Dinastía Qin

Definición

Joshua J. Mark
por , traducido por Rosa Baranda
publicado 01 julio 2020
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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Chariot, Terracotta Army (by Dennis Jarvis, CC BY-SA)
Carro del ejército de terracota
Dennis Jarvis (CC BY-SA)

La dinastía Qin (221-206 a.C.) fue la primera dinastía imperial de China (definida como la era de gobierno dinástico centralizado en China entre 221 a.C. y 1912 d.C.) que unificó los diferentes Estados independientes tras el periodo de los Reinos Combatientes (en torno a 481-221 a.C.), una era de guerras casi constantes resultante del declive de la dinastía Zhou (1046-256 a.C.).

Fue fundada por Shi Huangdi (que reinó de 221-210 a.C.), quien entendió que la política Zhou de un gobierno descentralizado había contribuido a su fin y en consecuencia estableció un Estado centralizado que redujo el poder de la aristocracia, eliminó las fronteras entre los diferentes estados y funcionaba de acuerdo con los preceptos de la filosofía del legalismo. Surgió del Estado de Qin (pronunciado «chin»), que es el que le da el nombre a China, porque era el Estado más occidental y por tanto con el que más contacto tenían los mercaderes occidentales.

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Los primeros años de reinado de Shi Huangdi se centraron en consolidar su poder y en atraer a las clases bajas a través de iniciativas tales como proyectos arquitectónicos y la construcción de caminos y canales que facilitaron los viajes en gran medida y proporcionaron trabajo. Entre sus logros se cuenta una versión primitiva de la Gran Muralla china, el Gran Canal y su enorme tumba custodiada por los guerreros de terracota.

No obstante, al mismo tiempo también se dedicó a desmantelar muchos de los logros culturales de los Zhou, que sentía que habían debilitado el Estado, a la vez que mantuvo y mejoró cualquier innovación Zhou que hiciera avanzar la guerra china o su poder personal. Para alrededor de 213 a.C. su necesidad de controlar todos los detalles de las vidas de sus súbditos, y el miedo a una rebelión, habían convertido a China en un Estado policial en el que las libertades estaban severamente limitadas y la clase campesina había quedado reducida al nivel de la esclavitud forzada.

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La obsesión de Shi Huangdi con la inmortalidad, combinada con su necesidad de control absoluto, desestabilizó su reinado.

La obsesión del emperador por la inmortalidad, combinada con su necesidad de controlarlo todo, desestabilizó su reinado, lo que a su vez condujo a medidas aún más restrictivas a medida que aumentaba el miedo a una rebelión o el asesinato. Murió en 210 a.C. tras beber un elixir de mercurio que creía que lo haría inmortal y las intrigas de la corte, aunadas con el gobierno inepto de su hijo, llevaron al declive rápido del imperio. El último gobernante Qin fue asesinado en 206 a.C. y tras una sangrienta guerra civil por la sucesión, se fundó la dinastía Han (202 a.C. - 220 d.C.), que reconectaría por completo con los logros de las dinastías anteriores rechazados por los Qin.

Auge y caída de la dinastía Zhou

En un principio, el Estado de Qin no era más que uno de los muchos estados bajo la dinastía Zhou. Los Zhou habían derrocado a la dinastía Shang (en torno a 1600-1046 a.C.), que decían que se había vuelto corrupta y había perdido el Mandato del Cielo. El Mandato del Cielo era un concepto que se concibió por primera vez con los Shang (aunque se desarrolló plenamente con los Zhou) que decía que el monarca se legitimaba a través de la voluntad de los dioses, que formaban una especie de contrato con él para que cuidara de sus súbditos y garantizara su prosperidad. Se consideraba que un monarca (o una dinastía) tan solo poseía el Mandato del Cielo mientras fuera evidente que sus políticas le convenían al país en conjunto, no solo a sí mismo; cuando se hacía evidente que el gobierno estaba perpetuando políticas que solo lo beneficiaban a él; es decir, cuando los demás no veían prosperidad alguna, se entendía que el rey había perdido el Mandato del Cielo y que había que sustituirlo por otro gobernante que aprobasen los dioses.

