Jerjes I

Definición

Joshua J. Mark
por , traducido por Rosa Baranda
Publicado el 14 marzo 2018
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, alemán, persa
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Xerxes I Relief (by Jona Lendering, CC BY-SA)
Relieve de Jerjes I
Jona Lendering (CC BY-SA)

Jerjes I (519-465, rey de 486-465 a.C.), también conocido como Jerjes el Grande fue rey del Imperio aqueménida. Su título oficial era Shahanshah que, aunque se suele traducir como "emperador", en realidad significa "rey de reyes". Se lo identifica con Asuero de Persia en el libro bíblico de Ester (aunque su hijo, Artajerjes I, y Artajerjes II también son posibles candidatos) y se lo menciona a menudo en las obras de Heródoto, Diodoro Sículo, Quinto Curtio Rufo y, en menor medida, en las de Plutarco. Heródoto es la fuente principal de la historia de su expedición a Grecia. El nombre de "Jerjes" es la versión griega del persa "Khshayarsa" (o Khashyar Sah), y, por tanto, en Occidente se lo conoce como Jerjes mientras que en Oriente se lo conoce como Khshayarsa.

Su madre fue Atosa, hija de Ciro el Grande (que reinó de 550-530 a.C.), fundador del Imperio aqueménida. Por este motivo, fue aceptado como un gran rey antes incluso de haber demostrado su valía. Jerjes es famoso por sus muchos proyectos de construcción por todo el imperio, pero por lo que es más conocido, tanto en fuentes antiguas como modernas, es por la inmensa expedición que organizó contra Grecia en 480 a.C. que, según Heródoto, reunió al ejército más grande y mejor equipado en pisar un campo de batalla hasta ese momento.

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Era hijo de Darío I el Grande (que reinó de 522-486 a.C.) quien, con la intención de castigar a Atenas por haber respaldado la revuelta de las colonias jónicas contra el gobierno persa en 499 a.C., había invadido Grecia en 492 a.C. Los ejércitos griegos derrotaron a los persas en la batalla de Maratón en 490 a.C. y Darío murió en 486 a.C. antes de poder organizar otra ofensiva. En consecuencia, le correspondió a su hijo cumplir los deseos del padre y, al reunir un ejército de tal tamaño y fuerza, Jerjes se sintió seguro de lograr lo que no había logrado el gran Darío, pero acabaría fallando igual que su padre.

JERJES TUVO QUE ENFRENTARSE A LA INSURRECCIÓN DE BABILONIA Y A LAS REVUELTAS CONTRA EL GOBIERNO PERSA EN EGIPTO.

Primeras campañas

Jerjes no era el mayor de los hijos de Darío, pero, como el primogénito de su matrimonio con Atosa, fue elegido sucesor. A la muerte de Darío, el hermanastro mayor de Jerjes, Artabazenes, reclamó el trono, pero fue rechazado por que su madre era una plebeya mientras que la madre de Jerjes era hija del gran Ciro.

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Se casó con la princesa Amestris, hija de Otanes, que se convertiría en madre de sus hijos Darío, Histaspes, Artajerjes I (que reinó de 465-424 a.C.), Aquémenes, y sus hijas Amitis y Rodoguno. Una vez hubo asumido el trono, Mardonio, el comandante en jefe de los ejércitos de Jerjes y primo y cuñado suyo, lo presionó para que renovara la campaña contra Grecia. Parece ser que los motivos de Mardonio eran personales, ya que esperaba gobernar la nación conquistada como sátrapa tras la victoria de Jerjes.

El tío y consejero de Jerjes, Artabano, intentó convencerlo de abandonar la expedición, pero los argumentos de Mardonio prevalecieron. A pesar de ello, había muchos asuntos que atender, tales como la insurrección de Babilonia y las revueltas contra el gobierno persa en Egipto, y Jerjes pasó gran parte del año 485 a.C. sofocando estos problemas y restaurando el orden.

