"Sobre la naturaleza" de Gorgias

Artículo

Joshua J. Mark
por , traducido por Agustina Cardozo
Publicado el 01 marzo 2022
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Disponible en otros idiomas: inglés

Gorgias de Leontini (c. 427 a.C.) fue un célebre sofista griego que afirmaba que nada existe y, aunque existiera, su naturaleza no se puede comprender y, aunque se pudiera comprender, uno no podría comunicar esa comprensión a otra persona. Estas afirmaciones las hace en su obra Sobre la naturaleza, de la que hoy solo existe un fragmento.

El fragmento (también conocido como Sobre lo inexistente) se conserva en las obras del filósofo escéptico Sexto Empírico (c. 160 - c. 210 d.C.), que se identificaba con la filosofía de Pirro de Elis (c. 360 - c. 270 d.C.), fundador de la escuela filosófica del pirronismo. Empírico habría conservado el fragmento de Gorgias porque apoyaba el punto de vista pirronista de que la realidad no puede ser captada en su totalidad, y de que uno se turbaba en la vida por suponer que podía serlo. El pirronismo abogaba por un sano escepticismo de todas las afirmaciones para mantener el equilibrio y la paz mental.

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Philosopher, Byzantine Mosaic
Filósofo, mosaico bizantino
Hagia Sophia Research Team (CC BY-NC-SA)

El fragmento de Gorgias encaja perfectamente en la visión pirronista, ya que niega la posibilidad del conocimiento de la existencia objetiva y se cree que la obra original fue escrita como refutación del filósofo Parménides (c. 485 a.C.) y su afirmación de que la existencia se podía entender como compuesta por una única sustancia unificada, porque lo que es no puede proceder de la nada ni de lo que no es y, por tanto, lo que es debe haber existido siempre. Gorgias argumenta que ni siquiera se puede afirmar que la existencia existe, y mucho menos en qué consiste.

Gorgias podría estar dando una refutación sincera a Parménides, a la vez que muestra sus habilidades de persuasión.

También es posible que la obra fuera simplemente un alarde de retórica que Gorgias utilizaba para atraer a sus clientes ilustrando la maestría de su oficio al demostrar que nada existe aunque los sentidos indiquen lo contrario. Si este es el caso, el contenido podría considerarse sin sentido, ya que los conceptos solo se utilizan para mostrar un dominio de la persuasión y no estaban destinados a ser tomados en serio. Esta interpretación la sugieren otras obras de Gorgias en las que parece creer claramente en la realidad objetiva y apela a un entendimiento común de esa realidad para exponer sus argumentos. Al mismo tiempo, sin embargo, la obra podría ser una refutación sincera de Parménides, al tiempo que muestra las habilidades de persuasión de Gorgias.

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Sobre la naturaleza cayó más o menos en el olvido hasta que el interés por la obra fue reavivado por filósofos modernos atraídos por las afirmaciones de Gorgias sobre el conocimiento y la relación del pensamiento y la palabra con la realidad exterior. Desde mediados del siglo XX, el interés por la obra se ha extendido debido a su visión de la condición humana como compuesta por realidades separadas que nunca pueden comunicarse plenamente a los demás.

Refutación de Parménides

Los filósofos presocráticos (entre los que se encuentran tanto Parménides como Gorgias) se preocupaban principalmente por definir la Causa Primera de la existencia (reconociendo la "materia" original de la que procedía todo lo demás) y se sugirieron varias teorías antes de que Parménides pusiera fin a la indagación afirmando una única sustancia para la realidad que era la totalidad de esa realidad. Sugirió que la cuestión de la Causa Primera era una cuestión errónea porque lo que ahora existe siempre ha existido y siempre existirá; no hay principio ni habrá fin.

