las pinturas murales de los palacios, donde sus gobernantes eran representados ejecutando sus tareas religiosas, para reforzar su papel como líderes de la comunidad. También es importante recordar que los objetos artísticos solían estar reservados a la élite gobernante, una minoría comparada con el resto de la población, que en su mayoría estaba formada por campesinos. Las obras de arte se convertían en un medio para subrayar las diferencias sociales y el estatus político de los afortunados que podían poseerlas.

La cerámica minoica

La cerámica minoica pasó por varias fases de desarrollo. La primera fue el estilo pre-palacial, llamado Vasiliki, con superficies decoradas en rojo y negro y elementos decorativos de barbotina añadidos a la superficie.

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A continuación encontramos la cerámica de Kamarés, probablemente originaria de Festo y perteneciente al periodo de los Primeros Palacios (2000 – 1700 a.C.). Su introducción coincidió con la llegada del torno de alfarero a Creta. Los elementos distintivos de la cerámica de Kamarés son los patrones animados en blanco y rojo sobre un fondo negro. Las formas geométricas abundan, pero también hay representaciones impresionistas de peces y pólipos, así como figuras humanas abstractas. A veces se añaden pechinas y flores en relieve al vaso. Las formas de recipiente más comunes son jarras de pico, copas, píxides (cajitas con tapa), cálices y los pithoi (tinajas muy grandes hechas a mano, a veces miden 1,7 m de altura) utilizados para conservar alimentos.

Minoan Jug in Floral Style
Jarra minoica en estilo floral
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

El periodo Neopalacial (1600 a.C. – 1450 a.C.) vio una evolución en la técnica, junto con novedades en la forma y el diseño, entre ellas la producción de sarcófagos de terracota. Se hicieron populares los jarrones más esbeltos, estrechos en la base, y aparecen nuevos diseños como el ánfora de pico, con un orificio real y otro falso, y dos asas. Las líneas y las espirales se limitan a las asas y a los cuellos, ocupando la escena central plantas y animales marinos. El estilo floral suele representar gráciles ramas con hojas y flores de papiro. Quizás el ejemplo más celebrado de este estilo sea la jarra de Festo, totalmente cubierta de decoración vegetal.

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Contemporáneo a este encontramos el estilo marino, que se caracteriza por imágenes detalladas y muy realistas de pulpos, estrellas de mar, conchas de tritón, esponjas, coral, rocas y algas. Los artesanos minoicos aprovecharon la plasticidad de estas criaturas para rodear con sus formas las superficies curvas de la cerámica. Cabezas de toro, dobles hachas y nudos sagrados son motivos que también aparecen con frecuencia.

El estilo Neopalacial empieza a partir del año 1450 a.C. Quizás por la influencia creciente a raíz del contacto con los micénicos y la Grecia continental, ejemplos típicos de esta época son las ánforas de tres asas, los jarrones de alabastro, copas y jarras rituales con asas en forma de ocho. La cerámica está decorada con representaciones muy esquemáticas y estilizadas, en comparación con los estilos anteriores, y los nuevos diseños incluyen pájaros, guerreros y escudos.

Los jarrones de piedra minoicos

Además de la arcilla, los minoicos emplearon una amplia variedad de piedras para fabricar sus jarrones, trabajando laboriosamente la materia prima con ayuda de cinceles, martillos, sierras, taladros y cuchillas. El acabado de los jarrones se realizaba con un abrasivo, como arena o esmeril importado de Naxos, en las Cícladas. La mayoría de diseños se inspiraban en las formas de la cerámica coetánea. Incluso llegaron a trasladarse a la piedra algunas decoraciones del estilo marino.

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Minoan Rhyton
Ritón minoico
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Entre las formas más populares están los cuencos con tapa llamados «de nido», con base estrecha, posiblemente empleados para conservar aceites densos y ungüentos. A medida que los artistas ganaban confianza, se atrevieron a tallar piezas más ambiciosas y de mayor tamaño, como los vasos rituales o ritones, que podían adoptar muchas formas y que solían estar recubiertos de láminas de oro. Quizás el ejemplo más famoso sea la cabeza de toro en serpentina, hallada en el pequeño palacio de Cnosos (ca. 1600-1500 a.C.) y que hoy se puede admirar en el Museo Arqueológico de Heraklion. Con cuernos de madera dorados, ojos de cristal de roca y el hocico de pechina blanca de tridacna, es una representación soberbia del animal; tal vivacidad en el arte no volvería a igualarse hasta la escultura griega clásica, un milenio después.

Una estatuilla de marfil saltando es quizás el primer intento conocido de captar el movimiento libre en escultura.