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Persian Archers
Arqueros persas
mshamma (CC BY)

Aunque su abuelo Ciro había sido un amigo de Babilonia, Jerjes había subyugado la ciudad y fundido la estatua de oro de Marduk, su deidad patrona. Esto constituyó una afrenta seria a la dignidad y la tradición de Babilonia porque una de las obligaciones religiosas del gobernante era tomar las manos de la estatua de Marduk en el festival del Año Nuevo para garantizar la continua prosperidad por todo el país; por lo tanto, Babilonia gozaba de cierto prestigio entre las ciudades de Mesopotamia por ser el lugar en el que se realizaba este ritual.

Ciro había oficiado este festival sin faltar, al igual que Darío, pero Jerjes lo consideró un asunto de poca importancia. Ignoró las relaciones establecidas con sus antiguos aliados, refiriéndose a sí mismo como el rey de los persas y los medos, y los trató a todos como súbditos de su gobierno. Babilonia se rebeló contra él en dos ocasiones antes de que él la asediara y aplastara la revuelta.

JERJES SE PASÓ CUATRO AÑOS AMASANDO SUMINISTROS Y ARMAMENTO SUFICIENTES PARA SU CAMPAÑA EN GRECIA.

Grecia: las guerras médicas

Con una relativa paz establecida en su imperio, volvió de nuevo la vista a Grecia y a la conquista. Se pasó cuatro años amasando suficientes suministros y armamentos para la campaña, además de reclutar todos los hombres que pudo de las diferentes regiones para garantizarse la victoria.

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Heródoto cuenta la historia de Pitio el lidio (un descendiente de Creso), cuyos cinco hijos se contaban entre los reclutados. Pitio recibió al rey y a su ejército profusamente en Sardis en el invierno de 481-480 a.C. y le ofreció a Jerjes una cantidad considerable de dinero para la campaña, pero Jerjes rechazó su oferta y, en su lugar, recompensó generosamente a Pitio, aumentando su tesoro.

Antes de que Jerjes partiera hacia el Helesponto, un mal augurio en forma de eclipse apareció en el cielo, pero Jerjes, a quien sus adivinos le aseguraron que no significaba nada, siguió adelante con sus planes. Sin embargo, Pitio reconoció el presagio como una advertencia de la muerte inminente y, envalentonado por la generosidad y la amabilidad de Jerjes, le preguntó si su hijo mayor podía dejar el ejército para que al menos le quedara un hijo que cuidara de él cuando fuera viejo y que fuera su heredero. Ante tal petición, Jerjes enfureció porque significaba que Pitio dudaba de sus posibilidades de vencer. Sacó al hijo mayor de las filas, lo cortó por la mitad y puso una parte a cada lado del camino, y después marchó con sus tropas entre ellas.

Greek Phalanx
La falange griega
CA (Copyright)

Según Heródoto, el tamaño de la fuerza de expedición de Jerjes era de más de dos millones de hombres y cuatro mil barcos. Diodoro Sículo y Quinto Curtio Rufo confirman la inmensidad del ejército de Jerjes, aunque los números que ofrecen no coinciden ni con los de Heródoto ni entre sí. Para poder mover sus barcos libremente, hizo excavar un canal en el istmo de Accio, cerca del monte Atos, cuyos restos todavía se pueden apreciar hoy en día. Reunió a sus ejércitos para cruzar el Helesponto hacia Europa y, según cuenta Heródoto, observó a las tropas mientras estaban paradas en formación. En un primer momento, el tamaño de su ejército y su majestuosidad:

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le provocaron una profunda satisfacción, pero después empezó a llorar. Cuando su tío Artabano, el que al principio le había expresado su opinión libremente y le había aconsejado que no atacara Grecia, se dio cuenta de que Jerjes estaba llorando, dijo, "mi señor, hace poco estabas contento por la situación y ahora lloras. ¡Vaya cambio total de humor!" "Sí," contestó Jerjes. "Estaba reflexionando y se me ocurrió lo corta que es la suma total de la vida humana, y eso me ha hecho sentir compasión. Mira a toda esta gente; ninguno de ellos seguirá vivo de aquí a cien años" (VII.45-56).

