
Heinrich Himmler (1900-1945) fue el líder de las SS (Schutzstaffel) nazis. Himmler, uno de los individuos más poderosos de la Alemania nazi, desarrolló las SS a partir de una unidad paramilitar pequeña hasta convertirlas en una organización inmensa que contaba con divisiones blindadas, la policía secreta (Gestapo), los pelotones de exterminio (Einsatzgruppen) y las «unidades de la calavera», las responsables del Holocausto que asesinaron 6 millones de judíos europeos.
Primeros años
Heinrich Himmler nació cerca de Múnich el 7 de octubre de 1900. Su padre era un director de colegio y su familia era católica. El historiador N. Stone apunta que los Himmler eran «una familia con pretensiones sociales, pero con pocos recursos materiales» (82). Heinrich tuvo una educación corriente y era demasiado joven para entrar en el servicio activo en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), pero sí que se entrenó como cadete. Tras el conflicto, Heinrich consiguió un diploma en estudios agrícolas en la escuela técnica de Múnich; es destacable, dadas sus ideas posteriores sobre la raza, que se especializara en genética y cría. Himmler, un hombre pequeño y con gafas, encontró un trabajo nada glamuroso como vendedor de fertilizantes. Ansioso por sacarle más a la vida, en 1923 se unió al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP), el partido Nazi.
Ascenso dentro del partido Nazi
Himmler participó en el Putsch de Múnich, el golpe nazi fallido de noviembre de 1923, en el que portó el estandarte del Reichskriegflagge (la bandera de guerra imperial), que más tarde se convertiría prácticamente en una reliquia sagrada para los nazis. Cuando el partido se recuperó de las consecuencias del putsch, Himmler no tardó en ascender en la jerarquía nazi hasta convertirse en un vice-Gauleiter (gobernador regional). Pero su verdadero lugar estaba en las SS, la organización paramilitar formada por el líder del partido nazi, Adolf Hitler (1889-1945) como contrapeso del grupo paramilitar principal del partido, las Sturmabeteilung (SA o camisas pardas). Himmler se unió a las SS en 1925 y fue nombrado subdirector de la organización en 1927. Tras impresionar a Hitler con el trabajo que realizó en el departamento de propaganda nazi para las elecciones generales de 1928, Himmler fue nombrado director de las SS el 6 de enero de 1929 y recibió el título de Reichsfürer-SS.
En medio de sus actividades nazis, Himmler encontró tiempo en junio de 1928 para casarse con Margarete Siegroth, una enfermera y dueña de una clínica siete años más mayor que él. Margarete vendió la clínica para recaudar fondos para comprar una granja a las afueras de Múnich. Los Himmler criaban gallinas y tuvieron una hija, Gudrun (nacida en agosto de 1929). La ambición de Himmler iba mucho más allá de esa granja y estaba deseoso de utilizar su indudable talento para la organización y la planificación. Hitler tenía unas ambiciones descabelladas para Europa, pero las de Himmler iban aún más allá ya que pensaba repoblar toda Europa y la URSS con una nueva raza superior germánica. El arquitecto principal de Hitler, Albert Speer, escribió que Himmler era «un visionario cuyas elucubraciones intelectuales le resultaban ridículas hasta a Hitler» (373).
En 1930, cuando los nazis buscaban el dominio electoral, Himmler fue elegido miembro del Reichstag, el Parlamento alemán. En 1933, lo nombraron director de la policía de Múnich. Al año siguiente tomó el relevo de Herman Göring (1893-1946) como representante de la Gestapo, la policía secreta alemana. En junio de 1936 Himmler fue elegido director general de las fuerzas policiales de Alemania. Estaba decidido a reinar sobre dos ramas poderosas y entrelazadas del Estado nazi: la policía en todas sus formas y las SS.
