El rey Juan de Inglaterra (conocido como Juan sin tierras) gobernó desde el 1199 al 1216 era el hijo de Enrique II de Inglaterra (r.1154-1189) y Leonor de Aquitania (1122-1204) Juan sucedió en el trono a su hermano mayor Ricardo I de Inglaterra (r. 1189-1199) como rey, Juan ha pasado a la historia como uno de los peores reyes que jamás se hayan sentado en el trono inglés, tanto por su carácter como por sus fracasos. Perdió las tierras angevinas de su familia, los Plantagenet en Francia y también paralizó a Inglaterra financieramente, tanto, que los barones se rebelaron y le obligaron a firmar la carta magna en el 1215 esta carta limitó el poder real y enfatizó la primacía de la ley sobre todo, incluida la monarquía. Otro nombre asociado con frecuencia con el rey es el de Robin Hood, el legendario forajido que robó a los ricos y se lo dio a los pobres, pero hay poca evidencia histórica de tal figura y sí existió, no hay prueba alguna de que haya sido un problema para el rey Juan en lo absoluto. Después de su muerte, mientras huía de un ejército de invasión francés, el rey Juan fue sucedido por su joven hijo Enrique III de Inglaterra (r. 1216-1272)
Vida Temprana
Juan nació el 24 de Diciembre del 1167 en Oxford, fue el hijo menor de los cuatro hijos varones que tuvieron juntos, el rey Enrique II de Inglaterra y Leonor de Aquitania. Sin tener una herencia particular de importancia, fue apodado "Lackland" que significa "sin tierras", aunque su padre lo envió a Irlanda en el 1185 con el título de señor de Irlanda. Juan actuando como virrey, logró afectar tanto a los irlandeses como a los ingleses durante su breve estadía y regresó a Inglaterra después de sólo cuatro meses en el cargo.
La rebelión contra Enrique II
Ricardo I y su hermano menor Juan desafiaron a su padre Enrique II en el 1188-89. Los hijos rebeldes formaron una alianza con Felipe II, el nuevo rey de Francia (r.1180-1223) La rebelión fue apoyada por Leonor de Aquitania. Al perder el control de Maine y Turena, Enrique finalmente aceptó los términos de paz que reconocían a Ricardo como su único heredero. Cuando el rey murió poco tiempo después, Ricardo fue coronado como su sucesor en la abadía de Westminster el 2 de Septiembre del 1189. También formaban parte de su reino, aquellas tierras en Francia que todavía pertenecían a su familia los Angevin (también conocidos como Plantagenets). Normandía, Maine y Aquitania, como le había prometido a su padre y esto sólo agudizo la rivalidad ente los dos hermanos.
La rebelión contra Ricardo y sucesión
Mientras Ricardo estaba luchando en el extranjero durante la tercera cruzada (1189-1192) y luego, fue hecho prisionero por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Juan aprovechó la oportunidad para usurpar el trono. Sin embargo, la ayuda de Felipe II de Francia no resultó decisiva y los hábiles ministros de Ricardo, encabezados por Huberto Walter organizaron suficiente resistencia para frustrar la rebelión. Cuando Ricardo regresó brevemente a Inglaterra en el 1194 perdonó a su hermano su excesiva ambición e incluso lo nombró como su sucesor oficial.
En el 1194 Ricardo realizó una nueva campaña en Francia para defender sus tierras angevino-plantagenet, pero el desastre ocurrió durante su asedio del castillo de Chalus el 6 de abril del 1199 golpeado por una flecha y muriendo de gangrena, Ricardo no dejó heredero, por lo que Juan fue nombrado como el nuevo rey de Inglaterra; fue coronado el 27 de mayo del 1199 en la abadía de Westminster.
Felipe II de Francia
Juan se había casado con Isabel de Gloucester el 29 de agosto del 1189 y luego se casó con otra Isabel, ésta vez de Angulema (un condado de Aquitania) después de que su primer matrimonio fuera anulado el 24 de agosto del 1200. Este segundo vínculo resultó problemático para el rey inglés ya que la segunda Isabel se había prometido previamente a un conde francés, Hugo de Lusignan, por lo que Felipe II de Francia se opuso a la boda. Felipe confiscó entonces, todo el territorio en Francia que aún estaban en manos de la corona inglesa (Juan como sus predecesores normandos, también era duque de Normandía). Juan respondió enviando un ejército, pero una vez más echó a perder las relaciones en el 1203 al matar a su sobrino de 17 años, el príncipe Arturo hijo del difunto Godofredo (Geoffrey) conde de Bretaña (1158-1186) a quien vio como una amenaza para su reclamo al trono inglés (que Felipe II apoyó). Esta traición le costó a Juan el apoyo de muchos barones franceses y con ello todas las tierras del rey inglés al norte del río Loira en el 1206.