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Parmenides of Elea
Parménides de Elea
Raphael (Public Domain)

La obra de Parménides, como la de Gorgias y las de los demás, solo existe en fragmentos, pero hay suficientes para aclarar su visión básica. Afirmaba: "Hay un camino que es y un camino que no es" (el camino de la Verdad y el camino de la opinión) y la Verdad, aprehendida a través de la razón (posiblemente lo que Gorgias entiende por "Mente Pura"), revela la naturaleza real del Ser:

El ser no tiene llegada al ser ni destrucción, pues es todo miembro, sin movimiento y sin fin. Y nunca fue, ni será, porque es ahora, un todo junto, uno, continuo; ¿para qué creación de él mirarás? ¿Cómo, de dónde surgió? Tampoco te permitiré que hables o pienses en ella como surgida del No-Ser; pues no es expresable ni pensable que lo que es no sea. Además, ¿qué necesidad lo impulsó, si surgió de la nada, a producirse más tarde o más temprano? Por lo tanto, debe ser absolutamente, o no ser. Tampoco la fuerza de la credibilidad admitirá jamás que algo llegue a ser, además del ser mismo, a partir del no-ser... Así, la llegada al ser se apaga y se destruye también en lo invisible.

Tampoco es divisible, ya que todo es igual. Tampoco hay nada que pueda impedir que se mantenga unido, ni nada menor, sino que todo está lleno de ser. Por lo tanto, es todo continuo; pues el ser está cerca del ser... Pero está inmóvil en los límites de los poderosos lazos, sin principio, sin cesar, ya que el devenir y la destrucción han sido llevados muy lejos, y la verdadera convicción los ha rechazado... Pensar es lo mismo que el pensamiento que es; pues no encontrarás el pensamiento sin el Ser al que se refiere. Porque nada más es o será excepto el Ser, ya que el destino lo ha atado a ser un todo e inmóvil; por lo tanto, todas las cosas que los mortales han establecido, creyendo en su verdad, son sólo un nombre: "devenir" y "perecer", "ser" y "no-ser", y cambio de posición, y alteración del color brillante. (Freeman, 43-44, fragmento 8/Baird, 24-25)

Como todo el Ser es Uno, y todas las criaturas participan del Ser, el movimiento y el cambio tenían que ser ilusiones creadas por las percepciones de los sentidos. Confiando en los sentidos, uno creía que una persona podía moverse del punto A al punto Z pero, como ambos puntos eran uno, ese movimiento era imposible. Las afirmaciones de Parménides fueron desarrolladas por su alumno Zenón de Elea (c. 465 a.C.) y, posiblemente, ampliadas por Meliso de Samos (c. siglo V a.C.). Los filósofos que siguieron a Parménides trataron de conciliar su modelo con la realidad cotidiana del movimiento y el cambio, pero Gorgias parece haberlo descartado como un sinsentido al demostrar que era tan fácil demostrar que el Ser no existía como que siempre había existido y seguiría existiendo.

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Marble Head of a Philosopher
Cabeza de mármol de un filósofo
Metropolitan Museum of Art (Copyright)

El texto

En el siguiente fragmento, Gorgias defiende la inexistencia y la imposibilidad de comprensión y comunicación de cualquier cosa. El texto está tomado de Sexto Empírico: Contra los profesores editado por R.G. Bury, con referencias cruzadas con Ancilla a los filósofos presocráticos de Kathleen Freeman y Clásicos filosóficos: filosofía antigua de Forrest E. Baird:

I. Nada existe.

(a) El No-Ser no existe.

(b) El Ser no existe.

i. Como eterno.

ii. Como creado.

iii. Como ambos.

iv. Como uno.

v. Como muchos.

(c) No existe una mezcla de Ser y No-Ser.

II. Si algo existe, es incomprensible.

III. Si es comprensible, es incomunicable.

I. Nada existe. Si algo existe, debe ser o bien el Ser o bien el No Ser, o bien el Ser y el No Ser.

(a) No puede ser el No-Ser, porque el No-Ser no existe; si lo hiciera, sería al mismo tiempo el Ser y el No-Ser, lo cual es imposible.

