Clotario II fue un rey merovingio de los francos que reinó de 584 a 629. Heredó el trono de Neustria cuando era un niño, tras el asesinato de su padre, Chilperico I (que reinó de 561 a 584). Luego de una lucha de poder larga e implacable con Brunilda de Austrasia y sus descendientes, Clotario unificó toda Francia bajo su gobierno en 613.
Los reinados de Clotario II y de su hijo Dagoberto I (de 623 a 639) suelen considerarse el auge del poder merovingio y una época de paz y prosperidad para los reinos francos. Sin embargo, Clotario pagó un gran precio por este éxito, ya que se vio obligado a concederles más poder a la aristocracia y a los mayordomos de palacio, un puesto que era básicamente la mano derecha del rey. Como resultado, Clotario II y Dagoberto I serían los últimos soberanos merovingios con autoridad real antes de que los mayordomos de palacio se volvieran el verdadero poder detrás del trono.
La mayor parte del reinado de Clotario II estuvo dominada por una disputa que había empezado una década y media antes de su nacimiento. En 567, había tres reinos merovingios en la Galia, cada uno gobernado por un hijo del poderoso rey Clotario I (de 511 a 561):
Gontrán I de Orleans (que reinó de 561 a 592) gobernaba el territorio de Borgoña;
Sigeberto I (que reinó de 561 a 575) gobernaba el reino oriental de Austrasia; y
Chilperico I (que reinó de 561 a 584) gobernaba el territorio que pronto sería conocido como Neustria desde Soissons.
Todos los hermanos tenían una ambición insaciable y soñaban con gobernar un reino franco unido como lo habían hecho tanto su padre, Clotario I, como su abuelo, Clodoveo I (que reinó de 481 a 511).
La implicación de Fredegunda en los asesinatos de la hermana de Brunilda y de su esposo provocó una rivalidad irreconciliable entre las dos reinas.
Como parte de sus esfuerzos por superarse el uno al otro, Sigeberto y Chilperico se casaron cada uno con una hija del rey visigodo Atanagildo; Sigeberto se casó con Brunilda y Chilperico desposó a Galswinta. Sin embargo, Chilperico no era feliz con su nueva esposa y la mandó estrangular mientras dormía; luego se casó con su amante, una mujer de baja cuna llamada Fredegunda. El asesinato de Galswinta creó fricción entre los hermanos, lo que causó una guerra civil devastadora entre 572 y 575. Al final de la guerra, el rey Sigeberto, que estaba a punto de alcanzar la victoria, fue asesinado por unos sirvientes contratados por la reina Fredegunda. El reino de Austrasia pasó al hijo de cinco años de Sigeberto, Childeberto II (que reinó de 575 a 596), quien ahora gobernaba con la protección de su tío Gontrán y su madre Brunilda. La implicación de Fredegunda en los asesinatos de la hermana de Brunilda y de su esposo provocó una rivalidad irreconciliable entre las dos reinas que dominaría los reinados de sus hijos.
Antes de 584, Chilperico había tenido siete hijos, todos los cuales habían muerto ya sea por una enfermedad, en batalla o asesinados. Su octavo hijo, el futuro Clotario II, nació en mayo o junio de 584. Debido a la tendencia de sus hijos varones a morir de forma prematura, Chilperico y Fredegunda enviaron a su hijo recién nacido a la propiedad real de Vitry-en-Artois para ser criado en secreto. Sin embargo, el príncipe solo había estado allí unos meses cuando, en septiembre u octubre de 584, el rey Chilperico fue asesinado por un atacante desconocido. Su muerte repentina sumió a toda Francia en un período de caos; los soldados de Austrasia invadieron las tierras en la frontera con Neustria, un aspirante al trono llamado Gondovaldo reclamó el reino de Aquitania, y ciertas ciudades rivales empezaron a luchar unas contra otras.
Mientras tanto, la reina Fredegunda sabía que tenía que actuar rápido si quería asegurar el ascenso de su hijo al trono. Primero, consiguió lealtades de los magnates neustrios principales, que recorrieron el reino extrayendo juramentos de lealtad de ciudades y aldeas. Luego, en 585, le escribió al rey Gontrán, el tío del niño, y le pidió que le extendiera a Clotario II la misma protección que le había otorgado a Childeberto II. Al principio, Gontrán, que acababa de aplastar la revuelta de Gondovaldo, dudó; desconfiaba de Fredegunda, a quien consideraba taimada y hambrienta de poder, y cuestionó abiertamente si Clotario era realmente su sobrino.
