Profeta Mahoma

Definición

Syed Muhammad Khan
por , traducido por Francisco Soto
Publicado el 02 diciembre 2019
X
translations icon
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, turco
A View of the Al-Masjid An-Nabwi (by Muhammad Mahdi Karim, GNU FDL)
Una vista de la Mezquita del Profeta
Muhammad Mahdi Karim (GNU FDL)

Muhammad ibn Abdullah (570-632) es venerado hoy en día como el Profeta del Islam y el «sello de los Profetas» por sus seguidores, los musulmanes. Los musulmanes creen que Mahoma fue el último —de ahí lo de «sello»— de muchos profetas anteriores a él en el judaísmo y el cristianismo, como Adán, Moisés, Abrahán, Isaac, Ismael, Jesucristo y otros. Era una persona ordinaria de La Meca que (según la tradición islámica) recibió una revelación divina de Alá y comenzó a predicar una nueva fe en Arabia (entre el 610 y el 632). Eventualmente, estas revelaciones se recopilarían en forma de libro, el Corán, tras su muerte.

Se encontró con una fuerte resistencia por parte de los mecanos, aunque consiguió reunir a algunos conversos. Lo que comenzó como un débil grupo de seguidores pronto se convirtió en un imperio cuando asumió el control de la ciudad de Yazrib (Medina) y comenzó a expandir su dominio y su fe mediante el sometimiento y la política. A su muerte, Mahoma había conseguido unir a la mayoría de los árabes bajo la bandera del Islam. Este imperio sería heredado por sus sucesores, los califas del mundo islámico: los califas Rashidun (los cuatro primeros se denominan Rashidun, que significa «rectamente guiados»), la Dinastía Omeya, la Dinastía Abasí y, más tarde, los Otomanos. Su imperio se extendería más allá de las fronteras de Arabia, la fe también se extendería primero a través del sometimiento y más tarde mediante el comercio y la labor misionera, y su revelación inicial se convertiría en una de las tres grandes religiones monoteístas del mundo actual.

Eliminar publicidad
Advertisement

Vida Temprana

Mahoma nació en el año 570 en la ciudad de La Meca, en la provincia del Hiyaz, en Arabia. Su clan Háshim era parte de la respetada tribu Quraish. Su clan (encabezado por su abuelo Abd al-Muttálib en ese momento) proporcionaba agua a los peregrinos que viajaban a La Meca. La Meca albergaba una gran variedad de ídolos y se consideraba un lugar sagrado centrado en la Kaaba (que sigue siendo considerada sagrada por los musulmanes).

LOS ÁRABES SE REFERÍAN A MAHOMA CON LOS NOMBRES DE «AS-SADIQ» (EL VERAZ) Y «AL-AMÍN» (EL DIGNO DE CONFIANZA).

El padre de Mahoma, Abdulláh, había muerto cuando Amina, la madre del profeta, aún estaba embarazada, falleciendo ella en el año 576, cuando Mahoma sólo tenía 6 años. Su abuelo, Abd al-Muttálib, asumió entonces la responsabilidad de criarlo, pero murió dos años después. El tío de Mahoma, Abu Tálib (hijo y sucesor de Abd al-Muttálib), se dedicó entonces a criar a su sobrino, y se dice que ambos se querían como lo harían un padre y un hijo. Cuando creció, se convirtió en un honrado comerciante de caravanas (poco frecuente en aquella época). Los árabes se referían a él con los nombres de "As-Sadiq" (el veraz) y "Al-Amín" (el digno de confianza) y, de hecho, se dice que muchos le daban sus riquezas para que las guardara, incluso después de que empezara a predicar una fe en la que no creían.

Eliminar publicidad
Advertisement

Matrimonio con Jadiya

Cuando tenía 25 años, una viuda rica llamada Jadiya (v. 555-620) lo envió con una de sus caravanas comerciales para hacer negocios. Quedó tan impresionada por su honestidad, que le envió una propuesta de matrimonio, que él aceptó. Así Mahoma se unió en matrimonio con su primera esposa (595), una mujer 15 años mayor que él, pero cuyo apoyo y compañía le ayudarían en su misión; no tomaría ninguna otra esposa mientras estuviera casado con ella, aunque esto era bastante común en la Arabia de entonces. Más tarde comentó sobre su relación con su esposa de la siguiente manera:

Alá (Dios) nunca me dio una esposa mejor que Jadiya. Ella creyó en mí cuando otros me negaban. Puso toda su riqueza a mi servicio cuando otras personas me ocultaron la suya. Y, lo que es más, Alá me dio hijos sólo a través de Jadiya. (Hadiz citado de Musnad Imam Ahmad 6:118)

El profeta tuvo dos hijos y cuatro hijas con Jadiya (aunque los musulmanes chiítas consideran que solo una hija —Fátima— nació de este matrimonio); muriendo sus dos hijos en la infancia. Más adelante, Mahoma se casó con otras mujeres y tuvo otro hijo, que también murió en la infancia.

