La casa tradicional japonesa

Artículo

Mark Cartwright
por , traducido por Lorena Sarre
Publicado el 17 julio 2019
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés, portugués, turco

La casa tradicional del Japón antiguo y medieval (1185-1606) es una de las contribuciones más distintivas que ese país ha aportado a la arquitectura mundial. Mientras que los ricos y poderosos vivieron en castillos y haciendas, y los pobres en humildes casas de campo o en barrios suburbanos hacinados, un gran número de japoneses de clase media vivieron en lo que se convirtió en la casa japonesa por excelencia. Entre las características que continúan siendo populares en la actualidad están las paredes de papel de arroz, las puertas corredizas y los biombos, así como pisos cubiertos de tatamis, sofá-camas y un enfoque minimalista en la decoración.

A Traditional Japanese Interior
Un interior tradicional japonés
David A. LaSpina (CC BY-NC-SA)

El enfoque japonés

La mayoría de las construcciones en Japón, tanto en la antigüedad como actualmente, deben ser capaces de resistir tifones anuales y, ocasionalmente, tsunamis y terremotos. Además, los veranos pueden ser muy calurosos, los inviernos muy fríos, y cada año hay una temporada de fuertes lluvias. Los japoneses de la antigüedad y la Edad Media encontraron una solución sencilla para esto: no hacer construcciones con la intensión de que fueran duraderas. Por esta razón las casas, en lugar de resistir las inclemencias, estaban hechas para ceder a sus caprichos y, si sucedía lo peor, estaban diseñadas para ser reconstruidas fácilmente. Esa manera de construir también implicó que muy pocos edificios antiguos hubieran sobrevivido hasta nuestros días, aunque ciertamente su estilo y sus soluciones arquitectónicas sí permanecieron.

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LA CLASE SAMURAI SENTÍA GRAN ADMIRACIÓN POR LA ARQUITECTURA ZEN DE LOS TEMPLOS BUDISTAS.

Japón tenía un sistema de clases muy estratificado, y la arquitectura era una de los muchos elementos que las autoridades usaban para mantener el status quo y reforzar la idea de que cada quien tenía su sitio correcto en la vida. Existían, por ejemplo, leyes suntuarias específicas que impedían a la gente común tener casas del estilo que los samuráis preferían. La clase samurái sentía gran admiración por la arquitectura de los templos budistas influenciada por el Zen, e imitaban su minimalismo y austeridad en sus propias casas. Estas tendencias eventualmente llegaron a las construcciones hechas para clases sociales inferiores. Uno de los elementos en que las clases bajas estuvieron a la par de las clases superiores fue en la escasez de muebles, pero usualmente eso se debía más a la falta de recursos que a una preferencia estética.

Exteriores

Antes de la era moderna, las construcciones domésticas japonesas (minka) se podrían dividir en las siguientes categorías:

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  • casas de campesinos (noka)
  • casas de pescadores (gyoka)
  • casas de montaña (sanka)
  • casas urbanas (machiya)

Aunque todas ellas tenían variaciones regionales dependiendo del clima y la disponibilidad de materiales locales, se pueden identificar algunas características en común. Las casas en zonas rurales, por ejemplo, eran de un solo piso, estaban hechas de madera y se elevaban del suelo mediante columnas. Tenían pisos de tierra endurecida (doma) donde se cocinaba, y contaban con un espacio elevado con piso de madera para dormir. Las casas urbanas eran más pequeñas que las de las demás categorías por la frecuente falta de espacio en las ciudades, pero este problema se resolvió construyendo hacia arriba, por lo que muchas machiya tenían dos pisos. Era bastante común que las casas urbanas estuvieran unidas unas a otras, y que los baños y las tomas de agua se compartieran entre vecinos. Muchas casas urbanas también funcionaban como los lugares de trabajo de sus propietarios: contaban con un pequeño taller o una tienda. Las ventanas estaban protegidas por paneles de madera corredizos (amado) que fungían como cortinas. Para resistir la lluvia, los techos estaban hechos a dos aguas y con aleros, e iban cubiertos de paja, baldosas o cortezas. La entrada principal tenía su propia cubierta (genkan).