Para tranquilizar a Gontrán, la reina Fredegunda, tres obispos y 300 nobles neustrios juraron solemnemente que Clotario II era efectivamente el hijo natural del difunto rey Chilperico. Parece que esto satisfizo las inquietudes de Gontrán, quien adoptó al niño y celebró su bautismo en París. Con esto, Gontrán se volvió el hombre más poderoso de Francia, ya que poseía los tres reinos en fideicomiso por sus jóvenes sobrinos. Para Fredegunda, este era un compromiso desagradable pero necesario; al someterse a Gontrán, se mantenía a ella y a Clotario fuera del alcance de Brunilda.
La lucha por la supervivencia
El rey Gontrán era viejo, y su protección no duraría mucho. Cuando murió en 592, todo su reino pasó a Childeberto II de acuerdo al reciente Tratado de Andelot, en el que se estipulaba que era el heredero de Gontrán. A diferencia de su tío, Childeberto no tenía interés en preservar la independencia de su joven primo; efectivamente, no había olvidado que la reina Fredegunda había mandado matar a su padre. Childeberto, alentado por su madre Brunilda, reunió a un ejército de todo su doble reino de Austrasia-Borgoña y le ordenó marchar a Soissons.
Como Clotario II aún tenía ocho años, la defensa de Neustria recayó en la reina Fredegunda y Landri, el mayordomo de palacio de Neustria. En 593, la fuerza neustria más pequeña atacó a los invasores de Austrasia en la batalla de Droizy sirviéndose del elemento sorpresa para compensar por su desventaja numérica. En las primeras horas de la madrugada, los neustrios se acercaron a hurtadillas al campamento de Austrasia y luego se formaron para la batalla; los jinetes se ubicaron detrás de la infantería, que portaban ramas de árboles para ocultar al ejército de la vista.
Mientras los neustrios camuflados avanzaban arrastrándose, un centinela de Austrasia los vio y les informó a sus superiores que había visto un bosque móvil marchando hacia el campamento. Estos se rieron de él al creerlo ebrio, lo que permitió que los neustrios los tomaran totalmente por sorpresa, masacraran a muchos de ellos y dispersaran al resto. Aparentemente, Fredegunda incluso cabalgó hacia la batalla con su hijo en el regazo para inspirar a las tropas. La batalla de Droizy contenía la primera instancia de «árboles móviles» que marchaban a la batalla, y es posible que inspirase una trama esencial en Macbeth, de William Shakespeare.
La reina Fredegunda y un joven Clotario II al frente de un ejército
Unknown Artist (Public Domain)
Luego de su victoria en Droizy, los neustrios persiguieron a los de Austrasia hasta Reims, y saquearon y quemaron el territorio circundante antes de regresar a Soissons. Antes de que Childeberto II pudiera organizar una campaña en represalia, murió en 596; como solo tenía unos 25 años, es muy probable que lo envenenaran. Clotario y Fredegunda aprovecharon su muerte y enviaron a un ejército a ocupar París y otros territorios a lo largo del Sena. Cuando los dos hijos de Childeberto, Teuderico II y Teudeberto II, enviaron a un ejército contra los neustrios, los derrotaron en Laffaux. Durante un tiempo debió de parecer que Clotario y su madre eran invencibles.
El 8 de diciembre de 597, la reina Fredegunda murió de causas naturales. Clotario II, ahora el único gobernante de Neustria, tomó la causa de su madre y continuó la rivalidad con la reina Brunilda y sus nietos. En 599, Teuderico II de Borgoña unió fuerzas con su hermano Teudeberto II de Austrasia, y ambos se prepararon para lanzar un nuevo ataque contra su primo Clotario. Clotario II estaba obviamente en desventaja; entre los dos, Teuderico y Teudeberto controlaban el triple de territorio que Clotario y contaban con un grupo de soldados y recursos mucho mayor. Cuando los hermanos finalmente invadieron Neustria en 600, vencieron a Clotario en la batalla de Dormelles y masacraron a los soldados neustrios.