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(b) No puede ser el Ser, porque el Ser no existe. Si el Ser existe, debe ser eterno, o creado, o ambas cosas.

i. No puede ser eterno; si lo fuera, no tendría principio, y por lo tanto sería ilimitado; si es ilimitado, entonces no tiene posición, pues si tuviera posición estaría contenido en algo, y entonces ya no sería ilimitado, pues lo que contiene es mayor que lo contenido, y nada es mayor que lo ilimitado. No puede ser contenido por sí mismo, porque entonces la cosa que contiene y la cosa contenida serían lo mismo, y el Ser se convertiría en dos cosas (tanto la posición como el cuerpo), lo cual es absurdo. Por tanto, si el Ser es eterno, es ilimitado; si es ilimitado, no tiene posición ("no está en ninguna parte"); si no tiene posición, no existe.

ii. Del mismo modo, el Ser no puede ser creado; si lo fuera, debería proceder de algo, ya sea del Ser o del No-Ser, siendo ambos imposibles.

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iii. Del mismo modo, el Ser no puede ser a la vez eterno y creado, ya que son opuestos. Por lo tanto, el Ser no existe.

iv. El Ser no puede ser uno, porque si existe tiene tamaño, y por lo tanto es infinitamente divisible; al menos es triple, teniendo longitud, anchura y profundidad.

v. No puede ser muchos, porque los muchos se componen de los adicionales, de modo que al no existir el uno, tampoco existen los muchos.

(c) Es imposible una mezcla de Ser y No-Ser. Por lo tanto, como el Ser no existe, nada existe.

II. Si algo existe, es incomprensible. Si los conceptos de la mente no son realidades, la realidad no puede ser pensada; si la cosa pensada es blanca, entonces se piensa en el blanco; si la cosa pensada es inexistente, entonces se piensa en la inexistencia; esto equivale a decir que "la existencia, la realidad, no es pensada, no puede ser pensada." Muchas cosas pensadas no son realidades: podemos concebir un carro corriendo por el mar, o un hombre alado. Además, como las cosas vistas son objeto de la vista, y las cosas oídas son objeto del oído, y aceptamos como reales las cosas vistas sin que sean oídas, y viceversa; así que tendríamos que aceptar las cosas pensadas sin que sean vistas ni oídas; pero esto significaría creer en cosas como el carro que corre por el mar. Por lo tanto, la realidad no es objeto del pensamiento y no puede ser comprendida por él. La mente pura, como opuesta a la percepción sensorial, o incluso como criterio igualmente válido, es un mito.

III. Si algo es comprensible, es incomunicable. Las cosas que existen son perceptibles: los objetos de la vista son aprehendidos por la vista, los objetos del oído por el oído, y no hay intercambio; de modo que estas percepciones sensoriales no pueden comunicarse entre sí. Además, aquello con lo que nos comunicamos es el habla, y el habla no es lo mismo que las cosas que existen, los perceptibles; de modo que no comunicamos las cosas que existen, sino sólo el habla; así como lo que se ve no puede convertirse en lo que se oye, nuestro habla no puede equipararse a lo que existe, ya que está fuera de nosotros. Además, el habla se compone de los perceptos que recibimos del exterior, es decir, de los perceptibles; de modo que no es el habla la que comunica los perceptibles, sino los perceptibles los que crean el habla. Además, el habla nunca puede representar exactamente los perceptibles, ya que es diferente de ellos, y los perceptibles son aprehendidos cada uno por un tipo de órgano, el habla por otro. Por lo tanto, dado que los objetos de la vista no pueden ser presentados a ningún otro órgano que no sea la vista, y que los diferentes órganos de los sentidos no pueden darse información unos a otros, del mismo modo el habla no puede dar ninguna información sobre los perceptibles. Por lo tanto, si algo existe y se comprende, es incomunicable. (Sextus Empiricus 1.3/Freeman, 128-129, fragmento 3/Baird, 45-46)

Comentario

Parménides afirma que nada puede provenir de la nada y, por lo tanto, dado que algo existe, debe haber existido siempre y, siendo el caso, seguirá existiendo siempre. Además, como tiene una única naturaleza, es inmóvil, continua, pero mantenida "en los límites de poderosos lazos" que la fijan en una posición determinada. Parménides afirma que se llega a esta verdad a través de la razón, ya que "pensar es lo mismo que pensar que es", por lo que, si se puede concebir la realidad como un todo único y continuo, así debe ser, si el examen racional de esa posibilidad lo confirma.