Exterior of a Traditional Japanese House
Exterior de una casa tradicional japonesa
Juuyoh Tanaka (CC BY)

El estilo arquitectónico de casas más refinadas se conoció como shinden-zukuri en la época medieval, y un elemento importante en él fue la combinación de casa y jardín. Los jardines estaban diseñados para ser vistos desde varios puntos de la casa al mover ventanas y paredes corredizas. Eran típicamente paisajistas, y podían tener árboles, arbustos con flores, conjuntos de pastos especiales, áreas con musgo, colinas artificiales, elementos con agua y un jardín de rocas. El jardín no debía ser un espacio grande necesariamente, puesto que todos sus elementos se podían miniaturizar. Los jardines más grandes a menudo contaban con su propia casa de té rústica (sukiya), un espacio hecho especialmente para la Ceremonia del Té japonesa. Inicialmente, el estilo shinden-zukuri fue únicamente disfrutado por la clase samurai.

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Interiores

La sala de estar (zashiki) se utilizó primero en las casas de los samuráis que, como miembros de la clase alta, debían dar audiencias a sus vasallos y oficiales. Por la misma razón, una parte del piso de la sala podía estar ligeramente elevado (jodan-no-ma). Posteriormente, la idea se esparció entre las casas de la gente común durante la Edad Media tardía. En la misma sala a veces también podía encontrarse un escritorio empotrado (tsukeshoin) viendo hacia la pared, otro vestigio de las casas samurái.

Traditional Japanese Hearth
Fogón tradicional japonés
Fg2 (Public Domain)

Las puertas corredizas interiores cubiertas de papel (fusuma) se hacían pegando papel (o a veces incluso seda) sobre un delicado marco de madera entrelazada. Para jugar con el tamaño de los espacios, se abrían o cerraban las puertas corredizas, y a menudo las ventanas eran diseñadas del mismo modo. Sobre ambos elementos podía situarse un travesaño o ramma, un rectángulo de madera tallada que proveía de más aire y luz al lugar. El espacio interior se podía dividir más mediante biombos de papel (shoji) que podían ser plegables (byobu) o consistir de un único panel (tsuitate). El papel que se usaba en los biombos era usualmente más delgado y traslúcido que el usado en las paredes. Algunas casas más rústicas podían tener persianas de bambú o junco (sudare) sobre las ventanas.

los pergaminos a menudo eran colocados en nichos hechos en la pared para ese propósito (tokonoma), y podían mostrar una pintura o un ejemplo de caligrafía fina.

El piso de madera de la casa tradicional japonesa estaba cubierto por tatamis rectangulares hechos de paja y con una capa superior de pasto tejido. Los tatamis datan del periodo Heian (794-1185 d.C.), y tanto el grosor como el patrón del tejido eran indicadores de estatus en el Japón medieval. Aunque su tamaño no estaba exactamente estandarizado por todo el país, el número de tatamis que era posible colocar en una habitación se convirtió en una forma común de medir el tamaño del piso. El tamaño de un tatami en la época medieval era de unos 85cm x 173cm. Para proveer calefacción se utilizaban braseros de carbón (hibachi) o un fogón central, y como iluminación, durante la Edad Media, se usaron antorchas de madera o lámparas de aceite.

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Mobiliario

En las casas japonesas medievales había poco mobiliario, pero éste podía incluir cojines de piso (zabuton), descansabrazos portables, una mesa baja (chabudai), pequeños armarios de almacenaje (kodana), alacenas ocultas (shoji), y baúles (tansu). Estos elementos con frecuencia estaban hechos de maderas exóticas o bambú, y su diseño podía ser más refinado si se utilizaba laca o chapa de oro. Los objetos valiosos como armas o joyería se guardaban en baúles, que algunas veces se colocaban en la esquina noreste de la casa, donde se creía -según la antigua tradición Ainu (la población japonesa originaria)- que habitaba el espíritu guardián del hogar, Chiseikoro.