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Después de derrocar a los Shang, la dinastía Zhou estableció un Estado descentralizado que funcionaba como una sociedad feudal, y fue tan bien que lograron extender ampliamente sus territorios, al principio mediante la conquista y luego agrandando los diferentes estados que le habían jurado lealtad al rey. Los Zhou mejoraron las innovaciones culturales de los Shang en áreas como la agricultura, la escritura, la educación, la tecnología, la metalurgia, la música, el dominio de caballos y las técnicas de construcción. Sin embargo, la descentralización del gobierno chino alentó a los diferente Estados a buscar una mayor autonomía, que al final llevaría al declive y la caída.

Map of Western Zhou
Mapa de Zhou Occidental
Philg88 (CC BY-NC-SA)

El primer periodo, conocido como Zhou Occidental (1046-771 a.C.), tocó a su fin con una invasión bárbara de occidente, posiblemente del pueblo xirong (o rong), y después el gobierno Zhou siguió adelante dando paso a la era conocida como Zhou Oriental (771-256 a.C.) cuya primera etapa se conoce como período de las Primaveras y Otoños (en torno a 772-476 a.C.), llamada así por las crónicas estatales de la época, los Anales de Primavera y Otoño. Esta fue la época de las Cien Escuelas de Pensamiento y del desarrollo de las escuelas filosóficas del confucianismo, el taoísmo y el legalismo, entre otras. No obstante, también fue un periodo de violencia y caos creciente, a medida que el gobierno zhou se iba debilitando y los diferentes Estados, que ahora eran todos más fuertes que el zhou, quisieron establecer su valía para recibir el Mandato del Cielo.

Los Estados combatientes y el ascenso de los Qin

Los siete Estados aspirantes eran Chu, Han, Qi, Qin, Wei, Yan y Zhao. Sin embargo, ninguno podía reclamar la supremacía porque todos sentían que los Zhou seguían teniendo el Mandato del Cielo, que solo podría pasar a quien demostrara ser el más poderoso. Pero esto resultó ser difícil porque todos los Estados utilizaban las mismas técnicas bélicas y respetaban las mismas reglas de gallardía. La famosa obra El arte de la guerra de Sun Tzu (en torno a 500 a.C.) fue un intento de proporcionarle a un Estado un manual de instrucciones sobre cómo ganar la guerra, pero no parece que se leyera mucho, al menos no al principio, y las guerras incesantes siguieron adelante.

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En un principio, el Estado de Qin tenía la ventaja de la localización y la habilidad ecuestre. Se decía que lo había fundado Gao Yang (o Zhuanxu), uno de los cinco emperadores legendarios predinásticos que se dice que gobernaron en torno a 2852-2070 a.C., cuyos descendientes, la familia Ying, vivían en la región. Mucho más tarde, el octavo monarca de la dinastía Zhou, el rey Xiao (que reinó de 872-866 a.C.), se dio cuenta de la presencia de un joven de la familia Ying, Feizi (muerto en 858 a.C.), al que se le daba bien la cría de caballos y lo recompensó con tierras en el valle de Qin. En consecuencia, la dinastía Qin se acabó asociando con los caballos y con el alto nivel de maestría ecuestre desarrollada por los Zhou. Los Qin también tenían el control de las tierras occidentales y, posiblemente, una asociación o alianza con los xirong, que eran jinetes excelentes y guerreros fieros.

Shi Huangdi
Shi Huangdi
Dennis Jarvis (CC BY-SA)

No obstante, ni siquiera estas ventajas fueron suficientes como para decantar la guerra en favor de los Qin hasta que no adoptaron las políticas de uno de sus propios estadistas, Shang Yang (muerto en 338 a.C.), que abogaba por una guerra total y la victoria a cualquier precio, ignorando las viejas reglas de la gallardía militar. No se sabe si Shang Yang había leído a Sun Tzu o no, pero sus filosofías se parecían bastante. Sin embargo, ignoraron las teorías de Yang hasta que el joven rey Qin, Ying Zheng, las llevó a la práctica y derrotó a los otros seis Estados uno tras otro en poco tiempo. El Estado Han fue el primero en caer en 230 a.C., después el Zhao en 228 a.C., luego los Wei en 225 a.C., los Chu en 223 a.C., los Yan en 222 a.C. y los Qi en 221 a.C.; después Ying Zheng se autoproclamó Shi Huangdi («el primer emperador») y estableció la dinastía Qin.

