Clotario I (que vivió hacia 498-561) era un rey merovingio de los francos, el segundo en gobernar un reino franco unificado después de su padre, Clodoveo I (que vivió hacia 466-511). Cuando Clodoveo murió en 511, su reino se dividió entre sus cuatro hijos, pero Clotario lo reunificó tras sobrevivir a sus hermanos y apoderarse de sus tierras después de sus muertes.
Clotario (también conocido como Clotaire, Chlothachar o Lotario) ejemplificó la ambición despiadada que terminaría caracterizando a la dinastía merovingia. Conspiró contra sus propios hermanos, asesinó a dos de sus sobrinos y ejecutó a su propio hijo como represalia por rebelarse contra él. Se embarcó en varias campañas militares, a veces junto a sus hermanos, otras en su contra, y ayudó a expandir el control franco hasta incluir toda la Galia.
Tuvo cinco esposas a la vez, con muchas de las cuales se casó por conveniencia política, y siete hijos. Clotario logró reunificar todos los territorios francos exclusivamente bajo su gobierno en 558. Sin embargo, esta unificación solo duraría tres años. Cuando Clotario murió a fines de 561, su reino volvió a dividirse entre sus cuatro hijos sobrevivientes. Así, se reinició el ciclo de violencia y guerras civiles en la Francia merovingia.
Los hijos de Clodoveo
El 27 de noviembre de 511 d.C., el rey Clodoveo I murió luego de un reinado memorable de 30 años. Mediante una combinación de conquistas, ingenio y asesinatos, había unido a las tribus francas de forma despiadada y extendido su reino a la mayor parte de la Galia y del norte de Germania. Tras su muerte, su reino se dividió entre sus cuatro hijos: Teuderico, Clodomiro, Childeberto y Clotario. Teuderico era el hijo mayor de Clodoveo y una concubina desconocida, mientras que los otros tres, todos menores cuando murió su padre, eran hijos de la esposa de Clodoveo, la reina Clotilde.
La división del reino franco sentó un precedente peligroso para las sucesiones futuras.
Tradicionalmente, los historiadores han visto la división del reino de Clodoveo simplemente como el cumplimiento de las costumbres de herencia germánicas. A diferencia de la sucesión por primogenitura, donde el hijo mayor hereda todo el patrimonio, esta costumbre germánica garantizaba que cada hijo recibiera una parte de la herencia. Por lo tanto, los súbditos francos de Clodoveo esperaban que este dividiera su propio patrimonio de esta manera. Como explica Susan Wise Bauer, los francos habrían resentido cualquier otro método de herencia y se habrían enfurecido si les hubieran impuesto un sucesor designado, sobre todo si tal heredero aún no había probado su valor en batalla. El título de «rey de todos los francos» debía ganarse, no heredarse.
El académico Ian Wood sugiere otra explicación para la división y argumenta que la propia reina Clotilde había implementado la idea. Según la sucesión por primogenitura, Teuderico habría heredado todo el reino de Clodoveo, lo que habría dejado a los propios hijos de Clotilde sin nada. Al convencer a Clodoveo de cumplir la costumbre tradicional, Clotilde se aseguraba de que cada uno de sus hijos recibiera una parte del reino. En cualquier caso, esta división del reino franco sentó un precedente peligroso para las sucesiones futuras, una que aseguraría la desunión, la fragmentación y la guerra en los reinos merovingios y, con el tiempo, llevaría a la desintegración de la propia dinastía.
Por el momento, sin embargo, la división creó cuatro bases de poder distintas en la Galia: Teuderico I (que reinó de 511 a 534) gobernaba desde Reims, Clodomiro (que reinó de 511 a 524) heredó Orleans, Childeberto I (que reinó de 511 a 558) gobernaba desde París y Clotario I (que reinó de 511 a 561), el menor, recibió Soissons. La porción de territorio de Clotario incluía partes de Aquitania y casi todo Bélgica, el corazón de los francos salios, la tribu que dio origen a los merovingios. Durante la década posterior a la muerte de Clodoveo, no hay mucho registrado sobre sus cuatro hijos, que probablemente se estaban estableciendo en sus reinos.
