Aproximadamente a 107 kilómetros (67 millas) al norte de Aurangabad, en la cordillera de Indhyadri de los Ghats occidentales, se encuentran las cuevas de Ajanta. Las 30 cuevas, famosas por la arquitectura de templos budistas primitivos y muchos murales delicadamente dibujados, están ubicadas en una escarpa en forma de herradura de 76 metros de altura con vistas al río Waghora (tigre). El río se origina en una pintoresca cascada llamada sat kund (siete saltos) justo al lado de la última cueva. Esta cascada es un poderoso recordatorio de las fuerzas naturales que durante incontables eones han dado forma a las capas basálticas de la meseta de Decán. Este paisaje primitivo que también forma parte del Santuario de Vida Silvestre de Gautala, proporciona un telón de fondo adecuado para una de las mejores colecciones de pinturas de la antigüedad de la India.
En 1983 recibió estatus de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, sin embargo se desconoce cuál era el nombre original del lugar. Su nombre actual se deriva de un pueblo vecino, cuya pronunciación local es "Ayinza". Sería interesante notar que Ajita es el nombre coloquial de Maitreya Buda.
El período de excavaciones (usado como sinónimo del tallado de las cuevas) se puede dividir en dos grandes fases. Las cuevas más antiguas (cueva 8, 9, 10, 12, 13 y 15A), pertenecientes a la fase Hinayana del budismo se remontan aproximadamente al siglo II a.C., y su período de actividad continúa alrededor del siglo I a.C. durante el gobierno de la dinastía Satavahana (siglo II a.C. - siglo II d.C.). La última fase de actividades, entre los siglos V y VI d.C., tuvo lugar en gran medida bajo el patrocinio de la dinastía Vakataka (siglo III - siglo V d.C.). Los Vakatakas fueron contemporáneos del Imperio gupta. El mayor florecimiento de esta fase tuvo lugar durante el breve pero notable reinado del Emperador Vakataka, Harisena (460 d.C. - 477 d.C.). Para entonces, la “tendencia mitificadora del pensamiento indio” (Coomaraswamy) ya había dado origen al budismo mahayana a partir de prácticas más austeras del hinayana.
AJANTA TIENE 30 CUEVAS: CINCO SON CHAITYA (SALA DE ORACIÓN) Y EL RESTO SON VIHARA (MONASTERIO).
La excavación y creación de las cuevas parece haber sido un esfuerzo más comunitario en la primera fase. Los esfuerzos grupales contribuyeron a la construcción de varias partes de las cuevas, desde las fachadas hasta las celdas individuales. Sin embargo, más adelante la construcción estuvo marcada por el patrocinio de mecenas influyentes y feudatarios locales. Las inscripciones de las cuevas 4, 16, 17, 20 y 26 indican que a menudo se construían múltiples cuevas bajo el beneficio de un patrón; los ejemplos incluirían al rey local Risika Upendragupta, el primer ministro Varahadeva de Harisena y el monje asmaka Buddhabhadra. El patrocinio real, sin embargo, no restringió su accesibilidad a un grupo exclusivo de personas. Así, a pesar de ser un emperador shaivaíta (al menos en el momento de acceder al trono), Harisena presidió la ejecución de algunas de las mejores representaciones de las leyendas budistas.
Si bien el entorno pacífico puede explicar por sí mismo la elección inicial de un establecimiento monástico budista, las cuevas también se encuentran cerca de las antiguas rutas comerciales y la capital del Imperio Satavahana, Pratishthana (actualmente Paithan, a 130 km al sur de Ajanta). El gobierno fue benévolo, el comercio floreció y las ciudades prosperaron. El budismo ya era popular y los bhikshu (monjes) budistas viajaron a través de la meseta de Decán como emisarios siguiendo el enérgico patrocinio del emperador mauria Aśoka el Grande (304 - 232 a.C.).
Las cuevas de Ajanta no se excavaron de forma aislada, sino que una variedad de actividades similares dieron como resultado una serie de cuevas complejas en los Ghats occidentales; algunos de estos incluyen las cuevas de Karli, Bhaja, Kanheri, Junnar, Nasik, Kondana y Pitalkhora. Es muy posible que la inspiración para estas cuevas excavadas en la roca proviniera de un conjunto de estructuras similares en Barabar y las colinas de Nagarjuni ubicadas en el distrito de Jehanabad, a 24 kilómetros al norte de Gaya. Estas fueron construidas durante el reinado de Aśoka y su nieto Dasarath (232 - 224 a.C.), quien lo sucedió en el trono.