Carácter
La gente solía considerar a Himmler un hombre simple, incluso entre los demás nazis. Le encantaba el orden en todo: cuando era adolescente escribía diarios detallados de todos sus movimientos y listas largas de todos los libros que había leído y las cartas que había escrito y que había recibido. Hitler no tardó en darse cuenta de que la mejor cualidad de Himmler era su lealtad inquebrantable. Otros veían otras cualidades y defectos. Speer destacó que Himmler «me dio la impresión de ser una persona fría. No parecía tratar con la gente, sino solo manipularla» (Speer, 94). También describió a Himmler como vanidoso y obsesivo, pero también era «un realista de mente sobria que sabía exactamente cuáles eran sus amplios objetivos políticos» (Speer, 502-3).
Aunque tenía un poder y unas oportunidades tremendas, Himmler llevaba una vida frugal y se abstenía de rodearse de los símbolos de la gran riqueza. Lo único que parecía interesarle realmente era coleccionar puestos y títulos, por los que tenía un apetito insaciable.
Himmler nunca tuvo una salud excesivamente buena, pero a partir de 1939 experimentó problemas regulares. «Sufría de severos dolores de cabeza nerviosos y calambres estomacales, tenía predilección por las curas alocadas y el misticismo, incluida la fe en la astrología y el poder de la sugestión mental» (Boatner, 218). Sin embargo, sus enfermedades no le impedían serle infiel constantemente a su mujer, y a una de sus secretarias, Hedwig Potthast, le puso su propia casa en el campo cuando se quedó embarazada (de Helge, nacida en 1942); en 1944 tendría una segunda hija, Nanette. Himmler se había separado de su mujer en 1940, pero la pareja llevaba alejada mucho más tiempo.
El director de la policía nazi
En septiembre de 1939 se creó una nueva organización nazi, la Reichssicherheitshauptamt, la Oficina Central de Seguridad del Reich (RSHA). Esta organización controlaba la Gestapo, la policía criminal o Kriminalpolizei (o Kripo), el departamento de inteligencia de la policía, Sicherheitsdienst o SD y el departamento responsable de recopilar información del extranjero. Himmler eligió a su vicedirector, hábil y totalmente despiadado, para liderar la RSHA: Reinhard Heydrich (1904-1942). Heydrich también era lugarteniente general en las SS, lo que ilustra el solapamiento de las funciones de Estado, policía y SS. La RSHA tenía tres funciones principales: vigilar y reprimir a los enemigos del nazismo, recopilar información y eliminar a la gente que los nazis identificaban como inferiores racialmente. Y La RSHA no tenía limitación legal alguna en ninguna de estas funciones. La posición de Himmler le permitía husmear en la vida privada de todos los ciudadanos alemanes y, con ese poder absoluto sobre la vida de todos ellos, se convirtió en el hombre más temido del Tercer Reich entre una casta de villanos nazis desgraciadamente enorme.
Las SS: el «Imperio negro» de Himmler
A pesar de todas sus responsabilidades varias, Himmler se centró principalmente en las SS. Desde sus orígenes como pelotón de protección de Hitler, Himmler se dedicó a crear de manera metódica una organización nazi completamente autónoma dentro del gobierno, que lo que hizo fue asegurarle el puesto de líder temido de «un Estado dentro del Estado» (Dear, 416). Esta organización se acabaría convirtiendo en la personificación del nazismo.
En 1931, Himmler creó la Oficina de Raza y Asentamiento de las SS (SS Rasse- und Siedlungsamt) con la intención de que su organización se convirtiera en una especie de nueva democracia de gente germánica de sangre pura o «aria». Obsesionado con los caballeros y la caballería medieval, Himmler se imaginaba algo parecido a una vuelta a los caballeros teutones de antaño. Para ello, reconstruyó el castillo de Wewelsburg como centro de operaciones personal del folklore de las SS (y utilizó mano de obra esclava en esta reconstrucción).