Eliminar publicidad
Advertisement

Declaración como Profeta

Al llegar a la treintena, comenzó a rendir culto en una cueva llamada «Hira», en la montaña «Jabal al-Nour» (Montaña de la Luz), cerca de La Meca. Se dice que un trascendental día, en el año 610, se le apareció una luz que decía ser el ángel Gabriel, quien se le acercó con la primera revelación de Dios—«Alá». Se dice que Mahoma quedó inicialmente perplejo y asustado, y corrió de vuelta a casa, temblando de miedo. Sólo después de que su esposa lo consolara y lo llevara ante su primo Warqa (un erudito cristiano), quien comprendió todo y le dijo que era un profeta, se dio cuenta de la responsabilidad que se le había conferido.

Entrance to the Cave of Hira
Entrada a la Cueva de Hira
User Nazli (Public Domain)

Conflicto con los Mecanos

Mahoma comenzó a predicar la unicidad de Dios a su familia y amigos cercanos; la primera conversa fue su esposa Jadiya y el primer converso masculino fue su amigo cercano Abu Bakr (v. 573-634). Al cabo de un tiempo (en el año 613) comenzó a predicar abiertamente, y se encontró con la resistencia de los habitantes de La Meca. La Meca albergaba muchos ídolos en la Kaaba y su economía se basaba principalmente en los peregrinos que llegaban de todos los rincones de la península arábiga para adorar a estos ídolos, que Mahoma consideraba falsos dioses. Los mecanos hicieron todo lo posible, desde el soborno hasta la tortura física, para detenerlo, pero él no cedió.

A pesar de la creciente influencia de Mahoma, los clanes Coraichitas rivales boicotearon al clan Háshim (616-619) para obligarles a retirar su apoyo a Mahoma, lo que dificultó bastante la situación para Mahoma y sus seguidores (a quienes los musulmanes llaman «Sahaba»), pero al final se levantó el boicot. La investigadora Tamara Sonn lo explica:

Eliminar publicidad
Advertisement

Mahoma y su pequeña comunidad fueron expulsados de sus hogares, obligados a vivir en barrios separados en las afueras de la ciudad y boicoteados. Sin embargo, mantuvieron su compromiso de seguir la guía de Alá. Fueron instruidos para sufrir la injusticia con dignidad. (24)

Mahoma se enfrentó a un rechazo continuo en La Meca, por lo que dirigió su atención hacia la ciudad turística de Taif en el año 619. Al principio fue bien recibido, pero la gente rechazó su mensaje y, al final, se vio obligado a huir de la ciudad mientras una turba salvaje de niños callejeros le lanzaba piedras, y a duras penas consiguió salir de la ciudad con vida. Según una famosa leyenda musulmana, el ángel Gabriel se le apareció después a Mahoma, pidiéndole permiso para destruir la ciudad, pero Mahoma se negó, diciendo que estaba seguro de que se convertirían más tarde.

Ottoman Tiles Representing the Kaaba
Azulejos otomanos que representan la Kaaba
Anonymous (Public Domain)

Su optimismo se rompió con la muerte de su tío Abu Tálib y de su esposa Jadiya, en el año 619 (un año recordado como el «Año del Dolor» por los musulmanes). El puesto de Abu Tálib fue ocupado por otro de los tíos de Mahoma —Abu Lahab— quien lo odiaba, y al carecer de cualquier apoyo de su clan, Mahoma quedó completamente vulnerable.

Migración a Medina

Cansados de la persecución en La Meca, algunos musulmanes ya habían emigrado a Abisinia (Etiopía) en el año 615. Pero para el Profeta y el grueso de sus seguidores, la verdadera oportunidad de escapar de la opresión de La Meca llegó en el 621, cuando algunos ciudadanos de Yazrib (la actual Medina) invitaron al Profeta a su ciudad. Impresionados por su mensaje, querían que el Profeta actuara como su gobernante. Mahoma y sus compañeros obedecieron y emigraron por tandas a la ciudad.