La venganza de una madre: las campañas borgoñesas
En 523, la reina Clotilde pidió una reunión con sus hijos. Según Gregorio de Tours, les dijo: «Mis queridos hijos, seguramente están ofendidos por el mal que me han hecho. Deben hacer todo lo posible para vengar la muerte de mi madre y mi padre» (166). Clotilde se refería al asesinato de Chilperico II de Borgoña, su padre, que fue asesinado junto a su esposa en 493. Sus cuerpos fueron arrojados a un pozo, y su asesino, el hermano de Chilperico, Gundebaldo, se apoderó de sus territorios y exilió a Clotilde y a su hermana. Ahora que sus hijos eran adultos y poseían ejércitos, Clotilde les encargó que invadieran Borgoña y vengaran el mal que le habían hecho. Sus hijos aceptaron y reunieron a sus ejércitos.
Gundebaldo había muerto en 516, y el reino de Borgoña se había dividido entre sus hijos, Segismundo y Gundemaro, que estaban enemistados. Los hijos de Clotilde se aprovecharon de esta discordia, lanzaron su invasión y derrotaron al ejército borgoñés bajo el mando de Segismundo en 523. Luego de la batalla, Segismundo fue capturado junto a su esposa e hijos y llevados ante el rey Clodomiro, quien los mandó ejecutar a todos y arrojar sus cuerpos casualmente a un pozo en un intento macabro de venganza poética. Luego, los francos victoriosos terminaron la campaña por esa temporada.
Sin embargo, aunque Segismundo estaba muerto, Borgoña no había sido conquistada y, en 524, los hijos de Clotilde regresaron. Esta vez, los acompañó su medio hermano Teuderico, a quien probablemente habían convencido de unirse con la promesa de saqueos. Los borgoñeses los habían estado esperando y habían reunido a otro ejército bajo el mando de Gundemaro. El 25 de junio de 524, francos y borgoñeses se enfrentaron en la batalla de Vézeronce, lo que resultó ser una derrota devastadora para los arrogantes francos. Al propio Clodomiro lo mataron, le cortaron la cabeza y la clavaron en una pica. Aunque la derrota obligó a los francos a retirarse de Borgoña, no fue más que un contratiempo temporal.
En 532, Clotario y Childeberto combinaron fuerzas para una tercera campaña borgoñesa, en la que juraron vengar la muerte de Clodomiro cazando y matando a Gundemaro. Los hermanos asediaron Autun y mataron a Gundemaro; sin embargo, para entonces, su guerra de venganza se había vuelto una de conquista. Para 534, los francos habían ocupado Borgoña en su totalidad. Con su captura, la conquista franca de la Galia estaba completa. El territorio se dividió entre Clotario y Childeberto, y Clotario recibió Grenoble, Die y las tierras circundantes.
El asesinato de los hijos de Clodomiro
Inmediatamente después de la muerte de Clodomiro en 524, los tres hermanos sobrevivientes se repartieron sus tierras rápidamente. Clotario se quedó con Tours y Poitier, y fue más allá al casarse con Gondioque, la viuda de Clodomiro; a través de este matrimonio, Clotario obtuvo acceso al tesoro de Clodomiro. Pero había un pequeño problema. Cuando Clodomiro murió, tenía tres hijos jóvenes: Teodobaldo, Gunthar y Clodoaldo, que todavía tenían derecho a las tierras de su padre. Los niños fueron enviados a París para que los criara su abuela, la reina Clotilde, quien los consintió.
Clotario y Childeberto sentían que los hijos de Clodomiro eran una amenaza para sus posiciones e idearon un plan para deshacerse de ellos. En 532, poco antes de la última campaña borgoñesa, los hermanos llegaron a París bajo la apariencia de planificar la coronación de sus sobrinos. Clotilde estaba encantada, ya que creía que la coronación de sus nietos finalmente le daría paz respecto de la muerte de Clodomiro. Cuando Clotario y Childeberto pidieron ver a los niños, Clotilde fue a buscarlos alegremente. Sin embargo, en cuanto los príncipes dejaron la protección de Clotilde, los hombres de Clotario se abalanzaron sobre ellos; Teodobaldo y Gunthar fueron capturados, pero Clodoaldo logró escapar.
A continuación, Clotario y Childeberto enviaron a un hombre a la residencia de Clotilde con un par de tijeras en una mano y una espada desenfundada en la otra. Según Gregorio de Tours, le dio el siguiente ultimátum a la reina:
Sus dos hijos, que son mis amos, buscan su decisión, amable reina, acerca de qué hacer con los príncipes. ¿Desea que vivan pero con el cabello corto? ¿O prefiere que los maten? (181)
Cortarle el largo cabello a un príncipe merovingio significaba negarle cualquier reclamo al reino y privarlo de su herencia (de ahí el apodo de los merovingios, los «reyes de cabello largo»). En el calor del momento, Clotilde respondió que preferiría ver a sus nietos muertos que privados de sus derechos de nacimiento. El hombre le transmitió la respuesta a Clotario, quien acto seguido mató a Teodobaldo, que tenía 10 años, de una puñalada en la axila.