Himmler quería que las SS se convirtieran en la élite biológica, racial e ideológica del Tercer Reich. En cuanto a reclutamiento, la gente con ciertas características físicas (p. ej. personas altas, de ojos azules y pelo rubio) con una herencia puramente germánica demostrable y con un fanatismo obvio por las ideas nazis recibían un trato especial. Las SS tenían su propio sistema de rangos «modelado en parte en organizaciones militares y en parte en órdenes monásticas» (Dear, 814). Igual que los monjes, los miembros de las SS tenían que superar rituales de iniciación, se esperaba una lealtad absoluta a la causa (con Himmler como abad/general) y llevaban uniformes distintivos, en este caso negros. Todas estas características estaban pensadas para inculcarles a sus miembros la creencia en su superioridad sobre el resto del mundo, y en consecuencia realizarían con entusiasmo tales órdenes como la ejecución en masa de civiles inocentes.
En un principio, Himmler priorizó el aumento de la organización mediante una campaña de reclutamiento. Gracias a esto, para finales de 1933 las SS contaban con más de 200.000 miembros. Después, se dispuso a eliminar al rival paramilitar de las SS, las SA. En junio de 1934, en un acontecimiento conocido como la noche de los cuchillos largos, los líderes de las SA fueron arrestados y ejecutados. Ya no quedaba nada que pudiera cuestionar la primacía de las SS, que asumieron las funciones de las SA (tales como gestionar los campos de concentración, algo que realizaban las SS-Totenkopfverbände o unidades especiales «de la Calavera»), y que no hizo sino aumentar con el estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Las Waffen-SS (las SS «armadas») se crearon como el brazo armado de la organización. Himmler concibió las Waffen-SS como un elemento de élite de las fuerzas armadas alemanas con un equipo y un entrenamiento mejores que los de las unidades regulares. Este sueño solo se realizó en parte, pero las Waffen-SS aumentaron hasta los 600-800.000 miembros y lucharon tanto en el frente oriental como en el occidental, normalmente como divisiones blindadas desplegadas allá donde el enemigo era más fuerte. Aparte de los reclutas alemanes y austriacos, también aceptaban voluntarios de países conquistados de origen germánico «adecuado», tales como Noruega y Dinamarca, pero, a medida que la guerra se fue alargando y las bajas fueron aumentando, también empezaron a aceptar voluntarios de cualquier territorio conquistado. Las Waffen-SS tenían sus propias escuelas de cadetes, pero los oficiales a menudo procedían del ejército regular. Himmler les entregó en persona a los oficiales de las SS una recompensa por su valentía: un anillo con una calavera de plata. En la parte interior del anillo estaba grabada la fecha: 30.6.34, la Noche de los cuchillos largos. Las fanáticas divisiones de las Waffen-SS eran infames por cometer crímenes de guerra.
Las SS también participaban en otras áreas, de las que destacan las actividades económicas relacionadas con el uso de pelo humano y oro de dientes postizos de las víctimas de los campos de concentración y de la muerte. Entre las demás actividades comerciales gestionadas por la Oficina Principal de Economía y Administración de las SS (SS Wirtschafts- und Verwaltungshauptamt), que a menudo se servía de esclavos, estaban el sector agrícola, las canteras, la gestión de bosques y madera, las fábricas de textiles y el procesamiento de hierro. Había incluso un departamento de arqueología de las SS porque Himmler estaba convencido de que los yacimientos podían demostrar que el pueblo germánico tenía un pasado tan rico como los italianos reclamaban de la antigua Roma. Las SS llegaron incluso a financiar expediciones a Tíbet para intentar encontrar allí vínculos con los arios.
