Pintura mural romana

Artículo

Mark Cartwright
por , traducido por Eva Bruzos Bruyel
Publicado el 11 agosto 2013
Disponible en otros idiomas: inglés, neerlandés, francés
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Los interiores de los edificios romanos de todo tipo presentaban muy a menudo una decoración suntuosa a base de colores y diseños llamativos. Para el siglo I a.C., era habitual el uso de pinturas murales como el fresco, así como de estuco para crear efectos en relieve, en los edificios públicos, viviendas particulares, templos, tumbas y hasta construcciones militares de todo el mundo romano. Los diseños podían ir del intrincado detalle realista a representaciones verdaderamente impresionistas que a menudo cubrían todo el espacio mural disponible, incluido el techo. Entre los temas y objetos representados podía haber retratos; escenas mitológicas; arquitecturas donde se usaba la técnica del trampantojo o trompe‑l'oeil; flora y fauna; y hasta jardines y paisajes rurales o urbanos enteros con los que se creaban unos panoramas espectaculares de 360° que transportaban al espectador desde los confines de una estancia pequeñita al mundo sin límites de la imaginación del pintor.

Roman Frescoed Room
Habitación con frescos romanos
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Materiales y técnicas

Las pinturas murales se creaban mediante una meticulosa superposición de distintas capas de material. Tanto Vitruvio como Plinio el Viejo describen el procedimiento ideal. Primero, se aplicaba sobre la superficie un revestimiento rugoso de mortero, a veces de tres capas de grosor, compuesto de cal y arena (o puzolana volcánica). A continuación, se añadían otras tres capas, esta vez utilizando una mezcla de cal y mármol pulverizado para conseguir un acabado más liso; y después, con cristal, mármol y tela, se pulía la superficie y se preparaba para pintar. Los colores se aplicaban cuando la superficie todavía estaba húmeda (fresco), pero también podían añadirse los detalles una vez seca (temple). Si la superficie era de madera, los colores podían disolverse primero en cera para luego aplicarlos sobre la pared con una espátula.

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Fresco, Pompeii
Fresco, Pompeya
Mary Harrsch (Photographed at the Museo Archaeologico Nazionale di Napoli) (CC BY-SA)

Diseños

Los pintores de murales de la antigua Roma (o quizás sus clientes) preferían los colores terrosos naturales como las tonalidades oscuras de los rojos, amarillos y marrones. También eran populares los pigmentos azules y negros para los diseños más básicos, pero los restos hallados en una tienda de pinturas de Pompeya demuestran que disponían de una amplia gama de tonalidades. En las paredes se pintaba todo tipo de escenas, cuyo contorno solía trazarse primero en ocre rojo. Influidas al principio por los artistas helenísticos, las escenas de la mitología griega gozaban de especial popularidad, sobre todo aquellas en las que participaba Dioniso. Otros temas populares eran las luchas de gladiadores, los paisajes, los edificios, los jardines y las naturalezas muertas. Entre los motivos decorativos que se repiten sin cesar hay trípodes, fruta, follaje, cintas, candelabros, máscaras teatrales y elementos arquitectónicos como columnas, por citar algún ejemplo.

La abundancia de ejemplos que han pervivido en yacimientos como los de Pompeya y Herculano ha permitido clasificar la pintura mural romana en cuatro estilos distintos. En el primer estilo —que se popularizó desde comienzos del siglo II a.C.—, la forma típica de pintar la pared consistía en un zócalo inferior; una zona intermedia que solía estar dividida en tres; y un friso y una cornisa superiores, como en la arquitectura clásica. El estuco se utilizaba para darles un efecto tridimensional a ciertos puntos de la decoración, en particular a la cornisa. Un ejemplo de este estilo puede verse en la casa Samnita de Herculano.

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Cubiculum Fresco, Villa of the Farnesina, Rome
Fresco de un cubículo, Villa de la Farnesina, Roma
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

El segundo estilo —que se originó en Roma alrededor del 90 a.C.— introdujo en el diseño las columnas pintadas, a menudo con un arquitrabe y un frontón que servían de marco para unas escenas que podían estar enmarcadas a su vez por columnas. Las pinturas ganan perspectiva y tanto las escenas religiosas como las de culto gozan de especial popularidad. Otra característica de este estilo consiste en pintar otras composiciones más pequeñas enmarcadas a ambos lados de una escena central grande y llamativa. La casa de Livia en el monte Palatino de Roma tiene unos ejemplos excelentes de este estilo.

En el tercer estilo —que apareció durante el reinado de Augusto—, los elementos arquitectónicos se vuelven más fantásticos y recargados. Continúan predominando el negro, el rojo y el amarillo, pero aparecen tanto los verdes como los azules y se deja liso más espacio mural. También se le presta mucha más atención a la simetría que a la perspectiva. Un ejemplo magnífico es la casa de Lucrecio Fronto en Pompeya.