Tras esta victoria, atacaron los pueblos a lo largo del Sena que Clotario acababa de capturar, devastaron los campos, los saquearon y se llevaron a sus habitantes. Al darse cuenta de su derrota, Clotario hizo las paces con sus primos y les cedió enormes cantidades de territorio que lo dejaron con solo 12 pagi, o condados, entre el Sena, el Oise y el mar. La situación había cambiado, y Clotario estaba ahora a merced de Brunilda y sus nietos.
La guerra civil continúa
Clotario pasó cuatro años esperando su momento y, en 604, volvió a atacar. Teuderico II había enviado a una pequeña fuerza al mando de su mayordomo de palacio, Bertoldo, para inspeccionar los territorios que acababa de adquirir a lo largo del Sena. Cuando Clotario se enteró de la ubicación de Bertoldo, envió a un ejército al mando de su propio mayordomo, Landri, para lidiar con él. Los neustrios tomaron a los borgoñeses totalmente por sorpresa y los persiguieron todo el camino de vuelta hasta Orleans, el cual asediaron en noviembre.
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Teuderico reunió rápidamente a otro ejército y marchó contra los neustrios, y ambos lados lucharon en la batalla de Étampes en diciembre de 604. Bertoldo murió mientras lideraba la vanguardia borgoñesa; más adelante, algunos cronistas sugirieron que la propia Brunilda maquinó su muerte para promover su posición en la corte de su nieto. Sin embargo, a pesar de la pérdida de Bertoldo, los borgoñeses terminaron ganando la batalla y derrotaron a los neustrios de forma aplastante. El hijo de Clotario, Meroveo, que todavía era un niño y acompañaba al ejército, fue capturado y más tarde Brunilda lo mandó ejecutar. Clotario no tuvo más opción que llegar a un acuerdo de paz con Teuderico en 605.
El rey Clotario II mata al duque Bertoldo en batalla
Bibliothèque nationale de France (Public Domain)
De forma significativa, Teuderico II no había recibido la ayuda de su hermano en esta segunda guerra contra Clotario. Esto reflejaba la profunda hostilidad que se había estado gestando entre los dos hermanos y sus cortes, un conflicto centrado alrededor de la influencia dominante de la propia reina Brunilda. En la corte de Borgoña, donde reinaba Teuderico, Brunilda seguía disfrutando de muchísimo apoyo de los nobles borgoñeses romanizados. Sin embargo, en Austrasia, donde la nobleza era principalmente de cultura franca, se enfrentó a mucha más hostilidad. El propio Teudeberto II odiaba tener que someterse a los caprichos de su abuela y la expulsó de su corte. Brunilda se sintió rechazada y viajó a Orleans, donde convenció a Teuderico de hacerle la guerra a Teudeberto; incluso lo convenció de que Teudeberto no era en verdad su hermano, sino el hijo bastardo de un jardinero.
En 610, estalló una guerra entre Borgoña y Austrasia, la cual alcanzó el nivel más alto en 612 con las dos batallas colosales de Toul y Zülpich. Según la Crónica de Fredegar, estas batallas fueron tan destructivas que los hombres morían de pie porque no había lugar para que sus cuerpos cayeran en medio de la matanza. Teuderico, que ganó ambas batallas, capturó y ejecutó a su hermano; luego consolidó su victoria reventando la cabeza del hijo de Teudeberto, que todavía era un niño. Teuderico no viviría lo suficiente para disfrutar de la gloria de su victoria, ya que, en 613, murió de disentería. El trono del reino combinado de Austrasia-Borgoña, por tanto, pasó al hijo de Teuderico, Sigeberto II, que todavía era un niño. Una vez más, Brunilda se volvió la regente y gobernó el reino en nombre de su bisnieto.
Tras la muerte de Brunilda en 613, Clotario II se volvió el soberano de un reino franco unido.
El verdadero ganador de la guerra civil fue Clotario II. Teuderico le había dado muchas tierras para asegurar la neutralidad de Neustria durante la guerra. Ahora que se había terminado, Clotario emergió mucho más poderoso, y las únicas amenazas que quedaban eran un niño y una anciana odiada. Para ese momento, muchos de los nobles de Austrasia y Borgoña estaban hartos de Brunilda. La gota que rebalsó el vaso fue cuando la reina intentó consolidar su poder mediante el asesinato de Warnachar, el mayordomo del palacio de Austrasia. Warnachar sobrevivió, unió fuerzas con otros nobles poderosos, como Rado, el mayordomo de palacio de Borgoña, Arnulf de Metz y Pipino de Landen, e invitaron a Clotario a tomar los tronos de Austrasia y Borgoña.