Head of a Philosopher, Brundisium
Cabeza de un filósofo, Bríndisi
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Gorgias argumenta contra esto mostrando cómo un conjunto razonable de proposiciones puede ser probado lógicamente para llegar a una conclusión completamente diferente. No son solo las palabras de Gorgias en la página las que refutan a Parménides, sino su capacidad para aplicar la razón al modelo de Parménides y llegar a una conclusión diferente; la conclusión opuesta, de hecho. En lugar de que la razón y la lógica demuestren una única realidad que no puede ser cuestionada, Gorgias muestra cómo ambas pueden demostrar que la realidad es inexistente.

Utiliza la afirmación de Parménides sobre el Ser y comienza mostrando que su razonamiento es erróneo porque si el Ser/Realidad es ilimitado, entonces no tiene posición, y lo que no tiene lugar para existir, no puede existir. Si, como afirma Parménides, está "sostenido en límites", entonces no es ilimitado porque el "límite" no solo lo contendría sino que tendría que ser el más fuerte y, además, si todo es uno, lo que limita tendría que ser de la misma sustancia esencial que lo limitado, de modo que limitador y limitado serían uno, lo que Gorgias descarta como un absurdo.

Según Gorgias, aunque el Ser fuera comprensible, no sería comunicable porque cada individuo interpreta la realidad a su manera.

Sin embargo, lo que es igual de importante, aunque el Ser existiera como afirma Parménides, sería incomprensible porque, en contra de su afirmación de que el pensamiento es lo mismo que lo que se piensa, Gorgias afirma que el pensamiento es independiente de la realidad objetiva. Lo que se piensa de un escritorio no es lo mismo que un escritorio y, además, se pueden pensar cosas que no existen (Gorgias pone el ejemplo de un carro que atraviesa el mar o un hombre alado), por lo que se puede concluir que las personas pueden concebir conceptos que no existen en la realidad objetiva.

Por último, dice Gorgias, aunque el Ser fuera comprensible, no sería comunicable porque cada individuo interpreta la realidad a su manera ("el discurso se compone a partir de los preceptos que recibimos del exterior") y, por tanto, lo que a la persona A le parece un escritorio podría ser una mesa para la persona B, o la imagen de "escritorio" en la mente de la persona A podría ser significativamente diferente del "escritorio" de la persona B. Para que la persona A pueda transmitir con exactitud "escritorio" a la persona B, tendría que saber qué significa "escritorio" para la persona B, pero esto es imposible debido a cómo la persona A interpretaría la descripción de la persona B de un escritorio según su propia comprensión de "escritorio".

Conclusión

Este mismo problema sería abordado más de 2000 años después por el escritor y filósofo relativista Luigi Pirandello (1867-1936), quien afirmaba que la realidad era completamente subjetiva y que lo que uno creía que era verdad, era verdad. Se suele citar a Pirandello por hacerse eco de la famosa afirmación del sofista compañero de Gorgias, Protágoras (c. 485-415 a.C.), de que "el hombre es la medida de todas las cosas", pero también toca uno de los puntos centrales de la obra de Gorgias, sobre todo en el pasaje sobre las palabras y el entendimiento de Seis personajes en busca de autor:

Todo el problema reside aquí. En las palabras, en las palabras. Cada uno de nosotros tiene dentro de sí todo un mundo de cosas, cada hombre de nosotros su propio mundo especial. Y cómo podemos llegar a entendernos si yo pongo en las palabras que pronuncio el sentido y el valor de las cosas tal como las veo; mientras que vosotros, que me escucháis, debéis traducirlas inevitablemente según la concepción de las cosas que cada uno tiene en su interior. Creemos que nos entendemos, pero nunca lo hacemos realmente. (Acto I)