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Roman Fresco, Villa of the Farnesina, Rome
Fresco romano, antigua villa romana de la Farnesina, Roma
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

En cuanto al cuarto estilo y su extremada ornamentalidad, en Pompeya es donde mejor se aprecia, pues muchas de las villas se redecoraron siguiendo sus parámetros tras el terremoto del 62 d.C. La casa de los Vetios muestra las características de este estilo de grandes paneles centrales: uso creciente del blanco en los fondos; mayor detallismo; y retorno de la perspectiva a unas pinturas que incluyen motivos decorativos más intrincados, cenefas florales y frisos entre los paneles.

Las novedades que se hubiesen dado después en el desarrollo de la pintura mural romana son más difíciles de rastrear debido, por un lado, a la falta de ejemplos que hayan resistido el paso del tiempo; y, por el otro, a la preferencia general en épocas posteriores por los revestimientos de mármol y por la pintura al temple, que se conserva peor que el fresco auténtico. Parece que continúan los elementos del tercer y del cuarto estilo, pero se usa menos el zócalo y se abandona en gran medida la división tripartita de las paredes para permitir escenas individuales a mayor escala en las que aparecen figuras legendarias. Para el siglo III d.C., una de las mejores fuentes de pintura mural es la que suministran las catacumbas cristianas, donde eran populares las escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento, como la de Daniel en el foso de los leones, la de la ballena de Jonás o las de los milagros de Cristo. También estuvo de moda dividir las paredes y el techo con listeles y rayas sobre un fondo blanco.

Garden Fresco, Livia's Villa, Rome
Fresco de un jardín, villa de Livia en Prima Porta, Roma
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Algunos ejemplos destacados

En el comedor o triclinio (triclinium en latín) de la residencia del siglo I a.C. conocida como la villa de Livia (esposa de Augusto) en Prima Porta, Roma, un panorama de 360° que representa un jardín con maneras impresionistas recorre todo el perímetro de la estancia como si no hubiese esquinas. El jardín, de una variedad y exuberancia impresionantes, incluye plantas, flores, fruta, laureles, palmeras, vides, pájaros e insectos, todo pintado a tamaño real sobre un luminoso cielo azul. La profundidad y la perspectiva se logran de manera ingeniosa representando los objetos con mayor detalle cuanto más cerca están del espectador, mientras que los objetos del fondo se pintan con menos nitidez. Una valla bajita de cañas y mimbres en primer plano completa la ilusión de que uno se encuentra en un jardín paradisíaco en vez de en una habitación pequeña y claustrofóbica sin ventanas.

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Cupid Frieze, House of the Vettii, Pompeii
Friso de Cupido, casa de los Vetios, Pompeya
M.Violanti (Public Domain)

El triclinio de la villa particular del siglo I d.C. conocida como la casa de los Vetios, en Pompeya, tiene algunas de las imágenes más famosas de la pintura mural romana. Sus paredes de color rojo vivo están divididas por unas bandas negras y el friso que discurre por encima del zócalo retrata a Cupidos y Psiques enfrascados en todo tipo de actividades: practicando rituales religiosos; lanzando flechas; corriendo en carros tirados por antílopes; vendiendo flores y perfumes; y hasta trabajando de orfebres, viticultores y panaderos. Todo este carrusel de escenas culmina luego en una procesión en honor de Dioniso con carretas tiradas por cabras y el dios pastoril Pan.

Fresco, Livia's Villa, Rome
Fresco, villa de Livia en Prima Porta, Roma
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Conclusión

La pintura mural romana nos ha permitido, en definitiva, atisbar de un modo único los gustos y preferencias artísticas de los antiguos romanos. Además, gracias a los delicados frescos que han sobrevivido milagrosamente a los estragos del tiempo, podemos ver por nosotros mismos las prácticas religiosas y culturales, la arquitectura, las actividades económicas y hasta la comida del mundo romano; pero también mirar y admirar exactamente lo mismo que les gustaba contemplar a unas personas de las que nos separan veinte siglos de historia.

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Bibliografía

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Sobre el traductor

Eva Bruzos Bruyel
Soy una traductora autónoma del inglés e italiano al español especializada en los campos del turismo y la historia. A mis yayos y sus relatos del pasado les debo mi pasión por esta última.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor a tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2013, agosto 11). Pintura mural romana [Roman Wall Painting]. (E. B. Bruyel, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-597/pintura-mural-romana/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Pintura mural romana." Traducido por Eva Bruzos Bruyel. World History Encyclopedia. Última modificación agosto 11, 2013. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-597/pintura-mural-romana/.

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Cartwright, Mark. "Pintura mural romana." Traducido por Eva Bruzos Bruyel. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 11 ago 2013, https://www.worldhistory.org/article/597/roman-wall-painting/. Web. 17 jun 2025.

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