El golpe fue tanto de prestigio como en el territorio, el rey de ahora en adelante se ganó otro apodo despectivo " Juan espada débil". Esto fue quizás injusto ya que Juan logró hacer algunas cosas bien: Resistió las incursiones de Guillermo el León, rey de Escocia (r. 1165-1214) en el norte de Inglaterra y lo obligó a aceptar a Juan como su señor feudal en septiembre del 1209. Luego aplastó la rebelión irlandesa del 1210 capturó infamemente a la esposa y al hijo mayor del barón rebelde Guillermo de Briouze y aparentemente, les permitió morir de hambre en cautiverio en el castillo de Windsor. Juan obtuvo otra impresionante victoria, contra el problemático príncipe galés Lywelyn de Gwynedd, también conocido como Lywelyn el grande (r. 1194-1240) en el 1211. Claramente, los cronistas medievales que pintaron una imagen obscura de un rey malvado e inútil no estaban contando toda la historia. Quizás no sea una coincidencia que estos cronistas fueran hombres de moda en la iglesia, el próximo enemigo del rey.
Papa Inocencio II
De vuelta en Inglaterra, pareciera que el rey Juan no carecía de talento, pero sin duda se las estaba arreglando para convertirse en uno de los reyes más impopulares de la historia de Inglaterra. El siguiente grupo al cual afectó fueron los funcionarios de la iglesia, después de su negativa de respaldar a Esteban Langton para el puesto de arzobispo de Canterbury. Como Langton era el candidato papal, el papa Inocencio III (r. 1198-1216) excomulgó a Juan en noviembre de 1209 y ordenó el cierre de todas las iglesias. La idea de que el rey fue elegido por Dios para gobernar, el llamado derecho divino de los reyes, parecía un poco problemático para que Juan lo usara como base para su autoridad ahora que la iglesia lo había abandonado.En el 1212 el papa llegó a declarar que Juan ya no tenía ningún derecho legal a llamarse rey. El rey se retractó, Langton fue nombrado arzobispo y Juan aceptó que Inglaterra e Irlanda eran feudos del papado.
La Carta Magna
Molestar a los extranjeros o a la iglesia era normal para la mayoría de los gobernantes medievales, pero las cosas realmente empezaron a ir mal para Juan, cuando incomodó a los barones más poderosos. Los fuertes impuestos del rey para pagar sus campañas francesas eran abrumadores, y lo que había ninguna ganancia militar que demostrar. Otra política que molestó a los barones fue la creación por parte del rey de sus propias cortes reales para rivalizar con las cortes locales, redirigiendo así las multas pagadas por los culpables lejos de los barones y hacia su propio cofre del tesoro. Juan fue ciertamente inventivo en las medidas para aumentar sus ingresos, incluso aumentó los honorarios que los barones tenían que pagar al rey cuando sus hijas se casaban y un joven barón ahora tenía que pagar un honorario cuando heredó la propiedad de su padre. Si un barón moría sin un heredero, la costumbre era pasar la tierra a otro noble, pero el rey Juan a menudo se quedaba con esa tierra para él, todo el tiempo posible, como lo hizo con las tierras de la iglesia. Los comerciantes tampoco escaparon de las guerras del rey y también tuvieron que soportar un gran aumento de impuestos.
Otra derrota ante los franceses en el 1214 en Bouvines fue la gota que colmó el vaso. El fracaso provocó un gran levantamiento de barones y comerciantes sobrecargados que, apoyados por Alejandro II de Escocia (r.1214-1249) marcharon a Londres, para no apoyar al rey en otra invasión de Normandía como había solicitado y para obligarlo a firmar la carta magna en Runnymede el 15 de junio del 1215. Esta carta de libertades frenó el poder del monarca y protegió los derechos feudales de los barones. El rey ya no podía apoderarse de tierras arbitrariamente o imponer impuestos irrazonables sin antes consultar a los barones. De ahora en adelante, el rey también tendría que consultar un cuerpo definido de leyes y costumbres antes de hacer declaraciones y todos los hombres libres (pero no los siervos) estarían protegidos de los oficiales reales y tendrían derecho a un juicio justo. Por lo tanto, la carta magna se convirtió en un símbolo del estado de derecho como soberano supremo. A cambio de estas concesiones, al rey se le permitió conservar su corona y el arzobispo Langton lo absolvió de su excomunión. Es posible que los barones actuaran por interés propio más que por el bien del plebeyo, pero su acción colectiva fue un hito en el comienzo de un largo y sangriento camino hacia una monarquía constitucional.