Política y tiranía

Las políticas iniciales de Shi Huangdi estaban dirigidas a la unificación y la consolidación de poder en un gobierno central robusto. El historiador Will Durant comenta:

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[Shi Huangdi] simplificó las ceremonias oficiales, acuñó una moneda estatal, dividió la mayoría de los estados feudales, se preparó para la prosperidad de China mediante el establecimiento de una propiedad campesina de la tierra y allanó el camino para la unificación construyendo caminos en todas direcciones desde la capital... Viajó disfrazado y desarmado y fue tomando nota de todos los abusos y errores para después decretar órdenes inconfundibles para corregir tales problemas. Alentó la ciencia y desalentó las letras. (696)

Para proteger a su pueblo de la invasión de los xiongnu nómadas del norte, decretó construir una muralla a lo largo de las fronteras del país. En un principio se utilizaron las piedras de las murallas que habían dividido los diferentes Estados, y esto formaría la primera versión de lo que más adelante se conocería como la Gran Muralla china. Les ordenó a todos los estados que entregaran las armas, para después fundirlas y crear obras de arte y estatuas que celebrasen el nuevo Estado. También decretó obras hidráulicas, que en un principio crearon empleo para el pueblo igual que hiciera la Gran Muralla, y el resultado fue una versión primitiva del Gran Canal.

A primera vista, los primeros años de su reinado parecen un modelo para cualquier monarca sobre el verdadero liderazgo y el cuidado del pueblo, pero Shi Huangdi tan solo interpretó el Mandato del Cielo en términos de su propio poder e importancia propia; sus súbditos eran los medios para un fin, no el fin en sí mismos. La gente que trabajaba en la muralla o en el canal, así como en otras obras públicas, incluso si en un principio recibían una paga, no tardaron en pasar a ser conscriptos sacados de sus casas para trabajar a cambio de migajas y viviendas comunales.

The Great Wall of China in Snow
La Gran Muralla China cubierta de nieve
Steve Webel (CC BY-NC-SA)

La escuela filosófica del legalismo, una versión primitiva de la que defendía Shang Yang y que más tarde desarrollaría Han Feizi (en torno a 280-233 a.C.), dio forma a las leyes y dictaminó cómo tenía que vestir, hablar e interactuar el pueblo. El legalismo promulgaba que las personas solo estaban motivadas por el interés propio así que las leyes tenían que ser estrictas y enfocadas para controlar a la población y castigar las infracciones.

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Las vidas del pueblo con los Qin se volvieron duras, limitadas y más inciertas que lo que lo habían sido durante el Periodo de los Reinos Combatientes porque los funcionarios gubernamentales podían llevarse a quien quisieran para trabajar en los proyectos del emperador, sin importar su clase social o su ocupación. Tan solo los hombres del emperador tenían permitido portar armas para que fuera imposible tener que enfrentarse a una resistencia armada e, incluso de haber habido armas disponibles, Shi Huangdi contaba con una red de espías, una policía secreta e informantes que habrían revelado el complot antes de tener siquiera la oportunidad de ponerse en marcha.

La quema de libros

A pesar de todo, había otras maneras de resistirse a la tiranía del emperador chino, que tomaron la forma de estudiosos confucianos e intelectuales de otras escuelas que escribían tratados y textos que criticaban el régimen comparándolo con dinastías del pasado, en especial con la gloria de la dinastía Zhou primitiva. En su apogeo los Zhou habían funcionado con una política de fengjian («fundación»), un sistema feudal de gobierno descentralizado y Estados distintos en el que cada uno actuaba según sus propios intereses, pero con lealtad al rey y en una jerarquía establecida que le permitía a cada individuo reconocer su lugar y su función en la sociedad. Esta política, tal y como habrían destacado los eruditos, había resultado en la prosperidad y la felicidad de la gente de todas las clases sociales. Por el contrario, Shi Huangdi había confundido la jerarquía al eliminar el poder de los nobles y convertir al resto de clases (comerciantes, obreros y artesanos) en esclavos, ignorando el Mandato del Cielo de cuidar de su pueblo por encima de sí mismo.

Shi Huangdi suprimió la libertad de expresión, hizo reescribir los códigos legales y quemó libros y ejecutó a eruditos.