Japanese Tea Room
Sala de té japonesa
Angelina Earley (CC BY-NC-ND)

La ropa se solía guardar en percheros o anaqueles, y las camas consistían en un tatami grueso, varios tatamis apilados, o un futón: un colchón delgado relleno de algodón, lana o paja que podía doblarse fácilmente y guardarse en un anaquel o ponerse en una esquina cuando no se utilizaba. Para los meses más fríos se usaba una manta de lana o algodón, kakebuton; y para dormir durante el verano se podía colocar un mosquitero que colgaba del techo, un invento que se utiliza en Japón desde la antigüedad.

Decoración

Mucha gente colocaba obras de arte en sus casas, y éstas podían ser muy variadas. Los pergaminos colgantes (kakemono o kakejiku) estaban hechos de seda o papel. Tenían un poste de madera en la parte inferior que fungía como peso para mantenerlo extendido sobre la pared y ayudaba a enrollarlo para guardarlo. Dichos pergaminos a menudo eran colocados en nichos hechos en la pared para ese propósito (tokonoma), y podían mostrar una pintura, un ejemplo de caligrafía fina o una combinación de ambas. En el caso de las pinturas, éstas típicamente mostraban paisajes, y usualmente eran cambiadas al inicio de cada una de las cuatro estaciones para que su temática coincidiera con el clima en que eran vistas.

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A Japanese Folding Screen
Biombo plegable japonés
Gryffindor (Public Domain)

Otra forma de lucir el gusto artístico era mandando hacer pinturas en el papel de las puertas corredizas, en las paredes de papel o en los biombos, pero una manera más barata de decorar la casa era comprando impresiones de xilografía. Éstas fueron especialmente populares en los pueblos y ciudades del siglo XVII y usualmente mostraban escenas urbanas (especialmente relacionadas con actividades de ocio), lugares escénicos famosos y actores. Las impresiones eran pegadas directamente a las paredes o paneles. Los objetos puramente decorativos eran poco usados en las casas, pero quizá podía exhibirse alguna fina pieza de porcelana o laqueada. A veces se colocaban algunos ornamentos, como un arreglo floral o un quemador de incienso, sobre un par de repisas escalonadas (chigaidana).

Aunque hubiera algunas piezas valiosas de colección en una casa japonesa, éstas no estaban resguardadas de ninguna forma, y un ladrón sólo debía deslizar una ventana, o incluso la puerta de entrada, para entrar. Por este motivo, quienes podían solventarlo, a menudo contrataban un cuidador si se iban a ausentar por cualquier cantidad de tiempo. Otra consecuencia de esta falta de seguridad era que cualquier persona desconocida que se acercara a una casa era considerada sospechosa, por lo que las visitas debían gritar “discúlpeme” al acercarse a la entrada, una tradición que aún continúa en el Japón moderno.

This content was made possible with generous support from the Great Britain Sasakawa Foundation.

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Sobre el traductor

Lorena Sarre
Tracuctora. Profesora. Fotógrafa. Foodie.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor a tiempo completo. Se interesa especialmente por el arte, la arquitectura y por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones en World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2019, julio 17). La casa tradicional japonesa [A Traditional Japanese House]. (L. Sarre, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1426/la-casa-tradicional-japonesa/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "La casa tradicional japonesa." Traducido por Lorena Sarre. World History Encyclopedia. Última modificación julio 17, 2019. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1426/la-casa-tradicional-japonesa/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "La casa tradicional japonesa." Traducido por Lorena Sarre. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 17 jul 2019. Web. 24 abr 2024.

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