La ambición de Himmler era que las SS controlaran, sin restricción alguna de la ley, todos los aspectos de la seguridad estatal de Alemania y garantizar la transformación de las políticas nazis en una realidad práctica para todos los ciudadanos. Tal y como han destacado los historiadores: «Mejor que ninguna otra institución del Tercer Reich, las SS representan la arrogancia de la ideología nazi y la naturaleza criminal del régimen de Hitler». (Dear, 814). Más aún, Himmler quería controlar los pensamientos de todo el mundo en el Tercer Reich. Para ello, las SS financiaron campañas propagandísticas que utilizaban literatura, carteles, radio y cine para indoctrinar a la población con la ideología nazi. Los jóvenes recibían los mismos mensajes mediante instituciones educativas y de investigación patrocinadas por las SS. En opinión de Himmler, todo ciudadano tenía que acatar el lema que les había dado a las SS: «la lealtad es tu honor».
El Holocausto
Como ya se ha dicho, las SS estaban a cargo de los campos de concentración y de la muerte. La política deliberada de Himmler de hacer trabajar a los presos hasta la muerte suponía que no había una gran diferencia entre unos y otros. En marzo de 1933, Himmler había creado el campo de concentración de Dachau, al norte de Múnich. Fue uno de los primeros de su clase y estaba pensado para retener a enemigos destacados del Estado nazi, pero su propósito no tardó en expandirse. El número de personas detenidas en los campos de concentración aumentó de 25.000 en 1939 a 700.000 en 1945. Muchos millones más fueron asesinados en ejecuciones masivas con pelotones de fusilamiento, camionetas de gas y las cámaras de gas de campos como Auschwitz. Entre los detenidos y asesinados había judíos como parte del programa nazi de la Solución final (que consistía en asesinar a todos los judíos europeos), pero también había otros grupos importantes que sufrieron, tales como romaníes, masones, comunistas, intelectuales, homosexuales, prisioneros de guerra, gente con discapacidades físicas o mentales, enemigos políticos y cualquier otra persona que los nazis considerasen prescindible.
Himmler envió a millones a la muerte, pero era reacio a estar presente en cualquier asesinato. En una de las pocas veces en que estuvo presente en una ejecución, según el coronel Karl Wolff (1900-1984) de las Waffen-SS, le salpicó la sangre de la víctima a la que dispararon y casi se desmaya. Wolff le dijo al comandante: «Le viene bien que le haya pasado. Debería ver qué es lo que le está ordenando hacer a la gente» (Holmes, 321).
Además de los campos, las SS participaban directamente en el transporte de gente inocente a esos campos en trenes, una responsabilidad que recaía en el departamento SS-Gestapo liderado por el lugarteniente-coronel Adolf Eichmann (1906-1962) de las SS. Otro método de exterminio de los inocentes eran las Einsatzgruppen, los escuadrones móviles de exterminio que trabajaban tras las líneas del ejército regular según iba avanzando. Después también estaban los doctores de las SS, como Josef Mengele (1911-1979), que realizó experimentos médicos horripilantes en la gente de los campos. Himmler se aseguró de que la mayoría de estas actividades fuesen secretas o que, al menos, si la gente sospechaba, no hubiera muchas pruebas concretas de la magnitud de los horrores que estaban ocurriendo.
Los demás cargos de Himmler
Himmler no dejaba de crear oficinas y organizaciones nuevas dentro de su imperio de las SS, y a menudo creaba instituciones solapadas a propósito para dividir el poder de sus subordinados mientras él mantenía el poder absoluto sobre todos los demás.
En diciembre de 1935 Himmler fundó la Lebensborn Registered Society, una organización pensada para promover el crecimiento de la población, animando a los miembros de las SS y de las fuerzas policiales a tener más hijos, a menudo con parejas con las que no tenían ninguna obligación de casarse. La organización Lebensborn también encontraba hogares de acogida alemanes para los niños «de raza adecuada» secuestrados de los territorios ocupados.
Himmler fue nombrado Comisionado del Reich para el Fortalecimiento de la nacionalidad alemana en octubre de 1939, que significaba que era el responsable de todos los temas raciales. Himmler siguió recopilando nombramientos oficiales para asegurarse de que podía estar metido en todos los departamentos de poder nazi. Tras la invasión de Polonia en 1939, Himmler y sus SS recibieron total libertad en las partes del país anexionadas por los nazis. En agosto de 1943 fue nombrado ministro de Interior, con lo que el jefe de las SS consiguió un control aún mayor de la función pública y el sistema judicial del Reich.