La permanencia de la arquitectura excavada en la roca en comparación con las estructuras de madera independientes predominantes y la ventaja de la ubicación de tales viviendas fueron argumentos poderosos a favor de estos experimentos. El complejo de cuevas en Ajanta abarca 30 cuevas. De estas, cinco (9, 10, 19, 26 y 29) son chaitya (salas de oración con una estupa en el otro extremo) y el resto son vihara (monasterios). Las cuevas están numeradas según su disposición relativa a lo largo de la curva de herradura en sentido contrario a las agujas del reloj desde el extremo exterior y no según el momento de la excavación o el propósito.
Las pinturas de Ajanta
Debido a su fragilidad inherente, a los agentes naturales y los actos mal intencionados, los murales de Ajanta han sufrido daños considerables o algunos casos irreparables. A pesar de ello, la excelente artesanía, específicamente en las cuevas 1, 2, 16 y 17, brilla aún hoy a través de las superficies profanadas y ennegrecidas; las narraciones fluyen sin restricciones de las paredes de una cueva a la siguiente con una flexibilidad natural. El profundo conocimiento de la naturaleza y la profunda compasión infunden cada trazo y cada gesto con una ardor y una ternura que producen una impresión indeleble en el corazón y la mente del espectador. Es un mundo de movimientos gráciles y “autocontrol sereno” (Coomaraswamy) muy alejado del arte personal de la época moderna. Traídos a la vida por artistas anónimos, los murales rastrean el atman (alma) más allá de la verosimilitud y las emociones transitorias, reflejando la psique social colectiva.
Sería un error considerar que todas las pinturas fueron realizadas de manera uniforme debido a que hay variaciones de estilo y trabajo de manos menores que se mezclan con las de los artistas principales. A pesar de ello, los rostros conmovedores y los gestos expresivos tienen un significado infinito. Esto incluye esas señales con las manos conocidas como mudras que son fundamentales para el yoga, la meditación y la danza teatro india.
El arte de Ajanta es el de una escuela. Es importante recordar que la búsqueda del arte por el arte no constituía el único objetivo y la búsqueda de la belleza no era un fin en sí mismo; el gran arte religioso de Ajanta a través de toda su sinceridad y su refinamiento actúa como una serie de marcadores cruciales hacia el viaje interior.
Técnicas de pintura
La superficie rugosa de las paredes de la cueva se hizo aún más irregular para proporcionar un agarre firme al yeso de recubrimiento hecho de tierra ferruginosa molida, grava de roca, arena, fibras vegetales, cáscara de arroz y otros materiales fibrosos de origen orgánico. Una segunda capa de barro, tierra ferruginosa mezclada con polvo de roca pulverizada o arena y fina fibra vegetal, ayudó a cubrir todo el interior de la cueva. A continuación, la superficie se trató con una fina capa de cal sobre la que se aplicaron pigmentos. Excepto el negro, que se obtenía del kohl, todos los demás pigmentos eran de origen mineral. Eran de uso frecuente la tierra verde o glauconita para el verde o el lapislázuli para el azul, por ejemplo, así como el caolín, el yeso o la cal.
Una de las peculiaridades de los murales de Ajanta es que el poder de expresión depende principalmente de la rapidez de sus contornos. Las pinceladas audaces y amplias retratan una intimidad y sensibilidad que, aunque los colores brillantes originales casi se han desvanecido, revelan que se trata de obras de mentes expertas y manos seguras.
Los cuentos de Jataka consisten en narraciones relacionadas con diferentes encarnaciones de Buda, formando una fuente abundante para un proyecto magnífico de la escala de Ajanta. El humor pintoresco, la gentileza distinguida y la seriedad que caracterizan esta tradición formaban parte de una tradición oral y se seguían independientemente del credo o las lealtades. Su amplia adopción en Ajanta demuestra una ya amplia aceptación entre los sacerdotes y el pueblo por igual.
A medida que el budismo evolucionó desde el Hinayana anterior hasta la fe Mahayana, las representaciones y pinturas se transformaron. En las cuevas 9 y 10, el Iluminado estaba representado solo simbólicamente por el árbol Bodhi, paduka (calzado de madera), rueda, entre otros y no pictóricamente. En la última fase del desarrollo, influidos profundamente por el budismo Mahayana, los murales reclutan un panteón venerable de seres celestiales que incluye a Kinnara, Vidyadhara y Gandharva, entre otros. Luego, Ajanta nos presenta apropiadamente una cornucopia de creencias, atmósfera intelectual, cultura, instituciones, economía, aventuras y las costumbres de las masas y la nobleza durante medio milenio y más.