En 213 a.C. el primer ministro Li Siu (o Li Si, en torno a 280-208 a.C.) le sugirió a Shi Huangdi se compilaran las historias de todas las dinastías pasadas y se destruyeran a excepción de la historia del Estado de Qin y que cualquiera que intentase ocultarlas y preservarlas debería ser ejecutado. Cualquier obra que expresase los conceptos del periodo de las Cien Escuelas de Pensamiento también debería destruirse incluidos textos educativos estándar conocidos como los Cuatro Libros y Cinco Clásicos de la dinastía Zhou. Cualquiera que hablara de tales temas debería ser ejecutado y cualquier oficial que oyese tales conversaciones y no informara de ello también debería morir. Las únicas excepciones eran las obras sobre medicina, ciencia, agricultura, adivinación y otros temas prácticos.

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Shi Huangdi aprobó el plan al instante. Todas las escuelas filosóficas a excepción del legalismo se prohibieron. Shi Huangdi suprimió toda libertad de expresión, hizo reescribir los códigos legales para que siguieran más estrechamente su visión personal y, siguiendo la sugerencia de Li Siu, quemó los libros y ejecutó a los eruditos, así como a cualquiera que se negase a entregar sus libros o intentase ocultarlos. Aunque algunos historiadores modernos afirman que estos acontecimientos no ocurrieron tal y como lo describe el historiador Sima Qian (145/135-86 a.C.), nadie ha negado todavía que ocurriese realmente.

Declive y caída

A partir de 213 a.C. Shi Huangdi se fue volviendo cada vez más paranoico y errático. Sufrió tres intentos de asesinato, que no hicieron sino causarle más ansiedad y alentar políticas aún más restrictivas. Cambiaba de habitación cada noche, siempre iba armado e hizo aumentar la seguridad. Su miedo a una muerte inminente alentó su obsesión con la inmortalidad y les encargó a sus oficiales de confianza que encontraran alguna manera de vivir para siempre además de partir en viajes a áreas en las que parecía prometedor encontrar un elixir. Al mismo tiempo, dedicó más recursos a la construcción de su gran tumba, del tamaño de una ciudad, con su propio ejército, desde donde planeaba continuar su reinado en la otra vida.

Shi Huangdi murió en uno de estos viajes al beberse un elixir de mercurio. No se sabe si fue un asesinato consumado o un suicidio inintencionado, pero tradicionalmente su muerte se ha considerado un accidente. Después, Li Siu ocultó la muerte del emperador y se llevó el cuerpo de vuelta a la capital en una caravana de pescado para ocultar el olor hasta que pudiera hacerse con el testamento de Shi Huangdi, que nombraba sucesor a su hijo mayor, Fusu (muerto en 210 a.C.) y cambiarlo por su hijo menor, Hu Hai. Fusu tenía una personalidad fuerte e imponente y era amigo del general Meng Tian (muerto en 210 a.C.) y, de convertirse en emperador, sin duda Li Siu sería sustituido. Por el contrario, Hu Hai era un niño mimado, consentido por su profesor, el canciller Zhao Gao, y resultaría fácil manipularlo.

The Terracotta Army, Shaanxi Province
El Ejército de terracota, provincia de Shaanxi
Shawn Kinkade (CC BY-NC-SA)

El plan de Li Siu funcionó, la muerte del emperador se anunció después de que Li Siu y el canciller Zhao Gao (muerto en 207 a.C.) hicieran que Hu Hai cambiara el testamento, eliminaron a Fusu y a Meng Tian y proclamaron a Hu Hai emperador Qin Er Shi (que reinó de 210-207 a.C.) con los puestos poderosos de Li Siu y Zhao Gao asegurados. Qin Er Shi demostró ser un rey débil y el control que tenía el gobierno sobre el pueblo se fue debilitando constantemente durante su reinado. Era conocido por su mal genio, ordenaba la muerte de cualquiera que le trajera malas noticias y su legado más duradero es el origen del dicho «no mates al mensajero» sobre una reacción negativa al recibir una información adversa.

