El campesino elocuente y la justicia egipcia

Artículo

Joshua J. Mark
por , traducido por Rosa Maria Barquin
Publicado el 06 octubre 2017
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Disponible en otros idiomas: inglés

La historia del campesino elocuente es una obra literaria del Imperio Medio de Egipto (2049-1782 a.C.) que ilustra el valor que la sociedad daba al concepto de justicia e igualdad ante la ley. En la historia, un campesino llamado Khun-Anup es golpeado y robado por Nemtynakht, un terrateniente rico que después le dice que no se moleste en quejarse a las autoridades porque nadie escuchará a un hombre pobre. El resto de la historia cuenta como Khun-Anup, creyendo en el poder de la justicia, contradice a Nemtynakht y gana el caso. Según la egiptóloga Miriam Lichtheim:

Esta extensa obra se conserva en cuatro copias de papiro que datan todos ellos del Imperio Medio. Las copias individuales están incompletas, pero juntas producen el texto completo que comprende 430 líneas. Las tres copias principales son P. Berlín 3023 (B1), P. Berlín 3025 (B2), y P. Berlín 10499 (R); el cuarto es P. Butler 527 = P. Museo Británico 10274. (169)

Las copias de la historia, y probablemente había muchas más, dan fe de su popularidad; el pueblo disfrutó de esta historia desde el Imperio Medio en adelante, tal y como señala la egiptóloga Margaret Bunson: "este tipo de historias deleitaban a los egipcios, que apreciaban los textos didácticos y admiraban especialmente la independencia y el coraje de los plebeyos" (85). Mientras que esto puede ser cierto, la presentación de la obra y la forma en la que el autor elige trabajar, habría contribuido también a su popularidad.

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Tale of the Eloquent Peasant
La historia del campesino elocuente
The Trustees of the British Museum (Copyright)

La obra toma la forma de un relato corto completo con diálogo, pero los discursos de Khun-Anup se dan en verso para proporcionar a la audiencia tanto de verosimilitud (al oir la elocuencia de khun-Anup de primera mano) como de variedad de forma (la obra está en prosa y en verso), lo cual fractura el punto de vista existente entre la narrativa directa de una tercera persona y las peticiones del campesino en primera persona. Mientras que esto parecería ser lo mismo al uso de diálogo de un autor en un relato corto, la diferencia significativa radica en la forma de los pasajes poéticos y en la identidad del hablante: no se pensaba que un campesino analfabeto fuera capaz de dominar la retórica.

Resumen

La historia comienza cuando Khun-Anup deja a su esposa e hijos en casa para viajar hacia el sur y negociar con sus bienes. Se da una lista detallada de todo lo que lleva, y el autor deja claro que la mercancía tiene bastante valor. En su viaje debe atravesar la propiedad del terrateniente de clase alta Nemtynakht, que ve los bienes de Khun-Anup y decide robárselos.

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Nemtynakht entiende que no puede quitarle la mercancía sin motivo alguno y por lo tanto piensa en tenderle una trampa. El campesino tendrá que llevar a sus burros por un sendero estrecho que hay en el terreno que limita con la cebada de Nemtynakht por un lado y con el agua por el otro. Nemtynakht coloca un trozo de tela en el sendero, los extremos de la tela tocan el agua en un lado y la cebada en el otro, y le dice a Khun-Anup que no puede pisarlos. Cuando el campesino intenta evitar los extremos de la tela moviéndose hacia la cebada, uno de los burros come un poco y así el terrateniente ya se puede justificar.

Egyptian Cattle Herd
Rebaño de ganado egipcio
Jan van der Crabben (CC BY-NC-SA)

Golpea a Khun-Anup por dejar que su burro robe una espiga de cebada y después confisca todos sus burros y mercancías. Khun-Anup clama justicia, pero Nemtynakht le dice que se calle; nadie escuchará la queja de un campesino contra un terrateniente. Sin embargo, Khun-Anup no va a aceptar este tipo de injusticia y va a la ciudad en busca del magistrado Rensi, hijo de Meru, que preside la región.

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Como sugiere el título de la obra, este campesino es particularmente habilidoso en hablar públicamente y convence a Rensi de haber sufrido una gran injusticia. Rensi accede a llevar el caso ante otros magistrados para que den su opinión. No obstante, los otros jueces lo consideran simplemente una cuestión de un campesino en conflicto con un terrateniente y desestiman el caso.