Robin Hood
Un nombre que se asocia con frecuencia con el rey Juan es Robin Hood, el legendario forajido que robó a los ricos y se los dio a los pobres en el área del bosque de sherwood en Nottingham. Robin representaba al hombre común, por lo que su arma era el arco y no la espada de un caballero medieval. Desafortunadamente para los románticos, probablemente no existía tal individuo. La única referencia histórica dentro de la compleja red de cuentos legendarios es que un hombre llamado Roberto (Robert) o Robin "Hood" era un criminal buscado en Yorkshire en el 1230. Sin embargo, es cierto que hubo otros casos similares de hombres que vivían en bosques fuera de la ley, en particular un Godofredo (Geoffrey) du Parc en el bosque de Feckenham en Worcestershire alrededor del 1280 (quien por cierto, también tenía su propio sacerdote entre su grupo al igual que Robin tenía).
Cualquiera que sea su base en los hechos reales, la leyenda fue bastante real desde el siglo XIV en adelante y aunque recibió cambios y adornos durante los siglos posteriores, se ha mantenido como un mito muy popular y un favorito particular de los cineastas. En la versión más común del cuento, Robin vive con su banda de hombres alegres en el bosque donde tenían sus propias leyes, por lo que no pagaban impuestos excesivos y podían cazar animales salvajes libremente (lo cual fue prohibido por los reyes normandos de Inglaterra). La esposa de Robin lady Marian y su enemigo es el Sheriff de Nottingham, quien es él mismo un representante del desagradable rey Juan. La participación de Juan es casi con certeza una adición posterior, cambiando el momento de la historia para resaltar las rapaces leyes fiscales del rey y la imposición de sus propios tribunales reales.
Otra conexión con Juan y otro giro de la historia, es que Robin era en realidad de noble cuna, pero el rey le quitó las tierras a su familia mientras planeaba expulsar a su hermano Ricardo mientras él y Robin estaban en la tercera cruzada. Este adorno del siglo XVI puede haber sido una reacción de la aristocracia, que ya estaba un poco molesta por la popularidad de un cuento en el que los plebeyos tienen la ventaja; entonces, esencialmente, Robin se convirtió en uno de ellos, de allí su éxito. Se cuenta una historia muy similar para el caballero Fulk Fitzwarin (1160- 1258) que se rebeló contra el rey Juan y habitó en un bosque en Shropshire. Claramente, si cualquier rebelde de buen corazón en la literatura medieval inglesa necesitaba un villano al que enfrentarse, el rey Juan era el candidato más popular.
La guerra de los barones y su muerte
Volviendo a la historia real, en el reinado de Juan. El rey todavía no había comprendido del todo los principios de la condición de Estado, como se demostró cuando no cumplió su palabra e ignoró lo que había firmado en la carta magna. Inevitablemente, los barones buscaron deshacerse de su soberano, se negaron a renunciar a su ocupación de Londres e invitaron a otro candidato para ser su nuevo rey, el príncipe Luis, hijo de Felipe (futuro rey Luis VIII de Francia r. 1223-1226) Esto hizo que estallara una guerra civil, a menudo llamada "primera guerra de los barones" entre los partidarios de ambos reyes, y aunque Juan asedió y capturó el poderoso castillo de Rochester entre octubre-noviembre del 1215. Luis se apoderó del sureste de Inglaterra, incluida la torre de Londres y se proclamó rey en mayo del 1216 en el mismo año, Luis logró recuperar el castillo de Rochester para la causa rebelde. El desventurado Juan incluso perdió las joyas de la corona en un río, mientras huía de Lincoln en octubre, donde también cogió fiebre. El rey murió el 18 de octubre del 1216 en el castillo de Newark, tenía sólo 48 años. Fue enterrado en la catedral de Worcester , como lo pedía en su testamento. El rey Juan fue el tema y el título de una obra de William Shakespeare (1564-1616)
Juan fue sucedido por su hijo Enrique III (n. 1207) quien fue coronado rey el 28 de octubre del 1216 en la catedral de Gloucester. Enrique, a pesar de tener sólo nueve años y de tener que recoger los pedazos de un reino roto, derrotaría a los barones rebeldes restantes, en Lincoln en mayo del 1217 y continuaría reinando durante 56 años hasta el 1272.