Eliminar publicidad
Advertisement
CON SU RECIÉN ASUMIDO PAPEL DE LÍDER DE MEDINA, MAHOMA SE CONVIRTIÓ EN ALGO MÁS QUE UN SIMPLE PREDICADOR; SE CONVIRTIÓ EN UN REY.

Escapando por poco de un atentado contra su vida, Mahoma abandonó La Meca con su amigo cercano Abu Bakr y, tras un peligroso viaje en el que los perseguían los mecanos, entraron en Medina en el año 622. Esta migración (hegira) es tan importante en la historia islámica que el calendario lunar islámico la considera el año 0 AH (después de la hégira).

Con su recién asumido papel de líder de Medina, Mahoma se convirtió en algo más que un simple predicador: se convirtió en un rey. Medina pronto se convertiría en un reino fuerte con normas de justicia y unidad nunca antes vistas en Arabia. Mahoma revisó el código de leyes y unificó la ciudad, utilizando una mezcla de persuasión y la fuerza de las armas (ya que la traición nunca era perdonada por los árabes que vivían según el código de retribución). El erudito Robin Doak lo explica:

Durante sus 10 años en Medina, Mahoma se convirtió en algo más que un líder espiritual. Puso en práctica sus habilidades administrativas y políticas, actuando efectivamente como líder de la ciudad... El Islam estaba evolucionando de un movimiento religioso a uno político muy poderoso. (20)

Mahoma también estableció un nuevo lugar de culto comunitario: «Al-Masjid an-Nabwi» (la Mezquita del Profeta). Las actividades regulares de predicación continuaron, pero Mahoma tenía ahora dos ventajas claras con respecto a su vida anterior: poder político y un ejército de devotos partidarios.

¿Te gusta la historia?

¡Suscríbete a nuestro boletín electrónico semanal gratuito!

Batalla de Badr y Batalla de Uhud

Desde su nueva base, los musulmanes quisieron devolver el golpe a sus antiguos opresores y empezaron a asaltar las caravanas comerciales de La Meca. Como la economía de La Meca sufrió pérdidas, sus fuerzas se unieron contra los musulmanes. Esto culminó en la batalla de Badr (624), en la que un ejército de 1,000 mecanos huyó ante 313 musulmanes, que habían sido conducidos a la victoria por su rey Mahoma (aunque los musulmanes lo consideraron un favor de Dios).

Los árabes tenían un fuerte sentimiento de orgullo; si los mecanos no hubieran contraatacado tras su derrota en Badr, habrían parecido débiles y vulnerables ante sus vecinos, una situación fatal en Arabia. Al año siguiente, en el 625, se envió otro enorme ejército desde La Meca, bajo el liderazgo de Abu Sufyán. Decidió no asediar Medina, sino llevar a los musulmanes a una batalla abierta.

Routes of the Badr Campaign, 624 CE
Rutas de la Campaña de Badr, 624 d.C.
Tom66 (GNU FDL)

Sus fuerzas acamparon cerca de la montaña de Uhud, desde donde comenzaron a hostigar a sus enemigos; esta estrategia funcionó y el ejército musulmán se puso en marcha para enfrentarse al enemigo. Aunque de nuevo superados en número, los musulmanes esperaban otra victoria. Al principio, la batalla fue bien para los musulmanes; los mecanos abandonaron el campo y huyeron aterrorizados, dejando atrás sus campamentos con todas sus provisiones.

Al ver que el enemigo huía y que la victoria estaba a punto de llegar, la retaguardia abandonó su posición para recoger el botín de guerra de los campamentos (en contra de las estrictas órdenes de Mahoma). Esto supuso una oportunidad para los mecanos, cuya caballería atacó por sorpresa a los musulmanes. Los musulmanes, sorprendidos, sufrieron graves bajas; incluso Mahoma resultó herido. Los musulmanes se retiraron, pero los mecanos no los persiguieron. Regresaron a La Meca, declarando la victoria.

Batalla de la Trinchera

Dos años después, los musulmanes se enfrentaron a una amenaza aún mayor: una confederación. Mahoma había desterrado a dos tribus judías, Banu Qainuqa y Banu Nadir; las fuentes islámicas afirman que habían incumplido el Tratado de Medina, un tratado de alianza y no violencia formulado por Mahoma cuando asumió por primera vez el papel de rey. Estas tribus, junto con otras tribus judías de Jáibar (un oasis cercano a Medina, que era un bastión judío en Arabia), y otras tribus árabes menores se aliaron con los mecanos y marcharon hacia Medina, con la intención de sitiarla. Los musulmanes se prepararon para la defensa cavando una trinchera alrededor de la ciudad para inutilizar la caballería confederada; esta estrategia era desconocida para los árabes y proporcionó a los musulmanes una enorme ventaja táctica. El asedio de Medina, también conocido como la Batalla de la Trinchera (627), duró unos 30 días.