A pesar de ello, Jerjes desechó estos pensamientos sobre la brevedad de la vida y ordenó que cruzaran para invadir Grecia.

Ya desde el principio, los presagios no eran buenos para la ofensiva de Jerjes. Se dice que el Helesponto se levantó en revueltas a su paso. Para poder mover a su enorme ejército, Jerjes construyó puentes para cruzar el agua. Heródoto escribe:

Los fenicios y los egipcios a quienes les habían asignado la tarea empezaron a construir puentes (los fenicios con lino blanco y los egipcios con papiro), empezando por Abido y dirigiendo sus esfuerzos hacia el cabo en la otra costa, una distancia de siete estadios. No acababan de terminar de construir los puentes cuando estalló una tormenta violenta que los destruyó y devastó por completo. La noticia enfureció a Jerjes. Ordenó a sus hombres darle al Helesponto trescientos latigazos y hundir un par de esposas en el mar. También oí una vez que también envió a sus hombres a marcar el Helesponto. Sea como fuere, sí que les dijo a sus hombres que golpearan al mar para insultarlo en términos que nunca oirías de un griego. "Agua amarga", decían, este es tu castigo por el mal que le has hecho a tu señor cuando él no te ha hecho nada malo. El rey Jerjes te cruzará, con o sin tu consentimiento. ¡La gente tiene razón al no sacrificarle nada a un riachuelo lodoso y salobre como tú! Así el mar quedó castigado por sus órdenes e hizo que los supervisores del cruce del Helesponto fueran decapitados. Los hombres encargados de tal grotesca tarea llevaron a cabo sus órdenes, mientras que otro equipo de ingenieros gestionaban el puente del Helesponto (VII.34-36).

ARTEMISIO Y LAS TERMÓPILAS, QUE OCURRIERON MÁS O MENOS AL MISMO TIEMPO, LES OTORGARON A LOS GRIEGOS SENDAS VICTORIAS.

Una vez llegaron al otro lado, Heródoto escribe que "ocurrió algo muy extraordinario: una yegua dio a luz una liebre. Jerjes lo ignoró como algo insignificante, aunque su sentido era transparente. Quería decir que, aunque Jerjes podía andar orgulloso en su camino para atacar Grecia, regresaría al principio corriendo por su vida." (VII.57)

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Aparte de la revolución de las aguas en el Helesponto y la aparición de la liebre, hubo otros augurios que indicaron que la campaña de Jerjes acabaría mal, pero Jerjes los ignoró como sinsentidos y siguió adelante con su objetivo.

Los griegos, mientras tanto, habían movilizado sus ejércitos bajo la dirección de Atenas y enviaron a sus fuerzas a enfrentarse a la expedición persa y defender el continente. Las batallas de Artemisio y las Termópilas, que ocurrieron más o menos a la vez, les dieron victorias a los persas (ya fueran completas o estratégicas), que les permitieron acceder a Grecia, y se dirigieron hacia Atenas en cuanto pudieron. Jerjes estaba tan enfurecido con la resistencia ateniense que quemó la ciudad en un ataque de furia, cosa que lamentaría tanto después que hablaría de ello como su único remordimiento en la campaña entera.

Greek Trireme [Artist's Impression]
Trirreme griego [impresión artística]
The Creative Assembly (Copyright)

La batalla de Salamina

En ese momento, los griegos, que habían abandonado Atenas y gran parte del campo, habían reunido sus ejércitos frente a la costa de Egina y en el Peloponeso, mientras que su flota estaba atracada en los estrechos de Salamina. Jerjes convocó un consejo de guerra para decidir su siguiente movimiento y si enfrentarse o no a los griegos en Salamina, regresar a casa contento con la destrucción de Atenas o considerar otras alternativas.