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El asesinato de los hijos de Clodomiro
Unknown Artist (Public Domain)
Luego de ver el asesinato de su hermano, Gunthar, que tenía siete años, se aferró sollozando a los pies de Childeberto y le pidió piedad. Childeberto se compadeció de su sobrino y le preguntó a Clotario si podían perdonarle la vida. Este se puso furioso y le gritó: «¡Haz que te suelte [los pies] o te mataré a ti en su lugar!» (Gregorio, 181). Clotario separó al niño de Childeberto y lo mató de un golpe en las costillas. Tras la muerte de los príncipes, Clotario y Childeberto mandaron matar a sus tutores y asistentes antes de irse de París. Clodoaldo, el tercer hijo, logró evitar el destino de sus hermanos. Cuando se enteró de sus asesinatos, se cortó el cabello, renunció a su reclamo al reino y se fue a vivir una vida monástica.
Conquistas y guerras civiles
En alrededor de 531, el medio hermano de Clotario, Teuderico, invadió Turingia para vengar un insulto del rey turingio Hermanfredo. Teuderico le pidió a Clotario que lo acompañara en esta campaña, una propuesta que este aceptó encantado. Los hermanos derrotaron al ejército de Hermanfredo en una batalla a lo largo del río Unstrut; aquí, según escribe Gregorio de Tours, los francos mataron a tantos turingios que «el lecho del río tenía una pila de cadáveres, y los francos cruzaban al otro lado como si caminaran sobre un puente» (168). Hermanfredo logró escapar, pero los francos conquistaron rápidamente su reino y se llevaron como prisioneros a varios de sus parientes, incluida su sobrina, Radegunda.
Teuderico le pidió a Hermanfredo reunirse en Zülpich para hablar de las condiciones y le ofreció un salvoconducto, pero cuando el rey turingio llegó, se cayó de un muro «por accidente» y se mató; Gregorio de Tours hace el siguiente comentario sarcástico: «Algunas personas (…) sugieren que Teuderico puede haber tenido algo que ver con ello» (169). Teuderico y Clotario discutieron vehementemente sobre quién tenía derecho a Radegunda. Clotario ganó la discusión y se llevó a Radegunda a Soissons, donde la tomó como segunda esposa.
Poco después, ya sea en 533 o 534, Teuderico murió y su reino pasó a su hijo, Teudeberto I. Clotario, siempre el oportunista, intentó de inmediato anexar partes del reino de Teuderico y hacer a un lado a Teudeberto en el proceso. Sin embargo, a diferencia de los hijos de Clodomiro, Teudeberto era un hombre adulto que ya había sido puesto a prueba en batalla y se había ganado el apoyo de los vasallos de su padre. Teudeberto formó una alianza con su tío Childeberto, y ambos marcharon contra Clotario y lo vencieron en batalla. Clotario se vio obligado a buscar refugio, por lo que Teudeberto y Childeberto intentaron someterlo mediante un asedio, pero una tormenta violenta destruyó sus equipos de asedio y los obligó a suspenderlo y terminar la guerra con Clotario.
Para 555, los cuatro reinos de los hijos de Clodoveo se habían reducido a dos.
En 537, los ostrogodos les cedieron el territorio de Provenza a los francos para garantizar su neutralidad en una guerra en curso entre los ostrogodos y el Imperio bizantino. Los tres reyes francos se dividieron el gobierno de Provenza entre ellos. En 542, Clotario se unió a Childeberto en una campaña contra los visigodos en España, donde tomaron Pamplona y Zaragoza antes de que los francos fueran derrotados y se vieran obligados a abandonar sus conquistas.
En 548, el rey Teudeberto murió y le dejó el reino de Reims a su hijo y heredero, Teudebaldo I, quien reinó durante siete años y murió en 555 sin hijos. Clotario aprovechó esta oportunidad, marchó a Metz y se casó con la viuda de Teudebaldo, Vuldetrade, para legitimar su reclamo. Sin embargo, los obispos de Clotario condenaron este matrimonio como profano e incestuoso, y Clotario se vio obligado a divorciarse de Vuldetrade y a dividir el reino de Teudebaldo con Childeberto; los cuatro reinos de los hijos de Clodoveo se habían reducido a dos.