Battle of the Trench (627 CE)
Batalla de la Trinchera (627 d.C.)
Bless sins (GNU FDL)

Los defensores fueron perdiendo la paciencia a medida que pasaban los días —así como también los atacantes—, por lo que los confederados hicieron entonces una alianza secreta con otra tribu judía medinense, Banu Qurayza (que era neutral, aunque aún estaba bajo el Tratado de Medina), y el nuevo plan consistía en atacar a los musulmanes desde dos frentes. Mahoma fue informado de ello y envió hombres para defender también ese frente. Si se hubiera producido el ataque simultáneo, los musulmanes habrían sido seguramente derrotados, pero el Profeta tenía una última carta que jugar.

Las fuentes islámicas informan de que un respetado líder árabe de la confederación —Nuaym ibn Masud— era musulmán en secreto y recibió la orden de Mahoma de crear divisiones entre los líderes confederados y los Banu Qurayza. La falta de unidad, aunado a las fuertes defensas establecidas por los agredidos y al empeoramiento de las condiciones climáticas, obligó a los atacantes a retirarse; los musulmanes habían ganado claramente y con mínimas bajas.

La tribu de Banu Qurayza fue entonces acusada de traición al violar la paz. Utilizando un versículo de la Torá como excusa, un juez musulmán dictó una sentencia mortal que fue aprobada por Mahoma: todos los hombres fueron asesinados, las mujeres y los niños junto a ellos, y todas las propiedades fueron confiscadas. Desde entonces, este acontecimiento, bautizado como la Masacre de Qurayza, ha suscitado incesantes debates y discusiones. Lo que sí sabemos con certeza es que, si el complot de la confederación hubiera tenido éxito, el destino de los musulmanes no habría sido diferente.

Conquista de La Meca

En el año 628, cuando los musulmanes quisieron realizar la peregrinación (Hajj) a la Kaaba, los mecanos, temerosos de su creciente poder, les negaron la entrada, pero, en lugar de un conflicto, el asunto se zanjó con el Tratado de Hudaybiyya, que daba permiso a los musulmanes para realizar la peregrinación al año siguiente (la cual hicieron, pero una versión reducida de la misma, llamada umrah) y garantizaba la seguridad tanto de los mecanos como de los musulmanes.

Una vez resuelto el asunto con los mecanos, los musulmanes marcharon hacia la fortaleza judía de Jáibar en el año 628 de la era cristiana, cuyos habitantes se habían puesto del lado de los mecanos dos años antes. Los musulmanes capturaron Jáibar, pero permitieron a los lugareños permanecer en sus tierras bajo control musulmán. Esta tendencia de mantener a los no musulmanes locales bajo el dominio musulmán continuaría incluso después de la muerte de Mahoma. Los no musulmanes que vivían en tierras controladas por los musulmanes eran considerados dhimmi o personas protegidas y debían pagar un impuesto especial llamado jizya (al igual que los musulmanes pagaban el zakat o la limosna), aunque disfrutaban de una verdadera independencia religiosa. En algunos casos, se convertían para mejorar su estatus social o por devoción real, mientras que, en otros casos, aunque raramente, también se llevaban a cabo conversiones forzadas a pesar de que Mahoma había instruido claramente a sus seguidores en contra de ello.

Muhammad Conquers Mecca & Destroys Its Idols
Mahoma Conquista La Meca y Destruye sus ídolos
Unknown (Public Domain)

En dos años, los mecanos incumplieron el Tratado de Hudaybiyya al ponerse del lado de una tribu árabe (Banu Bakr) contra otra (Banu Khuza'ah) que era aliada de los musulmanes. En el año 630, el ejército musulmán se acercó a La Meca; las puertas se abrieron y la ciudad se rindió. Mahoma entró en La Meca y ofreció a toda la gente una amnistía si se refugiaba en la Kaaba o en la casa de Abu Sufyán (que para entonces había aceptado el Islam). A continuación, destruyó todas las estatuas de la Kaaba y la declaró oficialmente lugar sagrado para el Islam. En este lugar realizaría más tarde su primera y última peregrinación completa (o Hajj, en el año 632, antes de su muerte; de ahí que también se conozca como la peregrinación de despedida en la tradición islámica), y fue también donde anunció que la revelación divina —el Corán— se había completado.