Mardonio le aconsejó entablar una batalla marítima, al igual que todos los demás líderes aliados, excepto por Artemisia de Caria, que le ofreció otras opciones a Jerjes. Afirmó que, para asegurarse la victoria, no tenía que hacer nada más que mantener a los griegos donde estaban hasta que se quedaran sin suministros y pidieran la paz. Aunque claramente respetaba la opinión de Artemisia y le agradeció su consejo, al final eligió la opinión mayoritaria y se comprometió con un enfrentamiento naval.

La batalla de Salamina que ocurrió después fue un desastre para la flota persa y le salió cara a Jerjes. Tras esta derrota, volvió a consultar el consejo de Artemisia, que le dijo que debería regresar a casa y aceptar la oferta de Mardonio de quedarse y conquistar a los griegos en nombre de Jerjes. Esta vez aceptó su consejo y se marchó del país, y Mardonio se quedó para continuar con el esfuerzo bélico. Mardonio fue derrotado al año siguiente en la batalla de Platea que se luchó el mismo día que la decisiva batalla de Micale, el 27 de agosto de 479 a.C.

Mardonio murió y, con su muerte, los ejércitos de Jerjes se dispersaron y las ambiciones del rey de subyugar a los griegos quedaron aplastadas. Tal y como había predicho el augurio, Jerjes regresó a casa "cojeando" con tan solo una fracción de su ejército y se vio obligado a comer cortezas, malas hierbas y hojas porque no quedaba comida en las regiones por las que había pasado. Los hombres se vieron plagados de enfermedades y muchos murieron de disentería y así, para cuando Jerjes hubo cruzado el Helesponto y llegado a Sardis, casi no le quedaba ejército.

All Nations Gate at Persepolis
Puerta de todas las Naciones en Persépolis
dynamosquito (CC BY-SA)

Proyectos arquitectónicos y muerte de Jerjes

Una vez de regreso, Jerjes se concentró en construir monumentos más grandes e imponentes y completar más proyectos arquitectónicos que su padre. Al hacerlo, agotó el tesoro real más aún de lo que ya lo había hecho su expedición a Grecia. Se dedicó a mantener los caminos por todo el imperio, en especial el Camino real por el que se transmitían los mensajes (el sistema precursor del sistema de correos romano y del sistema moderno de correos) y dedicó tiempo y fondos a expandir lugares tales como Susa y Persépolis.

Aunque el palacio de Darío seguía en pie, Jerjes encargó un proyecto arquitectónico aún más elaborado para edificar su opulento palacio cerca y también encargó la construcción del Salón de las cien columnas y el edificio que los arqueólogos han designado "El harem" (por la duplicación de habitaciones idénticas en fila), que puede que en realidad sirviera como tesorería de Jerjes. El coste exorbitante de estos proyectos, aunado con el coste de la expedición a Grecia, puso una presión tremenda en los súbditos de Jerjes a través de los impuestos. Sin embargo, Jerjes pareció no darse cuenta de que había un problema y siguió haciendo lo que le plació; por ese motivo, algunos estudiosos han marcado su reinado como el principio del declive del Imperio aqueménida.

SEGÚN HERÓDOTO, EL AMOR DE JERJES POR LAS MUJERES Y SU FALTA DE CONTROL HICIERON QUE BUSCARA A LA ESPOSA DE SU HERMANO MASISTES.

Según Heródoto, el amor de Jerjes por las mujeres y su falta de control hicieron que buscara a la esposa de su hermano Masistes. Cuando esta lo rechazó, hizo que uno de sus hijos, Darío, se casara con la hija de Masistes, Artaynte, con la esperanza de que, gracias a esta unión, pudiera acercarse más a la esposa de su hermano y seducirla. Sin embargo, cuando vio a Artaynte, la deseó aún más que a su madre y, al acercarse a ella, esta accedió.