La escultura minoica

Las figuras esculpidas son hallazgos raros en las excavaciones arqueológicas de Creta, pero se han conservado suficientes estatuillas como para ilustrar la destreza de los artistas minoicos, capaces de capturar el movimiento y la elegancia en tres dimensiones, igual que lo hacían en otras formas de arte. Las primeras figuritas de arcilla son más toscas, pero ya muestran la moda de la época: los hombres, coloreados en rojo, llevan faldellines atados a la cintura; las mujeres, con la piel blanca, lucen largos vestidos vaporosos y jubones con el escote abierto. También encontramos estatuillas de bronce, casi siempre de devotos, pero también de animales, especialmente bueyes.

Las obras más tardías muestran mayor sofisticación. Entre las más notables hay una estatuilla de marfil que representa un hombre saltando en el aire (sobre un toro, que es una escultura aparte). El cabello original tal vez fue de hilo de bronce, y la ropa de pan de oro. Datada entre el 1600 y el 1500 a.C., es quizás el primer intento conocido de capturar el libre movimiento en el espacio. Otra pieza representativa es la llamativa figura de una diosa blandiendo una serpiente en cada uno de sus brazos alzados. Modelada en fayenza, la estatuilla data del 1600 a.C. Sus senos desnudos revelan su papel como diosa de la fertilidad, y las serpientes y el gato en su cabeza son símbolos de su dominio sobre la naturaleza salvaje. Ambas estatuillas se conservan en el Museo Arqueológico de Heraklion.

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Minoan Snake Goddess, Knossos.
La Diosa de la Serpiente, Cnosos
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Frescos minoicos

Los minoicos decoraban sus palacios con auténtica pintura al fresco (buon fresco), es decir, que aplicaban los pigmentos de color sobre el yeso húmedo sin mezclar, de modo que, al absorber la pintura, el yeso la fijaba, evitando que el color perdiera intensidad con el tiempo. El fresco secco, que es la aplicación de pintura, en especial para los detalles, sobre yeso seco, también fue utilizado, al igual que el bajorrelieve, para dar un efecto tridimensional a la pintura. Los colores empleados eran negro, rojo, blanco, amarillo, azul y verde. No se conservan restos de efectos de sombra en los frescos minoicos, aunque es interesante notar que, a veces, el color del fondo cambia mientras que las figuras de primer plano permanecen inalterables. Aunque los egipcios no emplearon el fresco auténtico, algunas de sus convenciones a la hora de combinar los colores fueron copiadas por los minoicos. La piel masculina está normalmente pintada en rojo, la femenina es blanca y para representar los metales, el oro es amarillo, la plata es azul y el bronce es rojo.

Los frescos decoraban los muros (por completo o sobre las ventanas y puertas, o alrededor del umbral), también los techos, las vigas de madera y a veces incluso los pavimentos de los palacios. Primero representaban solo figuras abstractas y geométricas, pero más tarde incorporaron toda clase de motivos, en miniatura y a gran escala. Escenas de rituales, procesiones, festividades, ceremonias y deportes taurinos eran las más populares. Una vez más, los elementos naturales eran frecuentes, especialmente lirios, iris, crocos, rosas, hiedras y juncos. Los minoicos fueron una de las primeras culturas en representar paisajes sin figuras humanas, tal era su admiración por la naturaleza. También solían pintar animales en su ambiente natural: monos, aves, delfines y peces. Aunque los frescos minoicos solían estar enmarcados en frisos decorativos con diseños geométricos, la escena principal a veces desbordaba sus límites y saltaba las esquinas, cubriendo varias paredes y envolviendo al espectador.

Griffin Fresco, Knossos, Crete
Fresco del grifo, Cnosos, Creta
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Célebres ejemplos de frescos minoicos son el de los dos jóvenes boxeadores, los muchachos llevando ritones en procesión, un grupo de figuras masculinas y femeninas saltando un toro, un grifo sobre fondo rojo en el salón de trono de Cnosos y delfines nadando sobre un mar lleno de erizos que cubre el pavimento. Pueden admirarse en el Museo Nacional de Atenas, en el Museo Arqueológico de Heraklion y algunos in situ, en el palacio de Cnosos.

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Orfebrería minoica

La tecnología de la fundición permitió a los cretenses refinar metales preciosos como el oro, la plata, el bronce y el bronce dorado. Se empleaban piedras semipreciosas: cristal de roca, cornalina, jaspe, lapislázuli, obsidiana y jaspe rojo, verde y amarillo. La amatista, muy popular, se importaba de Egipto, donde ya no estaba tan de moda en la joyería, hecho que ilustra la independencia minoica respecto al diseño y los materiales. Otros materiales a disposición de los orfebres minoicos eran la fayenza, el esmalte, la esteatita, el marfil, el nácar, la pasta de cristal y la cerámica vidriada azul, de Egipto.

Los joyeros minoicos dominaban todo el repertorio de técnicas del metal (salvo el esmaltado), que les permitieron transformar materias primas preciosas en una sorprendente variedad de objetos y diseños. La mayoría de piezas se fabricaban a mano, pero los anillos, por ejemplo, se hacían empleando moldes de tres piezas con la técnica de la cera perdida. Las cuentas también se hacían de esta manera, lo cual permitía una producción industrial de estos objetos.