Después Rensi apela al rey, contándole cuán elocuente es el campesino, y el rey da instrucciones de alimentar al campesino, así como de enviar comida a su mujer e hijos, pero niega su apelación para que continúe haciendo sus discursos. El rey manda que estos discursos sean escritos y le sean entregados y luego el campesino recibirá justicia.

Rensi hace lo que el rey ordena y obliga a Khun-Anup a pedir justicia nueve veces; cada vez, sus palabras se ponen por escrito. Al final, el rey recompensa a Khun-Anup por su elocuencia y persistencia en buscar justicia. La propiedad del terrateniente es confiscada y entregada al campesino.

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Los discursos de Khun-Anup y Ma'at

Aunque son verdaderamente elocuentes, los discursos que da Khun-Anup no son nuevos en absoluto; son a menudo frases comunes de la historia anterior de Egipto sobre la ley, la justicia y la forma correcta de vivir de acuerdo al ma'at. El ma'at, definido como "armonía" y "equilibrio", era el valor cultural más importante de la civilización egipcia. Los dioses establecieron el ma'at cuando crearon el mundo, y el entendimiento humano de la justicia verdadera se fundaba en este concepto de vivir en equilibrio.

LOS DISCURSOS DE KHUN-ANUP ERAN MÁXIMAS NO SOLO DE COMO SE DEBERÍA VIVIR SINO TAMBIÉN DE LA RESPONSABILIDAD DE LOS JUECES DE SER JUSTOS SIN IMPORTAR LA CLASE SOCIAL DEL DEMANDANTE.

No solo la justicia egipcia se basaba en el ma'at sino también todos los aspectos de la vida de una persona estaban basados en ella. Vivir de acuerdo al ma'at significaba ser considerado con los demás, ser consciente del lugar en el que uno se encuentra en la jerarquía social, llevar a cabo los ritos adecuados en cuanto a la veneración de los dioses, respetar a los ancestros, observar los rituales funerarios adecuados y proporcionar ofrendas a los fallecidos amados, hacer honor a la naturaleza a través del cuidado del medio ambiente y la vida salvaje. La responsabilidad primordial del rey, de hecho, era el mantenimiento del ma'at. Si la persona vivía en sintonía con el espíritu del ma'at, se podía asegurar no solo una existencia harmoniosa en la tierra sino también la entrada al paraíso en el otro mundo.

El concepto de ma'at era tan importante que estaba personificado en una diosa que aparecía junto a Osiris, Thot y Anubis en El Pasillo de la Verdad en el juicio del alma tras la muerte. La pluma blanca de la diosa Ma'at se colocaba en el platillo de la balanza frente al corazón del alma del difunto; si el corazón era más ligero que la pluma, el alma podía continuar hacia el paraíso y, si era más pesado, se tiraba al suelo donde el monstruo Amut se lo comía y el alma dejaba de existir. La no existencia era más aterradora para los antiguos egipcios que cualquier tipo de "infierno", y por lo tanto este era un incentivo poderoso para que la persona viviera su vida en concordancia con el ma'at.

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Estos discursos de Khun-Anup eran máximas no solo sobre cómo se debía vivir sino también de la responsabilidad que tenían los jueces de ser justos y defender la ley sin importar la clase social del demandante o acusado. El egiptólogo William Kelly Simpson, en su comentario sobre La historia del campesino elocuente, señala:

El texto es fascinante no tanto por su contenido sino por la forma artística en que se expresa, ya que no cuenta nada nuevo o significante sobre el tema. El tema de los discursos del campesino es el concepto egipcio del Ma'at. (25)

Cada uno de los discursos repite y desarrolla lo que Khun-Anup ya ha dicho haciendo énfasis ligeramente diferentes en varios puntos, pero su enfoque central radica en el deber de las autoridades de dispensar justicia de manera igualitaria ante la ley. Un buen magistrado es aquel que no discrimina por la clase social del demandante, sino que reconoce los beneficios divinos de vivir en equilibrio e imparte justicia para todas las personas. En la tercera petición del campesino se dirige a Rensi, al que le dice:

Gran juez, mi señor,

tu eres Ra, señor del cielo, junto a tus cortesanos,

el sustento del hombre proviene de ti como de la inundación

eres Hapy [dios del Nilo] que reverdece los campos

revive los yermos campos.