Clotario aceptó y lanzó una invasión. Brunilda reunió a un ejército para resistirse, pero sus soldados la desertaron en tropel, y la propia Brunilda fue capturada por sus nobles desleales, quienes se la entregaron a Clotario en cadenas. Luego de la victoria, Clotario mandó matar a Sigeberto II y a los otros bisnietos de Brunilda. Clotario tenía reservado un destino mucho más horripilante para Brunilda, la implacable enemiga de su madre. Luego de ser acusada de la muerte de no menos de diez príncipes merovingios (la mayoría de estas acusaciones eran, como mucho, dudosas), Brunilda fue torturada durante tres días, y luego la ataron a las extremidades de varios caballos y la despedazaron. Con su muerte en 613, el conflicto que había impulsado la política merovingia durante cerca de medio siglo llegó a su fin, y Clotario II se convirtió en el soberano de un reino franco unido.
La ejecución de Brunilda de Austrasia
National Library of France (Public Domain)
El Concilio de París
Tras su victoria en 613, Clotario II reclamó el codiciado título de «rey de todos los francos» que Clodoveo I había usado por primera vez. Para iniciar su nuevo reinado, convocó el Concilio de París en 614, al cual asistió una gran cantidad de nobles y eclesiásticos de sus tres reinos; también asistieron 76 obispos metropolitanos y sufragáneos, incluidos al menos dos obispos de Inglaterra. La alta concurrencia del concilio probaba que, apenas un año después de asumir el título de rey de los francos, Clotario disfrutaba de una autoridad e influencia considerables.
Clotario utilizó el concilio para reforzar su posición. Les echó toda la culpa de las últimas cuatro décadas de conflictos a Brunilda y sus hijos. Mientras que Clotario ratificó cualquier edicto promulgado por su padre Chilperico y su tío Gontrán, derogó todas las políticas aprobadas por el hijo o los nietos de Brunilda. Luego, Clotario mencionó varios asuntos para que los asistentes debatieran, y el resultado fue el influyente Edicto de París de octubre de 614. El edicto, que algunos historiadores han considerado una Carta Magna merovingia, básicamente reafirmaba el poder de la aristocracia en los tres reinos francos de Neustria, Austrasia y Borgoña. También afirmaba los derechos tradicionales de la nobleza y el clero, y fomentaba un sistema de descentralización en el que las autoridades locales eran en gran medida responsables de mantener la ley y el orden en sus propias tierras; el edicto es célebre por estipular que ningún juez o funcionario local podía procesar a un hombre de una provincia distinta.
El poder de la aristocracia se reafirmó aún más en 617, cuando Clotario designó a Warnachar como el mayordomo vitalicio del palacio de Borgoña. Si bien esto solo debía aplicarse al propio Warnachar, tal vez como recompensa por haber traicionado a Brunilda, la acción incrementó enormemente el poder y prestigio del cargo. Un puesto que una vez había sido poco más que el jefe de la casa del rey ahora era el segundo puesto más poderoso en el reino franco; en unos pocos años, sería el más poderoso. Clotario tenía un mayordomo de palacio en cada uno de sus tres reinos, y así creó tres bases de poder distintas dentro de su reino. A través del Edicto de París y la elevación de los mayordomos de palacio, Clotario había protegido su propia posición pero a expensas de la autoridad de la corona.
Reinado posterior
Clotario pasó una gran parte de su reinado intentando unir a los diversos grupos de nobles en su reino. Estableció una corte real permanente en París, lo que lo distinguía de los soberanos merovingios previos, cuyas cortes normalmente viajaban con ellos. La corte se volvió un centro popular para los nobles de los tres reinos. Los hijos de los nobles eran enviados allí para recibir educación, y los aristócratas viajaban a la corte para arreglar matrimonios o establecer alianzas.