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Después Zhao Gao se volvió contra Li Siu, lo acusó de traición y lo mandó ejecutar. Después obligó a Qin Er Shi, que había aprobado la muerte de Li Siu, a suicidarse o enfrentarse al deshonor por su papel a la hora de cambiar el testamento, por la muerte de Fusu y básicamente por usurpar el trono, y parece que Zhao Gao lo amenazó con desvelarlo todo.

Después Zhao Gao instaló en el trono al hijo de Fusu, Ziying (muerto en 206 a.C.), con la intención de controlarlo, pero Ziying lo engañó y lo hizo ejecutar junto a toda su familia. Sin embargo, a Ziying no le fue mejor que a Qin Er Shi a la hora de restaurar la autoridad Qin y en 206 a.C. estalló una rebelión total que acabó liderada por el noble Xiang Yu de Chu (232-202 a.C.) y el plebeyo Liu Bang de Han (en torno a 256-195 a.C.). En 206 a.C. Liu Bang llegó a la capital Qin de Xianyang primero y aceptó la rendición de Ziying. Xiang Yu, que llegó después, ejecutó a Ziying y a su familia poniendo así fin a la dinastía Qin.

Conclusión

Después Xiang Yu y Liu Bang se volvieron el uno contra el otro y se lanzaron a una guerra total en el conflicto conocido como la disputa Chu-Han (206-202 a.C.) que se cobraría miles de vidas. Al final Liu Bang consiguió sobreponerse al secuestrar a la concubina de Xiang Yu, la dama Yu, que era el gran amor de su vida, y haciendo caer a las fuerzas Chu en una situación imposible en la batalla de Gaixia (202 a.C.). La dama Yu se suicidó y, tras darle sepultura, Xiang Yu se escapó, pero lo persiguieron y antes de caer preso decidió suicidarse. Liu Bang pasó a establecer la dinastía Han y gobernó como el emperador Gaozu (que reinó de 202-195 a.C.).

Aunque la dinastía Qin se suele nombrar de manera positiva como la primera entidad política en unificar China y darle el nombre por el que se conoce el país en Occidente, el reinado de Shi Huangdi y sus ineptos hijo y nieto fue una época oscura para el pueblo, que acabó empobrecido, abusado y secuestrado de sus hogares para servirle al ego del emperador. Un detalle revelador es que la dinastía Qin es la más corta, tan solo 15 años, en la historia de la China imperial a causa de su brutalidad y rechazo descarado del valor central del Mandato del Cielo que dice que un gobernante debería cuidar de su pueblo por encima de cualquier consideración personal.

Tras sus gestos iniciales, Shi Huangdi siguió un camino que desafiaba directamente el Mandato, representado perfectamente en la quema de libros y la ejecución de aquellos que intentaron preservar su herencia y la esperanza para el futuro. No hay manera de saber cuántos textos de las Cien Escuelas de Pensamiento se quemaron, pero teniendo en cuenta el extenso alcance de Shi Huangdi a través de su red de espías, se cree que la cantidad es bastante elevada, lo cual representa una pérdida tremenda de historia cultural, filosofía china y literatura china.

La insistencia de Shi Huangdi en la primacía de los Qin y de su propio reinado alentó sus intentos de eliminar los importantes logros de la dinastía Zhou que también representaba el legado de los Shang. Al separar su dinastía de las anteriores, el emperador quiso evitar lo que él veía como sus debilidades y errores, pero también rechazó sus puntos fuertes y sus logros. La historia de la dinastía Qin se debería entender como una episodio aleccionador sobre negar el pasado, ya sea a nivel personal, nacional o global, en un intento de crear un presente que al final no puede ser más que insostenible porque no tiene unos cimientos sobre los que alzarse.

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Sobre el traductor

Rosa Baranda
Traductora de inglés y francés a español. Muy interesada en la historia, especialmente en la antigua Grecia y Egipto. Actualmente trabaja escribiendo subtítulos para clases en línea y traduciendo textos de historia y filosofía, entre otras cosas.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark es cofundador y director de contenido de la World History Encyclopedia. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2020, julio 01). Dinastía Qin [Qin Dynasty]. (R. Baranda, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11964/dinastia-qin/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Dinastía Qin." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. Última modificación julio 01, 2020. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11964/dinastia-qin/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Dinastía Qin." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 01 jul 2020, https://www.worldhistory.org/Qin_Dynasty/. Web. 14 jul 2025.

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