Castiga al ladrón, salva al sufridor,

¡No seas una inundación contra el que suplica!

Presta atención porque la eternidad se acerca

desea perdurar como el dicho:

hacer justicia es el aliento de la nariz.

Castiga a quien deba ser castigado,

Y nadie igualará tu rectitud.

(líneas 140-147, Lichtheim, 175)

Más tarde, después de que Rensi ignore sus peticiones una y otra vez, la petición de Khun-Anup se acentúa más. Dirige su crítica personalmente a Rensi como magistrado que está en desacuerdo con el ma'at, que a través de sus injustas acciones desprecia su oficio y se daña no solo a sí mismo sino a los demás:

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Eres una persona instruida, hábil, de mucho talento.

¡Pero no para saquear!

Deberías ser un modelo para todos los hombres,

¡Pero tus asuntos son deshonestos!

¡La referencia de todos los hombres engaña a la tierra!

¡El viticultor del mal riega su parcela con delitos,

Hasta que de su parcela brota la falsedad,

de su finca fluyen delitos!

(líneas 261-266. Lichtheim, 179)

Los discursos de Khun-Anup srecuerdan a las obras anteriores del género conocido como Literatura Sapiencial y, en concreto, Las máximas de Ptahhotep que datan del periodo temprano del Imperio Antiguo de Egipto (alrededor de 2613-2181 a.C.). En un momento dado, el narrador en Ptahhotep dice:

Si se realiza una acción noble por alguien que está en la autoridad,

será de buena reputación para siempre,

y toda su sabiduría será duradera por siempre.

El hombre instruido cuida de su alma

asegurándose que esta estará contenta con él en la tierra,

al hombre instruido se le reconoce por lo que ha aprendido

y al noble por sus buenas acciones;

su corazón controla a su lengua,

y sus labios son claros cuando habla.

Sus ojos ven y sus oídos se complacen al escuchar

la reputación de su hijo

el cual actúa de acuerdo al ma'at y está libre de toda falsedad.

(líneas 15:13-16;1, Simpson, 145)

Las máximas de Ptahhotep, así como La historia del campesino elocuente, hacen énfasis en la importancia de la justicia y la igualdad en la vida personal y profesional de cada uno. Las dos obras ilustran como el entendimiento de la ley y la conducta adecuada de los egipcios derivan de la base religiosa del ma'at. Los dioses habían establecido la ley más simple y fácil de seguir, la harmonía, y todo lo que uno debía hacer para disfrutar una vida plena era seguirla y, para aquellos en posición de autoridad, animar a ella y defenderla. Sin embargo, en el caso de La historia del campesino elocuente parece haber una discrepancia importante entre la supuesta moraleja de la historia y la acción de la obra.

La contradicción de la justicia

El entendimiento cultural de la distinción de clases se hace patente en toda la historia del campesino agraviado. Nemtynakht se siente seguro al robar y pegar a Khun-Anup porque, como él dice, nadie le prestará atención si se queja. El magistrado Rensi, que oye el caso el primero, lo lleva a los otros magistrados que lo desestiman, justo como lo predijo Nemtynakht: un campesino intentando provocar problemas con un terrateniente innecesariamente. Cuando Rensi lleva el asunto ante el rey, hablándole sobre la elocuencia del campesino, se le dice que niegue la justicia que busca Khun-Anup para animarle a seguir haciendo sus peticiones; esta orden parecería estar en desacuerdo con el ma'at.

Assessment of Crops in Egypt
Valoración de cultivos en Egipto
gordontour (CC BY-NC-ND)

Aunque los eruditos identifican normalmente la historia como una obra didáctica sobre el valor de la justicia en el antiguo Egipto, cosa que es sin duda alguna, el siguiente elemento de la obra se suele pasar por alto: cómo el rey le niega justicia al campesino y evita que Rensi lleve a cabo su servicio jurado para que el campesino escriba sus peticiones para su propio uso. Podría discutirse que el rey le ordena a Rensi que actue así como un tipo de prueba para Khun-Anup, para ver si es serio a la hora de presentar cargos contra el terrateniente, pero el propio texto no respalda esta interpretación. El rey le dice a Rensi concretamente:

Tan verdad como que tu deseas verme saludable, deberás retenerle aquí, sin responder a nada de lo que diga. Para que él continúe hablando, mantente callado. Luego haz que nos lo traigan escrito para que podamos escucharlo. (líneas 78-81, Lichtheim, 172-173)