Esculturas de Ajanta
Los paralelismos entre los murales de las paredes de las cuevas, las esculturas y motivos escultóricos que adornan Ajanta son múltiples. Ambos experimentan una notable transformación durante las diferentes fases de desarrollo, ambos se inspiran en los magnánimos cuentos de Jataka y ambos son igualmente elocuentes a través de gestos expresivos o la falta de ellos. Buda como el yogui sentado es el epítome del reposo y la estabilidad, Buda en abhaya mudra alienta la autoconfianza digna. Además de las formas sentadas, abundan las posturas de pie de no menos variedad e importancia ya que estos sutiles movimientos de manos y extremidades comunican el pensamiento impulsor en sí mismo mucho más que la actuación o acto subsiguiente. Así que el creador de imágenes indio hizo un uso extensivo de estos elegantes movimientos para lograr un poderoso impacto.
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El budismo Hinayana, con su filosofía racionalista y su prohibición expresa de representaciones pictóricas de Buda, no podría haber inspirado un arte metafísico comparable a la grandeza de la fase posterior. Así, más allá de motivos simbólicos y estupas (de las cuevas 9, 10), se observa poca actividad escultórica en las cuevas excavadas en la fase anterior.
Las esculturas en Ajanta fueron revocadas y pintadas, aunque hoy en día cualquier rastro de este último es invisible a simple vista. El garbha griha (sanctasanctórum) de cada vihara contiene casi invariablemente en postura sentada la figura de Buda en dharma chakra pravartana mudra (Buda en actitud de prédica pronunciando su discurso). La colosal figura de Buda en la cueva 26 o las estatuas de Buda que flanquean la entrada a la cueva 19 muestran una versatilidad en escala y estructura narrativa que se apoya igualmente en rasgos delicados y formas delineadas. La fachada de la cueva 19 con sus pilares y pilastras intrincadamente tallados, motivos decorativos en hileras de arcos chaitya y otras peculiaridades estructurales son maravillosos ejemplos de una escultura al unísono y de la arquitectura en un todo armonioso.
Arquitectura en Ajanta
Al igual que los murales y las esculturas, los elementos arquitectónicos también evolucionaron continuamente bajo diferentes influencias y motivaciones. En la medida en que Ajanta fue una aplicación del conocimiento hereditario, también le dio forma un proceso de descubrimiento y aprendizaje constante, la incorporación de nuevas ideas y formas de otros sitios como Bagh y un vocabulario artístico en constante evolución. La arquitectura del complejo de cuevas es única porque refleja la habilidad cada vez mayor de los artesanos, educados en un estilo arquitectónico ya muy desarrollado pero que no están familiarizados con el medio excavado en la roca. Por lo tanto, Ajanta en todo su esplendor representa una integración exitosa de la magnificiencia de las estructuras contemporáneas con las peculiaridades y el potencial del medio basáltico.
Como se mencionó anteriormente, hay cinco chaityas en el complejo de cuevas y el resto son vihara. Una chaitya tiene forma absidal o rectangular con pasillos a ambos lados de una nave con techo de cañón; cada pasillo está separado por una fila de pilares. La nave contiene una estupa, objeto de culto, en el extremo terminal. Los primeros chaityas imitaron meticulosamente las estructuras de madera contemporáneas, como se puede ver en las decoraciones y pilares del techo abovedado.
A diferencia de las primeras estupas de las cuevas 9 y 10, las construidas en fechas posteriores, como las de las cuevas 19 y 26, tienen una imagen de Buda esculpida en la cara frontal. Otra característica distintiva de la cueva 10 es su entrada gigante de un solo arco y su fachada relativamente sin decoración que da paso a una puerta más pequeña con una ventana colocada arriba. Las fachadas hábilmente decoradas y los pórticos con columnas dan testimonio de un cambio definitivo en las actividades arquitectónicas desde la austeridad inicial.
Un vihara, también llamado sangharama, era una morada monástica que constaba de una sala central con celdas residenciales contiguas; las cuevas 1 y 17 pueden tomarse como el ejemplo más representativo de un vihara en pleno desarrollo. Un porche o galería con columnas con elegantes adornos conduce a un espacioso salón central, de planta un tanto cuadrada con celdas para monjes excavadas en sus lados. Más adelante una antecámara se conecta con el garbha griha que contiene una imagen de Buda. Por lo tanto, se puede decir que el desarrollo arquitectónico avanzó desde una forma temprana sobria sin columnas, incluso restringida, hasta viharas con ambiciosos pilares ricamente ornamentadas.