Esposas e hijos
Al igual que sus hermanos, Clotario era cristiano niceno (católico) por la conversión de su padre Clodoveo, pero, bajo el Derecho sálico, los nobles francos tenían permitido tomar muchas esposas a la vez para formar alianzas políticas y asegurarse de tener suficientes hijos para la sucesión. Las esposas de Clotario, y los hijos que tuvo con ellas, fueron los siguientes:
Gondioque: viuda del hermano de Clotario, Clodomiro, con quien se casó en 524. No tuvo hijos con Clotario.
Radegunda: tomada como botín tras la conquista de Turingia y con quien se casó en 532. Radegunda era conocida por su piedad y más tarde fue canonizada. No tuvo hijos.
Ingonda: tercera esposa de Clotario, que tuvo cinco hijos y dos hijas, incluidos Gunther y Childerico (que murieron antes de casarse con Clotario), Cariberto I de París (que murió en 567), Gontrán de Orleans (que vivió hacia 532-592), Sigeberto I de Austrasia (que vivió hacia 535-575) y Clotsinda, reina consorte de los lombardos (que murió hacia 568).
Arnegonda: cuarta esposa de Clotario y hermana de su tercera esposa, Ingonda. Arnegonda tuvo un hijo, Chilperico I de Neustria (que vivió hacia 539-584).
Chunsina: quinta esposa de Clotario y madre de Chramn (que murió en 560), el hijo más problemático de Clotario.
Vuldetrade: viuda del sobrino nieto de Clotario. Este se vio obligado a divorciarse de ella a pedido de sus obispos.
Era un hecho conocido que Clotario también tuvo muchas amantes y varios hijos ilegítimos en toda la Galia.
La rebelión de Chramn
La reina Clotilde murió en 544. Clotario y Childeberto la enterraron junto a Clodoveo en la Iglesia de los Santos Apóstoles, en París. Su muerte provocó que se reiniciara la rivalidad entre los hermanos, que seguían buscando formas de socavar la autoridad del otro. En 555, mientras Clotario estaba de campaña contra los sajones a lo largo de los ríos Weser y Elba, Childeberto vio su oportunidad de atacar. Se alió al ambicioso hijo de Clotario, Chramn (también escrito Chram o Chramm), y juntos tramaron la caída de Clotario.
Gregorio de Tours describe a Chramn como un hombre cruel, depravado y «extremadamente desacertado en casi todo lo que hacía» (207). Clotario había enviado a Chramn a supervisar la administración de las tierras que le habían pertenecido a Teudebaldo. Luego de asentarse en Clermont-Ferrand, Chramn se ganó el odio de sus habitantes porque hacía lo que quería, quebraba la ley constantemente e insultaba al conde local. Chramn, incitado por su tío Childeberto, extendió su influencia sobre los territorios cercanos y empezó a actuar como un soberano autónomo e independiente de su padre.
Clotario, que seguía ocupado en la guerra contra los sajones, envió a sus hijos Cariberto y Gontrán a acabar con la rebelión insolente de Chramn. Los hermanos marcharon a Limoges, donde se encontraron con Chramn, que los estaba esperando con un ejército propio. Mientras ambos lados se preparaban para la batalla, Chramn les envió un mensajero a sus hermanos para informarles de que Clotario había muerto mientras peleaba contra los sajones. Esto era mentira, pero fue suficiente para hacer que Cariberto y Gontrán dieran la vuelta y marcharan con su ejército a Borgoña para no quedar afuera de los planes de sucesión. Para cuando se dieron cuenta del engaño, Chramn había capturado Chalon-sur-Saône mediante un asedio y había consolidado su poder al casarse con la hija del conde de Orleans. Mientras tanto, Childeberto utilizó el rumor de la muerte de Clotario como pretexto para invadir su reino; llegó hasta Reims y saqueó el territorio alrededor de la ciudad.
La cabeza de Clotario I
René Hourdry (CC BY-SA)
Durante un tiempo, la doble amenaza de la invasión de Childeberto y la rebelión de Chramn parecía que destruiría todo lo que Clotario había construido durante su vida. Pero, entonces, el 23 de diciembre de 558, Childeberto murió tras una enfermedad larga y violenta. Childeberto no tenía hijos, lo que le permitió a Clotario reclamar sus tierras. Así, marchó con su ejército a París, a la que sometió, y se apoderó del tesoro y las tierras de Childeberto. Cuarenta y siete años después de la muerte de Clodoveo, el reino franco volvía a estar unido, esta vez bajo el estandarte de Clotario.