Al final de la historia, después de que los escribas hayan registrado las peticiones de Khun-Anup, estas se le presentan al rey y "agradan al corazón de su majestad más que nada en toda la tierra" (líneas 132-133, Lichtheim, 182). Solo cuando ya se le han entregado al rey los discursos, este ordena a Rensi que lleve a cabo su deber e imparta justicia con el campesino y así se le entregan a Khun-Anup todas las tierras y posesiones de Nemtynakht. Lichtheim, en su comentario sobre la obra, escribe:

La tensión existente entre el silencio estudiado del magistrado y los discursos del campesino que van creciendo en intensidad de desesperación es el principio operativo que hace que la acción avance. Y la mezcla de seriedad e ironía, el entrelazamiento de la petición de justicia con la demostración del valor de la retórica, es la esencia misma de la obra. (169)

Por muy real que esto sea; sin embargo, no aborda el problema de reconciliar una obra literaria que se centra en la importancia de la justicia con el mecanismo central de la trama de la obra que niega la justicia al personaje principal. El autor podría estar insinuando que la justicia divina no se puede administrar perfectamente por medio de magistrados mortales imperfectos, pero el texto no respalda esto ya que no se atribuye censura alguna ni a las acciones del rey ni a las de Rensi.

Conclusión

La resolución más probable del problema radica en la naturaleza universal del concepto del ma'at: el equilibrio y la armonía de la ley no era solo para unos cuantos sino para todos. La dinámica de la historia reside en la elocuencia y la virtud del campesino en contraste con el acto criminal del terrateniente y la supuesta decisión egoísta del rey al denegar la justicia hasta que consigue lo que quiere de la situación. El autor no critica claramente al rey porque los discursos del campesino se usarán probablemente para instruir a otros en el comportamiento adecuado y de esta manera el monarca actúa por una buena causa.

Aunque pueda parecer una contradicción, la decisión del monarca sería mantener el ma'at para poder dirigir una mayor armonía a un mayor número de personas. Aparentemente, Rensi ignora a Khun-Anup, pero el rey le ha ordenado que proporcione comida y bebida al campesino y a su familia mientras sus escribas registran los discursos de Khun-Anup. El rey imparte justicia al campesino inmediatamente de esa manera, aunque Khun-Anup no sea consciente de ello, y también muestra sus intenciones de dispensar justicia respecto al robo, como Rensi, pero necesita retrasar su decisión a una persona para hacer mayor bien a muchas.

La sucesión entre prosa y verso de la obra construye la tensión ya que la frustración de Khun-Anup se va incrementando hasta que finalmente la obra termina en prosa y los discursos sobresalen aún más realzados como máximas para llevar la mejor vida posible. La audiencia de la antigüedad habría sabido reconocer que, de no ser por la decisión del rey, no habrían obtenido la elocuente defensa de la justicia de Khun-Anup, y de esta manera el rey habría llevado a cabo su deber, después de todo, defendiendo y manteniendo el ma'at. Al final de la historia, el campesino y todos tienen lo que se merecen, lo que estaba mal se rectifica y se restablece el equilibrio; lo cual era el objetivo de la justicia en el antiguo Egipto.

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Sobre el traductor

Rosa Maria Barquin
Debido a mi gran interés por aprender humanidades, soy traductora voluntaria para WHE, lo que me da la oportunidad de profundizar en las olas del tiempo.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark es un escritor independiente y antiguo profesor de filosofía a tiempo parcial en el Marist College de Nueva York. Vivió en Grecia y Alemania y ha viajado por Egipto. Ha sido profesor universitario de historia, escritura, literatura y filosofía.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2017, octubre 06). El campesino elocuente y la justicia egipcia [The Eloquent Peasant & Egyptian Justice]. (R. M. Barquin, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1127/el-campesino-elocuente-y-la-justicia-egipcia/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "El campesino elocuente y la justicia egipcia." Traducido por Rosa Maria Barquin. World History Encyclopedia. Última modificación octubre 06, 2017. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1127/el-campesino-elocuente-y-la-justicia-egipcia/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "El campesino elocuente y la justicia egipcia." Traducido por Rosa Maria Barquin. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 06 oct 2017. Web. 28 abr 2024.

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