Lo único que refrenó la cruel tenaza que tenía Himmler sobre millones de civiles europeos en 1944 era que la guerra estaba yendo mal para Alemania. En ese momento Himmler se limitó a esperar ver quién ganaba en el complot de 1944 para asesinar a Hitler de entre los principales oficiales militares y políticos que querían ponerle fin a la guerra. Cuando la conspiración fracasó el 20 de julio, Himmler se engració aún más con Hitler con su persecución implacable de los conspiradores. Arrestó, torturó y ahorcó a miles de sospechosos, incluidos sus hijos.
Para finales de julio de 1944, había conseguido otro nombramiento más, esta vez de jefe del ejército de reserva alemán. Un mes más tarde Hitler le encargó que formara unidades de defensa de último recurso, Volkssturm, básicamente una milicia que reclutaba hombres demasiado mayores para el servicio regular y chicos demasiado jóvenes. En enero de 1945, fue nombrado brevemente jefe del Grupo de Ejércitos Vístula, que recibió la tarea de defender Berlín contra el avance del Ejército Rojo de la URSS.
Captura y muerte
A medida que el Ejército Rojo se iba acercando a la capital alemana en abril de 1945, Himmler se retiró de Berlín a la seguridad del sanatorio de Hohenlychen en el noreste de Alemania. Después se fue más al oeste a Schwerin. En las últimas semanas de la guerra, Himmler se convenció a sí mismo de que los aliados se conformarían con un acuerdo de paz y lo nombrarían el nuevo líder de Alemania. El jefe de las SS les hizo propuestas a los Aliados mediante un intermediario, el conde Folke Bernadotte (1895-1948), pero Hitler se enteró y rabioso por su actitud derrotista le quitó todos los cargos. También ordenó su arresto, pero el individuo más temido de Alemania ya había huido. A modo de consuelo, Hitler hizo ejecutar al ayudante de Himmler. Cuando el Ejército Rojo ya se acercaba al búnker de Berlín en el que se escondía Hitler, este acabó suicidándose el 30 de abril. El Gran Almirante Karl Dönitz (1891-1980) fue nombrado sucesor de Hitler, pero no quería tener nada que ver con Himmler y rechazó sus propuestas en una reunión durante la cual Dönitz tenía una pistola en su escritorio.
Sin lugar a donde ir, Himmler se fugó e intentó regresar a su hogar en Bavaria. Se disfrazó de manera bastante teatral: se afeitó el bigote y se puso un parche en el ojo. Haciéndose pasar por un soldado ordinario fue interceptado el 22 de mayo en un bloqueo cerca de Bremen y cuestionado por el Ejército británico. Al darse cuenta de que no había escapatoria, Himmler admitió quién era realmente. Mientras estaba bajo custodia, Himmler se suicidó el 23 de mayo de 1945 con una cápsula de cianuro. El personal médico había intentado mantener a Himmler con vida durante los 15 minutos que tardó en hacer efecto el cianuro. Su cuerpo fue enterrado en un lugar secreto en una tumba sin marcar.
De haber vivido, sin duda habría sido encontrado culpable de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en los juicios de Nuremberg posteriores a la guerra que buscaron hacer justicia con los principales nazis. El suicidio de Himmler supuso que lograse escapar del ahorcamiento. En los juicios de Nuremberg, las SS se clasificaron como una organización criminal. Ernst Kaltenbrunner (1903-1946), el sucesor permanente de Heydrich como jefe de la Oficina Principal de Seguridad del Reich, fue encontrado culpable de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad y ahorcado. Muchos más de sus subordinados fueron llevados ante la justicia, aunque algunos no llegarían a pagar por sus terribles crímenes hasta décadas más tarde.