Tras absorber el reino de Childeberto, Clotario se reunió con Chramn bajo tregua, pero no pudieron llegar a un acuerdo. Al darse cuenta de que no podía vencer a su padre en batalla, Chramn huyó a Bretaña con su esposa e hijas, donde lo recibió Chanao, conde de los bretones, en su corte. En 559, Chramn lideró a los bretones en varias incursiones a los territorios de su padre y devastaron muchos pueblos. Así, Clotario no tuvo más opción que tomar represalias. En noviembre de 560, Clotario y su hijo Chilperico dirigieron a una fuerza de francos contra un ejército bretón liderado por Chramn y el conde Chanao. Tras una gran y sangrienta batalla, los bretones fueron derrotados, Chanao fue asesinado y Chramn huyó.
Chramn se abrió camino a la costa, donde un barco lo esperaba para llevárselo. Gregorio de Tours observa que perdió tiempo al buscar a su esposa e hijas, lo que les permitió a los hombres de Clotario alcanzarlo y capturarlo alrededor de diciembre de 560. De inmediato lo sentenciaron a muerte, para lo cual lo ataron y colocaron en una choza humilde junto a su esposa e hijas. A Chramn lo estrangularon antes de prenderle fuego a la choza, pero su esposa e hijas se quemaron vivas.
La muerte de Chramn
Évariste Vital Luminais (Public Domain)
Muerte y sucesión
Gregorio sugiere que Clotario estaba destruido por la culpa por el método con el que había matado a Chramn. Aparentemente visitó la Iglesia de San Martín de Tours y llevó muchos regalos con la esperanza de arrepentirse de los muchos actos malos que había hecho durante sus 50 años de reinado. En 561, mientras estaba de caza en el bosque de Cuise, el rey Clotario I cayó enfermo con fiebre y murió; Gregorio afirma que murió exactamente a un año de la ejecución de Chramn. Sus hijos sobrevivientes regresaron su cuerpo a Soissons, donde lo enterraron con gran ostentación.
Tras la muerte de Clotario, el reino franco volvió a dividirse en cuatro luego de haber estado unido menos de tres años. Cariberto I heredó París, Gontrán tomó Orleans, Chilperico heredó Soissons y Sigeberto recibió Reims. Esta nueva generación de reyes merovingios estuvo acompañada de otra ronda de guerras civiles, asesinatos y sufrimiento para el pueblo de la Galia franca. Con el tiempo, estas luchas internas constantes e irreconciliables, ejemplificadas durante el propio reinado de Clotario y los reinados de sus hijos, llevarían al fin de la dinastía merovingia.
Clotario I (también conocido como Clotaire o Lotario) fue un rey merovingio que gobernó de 511 a 561. Era el hijo menor del rey Clodoveo I y, al principio, gobernaba desde Soissons, pero gradualmente fue expandiendo su territorio a través de las conquistas militares y las muertes de sus hermanos. Para 558, Clotario gobernaba un reino franco unificado.
¿Qué hizo Clotario I?
El rey Clotario I fue el segundo rey merovingio en unificar a los francos luego de su padre, Clodoveo I. Clotario consolidó su gobierno con crueldad, mediante el asesinato de dos de sus sobrinos y la ejecución de su hijo Chramn.
¿Quiénes eran los hijos de Clotario I?
Algunos de los hijos de Clotario I eran Gontrán de Orleans, Chilperico I de Neustria y Sigeberto de Austrasia.
Soy traductora pública, literaria y científico-técnica de inglés al español y me apasiona todo lo relacionado con la arqueología, la historia y la religión.
Mark, H. W. (2023, febrero 20). Clotario I [Chlothar I].
(E. Rua, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21585/clotario-i/
Estilo Chicago
Mark, Harrison W.. "Clotario I."
Traducido por Eliana Rua. World History Encyclopedia. Última modificación febrero 20, 2023.
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21585/clotario-i/.
Estilo MLA
Mark, Harrison W.. "Clotario I."
Traducido por Eliana Rua. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 20 feb 2023, https://www.worldhistory.org/Chlothar_I/. Web. 26 jun 2025.
Licencia y derechos de autor
Escrito por Harrison W. Mark, publicado el 20 febrero 2023. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.