Los agentes meteorológicos naturales y el retroceso de la pendiente en el orden de 5 a 7 m a lo largo de los siglos han dejado su impacto devastador en el frontispicio de muchas de las cuevas y lograron eliminar todas las escaleras (excepto algunas debajo de la cueva 17) que conectaban cada cueva con el cuerpo de agua ubicado en la parte inferior.
Declive de Ajanta
La interrupción repentina de las actividades en Ajanta inevitablemente coincide con la muerte prematura del emperador vakataka Harisena; pero las semillas de la disrupción se sembraron mucho antes. Las provincias de Asmaka al sur de Ajanta, Anupa (donde se encuentran las cuevas de Bagh) al norte y Risika, que incluía a Ajanta, fueron dominios heredados de Harisena: no tuvo que conquistarlos. Esto explica el hecho de que, a los pocos años de su ascenso al trono, se iniciaran trabajos de excavación en el sitio bajo el patrocinio de diferentes vasallos. No es difícil suponer que la situación fuera relativamente pacífica para los gobernantes vecinos, a pesar de tener una historia beligerante, ya que se unieron para patrocinar los proyectos en el mismo sitio.
Sin embargo, esto no duró mucho. A principios de 469 d.C., Asmaka comenzó un feroz conflicto con los señores risika. Todo el trabajo en Ajanta se detuvo en 472 d.C., y esta suspensión continuó hasta finales de 474 d.C. cuando Asmaka salió victorioso de la batalla. Desde entonces hasta la repentina muerte de Harisena a finales de 477 d.C., se realizaron muchos esfuerzos en el desarrollo de Ajanta. Pero con la muerte del emperador, los años dorados de Ajanta también terminaron abruptamente; mientras el caos reinaba bajo un sucesor inepto, estallaron violentos conflictos por la supremacía regional y el Imperio vakataka implosionó espectacularmente.
Para el año 480 d.C. todas las excavaciones habían cesado, la mayoría de los patrocinadores habían sido destronados o desposeídos de poder. Los sonidos de los cinceles y los cantos se transformaron a un silencio primitivo interrumpido solo por el canto de los pájaros o el parloteo de los monos. Después de todo, la última fase de crecimiento en Ajanta fue impulsada por una docena o incluso menos de patrocinadores cortesanos que esperaban tallar un monumento de magníficas proporciones y belleza. A diferencia de la era anterior, donde fue un esfuerzo de la comunidad lo que sentó las bases de Ajanta, esta segunda efusión estaba destinada a marchitarse con el cambio de fortuna de su puñado de donantes. Al final, lo que instigó su rápida expansión también obligó a su repentino abandono.
Después de una brecha de muchos siglos, Ajanta vuelve a prosperar gracias a los viajeros, eruditos y devotos de todos los continentes. Aunque ya no cumple el propósito para el que se construyó originalmente, tiene algo que ofrecer a cualquiera que pueda pasar unos momentos en contemplación tranquila en el interior. En conclusión, las siguientes palabras del renombrado arqueólogo alemán Ernst Walter Andrae (1875-1956), que se encuentran en Keramik im Dienste der Weisheit, pueden usarse para describir adecuadamente el significado del arte de Ajanta: "Es la tarea de arte el captar la verdad primordial, hacer audible lo inaudible, enunciar la palabra primordial, reproducir las imágenes primordiales, o no es arte”.
Magíster en Historia Militar con más de 20 años de servicio militar, actualmente realizando trabajos de investigación sobre desarrollo tecnológico en buques y memoria histórica con veteranos.
Dola es escritora, artista y aficionada al arte y la historia, Ella usa sus destrezas para crear narraciones atractivas dedicadas al arte, arquitectura, cultura e historia para la revista en línea Lucky Compiler y su blog, del cual ella es co-propietaria.
RC, D. (2015, diciembre 07). Ajanta [Ajanta].
(R. Pedraza, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-13770/ajanta/
Estilo Chicago
RC, Dola. "Ajanta."
Traducido por Rodrigo Pedraza. World History Encyclopedia. Última modificación diciembre 07, 2015.
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-13770/ajanta/.
Estilo MLA
RC, Dola. "Ajanta."
Traducido por Rodrigo Pedraza. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 07 dic 2015. Web. 12 oct 2024.
Licencia y derechos de autor
Escrito por Dola RC, publicado el 07 diciembre 2015. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.