Heródoto informa de que, en torno a la misma época, la esposa de Jerjes, Amestris, le había tejido un bonito chal, que le gustaba tanto que lo llevaba a todas partes. Artaynte admiraba el chal y un día cuando Jerjes le dijo que le daría lo que quisiera, le pidió el chal. Intentó que le pidiera otra cosa porque sabía que, si le daba el chal que le había hecho su mujer, esta descubriría la aventura. Sin embargo, como le había dado su palabra, y Artaynte se negó a aceptar ninguna otra cosa, le acabó dando el chal.

Tomb of Xerxes
Tumba de Jerjes
Roodiparse (GNU FDL)

Como se temía, Amestris se enteró de que la amante de Jerjes llevaba el chal y planeó vengarse. Decidió centrar sus energías no en Artaynte sino en su madre, a quien culpaba por no haber criado bien a su hija (y puede que a lo mejor también adivinara que Artaynte era la segunda opción de Jerjes). En el banquete real conocido como Tukta, que se celebraba una vez al año y en el que el rey concedía regalos a sus súbditos, Amestris le pidió que le enviaran a la esposa de Masistes. Al igual que con Artaynte y el chal, Jerjes le suplicó a Amestris que le pidiera cualquier otra cosa, pero ella no cedió.

Así que Jerjes le envió su cuñada a Amestris, que, según Heródoto, "mandó venir a la guardia personal de Jerjes y, con su ayuda, mutiló a la esposa de Masistes". Le cortó los senos y se los arrojó a los perros, le cortó la nariz, las orejas, los labios y la lengua, y después la mandó de vuelta a su casa totalmente desfigurada" (9:112). En respuesta, Masistes intentó una revuelta en Bactria, pero Jerjes, al enterarse de sus planes, lo capturó y los mató a él, a sus hijos y a todos los hombres que había logrado reunir.

En torno a 466 a.C., el general ateniense Cimón (en torno a 510-450 a.C.) llegó a Asia menor, entonces en manos de los persas, para ayudar a las ciudades griegas que habían declarado su independencia y alentado a más a rebelarse. Jerjes envió un gran ejército de tierra y mar a lidiar con Cimón y recuperar el control de los griegos jonios. Después, Asia menor podría servir para lanzar una tercera invasión en Grecia que redimiría el fracaso anterior de Jerjes. Sin embargo, sus ejércitos fracasaron frente a los de Cimón en la batalla del Eurimedonte en torno a 466 a.C. y Jerjes abandonó sus ideas de conquistar Grecia.

Después regresó a sus proyectos y diseños arquitectónicos para monumentos aún mayores, más grandiosos, que conmemoraran su reinado y distinguirse de su padre. Sus planes de desarrollo se vieron truncados cuando fue asesinado por su ministro Artabano (no su hermano, sino otro hombre del mismo nombre), que también asesinó a su hijo Darío. El otro hijo de Jerjes, Artajerjes I, mató a Artabano, se hizo con el trono y terminó los grandiosos planes arquitectónicos de Jerjes en su propio nombre y por su propia gloria.

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Sobre el traductor

Rosa Baranda
Traductora de inglés y francés a español. Muy interesada en la historia, especialmente en la antigua Grecia y Egipto. Actualmente trabaja escribiendo subtítulos para clases en línea y traduciendo textos de historia y filosofía, entre otras cosas.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark es el cofundador de World History Encyclopedia y es su director de contenido. Vivió en Grecia y Alemania y ha viajado por muchos lugares. Ha sido profesor universitario de historia, escritura, literatura y filosofía en el Marist College de Nueva York

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2018, marzo 14). Jerjes I [Xerxes I]. (R. Baranda, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-359/jerjes-i/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Jerjes I." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. Última modificación marzo 14, 2018. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-359/jerjes-i/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Jerjes I." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 14 mar 2018. Web. 20 may 2024.

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