Si bien tener una corte central ayudó a crear una sensación de cohesión al familiarizar a los aristócratas de cada reino unos con otros, también ayudó a reforzar el propio poder de Clotario. Este tomaba nota de las élites regionales que llegaban a París y seleccionaba personalmente a varios de ellos para reeducarlos y entrenarlos para respaldar sus propias políticas deseadas. Una vez que estaba seguro de su lealtad, los enviaba de vuelta a sus provincias de origen para gobernar en su nombre. Clotario también tenía a un hombre en la corte cuyo propósito era detectar conspiraciones y eliminar posibles amenazas. A través de estos métodos, Clotario utilizó su corte para mantener a la aristocracia lo más controlada posible con respecto al Edicto de París.
Aun así, el nuevo poder de la aristocracia obligó a Clotario a seguir otorgándoles concesiones. En 623, los aristócratas de Austrasia expresaron su irritación porque Clotario daba audiencias en Neustria; sentían que los neustrios se beneficiaban injustamente de su fácil acceso al oído del rey y demandaron que Clotario se mudara a Austrasia. Si bien Clotario no tenía intenciones de hacer esto, no podía arriesgarse a alterar a los magnates de Austrasia al ignorar sus inquietudes. En cambio, decidió separar a Austrasia del resto de su reino y la convirtió en un subreino semiautónomo gobernado por su hijo mayor, Dagoberto I. Si bien los reinos merovingios solían dividirse al momento de una sucesión, esta división en particular fue novedosa en el sentido de que estableció los límites que más tarde definirían los reinos de Neustria y Austrasia.
La batalla entre el rey Clotario II y los sajones en 623 d.C.
Bibliothèque nationale de France (Public Domain)
Clotario II era conocido como un rey piadoso; celebró muchos sínodos, durante los cuales le otorgó una mayor autoridad a la Iglesia, y cuidaba el monasterio de Luxeuil, fundado por san Columbano. Para 629, Clotario se había casado con tres mujeres, con las cuales tuvo dos herederos: Dagoberto I y Cariberto II. Mientras que Dagoberto era considerado un heredero competente para continuar el legado merovingio, la confianza que se tenía en las capacidades de Cariberto era menor, y en la Crónica de Fredegar se lo describe como «ingenuo».
Clotario II murió en octubre de 629 a los 45 años. Su reinado fue uno de los más largos del linaje merovingio, en segundo lugar después del de su abuelo Clotario I. Tras su muerte, su reino se dividió entre sus hijos: Cariberto II recibió Aquitania y Dagoberto el resto. Cuando Cariberto II murió de forma prematura en 632, Dagoberto gobernó solo como rey de todos los francos y se convirtió en el último rey merovingio en ejercer cualquier poder real considerable antes de que los mayordomos de palacio empezaran a dirigir el espectáculo.
Clotario II fue un rey merovingio de los francos que reinó de 584 a 629. Luego de heredar el trono de Neustria de niño tras el asesinato de su padre, Clotario II se involucró en una lucha de poder implacable que terminó con él como rey de todos los francos en 613.
¿Qué hizo Clotario II?
Clotario II es conocido por vencer y ejecutar a la poderosa reina Brunilda de Austrasia y por reunir los reinos francos en 613. Promulgó el Edicto de París en 614, mediante el cual les otorgó más poder a la aristocracia y a los mayordomos de palacio.
¿Qué tuvo de significativo el reinado de Clotario II?
El reinado de Clotario II marcó un período de paz y prosperidad para los reinos francos. También se incrementó el poder del mayordomo de palacio, un cargo que pronto eclipsaría a los merovingios como el verdadero poder detrás del trono.
Soy traductora pública, literaria y científico-técnica de inglés al español y me apasiona todo lo relacionado con la arqueología, la historia y la religión.
Mark, H. W. (2023, marzo 03). Clotario II [Chlothar II].
(E. Rua, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21626/clotario-ii/
Estilo Chicago
Mark, Harrison W.. "Clotario II."
Traducido por Eliana Rua. World History Encyclopedia. Última modificación marzo 03, 2023.
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21626/clotario-ii/.
Estilo MLA
Mark, Harrison W.. "Clotario II."
Traducido por Eliana Rua. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 03 mar 2023, https://www.worldhistory.org/Chlothar_II/. Web. 30 jun 2025.
Licencia y derechos de autor
Escrito por Harrison W. Mark, publicado el 03 marzo 2023. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.