El oro era el material más preciado. Se podía batir, grabar, repujar, modelar y perforar, a veces con sellos. Otras técnicas incluían el dot repoussé, la filigrana, el incrustado, la cobertura con pan de oro y el granulado, donde pequeñas esferas de oro se pegaban a la pieza principal empleando una mezcla de pegamento y sal de cobre que, al calentarse, se convertía en cobre puro, soldando ambas piezas juntas.

Minoan Bee Pendant
Pendientes minoicos de las abejas
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

La joyería adoptaba múltiples formas: diademas, gargantillas, brazaletes, cuentas, ajorcas, pulseras, coronas, ornamentos para la ropa, agujas de pelo y adornos para el cabello, pectorales, cadenas, anillos y pendientes. Los anillos merecen una mención especial, pues no sólo eran decorativos, pues se utilizaban en tareas administrativas, como sellos. La mayoría consistían en un bisel de oro ovalado y ligeramente convexo en ángulo recto con un aro liso, también de oro. Los biseles de los anillos solían estar grabados con detalladas escenas en miniatura representando escenas de caza, lucha, salto del toro, diosas, criaturas mitológicas, flora y fauna. Estas obras maestras en miniatura, al igual que los frescos y la cerámica, ilustran la afición minoica por llenar toda la superficie disponible, aunque haya que distorsionar las figuras para adaptarlas. Otra especialidad del orfebre y el grabador cretenses era la decoración de armas: hojas de espada, empuñaduras y pomos grabados con figuras.

Dos de las piezas de orfebrería cretense más hermosas son pendientes: un par de abejas y una figura humana sujetando unas aves. Los primeros fueron hallados en Malia; las dos abejas (quizás avispas o abejorros) están representadas con gran detalle y realismo, atrapando una gota de miel que están a punto de depositar en un panal circular y granulado. Sobre las abejas hay una jaula esférica de filigrana que encierra una esfera sólida, y bajo el pendiente cuelgan tres discos circulares decorados con filigranas y gránulos. El segundo pendiente, conocido como el pendiente del Domador de Animales, procede de Egina, aunque la investigación ha demostrado que es de origen cretense, posiblemente saqueado durante el periodo micénico. El colgante representa lo que parece ser un dios de la naturaleza o un sacerdote sujetando el cuello de un ave acuática o ganso en cada mano, vestido con el típico atuendo minoico: cinturón, faldellín y una vaina frontal. Cinco discos cuelgan de la base del pendiente.

Legado

Los artistas minoicos influyeron enormemente en el arte de otras islas mediterráneas, sobre todo Rodas y las Cícladas, muy en especial, Thera. Estos artistas eran contratados en Egipto y en el Levante para embellecer los palacios de sus gobernadores. Los minoicos también dejaron su huella en el arte de la civilización micénica, en la Grecia continental. Los alfareros, orfebres y pintores micénicos copiaron las técnicas cretenses, sus formas y diseños, aunque representaron los motivos marinos de forma mucho más abstracta y dieron preferencia a temas como la guerra y la caza.

Minoan Gold Ring
Anillo de oro minoico
Dimitris Agelakis (CC BY-NC-SA)

En las últimas fases de la Grecia arcaica y clásica es difícil trazar la influencia del arte minoico y micénico. Los griegos eran muy conscientes de la herencia recibida de sus antepasados en el Egeo; las tumbas de tholos y la ciudadela de Micenas nunca desaparecieron de su vista. Las representaciones de las dobles hachas o labrys en piedra y en los frescos pudieron combinarse para dar lugar a la leyenda de Teseo, el laberinto y el Minotauro, tan popular en la mitología clásica. El legado de los minoicos, sin embargo, está mejor descrito en este párrafo del historiador del arte Reynold Higgins:

Quizás la mayor contribución de la Edad de Bronce a la Grecia clásica fue algo menos tangible, pero posiblemente heredado: una actitud mental que tomó prestado de las formas severas y hieráticas del antiguo Oriente y las transformó en algo espontáneo y alegre; una insatisfacción divina que llevó a los griegos a desarrollar y mejorar la herencia recibida (Higgins, 190).

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Bibliografía

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Sobre el traductor

Montse de Paz
Soy escritora y trabajo en una fundación humanitaria. Mi experiencia y la imaginación han nutrido mi fantasía y mi amor por las letras me impulsa a escribir cada día. Hija de una historiadora, me apasiona la historia y en ella encuentro inspiración para mis libros.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor a tiempo completo. Se interesa especialmente por el arte, la arquitectura y por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones en World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2017, septiembre 06). El arte minoico [Minoan Art]. (M. d. Paz, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-10781/el-arte-minoico/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "El arte minoico." Traducido por Montse de Paz. World History Encyclopedia. Última modificación septiembre 06, 2017. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-10781/el-arte-minoico/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "El arte minoico." Traducido por Montse de Paz. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 06 sep 2017. Web. 25 abr 2024.

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