Muerte del Profeta

Otra confederación (de beduinos) fue aniquilada en la batalla de Hunayn (630), y Mahoma también envió ejércitos para conquistar otras regiones importantes de Arabia. La ciudad de Taif, de la que se había visto obligado a huir, se sometió a su dominio en el año 631. El intento de consolidar el poder sobre las tribus árabes que vivían bajo el dominio bizantino fracasó con la derrota musulmana en la batalla de Mu’tah (629), pero dio a los sucesores de Mahoma una idea para sus futuros esfuerzos (exitosos) contra los bizantinos.

Gates of the Prophet's Mosque, Medina
Puertas de la Mezquita del Profeta, Medina
AishaAbdel (CC BY-SA)

A su muerte, en el año 632, Mahoma era el líder político más poderoso de toda Arabia. La mayoría de las tribus se habían convertido al Islam, aunque la mayoría de estas conversiones tenían una motivación política más que espiritual. Este hecho sería muy relevante tras la muerte de Mahoma, ya que estas tribus se separarían del imperio islámico y tendrían que volver a ser controladas. Tras una breve enfermedad, Mahoma murió en paz en su propia casa con su esposa más joven, Aisha (hija de Abu Bakr), a su lado.

Conclusión

Mahoma fue un hombre con una visión y un talento administrativo excepcionales que, además, comandó ejércitos en la batalla con una habilidad y un carisma increíbles sin ninguna experiencia previa. Soportó muchas dificultades para difundir su mensaje, que seguramente creía que era la verdad que le había dado Dios, sobre todo porque abandonar este camino habría supuesto una recompensa más allá de sus sueños, como le habían prometido los mecanos al principio cuando intentaban silenciarlo.

Islamic Conquests in the 7th-9th Centuries
Conquistas islámicas en los siglos VII al IX
Simeon Netchev (CC BY-NC-SA)

Como era habitual en su época, Mahoma se casó con varias mujeres, tras la muerte de su primera esposa. Estos matrimonios estaban destinados principalmente a cimentar las alianzas tribales, y Mahoma trataba a sus esposas con el máximo respeto y amor. La poligamia puede parecer inadecuada en la era moderna, pero no podemos objetar que la gente viva según las normas de su tiempo. Mahoma, aunque no tuvo hijos que sobrevivieran (lo que se consideraba necesario para que uno fuera recordado y por lo que se burlaron duramente de él en su época), no ha sido olvidado. El nombre de Mahoma sigue siendo hasta hoy uno de los nombres musulmanes más populares en todo el mundo, y su mensaje ha llegado a un número sin precedentes de creyentes.

Aunque los no musulmanes critican la insistencia musulmana en que no se represente a Mahoma con ninguna imagen, esto es importante para los musulmanes, que creen que esas imágenes equivalen al tipo de idolatría al que se oponía Mahoma. No tener una imagen visual de Mahoma permite interpretar al Profeta a su manera y esto permite una conexión más íntima con el fundador de esta fe. Cada vez que los musulmanes de hoy en día oyen, hablan, leen o escriben su nombre, añaden «la paz sea con él», en señal de respeto por todo lo que sacrificó en su vida para predicar la religión de la pacificación.

Eliminar publicidad
Publicidad

Bibliografía

La World History Encyclopedia está asociada a Amazon y recibe una comisión por las compras de libros que cumplan los requisitos.

Sobre el traductor

Francisco Soto
Francisco es un joven profesor de francés e inglés. Sus intereses incluyen historia, religión y lingüística. Está involucrado en varios proyectos para traducir textos sobre civilizaciones antiguas al español. Sigue ahora con una Maestría en Educación Superior.

Sobre el autor

Syed Muhammad Khan
Muhammad es biólogo, entusiasta de la historia y escritor independiente, que ha contribuido activamente a la Enciclopedia desde 2019.

Cita este trabajo

Estilo APA

Khan, S. M. (2019, diciembre 02). Profeta Mahoma [Prophet Muhammad]. (F. Soto, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18626/profeta-mahoma/

Estilo Chicago

Khan, Syed Muhammad. "Profeta Mahoma." Traducido por Francisco Soto. World History Encyclopedia. Última modificación diciembre 02, 2019. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18626/profeta-mahoma/.

Estilo MLA

Khan, Syed Muhammad. "Profeta Mahoma." Traducido por Francisco Soto. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 02 dic 2019. Web. 17 abr 2024.

Afiliación