Dado que, según Gorgias (y más tarde Pirandello, entre otros), la interpretación que uno hace de la realidad es subjetiva, nadie puede hacer una afirmación objetiva que sea entendida como tal por los demás. Incluso una afirmación tan simple como "esta habitación está fría" puede ser cuestionada por otra persona en la habitación que la interpreta como cálida y, por lo tanto, según el razonamiento de Gorgias, si una afirmación tan simple sobre la temperatura de la habitación puede ser discutida, ¿cuánto más cualquier afirmación sobre la naturaleza de la realidad?

Las afirmaciones de Gorgias sobre las diferencias entre el pensamiento y el objeto-pensado, la realidad objetiva y la interpretación subjetiva, y la dificultad de comunicar las impresiones y las verdades individuales, atrajeron mucho a los poetas, escritores y filósofos del siglo XX que intentaban construir una filosofía de trabajo tras los horrores de la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Aunque el fragmento de Gorgias fue popularizado por el filósofo alemán Hegel (1770-1831) y el académico inglés Grote (1794-1871), sus conceptos fueron más reconocidos posteriormente, ya que varios escritores y pensadores comenzaron a coincidir con sus conclusiones.

Los modelos filosóficos y religiosos que se aceptaban antes de las guerras mundiales fueron cuestionados por la destrucción sin precedentes, la muerte y las abundantes pruebas de las atrocidades colectivas e individuales cometidas. Tras ambas guerras, la sugerencia de que cada individuo habitaba su propio mundo, incomunicable con los demás (lo que imposibilitaba el concepto de una realidad compartida o de valores universales) comenzó a tener sentido para muchos pensadores, lo que daba cuenta de ciertos aspectos del existencialismo y sigue ejerciendo una influencia significativa sobre filósofos de diversas escuelas de pensamiento en el presente.

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Preguntas y respuestas

¿De qué trata "Sobre la naturaleza" de Gorgias?

En "Sobre la naturaleza", Gorgias afirmaba que nada existía o, si existía, no se podía entender, y si se entendía, no se podía comunicar a otros.

¿Por qué se escribió "Sobre la naturaleza" de Gorgias?

Se cree que fue escrito como una refutación de las afirmaciones de Parménides sobre la unidad de la existencia o como un alarde de retórica o por ambas razones.

¿Existe todavía el "Sobre la naturaleza" de Gorgias?

El "Sobre la naturaleza" de Gorgias solo existe en la actualidad como un fragmento conservado en la obra "Contra los profesores" de Sexto Empírico y en una obra anónima menos conocida.

¿Se conoce el "Sobre la naturaleza" de Gorgias con algún otro nombre?

El "Sobre la Naturaleza" de Gorgias también se conoce como "Sobre lo inexistente" porque afirma que nada existe.

Sobre el traductor

Agustina Cardozo
Agustina es traductora pública (inglés/español), uruguaya, con estudios avanzados de Lingüística. Sus áreas de experiencia como traductora son la traducción biosanitaria y la traducción jurídica. Le interesan la Historia y las humanidades en general.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark es un escritor independiente y antiguo profesor de filosofía a tiempo parcial en el Marist College de Nueva York. Vivió en Grecia y Alemania y ha viajado por Egipto. Ha sido profesor universitario de historia, escritura, literatura y filosofía.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2022, marzo 01). "Sobre la naturaleza" de Gorgias [Gorgias' On Nature (On the Non-Existent)]. (A. Cardozo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1952/sobre-la-naturaleza-de-gorgias/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. ""Sobre la naturaleza" de Gorgias." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. Última modificación marzo 01, 2022. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1952/sobre-la-naturaleza-de-gorgias/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. ""Sobre la naturaleza" de Gorgias." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 01 mar 2022. Web. 25 abr 2024.

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